UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HISTÓRICOJURÍDICAS Y HUMANÍSTICAS LA PERCEPCIÓN Y VALORACIÓN DE LOS ESPAÑOLES SOBRE LA UNIÓN EUROPEA LUCAS MARÍA CALVO PÉREZ 2011 ÍNDICE INTRODUCCIÓN .............................................................................. 9 CAPÍTULO 1. ESPAÑA EN LA UNIÓN EUROPEA. 1.1. La vocación europea de España ........................................ 23 1.2. De la I Guerra Mundial a la Guerra Civil española .......... 27 1.3. Desde la II Guerra Mundial hasta el Acuerdo Preferencial de 1970 ........................................................ 32 1.4. Desde el Acuerdo Preferencial de 1970 hasta la entrada en España en las Comunidades Europeas........... 48 1.5. La entrada de España en las Comunidades Europeas ....... 60 1.6. La posición de España en la transformación de los Tratados europeos: la participación en el Tratado de la Unión o de Maastricht de 1992. .................................. 65 1.7. La participación de España en la Union Europea en el periodo 1996-2000. I Legislatura del Gobierno Aznar ............................................................................... 70 1.8. La participación de España en la Unión Europea en el periodo 2000-2004. II Legislatura del Gobierno Aznar ............................................................................... 78 1.9. La participación de España en la Unión Europea en el periodo 2004-2008. I Legislatura del Gobierno de Rodríguez Zapatero ......................................................... 87 1.10. El balance del periodo 1986-2006: 20 años de integración española en las Comunidades y en la 3 Unión Europea................................................................. 97 1.11. España en la Unión Europea en el periodo 2007 a 2010. .............................................................................. 123 1.12. Eurobarómetro 74, opinión pública en la Unión Europea, otoño de 2010, informe nacional de España .. 139 CAPÍTULO 2. LA OPINIÓN ESPAÑOLA SOBRE LA UNIÓN EUROPEA ......................................................................... 143 2.1 Nivel de conocimientos sobre la Unión Europea............. 143 2.1.1 Nivel de información de sobre la Unión Europea............................................................. 143 2.1.2. Nivel de conocimientos sobre la UE................. 148 2.1.3. Conocimientos sobre el funcionamiento de la UE y las Instituciones....................................... 151 2.1.4. Conocimiento del número de Estados miembros .......................................................... 153 2.1.5. Conocimiento de los símbolos .......................... 155 2.1.6. Cuanto sabe el público español sobre la UE ..... 155 2.2. Opinión sobre la información sobre la UE...................... 160 2.2.1. Interés por la información sobre la UE ............. 160 2.2.2. Fuentes de información sobre la UE preferidas .......................................................... 164 2.2.3. Opinión sobre la información sobre la UE que dan los medios ........................................... 170 2.3. Opinión sobre la pertenencia de España a la Unión 4 Europea.......................................................................... 181 2.4. Sentimientos personales sobre la Unión Europea ........... 208 2.4.1. Sentimiento europeo.......................................... 208 2.4.2. ¿Qué sentimiento les ofrece la UE a los españoles?......................................................... 222 2.4.3. Significado de la UE ......................................... 225 2.4.4. ¿Qué imagen perciben los españoles sobre la Unión Europea?................................................ 234 2.4.5. ¿Cómo se sentirían los españoles ante una eventual disolución de la Unión Europea?....... 245 2.4.6. ¿Qué temores suscita la Unión Europea a los ciudadanos? ...................................................... 246 2.4.7. ¿Consideran los españoles que su voz cuenta en Europa?........................................................ 249 2.5. Opinión sobre el las prioridades y el papel de la Unión Europea............................................................... 251 2.5.1. Opinión sobre las prioridades de la Unión Europea............................................................. 251 2.5.2. Opinión sobre el papel de la Unión Europea .... 256 2.6. Opinión española sobre la pertenencia al Mercado Común ........................................................................... 262 5 CAPÍTULO 3. LA OPINIÓN DE LOS ESPAÑOLES SOBRE LAS INSTITUCIONES EUROPEAS............................. 265 3.1. La presencia de representantes de España en las Instituciones de la Unión Europea ................................ 265 3.2. Confianza en la Unión Europea y en sus Instituciones... 270 3.3. La opinión de los españoles sobre el Parlamento Europeo. ........................................................................ 275 3.3.1. Breve referencia histórica e institucional ............ 275 3.3.2. La confianza de los españoles en el Parlamento Europeo ............................................. 286 3.3.3. Participación en las Elecciones al Parlamento Europeo (2004) ..................................................... 290 3.3.4. Opinión española en las elecciones al Parlamento Europeo (junio 2009)......................... 300 3.3.4.1. Valoración de los resultados de las elecciones al Parlamento.............................. 300 3.3.4.2. Valoración de la entrada de partidos radicales en el Parlamento Europeo............. 303 3.3.4.3. Factores del triunfo de la derecha............ 305 3.3.5. Contacto de los Españoles con el Parlamento Europeo y fuentes usadas para su información .... 308 3.4. La opinión de los españoles sobre Comisión Europea.... 309 3.4.1 Breve referencia institucional............................... 309 3.4.2. La confianza de los españoles en la Comisión Europea ................................................................. 314 3.4.3. La confianza hacia el Parlamento Europeo y la 6 Comisión Europea ................................................ 323 3.4.4. Confianza en las Instituciones Europeas............. 328 3.4.5. Toma de decisiones de la Unión Europea ........... 335 3.4.6. Opinión de los españoles acerca de las acciones de la Unión Europea .............................. 341 3.4.7. Evaluación de la labor realizada por parte de la Unión Europea, según el grupo español ........... 342 3.4.8. Comisión ............................................................. 345 3.4.9. Parlamento........................................................... 348 3.4.10. Democracia en España ...................................... 352 3.4.11. Los ciudadanos españoles se sienten más estables económicamente y políticamente porque España es miembro de la Unión Europea (EUB67 págs. 32-33).............................. 353 3.4.12. La toma de decisiones entre España y la Unión Europea ...................................................... 354 3.5. La opinión española sobre el Comité de las Regiones (1993 – 2004) ................................................................ 356 3.6. Consejo de Ministros de la Unión Europea. Presidencia española 2002 ............................................ 364 3.6.1 Opinión sobre el conocimiento de la Presidencia española del Consejo......................... 365 3.6.2. La presidencia del Consejo de la Unión Europea, sus costes y la importancia del veto para los intereses nacionales................................. 366 7 CAPÍTULO 4. LA OPINIÓN ESPAÑOLA SOBRE EL DESARROLLO, LA AMPLIACIÓN Y EL PROGRESO DE LA UNIÓN EUROPEA .................................................................. 371 4.1. Opinión de los españoles sobre el progreso de la Unión Europea............................................................... 371 4.2. Opinión de los españoles sobre el futuro de la Unión Europea.......................................................................... 374 4.3. Los españoles opinan sobre los Tratados de la Unión Europea.......................................................................... 380 4.3.1. Apoyo de los españoles a la Constitución Europea ................................................................. 380 4.4. La opinión de los españoles sobre aspectos concretos del desarrollo de la Unión Europea ............................... 391 4.4.1. Actitudes, conocimientos y apoyo de los españoles a la Ampliación .................................... 392 4.4.2. Opinión de los españoles sobre el Euro .............. 422 4.4.3. La opinión y el apoyo de los españoles a la Política Exterior de Seguridad y Defensa europea.................................................................. 428 4.4.4. Opinión de los españoles sobre el plan de ajuste económico .................................................. 435 CONCLUSIONES ........................................................................... 443 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................. 457 8 INTRODUCCIÓN El objetivo del presente trabajo es el de considerar la percepción y la valoración que los españoles tienen sobre la Unión Europea, percepción y valoración que sin duda están vinculadas de una parte al propio proceso histórico sufrido por España y al propio proceso histórico de la construcción jurídica europea, así como a los sucesos que se han venido aconteciendo tras la adhesión de España al proceso constitutivo de la Union Europea. Puede considerarse que la Unión Europea y sus propios orígenes, las Comunidades Europeas, no son sino el resultado de un proceso histórico devenido como consecuencia de la II Guerra Mundial, a partir de la cual la inferioridad de los Estados europeos para hacer frente a su propia reconstrucción y desarrollo fue evidente en los años posteriores a esta trágica II Guerra Mundial, de la que sobretodo quedó de manifiesto que ninguno de los Estados europeos, ni siquiera los más poderosos o los triunfadores, si consideramos como tales a los Aliados occidentales, podían aspirar a tener un protagonismo notable en el escenario mundial, en el escenario que luego se llamaría de la globalización. Si consideramos que este proceso no es sino el resultado de la voluntad de los propios Gobiernos de los Estados y por lo tanto no es un impulso nacido desde la ciudadanía, veríamos que la propia construcción europea debía evaluar desde un principio las actitudes de esta ciudadanía pues aún cuando los Gobiernos deciden y firman los Tratados de integración, habría de ser la propia ciudadanía a través de las consultas en referéndum o a través de su representación parlamentaria, la que habría de dar el visto bueno al proceso de avances de una Europa que desde su acta fundacional se planteó un 9 método de pequeños pasos con el fin de crear solidaridades entre los propios Estados e identidades comunes. Por su parte conviene considerar que desde sus orígenes el proceso de construcción europea se plantea desde el respeto a los Estados y consecuentemente a las tradiciones, valores, lenguas y culturas propias, lo cual no es sino una decidida voluntad de construir dicho espacio unitario en cualquiera de sus vertientes desde la cercanía a los ciudadanos. Este proceso de consideración de los ciudadanos europeos como artífices de proyecto de construcción europea y concretamente del proyecto y realidad consecuente de Unión Europea es el que hizo situar en el Tratado de la Unión de 1992, un reconocimiento de la ciudadanía europea, plasmado en la parte segunda del Tratado CE, reformado en Maastricht, los artículos 17 a 22. El concepto de Ciudadanía Europea está necesariamente unido al proyecto de construcción de la Unión Europea y plantea una identidad europea. Los inicios de la Unión Europea están en los acuerdos económicos que pretendían alejar la posibilidad de una nueva guerra, pero, bajo la inspiración de Jean Monnet, se emprendió un proceso con un objetivo real de integración que aspiraba a ser definitivo. Las críticas a ese proceso, considerado por muchos elitista y burocrático, no impiden que la institucionalización del concepto de Ciudadanía Europea en el Tratado de la Unión Europea sea un hito. De hecho la plasmación de la Ciudadanía Europea ha supuesto un paso en la convergencia política y jurídica de Europa. Es una ciudadanía que desborda las fronteras nacionales, con vínculos débiles, de carácter estrictamente jurídico -ya que los ciudadanos europeos son ciudadanos asimismo de cada uno de los Estados de la 10 Unión Europea-, de carácter inactivo e instrumental con efectos indeseados ya que no es un democracia directa y, en la situación actual, socava la soberanía de los Estados nacionales donde al menos funciona cierta democracia participativa. A pesar de los problemas, tanto el proceso de su construcción como su plasmación se consideran como el gran referente y paradigma de la ciudadanía cosmopolita en el sentido de ser una ciudadanía postnacional, vinculada a valores universales como los derechos humanos y por tanto extensible a todo el mundo. La importancia de la ciudadanía de la Unión radica en el hecho de que sus ciudadanos gozan de derechos auténticos al amparo del Derecho comunitario europeo. Los derechos principales que confiere la ciudadanía con arreglo a la Parte 2 del Tratado CE son los siguientes: Derecho a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros; Derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones al Parlamento Europeo y municipales del Estado miembro en el que resida; Derecho a la protección de las autoridades diplomáticas y consulares; Derecho de petición ante el Parlamento Europeo; y Derecho a dirigirse al Defensor del Pueblo. Algunos de los derechos “más visibles” de esa ciudadanía sólo se disfrutan al desplazarse fuera del Estado del que se es nacional: participación en las elecciones al Parlamento Europeo y en las elecciones municipales del Estado Miembro en el que residan; acogerse a la protección de las autoridades diplomáticas y consulares en el territorio de un tercer país en el que no esté representado el Estado miembro del que sean nacionales. O, por el simple hecho de, por supuesto, circular y residir libremente en el territorio de los 11 Estados miembros1. A la hora de abordar la opinión pública española y la integración europea, se parte del hecho de que los ciudadanos españoles se han pronunciado siempre por el europeísmo. Esta consideración fundamenta el primero de los capítulos del presente trabajo, realizar una aproximación histórica a la vinculación de la España contemporánea con el europeísmo a lo largo de los tres periodos concretos de nuestra Historia: el periodo que transcurre desde la crisis de 1898 y la génesis del europeísmo filosófico y jurídico nacido desde las voces del Regeneracionismo. Este europeísmo que se mantiene realmente hasta la Guerra Civil tiende a la construcción de una España equilibrada en el contexto de los Estados europeos, de una España cercana al entendimiento de las democracias occidentales y se pierde totalmente por cuanto que el régimen del General Franco se situaría al otro lado del europeísmo regeneracionista, alejándose absolutamente del entendimiento con las democracias occidentales y aún más del propio sistema democrático, pues aún cuando con distintas gradaciones, cabe calificarse el régimen político impuesto por el General Franco como un régimen totalitario sin respeto a los derechos y libertades democráticas. A pesar de ello, cabe apreciar una verdadera capacidad de acercamiento al proyecto europeísta desde sus orígenes plasmado en un hecho realmente excepcional, debido a un grupo de personas calificadas como “tecnocráticas” que hicieron posible un entendimiento en las Comunidades Europeas tras haber realizado un importante esfuerzo al incorporar la economía española a los 1 L.M. Diez Picazo, “Ciudadanía e identidad europeas” (2003). 12 mercados internacionales, en un proceso de estabilización y de liberalización. Es así como se llegaría al Acuerdo Preferencial de 1970 que ajeno al contenido político, posibilita el comienzo de un proceso irreversible de integración de la economía española. Pero sería el comienzo de la transición democrática, marcado por la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España producida la muerte del General Franco, cuando se emprenden importantes transformaciones de la economía española paralelamente a la propia transformación del sistema político enmarcado desde entonces en un sistema constitucional que articula las libertades, el Estado de Derecho, el respeto de los Derechos Humanos y el propio sistema democrático. La victoria electoral del Partido Socialista Obrero Español producida en 1982 y su coincidencia con la victoria electoral del Partido Socialista Francés así como una sintonía del nuevo Gobierno con la República Federal Alemana, posibilita la histórica entrada de España en las Comunidades Europeas y el comienzo de la participación de España en las elecciones parlamentarias, en la Presidencia del Consejo de la Unión por turno, en la actuación de los ministros españoles en las diferentes formaciones del Consejo y en las propias actuaciones del Parlamento Europeo que desde 1979 es establecido por sufragio universal. A partir de entonces debe considerarse la intervención del Gobierno español y de sus principales dirigentes en la reforma y elaboración de los Tratados, fundamentalmente en los Tratados de la Unión, consecutivamente realizados en 1992, 1997, 2001, 2004 y 2007, siendo España protagonista de importantes iniciativas entre las cuales destacamos la articulación de los fondos de cohesión que 13 recibidos en gran parte por España, sería el principal instrumento económico del progreso, continuando con la instauración de la ciudadanía europea, la construcción y desarrollo del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia con sus cuatro vertientes: derechos fundamentales, justicia o cooperación judicial, policía europea o Europa de la seguridad y Política de Inmigración y Asilo. Esta gran transformación debe ser objeto de una importante consideración de análisis al hacer el balance del periodo 1986-2006, que cumple la simbólica fecha de 20 años de integración de España en la Unión Europea. Este balance permite concluir que España había alcanzado la renta media comunitaria y que se había equiparado en las grandes macromagnitudes económicas como tasas de empleo e inflación, tipos de interés y deuda, esto es, crecimiento en riqueza, convergencia en renta y en empleo, apertura comercial, desarrollo de las infraestructuras y paralelamente en el desarrollo social, cultural e institucional en el marco de una articulación autonómica. Sin embargo al tiempo en que se realizaba esta valoración la Unión Europea y singularmente España, comenzarían a sufrir las consecuencias del impacto de la crisis económica y financiera originada en Estados Unidos en la segunda mitad de 2006. Un rápido periodo de los cuatro últimos años permite contemplar un escenario absolutamente diverso, presidido por tres grandes factores negativos: un crecimiento desorbitado del desempleo con un índice de paro juvenil superior al 60%, una preocupante deuda soberana que pone al Estado español en una gran situación de debilidad, y una caída importante de las actividades económicas, sobretodo en el ámbito de la industria de la construcción, fenómeno a su vez ligado de manera importante con la crisis de las instituciones financiera españolas, que obligaría a la realización de una profunda remodelación. 14 Estos y otros factores, entre ellos la enorme dependencia económica y la imposibilidad de mantener las cargas de una política social heredada de los tiempos de buena coyuntura, así como la propia deuda generada por el desarrollo de un sistema autonómico constituido por encima de las posibilidades del propio sistema, lastraría la imagen interior y exterior de España y dificultaría en gran medida una capacidad de respuesta positiva de la opinión pública con respecto al propio país e incluso con respecto a las posibilidades ofrecidas por el proceso de integración europea. A la hora de analizar las actitudes de la opinión pública española sobre la vinculación a la construcción europea, parece necesario realizar un amplio capítulo sobre la propia opinión española, subdividido en varios apartados y comenzando por el nivel de conocimientos sobre la Unión Europea, la opinión sobre la información sobre la Unión Europea, la opinión sobre la pertenencia de España a la Unión Europea, los sentimientos personales sobre la Unión Europea, la opinión sobre las prioridades y el papel de la Unión Europea, así como la opinión española sobre la pertenencia al Mercado Común, a la Union Europea a sus instituciones y a sus políticas públicas. A lo largo de un importante periodo, fijado sustancialmente en la primera década del presente siglo XXI, constatamos un preciso nivel de información y conocimiento que trasciende a la vida y a las ocupaciones ordinarias si bien y ajenos a nuestra valoración en términos de opinión, habremos de considerar el escaso esfuerzo que el propio Gobierno y las propias instituciones europeas realizan para facilitar la maduración de este sentimiento europeísta de los españoles que parece más bien producto de un reflejo y de una conciencia que se va sobreponiendo sobre el país que de una realidad fomentada y 15 posibilitada para hacer de los ciudadanos, en este caso los ciudadanos españoles, los verdaderos artífices de la construcción europea. Debemos constatar esta lejanía entre la ciudadanía, y la política europeísta y de información del Gobierno, como un elemento negativo pero en todo caso hay una realidad que corresponde al sentimiento español sobre la Union Europea. No hay una literatura al menos importante sobre la información y la opinión española de la integración europea, hecho que pone de manifiesto Juan Díez Medrano en su estudio “La opinión pública española y la integración europea”2 quien manifiesta que en España la poca información y el desinterés de los españoles se expresa a través de elevados porcentajes de entrevistados que dicen no saber como responder a preguntas sobre la integración o que deciden no contestar a dichas preguntas. Por tanto, existen dos consideraciones distintas, la falta de conocimiento y la falta de estudios concretos sobre la opinión y el conocimiento, objeto este último de nuestro trabajo. El referido estudio de Juan Diez Medrano parte de la consideración de las encuestas realizadas por CIRES y ASEP, reflejando toda una serie de cuestiones sobre las que nosotros realizaremos nuestra aportación si bien sobre la base de la información ofrecida preferentemente por los Eurobarómetros, pues hemos fijado en este instrumento de información de la Comisión Europea la fuente importante de nuestra investigación. En todo caso en el referido estudio se plasman una serie de cuestiones que atienden a la propia información, una información muy pobre en la década de los 80, que empieza a alcanzar niveles 2 Juan Díez Medrano, La opinión pública española y la integración europea 19862006, Fundación CIDOB (2007). 16 razonables a partir del año 2000, y en concreto a partir de la elaboración de Eurobarómetros específicos en España, pudiendo plantearse con bastante precisión la cuestión de las imágenes que los españoles tienen sobre Europa, una imagen muy favorable que se mantiene a lo largo del tiempo; las actitudes ante la Unión Europea que se resuelve en el apoyo de forma generalizada a la Unión y el impacto de la Unión Europea sobre los españoles, que se resuelve en la aceptación de la libertad de circulación, los programas de intercambio de alumnos, las referencias al Euro, las ayudas y subsidios agrarios. Este estudio referido de Juan Díez Medrano y otros también realizados por el se convierten en pioneros dentro de esta especialización, concluyendo este autor que la opinión pública española ha sido mayoritariamente favorable a la Unión Europea, apoyo que según él descansa en un cálculo racional de tipo económico, si bien también entiende, como nosotros venimos exponiendo, que la opinión pública española se mueve en un contexto de poca información y de falta de debate. Tras el estudio genérico de la opinión pública de los españoles sobre Europa, he entendido conveniente dedicar un amplio capítulo a la opinión de los españoles sobre las instituciones europeas, reflejando en primer lugar el importante hecho que se ha ido produciendo desde nuestra integración de la presencia de representantes de España en las Instituciones de la Unión Europea. Se trata de considerar fundamentalmente la presencia española en el Parlamento, la Comisión y el Consejo, es decir, los parlamentarios españoles que en número de 50 se reparten casi por mitad las dos grandes formaciones políticas españolas, Partido 17 Popular y Partido Socialista Obrero Español; los Ministros del Gobierno español, que participan en las diferentes formaciones del Consejo de la Unión Europea -Asuntos Generales; Asuntos Exteriores; Asuntos Económicos y Financieros; Justicia y Asuntos de Interior (JAI); Empleo, Política Social, Salud y Consumidores; Competitividad (Mercado Interior, Industria, Investigación y Espacio); Transporte, Telecomunicaciones y Energía; Agricultura y Pesca; Medio Ambiente; Educación, Juventud, Cultura y Deporte. Esta participación es importante puesto que ahí se debaten y sobre todo se resuelven y se convierten en actos legislativos que afectan a los diferentes ámbitos de la política española. Podríamos decir que sin genero de duda ahí se produce el gran déficit de la construcción europea, la información sobre estas materias tan sensibles la gestión política y que afecten directamente a la ciudadanía como son los temas de seguridad, ciudadanía, transportes etc. A pesar de ello, es decir, a pesar del desconocimiento que la opinión publica española tiene del tratamiento de estos temas por parte de las instituciones europeas y los representantes españoles en dichas instituciones preferentemente en los Consejos de Ministros, es lógico que los españoles ya generalmente tengan en cuenta que hay esta instancia que es superior al Gobierno de sus Comunidades Autónomas y al Gobierno de sus Estados, que es la instancia europea que además se convierte en una instancia normativa. Estas consideraciones sobre el Consejo en alguna medida pueden referirse a la Comisión y a la difusión de su trabajo. No en vano, hay un Comisario europeo de nacionalidad española que forma parte del ejecutivo o Comisión y por encima de todos ellos queda otra gran figura institucional representada para los españoles por el Presidente del Gobierno español, que forma parte del Consejo 18 Europeo, instancia, como decimos superior en las grandes decisiones sobre el presente y futuro de la Union. En este sentido interesa plantear la confianza de los españoles en la Unión y en sus instituciones, en el Parlamento y singularmente la voluntad de participar en las elecciones al Parlamento Europeo, la opinión de los españoles sobre la Comisión y circunstancialmente la opinión de los españoles sobre el Comité de las Regiones. Debe también plantearse la realización de aportaciones sobre otros temas, singularmente la Presidencia española del Consejo de la cual como bien conocemos hemos tenido la reciente experiencia, la Presidencia española del primer semestre de 2010, y en el que subyace una realidad, la escasa información que a la ciudadanía se le ha dado sobre las actividades desarrolladas a lo largo de este periodo y su valor y significación. Un cuarto y último capitulo deberá referirse a la opinión de los españoles sobre el progreso de la Unión Europea y en él plantearse como cuestiones preferentes la opinión de los españoles sobre el futuro de la Unión Europea, la posición de los españoles frente a los Tratados de la Unión Europea y en concreto el apoyo de los españoles a la Constitución Europea y la opinión de los españoles sobre el Tratado de Lisboa. Finalmente nos interesa abordar la opinión de los españoles sobre aspectos concretos del desarrollo de la Unión Europea como son las actitudes, conocimiento y apoyo de los españoles a la Ampliación, la opinión de los españoles sobre el Euro, el apoyo de los españoles a la Política Exterior de Seguridad y Defensa y la opinión sobre el plan de ajuste económico. 19 Cabe hacer unas precisiones de carácter metodológico. En este aspecto podemos manifestar que hemos planteado la presente investigación como un proceso de aplicación del método científico desarrollado de la información obtenida a través de fuentes precisas, es decir, relevantes y fidedignas para desarrollar el conocimiento. De este modo recogemos de fuentes primarias los datos o conocimientos y lo sistematizamos a través de articulaciones objetivas para ofrecer un conocimiento original y objetivo ofreciendo resultados comprobables. A este fin utilizamos preferentemente un método documental y otro experimental, como métodos de análisis científicos utilizando básicamente las encuestas que posibilitan el marco de consideración planteado en nuestro trabajo. La metodología utilizada hace especial énfasis a la aplicación de la información para la definición de las políticas públicas de la Unión Europea a través de los estudios del Eurobarómetro que comprenden los principales temas que interesan a los europeos en relación con la Unión Europea con el objetivo de disponer información relevante para la preparación de textos normativos, tomar decisiones y evaluar a través de la percepción de los ciudadanos los trabajos a realizar. La base fundamental de nuestro trabajo se funda en los Estudios cualitativos de los Eurobarómetro que investigan las experiencias de los ciudadanos europeos sobre temas de opinión pública utilizando metodologías como entrevistas o grupos de discusión, llevados a cabo entre los ciudadanos europeos en cuestiones relacionadas con los derechos de los ciudadanos, la votación en el Parlamento Europeo y locales elecciones, el derecho a circular y vivir en otro país europeo, la Unión Europea (UE) los Estados miembros, así como también las motivaciones, los sentimientos, las reacciones de 20 determinados grupos sociales hacia un determinado tema o concepto, escuchando y analizando su forma de expresarse en grupos de discusión o entrevistas no directiva. La investigación tratará ante todo de documentar sobradamente una percepción generalizada, según la cual los ciudadanos españoles han sido tradicionalmente favorables a la pertenencia de España a la UE y a la unificación europea y la serie de encuestas realizadas por los Eurobarómetros constituyen las fuentes más útiles para la descripción y explicación de las aptitudes de los ciudadanos europeos. 21 CAPÍTULO 1. ESPAÑA EN LA UNIÓN EUROPEA. 1.1. La vocación europea de España El llamado final del Imperio Español que se produjo como consecuencia de la derrota militar de 1898 en la guerra entre España y los Estados Unidos y que supuso la consiguiente perdida de Puerto Rico, Cuba y Filipinas, provocó un impacto negativo importante en la conciencia colectiva de España que se sumo a la vieja preocupación patriótica por la decadencia del país. En efecto a la experiencia republicana con la que finalizó el llamado sexenio revolucionario, la I Republica que no fue reconocida por Francia, Alemania y Gran Bretaña sucedió la Restauración monárquica fundamentada en un sistema político que habría de tener como eje la alternancia de Partidos Políticos pero que no fue capaz de superar el dominio de una oligarquía económica y política y mucho menos la consecuencia de una tardía revolución industrial que trajo consigo la miseria de una gran parte de la población mientras se mantenía la deficiencia y el limitado alcance del sistema educativo. La crisis española se manifestaría particularmente como una crisis agraria afectando de forma intensa a los grupos sociales implicados en la producción agraria pero sobretodo a los pequeños propietarios y a los jornaleros forzándoles en muchos casos a emigrar. Los efectos sociales de la crisis provocaron un aumento de la conflictividad social. La literatura de la época levantará acta de la miseria campesina y de la conflictividad social. Paralelamente se producirá la eclosión de los regionalismos favorecida por la propia crisis del país. Los regionalismos encuentran su fundamento en un inacabado proyecto histórico de España en gran 23 medida producido porque a diferencia de Francia y de otros países europeos, España no sufrió una revolución filosófica, jurídica y política que construyera un Estado unitario con plena conciencia y aceptación de si mismo con lo cual España se da al mismo tiempo las tendencias centrípetas que suponen la aceptación plena de la construcción supranacional europea y la tendencias centrifugas que suponen el reconocimiento de nacionalismos históricos. En todo caso la conciencia de la crisis era ya una evidencia antes del desastre colonial pero sería este el que produciría una reflexión generalizada. Y así frente a la corrupción el caciquismo y la incultura surgió poderosamente la palabra “regeneración” como metáfora mediática para superar la mala salud política, desarrollándose un movimiento intelectual con proyección política que pretendía una reacción contra los males de España. El regeneracionismo español conectaría con la cultura europea, con la influencia de los economistas alemanes, de las ideas krausistas y su paliación a la enseñanza y con la preocupación social-reformista. Se atribuye a Joaquín Costa el liderazgo del discurso regeneracionista. Nacido en Monzón, Huesca, el 14 de septiembre de 1846, hijo de una familia de labradores, tiene que pagarse sus estudios de bachiller con sus trabajos como albañil, mozo de caballos, jabonero y segador, hasta que en 1867 visita invitado como trabajador español, la Exposición Universal de París, estancia que le impacta profundamente y que le produce el sentimiento de vincular los males endémicos de España a su aislamiento, retraso económico y analfabetismo y su solución a la europeización de España. A su vuelta del extranjero Costa estudia en la Universidad de Madrid donde se doctora en Derecho en 1874 y en Filosofía y Letras 24 en 1875 y tras una ejemplar vida ligada a la Universidad, a la colaboración académica y a las profesiones jurídicas concluye sus mas reconocidas obras coincidiendo con el desastre del 98: “Colectivismo agrario en España” (1898) y “Oligarquía y caciquismo como forma actual de gobierno en España (1901). Costa plasmaría sus ideas en su libro “Preconstitución y Europeización de España” y así lo reconoce Ortega y Gasset en su notable conferencia pronunciada en Bilbao el 12 de marzo de 1910 bajo el titulo “La pedagogía social como programa político”. “La palabra regeneración no vino sola a la conciencia española: apenas se comienza a hablar de regeneración se empieza a hablar de europeización, uniendo fuertemente ambas palabras. Joaquín Costa labró para siempre el escudo de aquellas esperanzas peninsulares”. Y continua “regeneración es inseparable de europeización; por eso apenas se sintió la emoción reconstructiva, la angustia, la vergüenza y el anhelo, se pensó en la idea europeizadora. Regeneración es el deseo; europeización es el medio de satisfacerlo. Verdaderamente se vio claro desde un principio que España era el problema y Europa la solución”. Apenas un mes después, el propio Ortega y Gasset escribirá un artículo en el Imparcial, bajo el titulo “La europeización es el método de hacer esa España”. Las voces del regeneracionismo fueron profundas. Lucas Mallada ya se había anticipado con su obra “Los males de la patria y la futura revolución española” (1880) que había de influir notablemente y Ricardo Macías Picavea anticipa en “El problema español” las tesis de Costa, mientras que la Institución Libre de Enseñanza dirigida por Francisco Gines de los Ríos se plantea una cruzada contra el analfabetismo y a favor de la pedagogía de Estado. 25 Ramiro de Maeztu vuelve a recordar el legado europeísta de Costa en su escrito “La conciencia de Europa” (1911), “debemos a Costa la conciencia de que hay algo permanente en Europa que no existe o no perdura en nuestra patria española, en otros términos, debemos a Costa la conciencia de que Europa es un problema que todo español culto debe plantearse para hallar solución al problema de España, ya que solo es problema España comparada con los países allende el Pirineo. A Costa debemos que sea Europa un ideal y no meramente una expresión geográfica…la escuela y la despensa como método, Europa como ideal…españoles si; pero europeos, nos dice en el segundo manifiesto de la Liga de Productores…el error histórico nuestro no consiste en el desequilibrio de España entera con Europa, si no en la inadecuación de los gobernados y de los gobernantes dentro de la vida española”. Concluye por aquellas fechas las mismas reflexiones Miguel de Unamuno en su escrito “Europa una categoría casi metafísica” dentro de su reflexiva obra “El sentimiento trágico de la vida” (1913). “¡Europa! Esta noción primitiva e inmediatamente geográfica nos la han convertido por arte mágica en una categoría casi metafísica”¿Quién sabe hoy ya, en España por lo menos, lo que es Europa?...paréceme a las veces que queda fuera de ella mucho de los periférico España, desde luego.”. A esta reflexión responderá Luis Araquistaín en su escrito “Unamuno y el europeísmo” (1914) “Para unos, Europa es el empirismo: para otros, el criticismo; para otros, el espiritualismo, para otros, el voluntarismo… ¿Qué es, pues, Europa? todo eso y mucho más. No es un valor único, sino muchos valores. Quizás en último término Europa, como todo gran foco de cultura, sea esto: lucha encarnizada de valores antagónicos”. 26 De nuevo Ortega y Gasset volverá a tomar las riendas del europeísmo en “Una sociedad europea” (1937) “Prologo para franceses” de “La rebelión de las masas”, manifestando “ha sido el realismo histórico quien me ha enseñado a ver que la unidad de Europa como sociedad no es un “ideal”, sino un hecho de muy vieja cotidianeidad” ahora bien una vez que se ha visto esto, la probabilidad de un Estado general europeo se impone necesariamente. La ocasión que lleve súbitamente a termino el proceso puede ser cualquiera”. Poco después en un artículo publicado en julio de 1938 bajo el título “La nueva integración de Europa” Ortega argumenta de modo clarividente “Europa no es, no será la internación, porque eso significa en claras naciones de historia, un hueco, un vacio y nada. Europa será la ultra-nación…las naciones europeas llegan ahora a sus propios topes, y el topetazo será la nueva integración de Europa. Porque de eso se trata. No de laminar las naciones, sino de integrarlas, dejando al Occidente todo su rico relieve…vendrá una articulación de Europa…los pueblos menores adoptarán figuras de transacción e intermediarias…Esto salvará a Europa”. La crisis española de aquellos años se resolvería con un golpe de estado dado en Barcelona el 13 de septiembre de 1923 que inauguraba un directorio militar presidido por Miguel Primo de Rivera. 1.2. De la I Guerra Mundial a la Guerra Civil española Fernando María Castiella en su libro “Una batalla diplomática”, recuerda la posición del dictador Primo de Rivera ante las dificultades encontradas por España para obtener el puesto permanente, en la Sociedad de Naciones. 27 Parece que Primo de Rivera pensaba que si España perdía su reivindicación, la Sociedad de Naciones le diese el mandato de administración de Tánger, como compensación. Esa situación era absurda porque la Sociedad de Naciones no podía entregar mandato alguno sobre Tánger y porque la operación era inviable debido al contexto de los acuerdos internacionales sobre Marruecos. El Ministro de Estado José Yanguas Mesía llevó desde diciembre de 1925 una campaña bien organizada ante gobiernos y cancillerías para obtener el cumplimiento de las promesas de un puesto permanente, dadas por las grandes potencias en 1921, pero tales esperanzas españolas de obtener la permanencia fueron frustradas por el veto del Brasil, que se obstinaba en que el primer puesto permanente que se crease debía ser para un país latinoamericano o para nadie. Pero para entonces era tarde, Alemania exigía ya un puesto permanente y España no era una gran potencia. Es bien conocido que en la Europa de los años 30 algunos de los regímenes democráticos fueron sustituidos por regímenes dictatoriales o totalitarios y este proceso ampliado a mas de una docena de Estados debido en parte a la Crisis del 29 afectó gravemente a la Europa democrática. Es en este contexto en el que se producirá la Guerra Civil española en la que se formará diversas tendencias, una serie de estados simpatizantes del Gobierno republicano, mientras que el llamado bando nacional recibiría sus apoyos de Italia, Alemania y Portugal y de la extrema derecha europea. Los dos bandos recibirían ayudas militares y ello alargaría una Guerra Civil cuya finalización venia a coincidir desgraciadamente con la adhesión de Austria por parte de Alemania, y finalmente con la 28 invasión de la Republica Checa y de Albania, para continuar con la invasión de Polonia. Finalizada la Guerra Civil Española el 8 de mayo de 1939 el General Franco decidió la salida de España de la Sociedad de Naciones y se sumó al Eje. Aquella era su opción política, Franco desprecia los partidos políticos y se proclama antiliberal estableciendo la censura y la represión, lo que le aleja absolutamente del entendimiento con las democracias occidentales y le acerca en una primera fase a los regímenes totalitarios europeos. En sus discursos Franco se sitúa al otro lado del europeísmo regeneracionista. En un discurso en Burgos en 1937 manifiesta que su empresa “es la lucha en la defensa de Europa y, una vez más, cabe a los españoles la gloria de llevar en la punta de sus bayonetas la defensa de la civilización, de mantener una cultura cristiana, de mantener una fe católica y de mantenerlas al estilo de Don Quijote, marchando con su coraje, con su entusiasmo y con sus mejores valores, que son hoy el corazón y la entraña de España”. La Guerra Civil Española concluyó con la dictadura franquista que en una primera época se caracterizó por el acercamiento al fascismo italiano y al nacional socialismo alemán. Parece claro que Franco no tiene por entonces una sólida cultura europea, su familia tiene una tradición de servicio a la Marina, él personalmente tiene unos lejanos vínculos aristocráticos en Portugal, pero sobretodo es un militar formado en el protectorado de Marruecos y en todo caso alberga ciertas aspiraciones imperialistas en África. Franco firmaría el acuerdo Anti-Komintern, junto con Hitler y Mussolini el 27 de febrero de 1939, si bien en la invasión de Polonia se declara primero neutral y luego no beligerante. Posteriormente se 29 produce la famosa entrevista de Hendaya con el Canciller alemán realizada el 23 de octubre de 1940. Franco se interesa por sus aspiraciones colonialistas con respecto a Marruecos, pero no parece que Hitler le hiciera concesiones a lo que Franco respondería con una frase algunas veces repetida: “es intolerable esta gente, quieren que entremos en guerra a cambio de nada”. Por esta razón las aspiraciones imperialistas de Franco en África se desvanecieron aun antes del fin de la guerra y finalmente se vería forzado a transformar su ideal totalitario por el autoritarismo pragmático La colaboración del régimen de Franco con el Eje continuaría hasta la caída del III Reich, aun cuando Franco se había pronunciado por la no beligerancia. Tan solo cuando la guerra había finalizado se iniciaría una operación de cosmética política con la finalidad de otorgar al régimen franquista de una fachada más aceptable. La Guerra Civil separó trágicamente a los españoles al otro lado, en la España republicana en el exilio se mantenía una colaboración de las personalidades más notables con los proyectos de Unión Europea vinculados a la Resistencia, entre los cuales es notable la participación de Fernando de los Ríos en el proyecto Paneuropa de Coudenhove Kalergi refugiado desde 1940 en los Estados Unidos. Fernando de los Ríos, había estudiado en Alemania con una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios y se había vinculado al manifiesto publicado en la Revista España de enero de 1915 en el que un grupo de personalidades de la llamada Generación del 14 se adhiere a la causa de las naciones aliadas en la I Guerra Mundial. Decepcionado de la realidad de la Rusia comunista que visita, viaja en 1926 a Harvard y a diversas Universidades americanas renunciando en España a su Cátedra en protesta por la política universitaria y 30 aceptando tras la instauración de la II República los cargos de Ministro de Justicia en 1931 y Ministro de Estado en 1933. Enviado como embajador primero a París, y después a Estados Unidos durante la Guerra Civil, allí permanecería al frente de la delegación española hasta el final de la guerra entregando la embajada el 31 de marzo de 1939. Para entonces ya ha fijado su residencia en Nueva York y en 1940 acepta la Cátedra de Derecho Político e Historia Política de Hispanoamérica y España en la New School for Social Research. En Nueva York coincide con Coudenhove Kalergi, finalmente exiliado en Estados Unidos desde noviembre de 1940 quién conseguirá un puesto de profesor en la Universidad de Nueva York para crear un Instituto de Investigación para la Federación Europea de la postguerra. En marzo de 1943 organiza en dicha Universidad el V Congreso de la Unión Paneuropea encargando a Fernando de los Ríos la realización de los trabajos jurídicos y constitucionales que concluyen en un interesante documento titulado “Draft Constitution of the United States of Europe” que constituye el primer borrador conocido para la realización de una Constitución Europea articulada en 13 secciones y un centenar de artículos, configurando la Unión como una asociación de Estados soberanos que establecen sus instituciones comunes en el interés de su seguridad, prosperidad y libertad. Los Estados Unidos ejercieron durante los primeros años de la II Guerra Mundial una política aislacionista nacida de las leyes de neutralidad de 1935, 1936 y 1937, fundamentada en factores políticos, militares, económicos e ideológicos. La gran depresión había favorecido el sentimiento aislacionista y diversos senadores habían defendido que los Estados Unidos no participasen en los conflictos 31 entre los países europeos. Roosevelt había abierto una puerta frente al aislacionismo manifestando que América debía preservar la paz. La invasión de Polonia por parte de Alemania el 1 de septiembre de 1940 obligó a Gran Bretaña a declarar la guerra a Alemania comenzando de este modo la II Guerra Mundial. Los Estados Unidos decidieron entrar en la guerra con los aliados y ser protagonistas de la invasión en las playas de Dunkerque y de la victoria final. 1.3. Desde la II Guerra Mundial hasta el Acuerdo Preferencial de 1970 Finalizada la II Guerra Mundial la recién creada ONU rechazaría el ingreso de España en la I Asamblea General celebrada en Nueva York el 12 de diciembre de 1946, donde se presentaría la Recomendación de la retirada de embajadores, que fue aprobada por 34 países con 13 abstenciones y 6 votos en contra. Los países que apoyaron a España fueron Argentina, Costa Rica, Republica Dominicana, Ecuador, el Salvador y Perú. Si esta fue una condena política, a ella seguiría una condena económica al no permitirse la participación de España en la creación de la OECE. Es bien sabido que España no pudo beneficiarse de la ayuda concedida por los Estados Unidos para la reconstrucción de Europa, nacida con el nombre de Plan Marshall, presentado por el General George Marshall el 5 de junio de 1947, que daría origen a la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE). Cuando en abril de 1948 se firmó en París el Convenio de Cooperación Económica Europea para la aplicación del Plan Marshall, los dos 32 únicos países de la Europa Occidental que quedarían excluidos serían España y Finlandia. No pertenecer a la OECE causó un enorme daño a la economía española y habrían de pasar once años hasta que esto se produjera el 21 de julio de 1959, si bien para entonces la gran ayuda económica para la reconstrucción de Europa se había efectuado y la OECE lo único que garantizaba era la incorporación española al sistema económico europeo. También quedaría España fuera de la OTAN, articulada por el Tratado de la Alianza Atlántica firmado en Washington el 4 de abril de 1949 y asimismo quedaría excluida de otras iniciativas como la creación del Movimiento Europeo, surgido en 1947 bajo la Presidencia de Winston Churchill, una principal organización europeísta con la que se enfrentaría el régimen de Franco con motivo del llamado “Contubernio de Munich”, reunión de demócratas españoles europeístas celebrada en 1963 y a cuyos asistentes españoles el gobierno franquista castigaría con represión. Consecuentemente al Congreso de Europa celebrado en la Haya en mayo de 19488 no asistiría ninguna personalidad relevante española salvo aquellas figuras opuestas al régimen del General Franco como Salvador de Madariaga, y ello fue importante porque tampoco España formaría parte del Consejo de Europa nacido precisamente en aquel Congreso de la Haya, y articulado por el Tratado de Londres de 5 de mayo de 1949. Consecuentemente España quedaría asimismo fuera de su primera gran realización, el Convenio de Derechos Humanos de 1950. Es más, el 10 de agosto de 1950 se produciría una Resolución en la Asamblea consultiva del Consejo de Europa sobre España, según la 33 cual la Asamblea hace votos para que en un próximo futuro el pueblo español pueda celebrar elecciones libres y establecer un régimen constitucional cuyos parlamentarios pudieran ser miembros de esta Asamblea. Por todo ello, finalizada la II Guerra Mundial, la posición de la España del General Franco era muy débil, pues en alguna medida se había posicionado contra alguno de los países aliados, ahora victoriosos, y por ello y fundamentalmente porque su gobierno no era democrático y había surgido de una cruenta Guerra Civil, España quedaría marginada de los organismos internacionales. Por entonces, España inauguraría un periodo de autarquía económica caracterizado en su primera fase por el racionamiento y el mercado negro, sacrificando a una industrialización autárquica, el desarrollo de los demás sectores económicos, cerrando por tanto, las puertas al comercio exterior sustituyendo las importaciones por producción nacional. Solo Argentina colaboró con una ayuda importante, pero dejaría de enviar trigo a España como consecuencia de los impagos de la deuda generada. Sin embargo, aquella situación de aislamiento sería parcial y se vería beneficiada por el comienzo de la Guerra Fría, surgida a lo largo de 1946 cuando se articula la Doctrina Truman de la contención cuyo objetivo seria el de frenar la expansión comunista fundamentalmente en Europa. Esta Doctrina seria completada con el referido Plan Marshall del que no participarían tampoco los países de la Europa del Este, y la situación alcanzaría una cierta gravedad cuando como represalia a la ayuda a la Alemania Occidental, la URSS realiza en 1948 el bloqueo de Berlín. Un año después se constituirá la OTAN. Puede decirse que aquellos años 40 fueron malogrados como 34 consecuencia del estancamiento posbélico que no tendría parangón en la Europa contemporánea, con un promedio quincenal de una tasa de crecimiento negativa, retirada de embajadores y autentica depresión, lo que supuso un fracaso económico y una regresión política y social. Fue entonces cuando surgieron las Comunidades Europeas, proceso en el que España tampoco participaría siendo el primer jalón de la construcción europea el Tratado de la Comunidad Económica del Carbón y del Acero, firmado en Paris el 19 de abril de 1951, en cuya entraña ya se concebía la creación de un verdadero proyecto europeo pues se hablaba de fundar las bases reales de una Europa organizada. La respuesta política española fue de silencio y desinterés mientras que la prensa, concretamente el periódico ABC, hablaba de una organización europea para la protección de plantas útiles contra los parásitos y plagas en general y, más adelante, ya matizaba que era un pacto de las industrias pesadas para combinar los recursos siderúrgicos y de carbón de aquellos países y hacer imposible la guerra entre dichos países. Sin embargo, la situación internacional beneficiaría la estrategia política del franquismo y facilitaría su apertura y aceptación en un contexto de acontecimientos como el triunfo de Mao en China en 1949, y sobre todo la Guerra de Corea de 1950 coincidente con la Declaración fundacional de las Comunidades europeas, realizada por Jean Monnet el 9 de mayo de 1950 y presentada ante la prensa por el Ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schuman. A una ayuda concedida por Estados Unidos a España de 62.5 millones de dólares justamente dos meses después del comienzo de la Guerra de Corea, sucedería el verdadero comienzo de la apertura, que fijamos en la entrada de España en 1951 en la Organización Mundial 35 de la Salud (OMS), en la FAO y en la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y en 1952 la entrada de España en la UNESCO. Si el Presidente Truman había empezado a rebajar sus exigencias democráticas, seria el Presidente Eisenhower, elegido en noviembre de 1952, quien permite el inicio de unas negociaciones entre España y los Estados Unidos de América. Paralelamente se produce otro de los hechos cruciales del reconocimiento internacional del régimen del General Franco al firmar España el 27 de agosto de 1953 un nuevo Concordato de la Santa Sede por el que se reconoce la confesionalidad del Estado, se mantienen los privilegios del clero y el derecho a la presentación de obispos, así como la validez del matrimonio católico, acuerdo que estaría en vigor hasta la Constitución de 1978. Finalmente se cierran las negociaciones de España y los Estados Unidos dando lugar al Pacto de Madrid firmado el 26 de septiembre de 1953, y en el que se concluyen tres acuerdos bilaterales, defensa mutua, cooperación económica y asistencia mutua. Para Estados Unidos el pacto suponía la instalación de bases militares y para España la ayuda económica de los fondos de la ley publica 480 y la ayuda de los fondos de la enmienda McCarran en parte prestamos y en parte donaciones, 60% para la construcción de bases militares, 10% para los gastos administrativos de Estados Unidos y 30% donaciones a España para transportes, comunicaciones y ayudas defensivas. Ha de hacerse constar el carácter condicionado y añadir otras donaciones así como productos agrícolas, queso en latas, leche en polvo, maquinaria y materia prima. El total de la ayuda estadounidense a España fue de 1.500 millones de dólares entre 1953 y 1963, si bien se obligó a España a 36 introducir medidas liberalizadoras y desmontar el enorme aparato intervencionista en el que se encontraban entre otros el Instituto Nacional de Industria y el Servicio Nacional del Trigo. Dos problemas adicionales quedarían planteados, el primero la amenaza realizada por Kruchev en 1963 por la presencia de tropas americanas en España y el potencial peligro de la presencia de armas nucleares en España como se vería en el caso de la bomba de Palomares. Lo importante en todo caso fue que España acabaría de cerrar su presencia en las organizaciones internacionales al entrar en 1955 en Naciones Unidas. A los efectos económicos cabe destacar que durante los años 50 se produciría los primeros pasos aperturistas de la política económica española en la línea de aproximación de una liberalización de intercambios y a una situación de pagos multilaterales produciéndose una atenuación de la rigidez anterior de la opción autárquica y del intervencionismo económico. Con respecto a la construcción europea, superados los fracasos comunitarios para poner en marcha una Comunidad Europea de Defensa y una Comunidad Política Europea, la Conferencia de Messina celebrada el 1 y 2 de junio de 1955 acabaría fructificando en la firma de los Tratados de Roma, el Tratado de la Comunidad Económica Europea o Mercado Común y el Tratado de la Comunidad Europea de la Energía Atómica o EURATOM. Estos dos Tratados y fundamentalmente el primero se convertían en el instrumento para la creación de una Europa Unida, pero la política exterior de la España franquista quedaba fuera de dichas Comunidades que la rechazaban por su condición de Dictadura. La prensa española volvería a considerar limitadamente aquellos 37 dos Tratados llamando a las Comunidades “cenefas utópicas no fáciles en su comprensión y todavía menos en su hipotética aplicación, recién nacidos Tratados que son laberínticos hasta la enajenación mental, abriendo una interrogación con que singulares milagros se alcanzaría todo esto”. Sin embargo el General Franco entendió pronto que aquello era un gran acontecimiento para Europa y que debía reestructurar su política y orientación económica, lo cual realizaba justamente en febrero de 1957, un mes antes de la firma de los Tratados de Roma, en el que entraron en su gobierno un grupo de Ministros, López Rodó, Mariano Navarro Rubio y Alberto Ullastres de orientación católica y buena preparación intelectual en el campo económico, pertenecientes al Opus Dei, que comenzaron a romper con la política autárquica del gobierno franquista3. De este modo se crearía el 26 de julio de 1957 la Comisión interministerial para el estudio de las Comunidades Económica y Atómica Europea (CICE), que valoraría las repercusiones en España del funcionamiento de las Comunidades e imaginar posibles formulas de integración económica de España en la Europa Occidental. Aquella Comisión seria presidida por el Ministro sin cartera Gual Villabí. Aquel gobierno tecnócrata realizaría como primera de sus grandes actuaciones el llamado Plan Nacional de Estabilización Económica, un plan económico aprobado en 1959 que como decimos 3 En el proceso que conduce desde el año 57 hasta la adhesion de España a la Union Europea destacamos fundamentalmente dos libros: Moreno Juste, Antonio, España y el proceso de construccion europea, Ed. Ariel S.A, Barcelona, 1998; Bassols, Raimundo, España en Europa Historia de la adhesion a la CE 1957-85, Politica Exteior, Madrid, 1995. Con respecto al proceso de la Union Europea fundamentalmente utilizamos la obra de Rogelio Perez-Bustamante, Historia Politica y Juridica de la Union Europea, Ed. Edisofer S.L, Madrid, 2008. 38 supuso la ruptura con la política de un autarquía del franquismo y posibilitó el relanzamiento de la economía española. Ante los problemas que entonces tenía la economía española y que habían producido un incremento del coste de la vida que llegó hasta el 15%, un aumento importante de los salarios; un aumento de la deuda pública y un déficit comercial muy elevado de la balanza de pagos que redujo las divisas hasta mínimos históricos en esta situación se produce el nacimiento del Plan Nacional de Estabilización Económica, adoptado el 6 marzo 1959 que marca una serie de objetivos a conseguir: estabilidad económica, equilibrio en la balanza de pagos y robustecimiento de la moneda, de modo que se convirtiera en una divisa estable. Las medidas liberalizadoras también incluyeron una política de austeridad anunciada, la convertibilidad de la peseta y la elevación del tipo de cambio con el dólar desde 42 hasta 60 pesetas para dotar a la moneda española de estabilidad. Aquella medida sería acompañada con la recepción de cuantiosos créditos del exterior otorgados por los organismos internacionales y por el propio gobierno americano y a las medidas se unieron la elevación de los tipos de interés, la limitación de la concesión de títulos bancarios y la congelación de salarios, con el objetivo de tratar de reducir la inflación existente. Paralelamente se realizaría una nueva legislación sobre inversiones exteriores para fomentar la inversión extranjera permitiendo la participación de capitales extranjeros y empresas españolas y para reducir el déficit público se propuso una reforma fiscal con el fin de incrementar la recaudación y limitando el gasto público. 39 Las medidas adoptadas por el Plan Nacional de Estabilización Económica fundamentalmente se dirigieron a incorporar la economía española a los mercados internacionales saneando la economía para conseguir un crecimiento económico posterior. En este sentido se conseguiría a corto plazo una parte importante de los efectos deseados entre ellos un superávit en la balanza de pagos; un incremento de las reservas de divisas del Banco de España; una reducción de la inflación del 12,6% en 1958 al 2,4% en 1960; un incremento de la inversión exterior en España y un importante incremento del turismo y una mejora de las condiciones de competencia así como la incorporación de tecnologías. La estabilización provocó como el más importante fenómeno las congelaciones salariales y el consiguiente aumento del paro creando el movimiento emigratorio español básicamente hacia Europa en busca de empleo, siendo Alemania uno de los lugares de preferencia. Las remesas de los emigrantes alcanzaron altos valores que ayudaron a las medidas estabilizadoras. Aquel gobierno tecnócrata realizaría como primera de sus grandes actuaciones el llamado Plan Nacional de Estabilización Económica, un plan económico aprobado en 1959 que como decimos supuso la ruptura con la política de un autarquía del franquismo y posibilitó el relanzamiento de la economía española. En conclusión las primeras medidas del Plan de Estabilización se tradujeron en un descenso en el gasto público y un aumento de los impuestos, acompañados de una tímida reforma fiscal. Con ello se cortó el déficit y la consecuente peligrosa inflación. El Gobierno bajó el tipo de cambio que se mantenía alto a otro tipo de cambio más realista liberalizando el comercio y la inversión extranjera, pasando de 40 un año en que se produce una caída del empleo y de la renta real pero paralelamente una mejora de la balanza de pagos por la llegada de bienes extranjeros y de capital extranjero que permite renovar los bienes de capital y multiplicar la productividad del trabajo forzando a las empresas españolas a una mayor competencia. Los salarios y los precios bajos hicieron que España pasase a ser atractiva para el turismo, que se convirtió un sector en gran desarrollo. La liberalización económica haría posible el llamado milagro español. La autoexclusión del Reino Unido y otros países europeos de los Tratados comunitarios, creadores de la tres Comunidades, y fundamentalmente de la Comunidad Económica Europea o Mercado Común supuso la creación de una zona de libre comercio propuesta por Reino Unido finalmente con el nombre de Asociación Europea de Libre Cambio, que daría lugar al Tratado de Estocolmo del 4 enero 1960 siendo sus fundadores Reino Unido Suecia Noruega Dinamarca Austria Portugal y Suiza a los que se incorporarían después Finlandia, Islandia e Irlanda. Sin embargo la experiencia de la Asociación Europea de Libre Cambio no lograría grandes éxitos ante lo cual el primer ministro británico Harold McMillan anuncia la Cámara de los Comunes el 31 julio 1961 la decisión de integrarse en la Europa comunitaria. Aquella decisión británica no sería seguida por Francia, vetando el General de Gaulle la entrada del Reino Unido por entender que suponía un control por parte de los Estados Unidos el proyecto europeo, cuestión a la que se suma a la animosidad del General de Gaulle contra los americanos por su tardanza en aceptar la dirección de la resistencia francesa frente a los nazis El veto de Francia volvería a repetirse años después y aún tardaría varios años para que se resolviera 41 la entrada de Gran Bretaña en el Mercado Común, tras la desaparición política del General de Gaulle. El Ministerio de Asuntos Exteriores español presentaría un informe el 12 diciembre 1961 sobre la base del estudio del Tratado de Roma, para estudiar la posibilidad de vincular España al Mercado Común que se enfrentaría con dificultades de orden político apreciando la posibilidad de entrar la iniciativa del General de Gaulle de la Europa de los Estados, el llamado Plan Fouchet y por lo tanto rechazando una adhesión plena al Mercado Común en aquel momento. Pero como bien sabemos a pesar de los esfuerzos del General de Gaulle no fue posible sacar adelante el proyecto que suponía el abandono de la idea comunitaria, más el contrario pervivió el proyecto propio. Aquellas observaciones realizadas por el referido informe del Ministerio de Asuntos Exteriores volverían a ser confirmadas a través del conocido informe Birkelbach realizado para la Asamblea Parlamentaria Europea el 15 enero 1962, informe que dejaría claro que entre las condiciones previas a una adhesión se encontrarían las condiciones políticas y en concreto la garantía de la existencia de una forma de Estado democrático en el sentido de una organización política liberal como condición para la adhesión añadiéndose que los Estados cuyos gobiernos no tienen una legislación democrática y cuyos partidos no participar en decisiones del gobierno, directamente y por representantes libremente elegidos, no pueden pretender ser admitidos en el círculo de los pueblos que constituyen las Comunidades europeas.. Parte esta posición del llamado informe Birkelbach que supuso el cierre de las pretensiones españolas y se confirmó con las manifestaciones realizadas por la Asamblea en que según el artículo 42 238 del Tratado de Roma no se podría amparar un Tratado de Asociación de España a la Comunidad mientras el régimen actualmente el poder no proclamase ese mismo objetivo de salvaguardar la libertad. Por tanto, mientras el gobierno tecnócrata prepararía el camino a recorrer mediante la apertura y la liberalización de la economía española las dificultades políticas se plantearon justamente al tiempo en que el gobierno español solicitaba a través de una Carta del Ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castilla de 19 de febrero de 1962 de realizar una asociación susceptible de parar en su día a la integración después de salvar las etapas indispensables para que la economía española pudiera alinearse con las condiciones del Mercado Común. La “Carta Castiella” sería comentada por el diputado socialista Birkelbach en el Parlamento Europeo en sesión del 29 marzo y el Ministro de Asuntos Exteriores francés que daría una respuesta básica del Consejo al entorpecer a la interpelación del grupo socialista. Algunos dirigentes europeos veían la utilidad de la carta enviada incluido el influyente Paul Henry Spaak detractor del régimen del General Franco pero convencido de que España debiera formar parte de la Comunidad Europea. Apenas unos meses de la presentación de la “Carta Castiella” se producía el Congreso del Movimiento Europeo reunido en Munich los días 7 y 8 julio 1962, Congreso dedicado a tratar la democratización de las instituciones europeas. Al Congreso de Munich acudiría una nutrida representación de españoles, 80 del interior y 30 exilados, representativa de diversas tendencias políticas encabezadas por Salvador de Madariaga, 43 Presidente de la Internacional Liberal. En las conclusiones se rechazó la posibilidad de adherirse de cualquier modo a las Comunidades Europeas y la vigencia de que el Estado solicitante debía contar con instituciones democráticas y la efectiva garantía de los derechos humanos, la supresión de la censura, el reconocimiento de las personalidades, de las Comunidades territoriales, el ejercicio de las libertades sindicales y las posibilidades de organización de Partidos Políticos con el reconocimiento de los derechos de oposición. La reacción del General Franco fue la de suspender el derecho de libre reunión garantizado por el Fuero de los Españoles y confinar en diversos lugares a los participantes Españoles del Congreso de Munich Eran, por tanto, varias circunstancias las que separaban la posibilidad de que la España del General Franco pudiera entrar en relaciones fluidas con la Unión Europea, lo que no consta para que el Conde de Casa Miranda enviara una nueva carta al Presidente del Consejo de la Comunidad Económica Europea, fechada el 14 enero 1964, poniendo de manifiesto los cambios producidos en la economía española como consecuencia del Plan de Estabilización que había establecido un sistema económico substancialmente idealizado, por lo cual el gobierno español consideraba que era momento oportuno para entablar conversaciones con la Comunidad Económica Europea manifestando su interés por realizar este proceso. Sería el propio Presidente del Consejo de Ministros de aquel momento, Paul Henri Spaak, quien manifestaría que el Consejo estaría dispuesto a autorizar a la Comisión a entablar con el Gobierno español conversaciones con el objeto de examinar los problemas económicos que plantea España y asumir la búsqueda de las soluciones apropiadas. 44 Dos cuestiones afectaban directamente a la Comunidad Económica Europea en aquel justo momento: la oposición de Francia a la entrada del Reino Unido y la propia crisis interna planteada por Francia y provocada por la llamada Crisis de la silla vacía ante el intento de la Comunidad de dotarse de recursos presupuestarios propios. La crisis finalizaría con el Compromiso de Luxemburgo, logrado en 1966, momento en el cual España lograría entrar en la negociación planteada. Bajo la fundamental dirección del ex Ministro de Comercio Alberto Ullastres, convertido en Embajador de España ante las Comunidades Europeas desde finales de 1965, España pudo negociar la realización de un Acuerdo Preferencial realizando la oferta industrial amplia para lograr introducir la agricultura en dicho acuerdo. Finalmente el Acuerdo Preferencial entre España y la Comunidad Económica Europea sería firmado Luxemburgo el 29 julio 1970 y de este modo España dejaba de quedar al margen del proceso de integración económica europeo y podría entrar en una Comunidad en la que se producía el 60% de los intercambios comerciales, todo ello dentro del Gobierno del General Franco, lo cual no sería sino un logro de gestión, fundamentalmente del Ministro de Asuntos Exteriores, López Bravo y del embajador Alberto Ullastres. El Acuerdo Preferencial de 1970 quedaba fuera de contenido político y atendía tan sólo a las relaciones económicas y comerciales proclamando la voluntad de suprimir progresivamente los intercambios y llegando a través del Acuerdo Preferencial a establecer una unión aduanera o una zona de libre cambio al final de las dos etapas del Acuerdo. Por encima de cualquier otra consideración se dice que el Acuerdo supone el comienzo de un proceso irreversible integración de 45 la economía española Europa afectando fundamentalmente a los aspectos comerciales y arancelarios y comenzando la integración la agricultura. Sin embargo en la opinión de Ramón Tamames el acuerdo preferencial fue altamente desventajoso para España porque no hubo reciprocidad sino una entrega del sector industrial, estimando que se había perdido una excelente ocasión que brindaba el sistema de preferencias generalizadas en el momento mismo de su puesta en marcha. En tal sentido Ramón Tamames entendía que el Acuerdo Preferencial debería ser denunciado debido a las limitaciones del mismo no apreciadas en su momento por los negociadores españoles y, que en cualquier caso, se debería avanzar en las reformas políticas internas, haciendo compatible el sistema político de España con el de los países de la Comunidad Económica Europea y con el propio espíritu del Tratado de Roma El Acuerdo Preferencial de 1970 quedaría fuera de contenido político y atendería tan sólo a las relaciones económicas y comerciales proclamando la voluntad de suprimir progresivamente los cálculos a los intercambios y llegar a través de Acuerdo Preferencial a establecer una Unión Aduanera o una Zona de Libre Cambio al final de las dos etapas del acuerdo. Por encima de cualquier otra consideración se dice que el Acuerdo supone el comienzo de un proceso reversible de integración de la economía española Europa afectando fundamentalmente a los aspectos comerciales y comenzando la integración de la agricultura. Sin embargo la opinión de Ramón Tamames es que el Acuerdo Preferencial fue altamente desventajoso para España porque no hubo 46 reciprocidad procediéndose a una entrega del sector industrial y no que se había perdido una excelente ocasión que se brindaba a través del sistema de preferencias generalizadas en el momento mismo de su puesta en marcha en tal sentido tramontana desentendía que el acuerdo preferencial debería ser denunciado el brazo a las limitaciones del mismo no apreciadas en su momento por los negociadores españoles y que en cualquier caso debería avanzarse en las reformas políticas internas hacer compatible sistema político España con el que los países de la Comunidad La firma del Acuerdo Preferencial no cambió las relaciones políticas entre las Comunidades Europeas y el gobierno del General Franco que se encontraba ante una difícil situación política como consecuencia del Proceso de Burgos, un Consejo de Guerra seguido, el sumarísimo 31/70 Las autoridades europeas manifestaron su preocupación al embajador Ullastres. El proceso de Burgos supuso una gran expectación dictándose nueve sentencias de muerte si bien el Consejo de Ministros elevó al General Franco la petición de gracia concedida por un indulto, medida que sería aceptada favorablemente por las Comunidades Europeas. Por entonces planteaba la ampliación de las Comunidades Europeas que concluirían en 1973 con la integración como nuevos miembros de Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca cuestión que en alguna medida debilitaría la posición comercial de España lo que requería una negociación del acuerdo preferencial de 1970 firmándose en Bruselas el 29 marzo 1973 el Protocolo Complementario al Acuerdo de 1970. Las negociaciones entre España y las Comunidades Europeas continuaron en búsqueda en búsqueda de un equilibrio de la situación 47 comercial anterior y de un acuerdo más importante en concesiones mutuas. Pero nuevamente las Comunidades Europeas protestarían por la condena de Salvador Puig Antich al ser juzgado por tribunales de excepción como violación de derechos humanos del ciudadano y contra el desprecio de los hechos democráticos de las minorías mientras que se producirán problemas entre franceses y españoles por razones agrícolas. 1.4. Desde el Acuerdo Preferencial de 1970 hasta la entrada en España en las Comunidades Europeas Seria en este contexto en el que finalmente se realiza el fallecimiento del General Franco y la proclamación de don Juan Carlos I como Rey de España producida el 22 noviembre de 1975. Las negociaciones que se estaban celebrando sufrieron un contratiempo como consecuencia de las actuaciones del Régimen en materia de Derechos Humanos y de las propias vicisitudes de aquel tiempo entre las que debemos destacar la desaparición por atentado del Almirante Carrero Blanco y la enfermedad del General Franco en el verano de 1974. Paralelamente en Portugal se produjo la Revolución del 25 abril que supuso una importante transformación en la situación política de aquel país. Se confiaba que la evolución política de España hiciera posible la modificación del Acuerdo Preferencial para orientarlo hacia la constitución de una Unión Aduanera y hacia un acuerdo que con base en la elaboración de políticas económicas comunes entre otras la Política Agrícola y consecuentemente la libre circulación de los productos agrícolas buscando un paralelismo entre las cesiones 48 industriales y las ventajas agrícolas La última negociación se celebraba el 22 noviembre de 1974, sesión que tuvo un final borrascoso porque la Comunidad Europea rechazó pura y simplemente la posición negociadora española y advirtió que no se volvería a negociar sino desde la base de su propio mandato. En aquella situación delicada de las relaciones hispano comunitarias el Embajador Ullastres decidió negociar directamente con de Kergolay, Director en la Comisión de las Comunidades Europeas encargado de las relaciones con España, tratando de definir un terreno de convergencia sobre un calendario de desarme industrial. Tras las concesiones agrícolas por parte de la Comunidad se llegó a un compromiso que prácticamente fue aprobado por el gobierno español y que fue presentado por De Kergolay a los Estados miembros como un paquete para una última sesión de negociación que convocaría la Comisión. Cuando aquel compromiso logrado se iba a trasladar a la mesa de negociaciones se produjo otro hecho político que cortó dichas negociaciones ocasionado por las sentencias del Tribunal de Burgos de septiembre de 1975. El Consejo de Ministros europeo se planteó romper las negociaciones con España y denunciar el Acuerdo Preferencial de 1970 pero algunos Ministros defendieron que había que seguir con las negociaciones buscando una solución de compromiso si bien aplazando dichas negociaciones al momento en que España volviera a la realidad democrática, es decir, al final del propio Régimen político del General Franco. Seguramente en el exterior se conocía el hecho de la grave enfermedad del General Franco que finalmente fallecería el 20 49 noviembre 1975. Inmediatamente se produjo la sucesión con la coronación de Juan Carlos I como Rey de España a la que asistieron algunos Jefes de Estado de las Comunidades Europeas así como los Presidentes de Francia y la República Federal de Alemania suponiendo por lo tanto una imagen del apoyo que la Comunidad Europea daría a la monarquía española. Paralelamente el Rey en su discurso planteó el deseo de incorporarse a la Comunidad Económica Europea y el Consejo de Ministros de la Unión Europea el 20 enero de 1976 declararía que los nueve estaban dispuestos a reanudar las negociaciones. Elegido Ministro de Asuntos Exteriores José María de Areilza, este planteó el objetivo de conseguir que España se convirtiera en Estado miembro de la Comunidad Económica Europea a comienzos de los años 80 entendiendo que las negociaciones llevarían este tiempo. Sin embargo el primer Gobierno de la Monarquía presidido por Carlos Arias Navarro no logró hacer creíbles las transformaciones necesarias que comenzaban por hacer reales las libertades de asociación, reunión y expresión aun cuando el 30 junio 1976 se aprobó el proyecto de Ley de Reforma Política que en todo caso resultó insuficiente para articular en España un sistema democrático con partidos políticos Sería Adolfo Suárez la personalidad elegida para ocupar el cargo de Presidente del Gobierno quien nombró uno nuevo Gobierno designando Ministro de Asuntos Exteriores a Marcelino Oreja Aguirre. Las Cortes aprobaron la ley de reforma del código penal y el Consejo de Ministros del 16 julio 1976 determinó la realización de elecciones generales antes del 30 junio 1977. El 28 julio 1977 el Gobierno español presidido por Adolfo 50 Suárez presentaría la solicitud de adhesión y dos meses más tarde el Consejo de la Comunidad Económica Europea celebrado el 20 y 21 septiembre de 1977 formuló su opinión favorable a la adhesión encargando la Comisión la elaboración del correspondiente dictamen. Para entonces ya había cesado Alberto Ullastres como Embajador ante el Mercado Común, justamente el 6 de diciembre de 1976 quien antes de marchar recibió del Presidente de la Comisión europea el mensaje de que no existía ninguna dificultad, ni había inconvenientes políticos en la marcha de España hacia Europa. El nuevo Embajador que sucedería a Ullastres sería Raimundo Bassols quien desde el principio conocía la voluntad española de presentar su demanda de adhesión. Pero sobre todo fue importante la decisión de nombrar a un nuevo negociador para el Tratado de Adhesión, nombramiento que recayó en la persona de Leopoldo Calvo Sotelo tal y como seria aprobado en el Consejo de Ministros de 10 de febrero de 1978. La Comisión presentaría el 19 de abril de 1978 un documento de veinte páginas con un Anexo titulado “Reflexiones de conjunto sobre los problemas de la ampliación” documento que seria conocido con el nombre de “el Fresco”, es decir una gran pintura que recogía los problemas de la ampliación y en la que se hacia referencia a los problemas económicos e institucionales. Era sobre todo un análisis a grandes rasgos de las dificultades en los sectores de política económica, agrícola, de energía, social y regional. Este documento anticipaba el dictamen constituido como un informe de la Comisión exigido por el artículo 237 del Tratado CEE, dictamen que seria aprobado por la Comisión el 29 de noviembre de 1978, dictamen que suscito una reacción critica en el empresariado 51 español. Se ha dicho que el Presidente Adolfo Suárez no realizó un gran esfuerzo en el relanzamiento de las negociaciones, pero suele mantenerse que la verdadera misión política de Adolfo Suárez estaba enmarcada en la evolución de la política interior española y en el asentamiento de la democracia. En tal sentido habremos de recordar que el 15 de junio de 1977, por primera vez en España desde 1936, se celebrarían elecciones generales libres en las que Adolfo Suárez se alzaba como vencedor de las mismas, al frente de un conglomerado de formaciones de centroderecha, aglutinadas en torno a su persona, bajo las siglas UCD (Unión de Centro Democrático). Dos serian las grandes logros de este periodo: los Pactos de la Moncloa firmados en el Palacio de la Moncloa el 27 de octubre de 1977 y la Constitución española ratificada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, siendo posteriormente sancionada por el Rey el 27 de diciembre y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 29 de diciembre del mismo año. Ciertamente el Gobierno de Suárez lograría un importante instrumento de estabilidad económica con la firma de los Pactos de la Moncloa El paro durante el franquismo quedaba ocultado por la emigración a Europa, pero ahora la crisis europea no aceptaba trabajadores, produciéndose en cambio el retorno de los emigrantes. La inflación había superado la frontera del 40% a mediados del año 1977, y se temía la posibilidad de alcanzar cifras de verdadera hiperinflación, como las que posteriormente sufrieron los países iberoamericanos. Se hablaba de fuga de capitales desde los últimos años del 52 franquismo. Los empresarios, acostumbrados al corporativismo y al intervencionismo que presidía las relaciones económicas y sociales durante el franquismo, recelaban de la nueva situación política y de los nuevos interlocutores sociales, los sindicatos de clase, que exhibían una retórica reivindicativa que, según como fuera entendida, a veces era tomada por revolucionaria. Al carecer el Gobierno de mayoría absoluta Suárez encargó al Ministro de Economía y Hacienda, Enrique Fuentes Quintana, que tratase la posibilidad de un acuerdo marco con los nuevos sindicatos legalizados, UGT y CC.OO., para evitar el alto nivel de conflictividad social. Las centrales obreras finalmente firmaron el acuerdo, junto a la Patronal y otras fuerzas políticas españolas. Paralelamente se produjeron importantes cambios en el terreno político acordándose modificar las restricciones de la libertad de prensa, quedando prohibida la censura previa y dejando al poder judicial las decisiones sobre la misma; se modificó la legislación sobre secretos oficiales para permitir a la oposición el acceso a la información imprescindible para cumplir sus obligaciones parlamentarias; se aprobaron los derechos de reunión, de asociación política y la libertad de expresión mediante la propaganda, tipificando los delitos correspondientes por la violación de estos derechos; se creó el delito de tortura; se reconoció la asistencia letrada a los detenidos; se despenalizó el adulterio y el amancebamiento; se derogó la estructura del Movimiento Nacional, así como otras medidas sobre la restricción de la jurisdicción penal militar. En materia económica se reconoció el despido libre para un máximo del 5 por 100 de las plantillas de las empresas, el derecho de asociación sindical, el límite de incremento de salarios se fijó en el 53 22% (inflación prevista para 1978), se estableció una contención de la masa monetaria y la devaluación de la peseta (fijando el valor real del mercado financiero) para contener la inflación; reforma de la administración tributaria ante el déficit público, así como medidas de control financiero a través del Gobierno y el Banco de España ante el riesgo de quiebras bancarias y la fuga de capitales al exterior. Las Cortes salidas de aquellas elecciones, convertidas en constituyentes, aprobaron la Constitución, que el pueblo español refrendaba el 6 de diciembre de 1978. La promulgación de la Constitución implicaba la culminación de la llamada Transición Española, transformando el anterior régimen franquista en un Estado Social y Democrático de Derecho, bajo la forma política de Monarquía Parlamentaria. Su Título Preliminar proclama un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Así mismo, se afianza el principio de soberanía popular, y se establece la monarquía parlamentaria como forma de gobierno. Ha de recordarse asimismo que la Constitución establece una organización territorial basada en la autonomía de Municipios, Provincias y Comunidades Autónomas, rigiendo entre ellos el principio de solidaridad. Tras el proceso de formación del Estado de las Autonomías, las Comunidades Autónomas gozaría de una autonomía de naturaleza política que configura a España como un Estado regional. Sobre esta base se realizarían los correspondientes Estatutos de Autonomía. La Constitución configura asimismo que el Rey es el Jefe del Estado, figura que desempeña funciones de naturaleza eminentemente simbólica, que carece de poder efectivo de decisión y que sus actos 54 tienen una naturaleza reglada, cuya validez depende del refrendo de la autoridad competente que, según el caso, es el Presidente del Gobierno, el Presidente del Congreso de los Diputados, o un Ministro. El 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, e iniciaba su tercer mandato como Presidente del Gobierno. Pero esta seguiría siendo una etapa de gobierno llena de dificultades políticas, sociales y económicas. En 1980, el PSOE presentaría una moción de censura que, aunque derrotada de antemano, deterioró aún más la imagen de un Suárez desprovisto de apoyos en su propio partido. Sería en este contexto en el que se plantean las negociaciones entre España y la Comunidad teniendo también que tener presente que en 1979 Europa se vio sumida en una segunda gran crisis económica. Ante las dificultades manifestadas por Francia al declarar el Presidente francés Giscard d´Estaing su interés por retrasar la apertura de negociaciones, el propio Presidente español Adolfo Suárez viajaría a Paris para entrevistarse con el Presidente francés y el Primer Ministro Raimond Barre si bien no lograría ningún avance, confirmándose los temores de los negociadores españoles al vincular el Presidente francés la negociación con España y Portugal a la solución de los problemas internos de la Comunidad que consistían en aquel momento en la exigencia de Gran Bretaña de negociar su aportación, cuestión que sería llamada “el cheque británico” y en la reforma del presupuesto comunitario, que diera capacidad a la amplia financiación de la Política Agraria de la cual Francia seria la principal beneficiaria. En todo caso se atribuyó tal aplazamiento a los propios intereses electorales del Presidente francés quien por ultimo perdería las elecciones presidenciales frente François Mitterrand. En efecto, el 24 55 de abril de 1981, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Mitterrand se situaba muy poco detrás del presidente saliente con un 25'85 % de los votos frente al 28 % de Valéry Giscard d'Estaing. Jacques Chirac ocupa el tercer lugar con un 18 %. Pero la noche del 10 de mayo, Mitterrand es elegido Presidente de la República con un 51,8 % frente al 48 % de Giscard. Es interesante anotar por la incidencia en los sucesos posteriores que afectan a España la lejanía de Chirac al Presidente saliente: quien declara que, a título personal, sólo puede votar por Giscard, pero no hace ninguna recomendación explícita en este sentido a sus votantes. El 21 de mayo de 1981, se iniciarían los siete años de mandato del nuevo Presidente, quien nombra su primer Gobierno, que dirigirá Pierre Mauroy. Las elecciones le proporcionan mayoría absoluta. Para entonces ya se había producido un importante cambio político en España la falta de sintonía del Presidente Adolfo Suarez con el Rey Juan Carlos y las tensiones crecientes en su propio partido, le llevaron a presentar su dimisión el 29 de enero de 1981. En su mensaje al país afirmó:”Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España”. El 23 de febrero debía producirse la sesión de investidura que debía conducir a la elección de Leopoldo Calvo Sotelo como Presidente del Gobierno. La debilidad creciente de Suárez en el seno de su propio partido, había propiciado la presentación de su dimisión como Presidente del Gobierno y de UCD el 29 de enero de 1981, en una intervención televisiva, tras la cual, los acontecimientos van a precipitarse. El 1 de febrero, el Colectivo "Almendros" publica en El Alcázar un artículo claramente golpista; del 2 al 4 de febrero, los reyes viajan al País Vasco y visitan la Casa de Juntas de Guernica, donde los 56 diputados de Herri Batasuna les reciben con un fuerte abucheo produciéndose varios incidentes. En medio de este tenso clima, se ponen en marcha los procesos de sustitución de Suárez. Entre los días 6 y 9 de febrero tiene también lugar el II Congreso de UCD en Mallorca, donde el partido aparece lleno de divisiones y es elegido como presidente Agustín Rodríguez Sahagún, y el día 10, Leopoldo Calvo-Sotelo es nombrado candidato a presidente del Gobierno. En este escenario, el día 18, Calvo-Sotelo presentaba su gobierno, pero en la votación del día 20 no obtuvo la mayoría necesaria para la investidura, por lo que debía producirse una nueva votación el día 23, día que elegirían los golpistas para su tentativa de golpe de Estado, una tentativa en la que iban a confluir las voluntades de un golpe duro, promovido por el Capitán General Jaime Milans del Bosch y uno blando promovido por el General Alfonso Armada, en aquel momento hombre de confianza del Rey. Según el plan trazado, un grupo de guardias civiles, irrumpe en el hemiciclo del Congreso de los Diputados encabezados por el Teniente Coronel Antonio Tejero en la madrugada del día 24 de febrero, el Rey intervino en televisión, vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos para situarse contra los golpistas, defender la Constitución española, y llamar al orden a las Fuerzas Armadas en su calidad de Comandante en Jefe. A partir de ese momento el golpe se da por fracasado. Milans del Bosch, aislado, fue arrestado, mientras que Tejero resistió hasta el mediodía del 24. Sin embargo, ya durante la mañana del día 24 fueron liberados los diputados. 57 Nada más producirse el asalto al Congreso, el golpe fue condenado con toda dureza por los países de la Comunidad Económica Europea con quienes España estaba negociando la adhesión que se produciría finalmente en 1986. De entre todos los estados miembros conviene destacar por su energía la protesta del Reino Unido y especialmente la entonces Primera Ministra, Margaret Thatcher, que calificó la sublevación militar como "un acto terrorista". El 24 de febrero la Comisión europea emitió un comunicado en el que manifestó haber seguido desde el principio -desde la Transición democrática- con admiración la rapidez con que España había recuperado las tradiciones democráticas de Europa, rapidez que era la expresión de una gran madurez política…” hoy con la experiencia de unos años de relaciones intensas y continuas con los representantes gubernamentales, parlamentarias y sindicales de España en el marco de la negociación de adhesión, la Comisión confía en que los iniciadores de la violencia que han querido provocar la subversión han suscitado de hecho una preafirmación firme e inmediata del orden constitucional. Aquellos acontecimientos animaron al nuevo Gobierno a buscar el desbloqueo, mientras el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno celebrado en Londres el 26 y 27 de noviembre de 1981 recordaba que los Estados miembros habían decidido entablar negociaciones para la adhesión de España y Portugal confirmando el compromiso político que constituye el fundamento de esta decisión y congratulándose ante la perspectiva de los dirigentes de estos dos países ocupen su lugar en el seno del Consejo europeo como miembros de pleno derecho. Previamente el Parlamento Europeo había aprobado una Resolución invitando al Consejo Europeo a firmar la fecha de adhesión. El Presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo viajaría a 58 Bruselas, elaborándose un Programa de trabajo para avanzar en las correspondientes negociaciones pero Francia volvió a imponer condiciones previas y sobre todo a manifestar que hasta que no se resolvieran los problemas interiores comunitarios no debían negociarse los capítulos de agricultura, pesca y servicios propios. La situación cambiaria con las nuevas elecciones con las que se produciría la histórica victoria del PSOE del 28 de octubre de 1982, en la que Felipe González obtuvo el 48,11% de los sufragios y 202 diputados, siendo la primera mayoría absoluta de un partido en la democracia en España, además de ocupar la cifra más alta de diputados hasta la fecha, fue elegido presidente del Gobierno español por el Congreso de los Diputados. Felipe González encabezaría un Gobierno con Alfonso Guerra de Vicepresidente. Esta victoria supuso que por primera vez desde las elecciones generales de 1936, un partido de izquierdas iba a formar gobierno y además culminó el período histórico conocido como la transición española iniciándose la II Legislatura. En su discurso de investidura celebrado en el Congreso de los Diputados de 1982 manifestaría su voluntad con tesón para allanar los obstáculos que suponen la integración de España en las Comunidades Europeas. Fernando Morán nombrado nuevo Ministro de Asuntos Exteriores presidiría la sesión de negociaciones celebrada el 13 de diciembre de 1982 manifestando que la plena adhesión de España a Europa es uno de los ejes fundamentales de la Política Exterior española. Las dificultades que se producían normalmente con Francia dieron paso a dos reuniones destacadas, la celebrada en un Palacio cercano a Versalles Celle Saint Cloud y el 13 de enero de 1983 que sirvieron para mostrar la buena disposición de Francia en alguna 59 medida fundamentada en la coincidencia de los dos partidos socialistas en el poder, reunión que seria seguida el 2 de julio de 1983 en España en la Granja, en la que ya se planteó un espíritu de solidaridad y una apertura de la solución de los temas agrícolas una vez que Francia había logrado en el Consejo Europeo de Stuttgart una mejora de la política agraria comunitaria. Una vez conseguido este nuevo espíritu solo cabía esperar la solución de la crisis europea acentuada en el Consejo Europeo de Atenas de diciembre de 1983 que constituyó un fracaso pero finalmente superada en el Consejo Europeo de Fonteaineblau de 25 y 26 de junio de 1984 y en donde se resolvió la cuestión de los Presupuestos comunitarios. Para entonces Felipe González se había dirigido a los Jefes de Estado o de Gobierno de los Diez en carta de 18 de noviembre de 1983 solicitándoles una respuesta a la actitud de cada Gobierno y de la Comunidad en su conjunto sobre la integración de España que habiendo recibido singularmente de Mitterrand una respuesta positiva cuando concluyera la negociación sobre la futura financiación de la Comunidad. Así se llegaría a la ultima ronda de negociaciones celebrada del 17 al 22 de marzo de 1985 que permitiría desbloquear los temas pendientes de Política de Pesca y Política Social y el establecimiento de un periodo transitorio de siete años para la integración de productos agrícolas y así como para la libre circulación de trabajadores. 1.5. La entrada de España en las Comunidades Europeas A las 20.53 horas del 12 de Junio de 1985, ante la presencia del Rey y del Presidente de la Republica de Italia en un acto solemne 60 celebrado en el Palacio Real, se firmaría el Tratado por el que España se incorporaba a las Comunidades Europeas La III Legislatura de España comienza con las elecciones generales de 1986 en las que el PSOE consiguió la victoria y Felipe González fue reelegido Presidente del Gobierno de España por segunda vez consecutiva. Las elecciones tuvieron lugar el 22 de junio de 1986. En ellas, el gobierno de Felipe González revalidaba la mayoría absoluta obtenida en 1982 aunque con un descenso notable de escaños. La Coalición Popular (ahora Partido Popular) se consolidaba como la segunda fuerza política tras la desaparición de la UCD. Siguiendo la práctica comunitaria de elegir un Comisario en el Gobierno y otro del partido en la oposición serian designados Manuel Marín, Secretario de Estado para la CEE y Abel Matutes, parlamentario del Partido Popular. El 1 de Julio de 1985 fue designado Ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez. En el primer semestre de 1989 se producía por primera vez la Presidencia española del Consejo de la Comunidad Europea cuando ese mismo año se correspondía con el nombramiento de la nueva Comisión a la que seria reelegido por segunda vez Jacques Delors y en la que se iban a producir las terceras elecciones al Parlamento Europeo. De esta Presidencia da referencia P. Solbes Mira. N. Arias Cañete y F. Aldecoa4, y E. González Sánchez5 poniendo de manifiesto que la preparación de aquella primera Presidencia se inicio en marzo 4 P. Solbes Mira. N. Arias Ceñete y F. Aldecoa4 (1088), La preseidencia española de las Comunidades Europeas, Cuadernos y debates, nº13, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid. 5 Gonzalez Sanchez, E. La Presidencia Española de la Comunidad Europea, Revista de Instituciones europeas, vol 16, nº 3, 1989, 61 de 1986 y en ella participó directamente el por entonces Secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Pedro Solbes, trabajando con la Representación Permanente de España en Bruselas creada por Real Decreto 260/1986, con el fin de planificar las actividades del Consejo de Ministros, la coordinación de los distintos órganos de las Administración competentes incluyendo la preparación de los Consejos europeos que se celebrarían en dicho semestre. Las primeras elecciones europeas por sufragio universal directo se celebrarían en 1979 y las siguientes en 1984, con lo cual eran ya la III Legislatura cuando España acude a las elecciones parlamentarias europeas. Estas elecciones al Parlamento Europeo de 1989 en España tuvieron lugar el 15 de junio de dicho año, realizándose de forma simultánea a las elecciones en Dinamarca, Holanda, Irlanda y el Reino Unido, y eligiéndose los 60 eurodiputados que debían representar a España según los términos fijados en el artículo 10 del Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas. De acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (artículo 214), se articuló una única circunscripción electoral sin umbral electoral (porcentaje mínimo para ser adjudicatario de escaños; en las generales españolas es del 3%), para la que se presentaron 33 candidaturas. La participación ascendió al 54,71%, casi catorce puntos menos que en las elecciones parciales que se habían realizado en 1987, un hecho que podría explicarse por no haber coincidido, como en 1987, con otras elecciones de ámbito estatal. Dicha participación fue la menor hasta el momento de un proceso electoral de ámbito nacional. De los votos emitidos, el 1,02% fue nulo. De los válidos, el 1,27% fue 62 en blanco. El número de votos a candidaturas fue de 15.657.676.2 De las 33 candidaturas presentadas, once obtuvieron representación. La lista más votada fue la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Los tres principales partidos, PSOE, PP y CDS perdieron representantes, si bien el descenso fue más acusado, en representantes y en porcentaje en los dos últimos. El único partido de ámbito estatal que aumentó sus votos fue Izquierda Unida. El resultado más inesperado fue el de la Agrupación de Electores Ruiz-Mateos, que consiguió dos escaños, entre ellos uno para el propio ex presidente de Rumasa, José María Ruiz Mateos, lo que le otorgó inmunidad penal, ya que hasta el momento de su proclamación como electo era un prófugo de la justicia española. Herri Batasuna perdió la mitad de sus apoyos fuera del País Vasco y Navarra, aunque logró conservar su escaño. Elecciones al Parlamento Europeo de 1989 6 Partido PSOE Partido Popular a Cabeza de lista Fernando Morán Marcelino Oreja Fernando Royo Electores Pérez Votos % Escaños +/-1 -2b -2 +1 -1 +2 +1d +1 +1 = 6.275.552 39,57 27 3.395.015 21,41 15 Centro Democrático y Social Izquierda Unidac Convergència i Unió Agrupación Mateos de José Ramón Caso 1.133.429 7,15 5 961.742 666.602 6,06 4 4,20 2 3,84 2 1,91 1 1,86 1 1,83 1 1,70 1 Carles Gasòliba Ruiz- José María Ruiz 608.560 Mateos Jon Gangoiti Pedro Pacheco Juan Bandrés María 303.038 295.047 290.286 269.094 Coalición Nacionalista Partido Andalucista Izquierda de los Pueblos Herri Batasuna 6 Txema Montero http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_al_Parlamento_Europeo_de_1989_(Espa% C3%B1a) 63 Por la Europa de los Pueblos Carlos Garaikoetxea 238.909 197.095 164.557 161.933 1,51 1 1,24 0 1,04 0 1,02 0 = 0 0 0 Partido de los Trabajadores de Santiago Carrillo España - Unidad Comunista Lista Verdee Los Verdes Ecologistas Purificación González Una de las cuestiones planteadas era fijar la fecha al inicio de la primera fase de la Unión Económica y Monetaria. El antiguo deseo de formar una Unión Económica y Monetaria en el seno de la Unión Europea que había tenido su precedente en el Proyecto de Unión Económica y Monetaria propuesto en 1971 por Pierre Werner antiguo Primer Ministro de Luxemburgo, y fallido en 1973, nace de forma oficial por el impulso otorgado por Jacques Delors en el año 1988, con el objetivo último de la implantación de una moneda única, el euro como continuación natural de la Unión Económica. Será el Consejo Europeo de Junio de 1989, bajo la Presidencia Española del Consejo el que partiendo del informe Delors fija el establecimiento de la UEM como un proceso de carácter progresivo que debía nacer en 1990, y en el que se distinguen tres fases. En el informe Delors se atribuía a la existencia de una moneda única una serie de ventajas en cuanto se preveía que la nueva moneda llevara consigo un incremento de la actividad económica derivado de la eliminación de incertidumbres y costes de transacción por las operaciones de cambio de divisas, así como una mayor transparencia a los precios en los mercados comunitarios, facilitando así mayores intercambios. En esta fase se suprimen las limitaciones al movimiento de capitales entre los Estados miembros y se refuerza la cooperación entre los bancos centrales de los países. 64 1.6. La posición de España en la transformación de los Tratados europeos: la participación en el Tratado de la Unión o de Maastricht de 1992. Otro de los aspectos más importantes de la participación de España en el proceso histórico y actual de la construcción europea se refiere a las trasformaciones sucedidas en el marco de la reforma de los Tratados comunitarios que como es bien sabido se producen a través de las correspondientes Conferencias Intergubernamentales en las cuales los Estados miembros proceden a la adaptación del nuevo marco jurídico e institucional del Proyecto Europeo. España comenzaría a formar parte de las Comunidades Europeas en 1986 cuando se estaba produciendo el primero de los cambios constitucionales que daría lugar al Acta Única Europea Se mantiene que los ejes centrales de España en las Conferencias Intergubernamentales de los Tratados de la Union atienden a cuatro grandes prioridades: la regulación del asilo en la lucha contra el terrorismo, el estatus especial para regiones ultraperiféricas; la cohesión económica y social y la toma de decisiones sobre los fondos de cohesión y finalmente el reconocimiento como Estado grande en el Consejo de ministros. Decidida la realización de un nuevo Tratado España tuvo un papel importante en la CIG del año 1990 influyendo en aspectos importantes entre ellos la articulación de la ciudadanía europea. Pero sobre todo ha de destacarse que durante las negociaciones del Tratado de Maastricht el Gobierno de Felipe González hizo de la cohesión económica y social uno de sus principales objetivos consiguiendo que 65 su posición se aceptase y por tanto incluyendo la política de cohesión económica y social dentro del Tratado y articulándose el correspondiente Fondo de cohesión En 1992 se firma el Tratado de Maastricht por el que se modifica el Tratado Constitutivo de la Unión para recoger la UEM. Este Tratado preveía la supresión de las monedas nacionales por la moneda común y también fijaba una serie de condiciones económicas de convergencia, denominadas criterios de convergencia, relativas a la estabilidad de los precios dentro de unos parámetros marcados, al déficit público, a la deuda pública y a los tipos de cambio, que eran de obligado cumplimiento para los países que quisieran integrarse en la UEM. A estas materias tan significadas añadiríamos a su vez otra serie de cuestiones en las que España desempeñaría un papel importante en el contenido de las reformas de los Tratados ya el interés común como la construcción de la ciudadanía europea o el desarrollo de algunas políticas concretas y en particular interés por la creación y desarrollo del llamado Espacio de Libertad Seguridad y Justicia como por cuestiones que afectan a asuntos de interés como es el caso notorio en la pugna por conseguir la mejor posición en cuanto a la determinación de la mayoría cualificada lo cual le llevó a defender una posición importante en la representación de votos lograda finalmente el Tratado de Niza aun cuando éste fuera una solución temporal. Estas cuestiones las vemos reflejadas en el seguimiento de la opinión española sobre dichas materias y singularmente por encontrarse España amenazada con un conflicto permanente en la lucha contra el terrorismo derivado fundamentalmente de la actuación de la banda terrorista vasca ETA que desde los tiempos de la transición 66 democrática ha venido alterando el clima de seguridad del Estado español. En este sentido la regulación del asilo político en la Unión Europea fue uno de los temas prioritarios para España durante la Conferencia Intergubernamental de 1996 que daría lugar al Tratado de Amsterdam, en el que fundamentalmente se construye el Espacio de libertad seguridad justicia desde el desarrollo del Pilar no comunitario o intergubernamental reflejado en el tratado de Maastricht bajo el título de Justicia e Interior. El intento de que los países europeos extraditasen a los presuntos colaboradores de ETA planteaba como primer problema la regulación del asilo que no estaba planteada en la agenda de la Conferencia Intergubernamental. España amenazó con el veto si no se llegaba una solución satisfactoria en el problema de la cooperación judicial y policial europea en la lucha antiterrorista proponiéndose entonces una cooperación judicial tal y como finalmente se incorporó a la agenda de dicha Conferencia. En 1994 se producirían nuevas elecciones al Parlamento europeo que en España tuvieron lugar el 12 de junio de dicho año, de forma simultánea a las elecciones al Parlamento de Andalucía. Ese día se celebraron también elecciones europeas en Alemania, Bélgica, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Portugal y Reino Unido. Respecto a las elecciones anteriores, la representación española había subido a 64 eurodiputados. De acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (artículo 214), existe una única circunscripción electoral sin umbral electoral (porcentaje mínimo para ser adjudicatario de escaños; en las generales españolas es del 3%). 67 Se presentaron a estas elecciones 35 candidaturas. La participación ascendió al 59,14%, casi cinco puntos más que en las elecciones de 1989. De los votos emitidos, el 0,46% fue nulo. De los válidos, el 1,15% fue en blanco. El número de votos a candidaturas fue de 18.364.794. De las 35 candidaturas presentadas, sólo cinco obtuvieron representación. La lista más votada fue la del Partido Popular (PP), siendo la primera vez que el PSOE era derrotado en unas elecciones europeas, perdiendo ocho puntos respecto a las elecciones generales del año anterior. Era también la primera vez que el PSOE perdía una elección a nivel estatal desde 1982. Por contra, el PP había ganado más de cinco puntos respecto a dichas elecciones generales y fue la lista más votada en todas las comunidades autónomas españolas salvo Cataluña, País Vasco, Andalucía y Extremadura. Otro aspecto reseñable era el ascenso de Izquierda Unida, que doblaría sus votos, y la drástica reducción de partidos representados (a pesar de haber cuatro escaños más que repartir), pasando de once a cinco. El bipartidismo se acentúa, al sumar PP y PSOE el 70,91% de los votos, frente a los 60,98 de las anteriores elecciones europeas. Los resultados de las candidaturas que obtuvieron más del 1% de los votos o que perdieron representación obtenida en anteriores elecciones fueron los siguientes: Elecciones al Parlamento Europeo de 19947 Partido Partido Popular PSOE a Cabeza de lista Abel Matutes Votos % Escaños +/+13 -5 +5 7.453.900 40,12 28 Fernando Morán 5.719.707 30,79 22 2.497.671 13,44 9 Izquierda Unida-Iniciativa Alonso Puerta per Catalunya 7 http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_al_Parlamento_Europeo_de_1994_(Espa%C3%B1a). 68 Convergència i Uniób Coalición Nacionalista Por la Europa de los Pueblos Carles Gasòliba Jon Gangoiti Carlos Garaikoetxea 865.913 518.532 239.339 183.418 180.324 140.445 82.410 4,66 3 2,79 2 1,20 0 0,99 0 0,97 0 0,76 0 0,44 0 +1 +1 -1 -5 -1 -1c -2 Foro-Centro Democrático y Eduard Punset Social Herri Batasuna Coalición Andalucista Poder Andaluz Agrupación de Ruiz-Mateos Karmelo Landa Electores Por ultimo haremos constar que en el segundo semestre de 1995 Junio-Diciembre, España volvería a ocupar la Presidencia del Consejo de la Unión si bien en difíciles condiciones políticas y en un tiempo de crisis institucional. Podemos considerar que España planteo por entonces como objetivo preferente la Conferencia Euromediterránea y la Declaración de Barcelona como base para el desarrollo de un marco global y multilateral de dialogo y colaboración entre las dos riveras del Mediterráneo. La Presidencia Española del Consejo finalizaría con el Consejo de Madrid de 15 y 16 de Diciembre de 1995 que adoptaría importantes decisiones en materia de empleo, moneda única, ampliación al Este y Conferencia Intergubernamental. En efecto durante la primera parte del 1995 empezaron los preparativos de la Conferencia Intergubernamental de 1996 bajo la Dirección del Comisario de Asuntos Institucionales Marcelino Oreja. El grupo de reflexión seria presidido por Carlos Westerndorp y el documento final de este grupo-Informe Westerndorp seria presentado en Bruselas el 5 de diciembre de 1995. Cabe también resaltar que en Madrid se firmo el 3 de diciembre de 1995 como resultado de la Cumbre Union Europea/Estados Unidos 69 de América la Nueva Agenda Transatlántica, uno de los mas importantes logros de aquella Presidencia Española que suponía la articulación de un escenario de convergencia económica destinado a desarrollarse hasta lograr como ultimo objetivo un Mercado Común trasatlántico. 1.7. La participación de España en la Union Europea en el periodo 1996-2000. I Legislatura del Gobierno Aznar La VI Legislatura de España comienza con las Elecciones generales de 1996 y termina con las Elecciones generales de 2000 y estaría gobernada por primera vez por el Partido Popular, liderado entonces por el Presidente José María Aznar. La victoria del Partido Popular supuso un cambio en el panorama político, tras 14 años de gobierno del Partido Socialista Obrero Español. El PSOE, convertido en principal partido de la oposición, afronta esta legislatura sin la presencia de Felipe González, siendo sustituido como Secretario General del partido por Joaquín Almunia en 1997. El 5 de mayo de 1996 José Maria Aznar juraría su cargo como nuevo Presidente del Gobierno de España. Aznar había sido elegido diputado por Ávila en 1982 y 1986, y en 1987 se convirtió en presidente de la Junta de Castilla y León. Vicepresidente de su Partido desde enero de 1989, en septiembre siguiente dimitió de su puesto al frente del ejecutivo castellano-leonés al haber sido designado candidato a la Presidencia del Gobierno para las elecciones generales del 29 de octubre de 1989, en las que fue elegido Diputado por Madrid. El Partido Popular emergió de las elecciones de 1989 70 consolidado como la principal fuerza de oposición. De nuevo Aznar fue el candidato a la Jefatura del Ejecutivo en los comicios del 6 de junio de 1993. El 19 de abril de 1995, siendo jefe de la oposición, fue víctima de un atentado de ETA, del que salió ileso gracias al blindaje del vehículo. Finalmente en las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, el Partido Popular se convertiría en el principal partido del hemiciclo, aunque sin obtener mayoría absoluta en la cámara (156 diputados sobre un total de 350). Tras prolongadas negociaciones con las principales formaciones nacionalistas de Cataluña (CiU), País Vasco (PNV) y Canarias (CC), logró el respaldo de las mismas en la sesión de investidura el 4 de mayo de 1996, El interés del Gobierno español presidido desde mediados de 1996 por José María Aznar condujo a los Estados de la Unión a adquirir el compromiso de concluir un nuevo Convenio de extradición europeo que garantizar la entrega a la justicia de presuntos terroristas refugiados en un estado miembro por reclamación de otro Estado Comunitario. Algunos Estados europeos que fueron reticentes inicialmente fueron acercando sus posiciones mientras el gobierno español realizaba modificaciones en su propuesta llegando al acuerdo final según el que se admitirá trámite una petición de asilo en la Unión Europea cuando el Estado del que procediera el demandante hubiera suspendido las garantías constitucionales; cuando el Estado del que proceda el demandante incumpla los derechos humanos y reglas de la Unión Europea y cuando un Estado lo decida unilateralmente siempre y cuando de explicaciones al resto de los socios. En todo caso veremos que estas dificultades acabarían siendo 71 superadas articulándose una clara regulación del asilo en el propio desarrollo del Espacio de Libertad Seguridad y Justicia realizado por el Tratado de Ámsterdam de 1997, que convertiría esta materia en una de las misiones fundamentales de la Unión, integrándola en gran medida en el ámbito comunitario. La segunda de las cuestiones más relevantes seria la inclusión de España en la moneda única. El deseo de formar una Unión Económica y Monetaria en el seno de la Unión Europea, había nacido de forma oficial en el año 1988, con el objetivo último de la implantación de una moneda única, el euro como continuación natural de la Unión Económica. El Consejo Europeo en Junio de 1989, partiendo del informe Delors fijaría el establecimiento de la UEM como un proceso de carácter progresivo que debía nacer en 1990, y en el que se distinguen tres fases. En el informe Delors se atribuía a la existencia de una moneda única una serie de ventajas en cuanto se preveía que la nueva moneda llevara consigo un incremento de la actividad económica derivado de la eliminación de incertidumbres y costes de transacción por las operaciones de cambio de divisas, así como una mayor transparencia a los precios en los mercados comunitarios, facilitando así mayores intercambios. Se establecieron para realizar dicha Unión tres fases, correspondiendo la primera a los años 1990 a 1993. En esta fase se suprimen las limitaciones al movimiento de capitales entre los Estados miembros y se refuerza la cooperación entre los Bancos Centrales de los países. En 1992 se había firmado el Tratado de Maastricht por el que se modifica el Tratado Constitutivo de la Unión para recoger la UEM. Este Tratado preveía la supresión de las monedas nacionales por 72 la moneda común y también fijaba una serie de condiciones económicas de convergencia, denominadas criterios de convergencia, relativas a la estabilidad de los precios dentro de unos parámetros marcados, al déficit público, a la deuda pública y a los tipos de cambio, que eran de obligado cumplimiento para los países que quisieran integrarse en la UEM. La segunda fase correspondería a los años 1994 a 1998, y surgía con la creación del Instituto Monetario Europeo, como predecesor del Banco Central Europeo. Los países de la Unión debían cumplir las condiciones establecidas para acceder al euro. España terminó el año 1997 con los deberes hechos para poder acceder a la Unión Monetaria el 1 de enero de 1999. Con una inflación en el entorno del 2%, un déficit público por debajo de los límites de Maastricht y unos tipos de interés inferiores al 5%. En 1996 Aznar hereda los Fondos Estructurales para el período de 1994-1999 con los que la Unión Europea pretende fortalecer la economía de los países más pobres (España, Irlanda, Grecia y Portugal). España percibirá más de la mitad de estos fondos, además será el país de la UE que más dinero reciba del Fondo de Cohesión y, tras Francia, de la PAC. En esta legislatura el PIB de España vive un crecimiento un 1.1% superior a la media de la Unión Europea, tendencia que se mantiene hasta la crisis financiera de 2008. El desempleo se redujo 7 puntos porcentuales en 4 años. Se "flexibilizó" el mercado laboral, ahondando la precariedad laboral. Mientras que los beneficios empresariales crecían por encima del 30% los salarios aumentaron por debajo del 3%. El aumento de los salarios era menor al de los precios haciendo que durante el mandato de Aznar el poder adquisitivo de los trabajadores se redujese un 4%, siendo 73 España el único país de toda la Unión Europea donde se produjese un retroceso. Los sectores que lideraron el crecimiento de la actividad laboral (construcción, hostelería, servicio doméstico...) generaron empleos poco productivos y consecuentemente bajos salarios. Los contratos temporales aumentaron hasta llegar a representar 1 de cada 3 puestos de trabajo, siendo esta cifra un 250% superior a la media europea. A pesar de la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en febrero de 1996 los accidentes laborales se incrementan un 42% entre 1996 y 1999. El índice de siniestralidad pasó de 61 a 73 accidentes por cada 1000 trabajadores. La UE recomienda en La Carta Social Europea que el salario mínimo interprofesional (SMI) sea igual o mayor al 60% del salario medio del país, en España alcanzaba el 34% en el año 2000, situándose en 424€ mensuales (742€ serían necesarios para cumplir con la recomendación de la UE). Una de las primeras medidas del Gobierno de Aznar fue aprobar el "Programa de modernización del sector público empresarial del Estado", es decir, la sistematización de las privatizaciones. Algunas de las empresas que dejaron de ser propiedad del Estado en ese período fueron Telefónica, Endesa, Aceralia, Argentaria, Tabacalera, Repsol y Gas Natural. Así, en 1997 se promulgó la Ley 54/1997 de 27 de noviembre del Sector Eléctrico (como transposición de la Directiva 96/92/CE de 19 de diciembre de 1996), que liberalizaba el mercado eléctrico. Los ingresos procedentes de las privatizaciones contribuyeron a reducir rápidamente la deuda pública del 68 al 63%. La economía española atravesaría desde ese año 1997, un tiempo de bonanza, únicamente ensombrecida por el alto nivel de paro que azotaba al país y que afectaba a una de cada cinco personas en 74 edad de trabajar. No obstante entre enero y septiembre de ese mismo año se crearon 317.200 puestos de trabajos netos y la tasa de desempleo se redujo hasta el 20.55%. Ese panorama económico y el buen comportamiento de los indicadores, hicieron de España uno de los países mejores colocados en el cumplimiento de requisitos para la entrada en el sistema de la moneda única europea (el Euro). El 2 de mayo de 1998 se aprueban los once países que van a formar parte de la UEM a partir de 1999 al cumplir los requisitos establecidos en el Acuerdo de Maastricht. Dichos países eran Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Finlandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal, y con ellos España. De este modo se culminó con la inclusión de España en el grupo inicial de 11 países que participaron en la primera fase de la Unión Económica Monetaria con la adopción del Euro, formando parte de una nueva potencia económica mundial. Aquello fue sin lugar a dudas el gran éxito del Gobierno Aznar durante su primera legislatura. En esta legislatura la presión fiscal aumentó más de un 10%. En 1999 se lleva a cabo la reforma del IRPF, elevándose los tipos medios efectivos del 14,91% al 14,94%. Se redistribuye la carga, aumentándola en un 2% a las rentas más bajas, mientras la carga a las rentas más elevadas se reduce un 6%.17 Se redujo el gasto en protección social (educación, pensiones, sanidad pública, seguridad ciudadana...) un 9%, siendo en el último ejercicio de la legislatura del 20% del PIB frente al 27% de la media europea. España firmaría en 1998 el Protocolo de Kyoto, pero a pesar de este compromiso, las emisiones de gases de efecto invernadero en España aumentaron un 28%21 entre 1996 y 2000, incumpliendo así lo pactado. 75 El apoyo del Gobierno Aznar al desarrollo del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia en la Unión Europea tenia también su fundamento al hecho de que en esta legislatura se cometió el secuestro y posterior asesinato del concejal popular Miguel Ángel Blanco, y los secuestros de José Antonio Ortega Lara y Cosme Delclaux, entre otros múltiples atentados. El 16 de septiembre de 1998, ETA anunciaba una tregua indefinida y sin condiciones que comenzaría dos días después. Aznar ordenó contactos la banda terrorista, teniendo una primera reunión en Zúrich y modificando su política de dispersión de los terroristas, acercando al País Vasco a 135 presos. Sin embargo, las conversaciones fracasan y ETA rompe la tregua dos meses después del anuncio de la misma. Entre 1996 y 1999 se procedió a la plena integración de España en la estructura militar de la OTAN y en la Unión Europea. El 1999 España participa en el bombardeo de Yugoslavia llevado a cabo por la OTAN durante diez semanas. El Partido Popular vota a favor del bombardeo, al igual que la mayoría del Parlamento. Sólo se opuso a él Izquierda Unida y el BNG. Las elecciones al Parlamento Europeo de 1999 en España tuvieron lugar el 13 de junio de dicho año, de forma simultánea a las municipales y autonómicas. La representación española permanecía en 64 eurodiputados. De acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (artículo 214),3 existe una única circunscripción electoral sin umbral electoral (porcentaje mínimo para ser adjudicatario de escaños; en las generales españolas es del 3%). Se presentaron 36 candidaturas. La participación ascendió al 76 63,05%, casi cuatro puntos más que en las elecciones de 1989. De los votos emitidos, el 0,79% fue nulo. De los válidos, el 1,69% fue en blanco. El número de votos a candidaturas fue de 20.808.681. De las 36 candidaturas presentadas, sólo ocho obtuvieron representación. La lista más votada fue, como en las anteriores elecciones, la del Partido Popular (PP), quedando PSOE-Progresistas (coalición entre el PSOE y el Partido Democrático de la Nueva Izquierda) en segundo lugar. El PP mantuvo sus resultados en tanto que el PSOE recuperó casi cinco puntos respecto a las anteriores elecciones. El PP fue la lista más votada en todas las comunidades autónomas españolas salvo Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña, Extremadura y País Vasco. En el tercer lugar repitió Izquierda Unida, la cual, sin embargo, perdió la mitad de sus votos, fruto de la rotura de su alianza con Iniciativa per Catalunya y la escisión de Esquerra Unida y Nueva Izquierda. Rompiendo la tendencia de anteriores elecciones, subió el número de partidos representados, pasando de cinco a ocho (entre los que se encontraba la nueva encarnación de la izquierda abertzale, Euskal Herritarrok, favorecida por la tregua de ETA y la naciente Coalición Europea, formada principalmente por CC, PA y PAR, entre otros, y que ganaría en la Islas Canarias). El bipartidismo se acentuó de nuevo, al sumar PP y PSOE el 75,07% de los votos, frente a los 70,91 de las anteriores elecciones europeas. Elecciones al Parlamento Europeo de 1999 8 Partido Partido Popular a Cabeza de lista Rosa Díez Votos % Escaños +/-1b +2 -5 Loyola de Palacio 8.410.993 39,74 27 7.477.823 35,33 24 1.221.566 5,77 4 PSOE-Progresistasb Izquierda Unida-Esquerra Unida i Alonso Puerta 8 http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_al_Parlamento_Europeo_de_1999_(Espa%C3%B1a) 77 Alternativa Convergència i Unióc Coalición Europea Pere Esteve Isidoro Sánchez 937.687 677.094 613.968 349.079 4,43 3 3,20 2 2,90 2 1,65 1 1,45 1 1,42 0 = +2 = +1 +1 0 Coalición Nacionalista - Europa de Josu Ortuondo los Pueblos Bloque Nacionalista Galego Euskal Herritarrok Camilo Nogueira Koldo Gorostiaga 306.923 Los Verdes - Las Izquierdas de los Antoni Gutiérrez 300.874 Pueblos Díaz 1.8. La participación de España en la Unión Europea en el periodo 2000-2004. II Legislatura del Gobierno Aznar La VII Legislatura de España comenzaría con las Elecciones Generales de 2000 de 12 de marzo y finalizaría con las Elecciones Generales de 2004 cuyo resultado convertiría a José María Aznar, Presidente del Partido Popular en vencedor en dichas elecciones de 2000 por mayoría absoluta. Las elecciones generales dieron la mayoría absoluta al Partido Popular, por lo que no tuvo que pactar con otros grupos parlamentarios como había hecho en 1996. La no necesidad de pactos, unida a una política a menudo impopular a pesar del nombre que exhibía el partido, produjeron dificultades políticas, sobre todo a partir de 2002. La economía española seguiría creciendo a un ritmo superior a sus vecinos europeos. Los índices macroeconómicos colocaron a España en buena posición en el proceso de convergencia europea. Sin embargo, el aumento de los precios de la vivienda, de alrededor de un 10-15% anual durante este periodo, en contraste con el índice de precios de consumo oficial y el aumento de los salarios, que fueron muy inferiores, se convirtió en una de las grandes preocupaciones de los españoles. 78 En 2001-2002 se adaptó la medición del IPC a la normativa europea. No sólo se renovó la cesta de productos, sino que se introdujeron novedades en la forma de calcular el IPC, por lo que no estamos ante un «cambio de base» sino ante un «cambio de sistema», Sistema de Índices de Precios Base 2001, que entró en vigor con la publicación del IPC de enero de 2002. El comienzo de esta Legislatura española coincidía en la Unión Europea con la Conferencia Intergubernamental que se resolvería con el Tratado de Niza, Tratado celebrado por el Consejo Europeo entre los días 7 y 9 de diciembre de 2000 y firmado el 26 de febrero de 2001, para modificar los Tratados vigentes. Este Tratado entraría en vigor el 1 de febrero de 2003 tras haber sido ratificado por los 15 Estados miembros según lo previsto en sus respectivas normativas constitucionales. El propósito del Tratado de Niza era reformar la estructura institucional para afrontar la ampliación de la Unión Europea, una tarea que tendría que haber llevado a cabo la Conferencia Intergubernamental del Tratado de Ámsterdam, que sin embargo no pudo resolverse. El Tratado adoptado por el Consejo Europeo de Niza fue objeto de muchas críticas. Alemania había exigido tener mayor peso en el voto a causa de su mayor población, a lo cual se opuso Francia que insistió que en que se mantuviera la tradicional paridad entre Francia y Alemania. Una propuesta que habría simplificado mucho el sistema actual hubiera sido la de introducir la doble mayoría de Estados miembros y población para reemplazar el sistema actual de mayoría cualificada, a lo cual también se opuso Francia por razones similares. Por su parte, la posición del Presidente español Aznar fue muy 79 rígida al plantear el nivel de la Representación de España sin duda condicionado por la lógica que suponía tener que renunciar en el futuro a los Fondos de Cohesión que irían a parar a los países de la Quinta Ampliación. El resultado fue que España tuvo un alto número de votos en el Consejo, 27 frente a los 29 de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, proporción que inevitablemente habría de ser revisada en el futuro pero que en aquel momento permitió salir del impasse. Finalmente se alcanzó un compromiso que consistía en una doble mayoría de Estados Miembros y votos. Además un Estado miembro podría solicitar opcionalmente que se verificase que los países de voto afirmativo representaban una proporción suficiente de la población de la Unión. El Tratado estableció que se aumentase el número de escaños en el Parlamento Europeo hasta alcanzar los 732, lo que excedía lo dispuesto en el Tratado de Ámsterdam. La cuestión de la reducción del tamaño de la Comisión Europea se resolvió con una escapatoria, ya que el Tratado estableció que una vez que el número de Estados miembros alcanzase los 27, el número de Comisarios nombrados en la siguiente Comisión sería reducido por debajo de los 27 por el Consejo, sin llegar a especificar cómo se realizaría esa reducción. Como medida transitoria especifica que después del 1 de enero de 2005, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y España renunciarían a su segundo Comisario. El Tratado de Niza creó nuevas normas para regular una colaboración más estrecha, ya que considera inaplicables las normas introducidas en el Tratado de Ámsterdam y destacó que estas normas todavía no han sido empleadas. Si bien el Tratado resolvió de manera suficiente la capacidad institucional para recibir a los nuevos socios se consideró que el 80 Tratado de Niza no había tratado la cuestión básica de la reforma institucional, ya que las instituciones de la Unión Europea seguían siendo demasiado complejas, por lo que en Niza se acordó el establecimiento de la Convención Europea que conduciría a una Conferencia Intergubernamental en 2004. Muchos argumentan que la estructura de pilares, que se mantuvo en el Tratado, es demasiado complicada y que los diferentes Tratados deberían fusionarse en uno, que las tres (ahora dos) personalidades legales de las Comunidades deberían fusionarse y que la Comunidad Europea y la Unión Europea deberían fusionarse en una única Unión Europea con una única personalidad jurídica. Por otra parte, el Tratado de Niza tampoco incorporó la Carta de Derechos Fundamentales, ya que este aspecto también quedaría pendiente para la Conferencia Intergubernamental de 2004 tras la oposición del Reino Unido. Complementariamente se produjo la Declaracion 23 del Tratado de Niza titulada “Declaración Relativa al Futuro de la Unión“, según la cual una vez abierto el camino a la ampliación, la Conferencia apela a un debate más amplio y profundo sobre el futuro de la Unión Europea. En 2001, las Presidencias sueca y belga, en colaboración con la Comisión y con la participación del Parlamento Europeo, favorecerán un amplio debate con todas las partes interesadas: los representantes de los Parlamentos nacionales y del conjunto de la opinión pública, tales como los círculos políticos, económicos y universitarios, los representantes de la sociedad civil, etc. Se asociará a este proceso a los Estados candidatos según modalidades por definir. Este proceso de reflexión se remitiría al Consejo Europeo que se celebraría en Laeken/Bruselas en diciembre de 2001. 81 Este proceso deberá abordar, en particular, las siguientes cuestiones: la forma de establecer y supervisar una delimitación más precisa de las competencias entre la Unión Europea y los Estados miembros, que respete el principio de subsidiariedad; el estatuto de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, proclamada en Niza, de conformidad con las conclusiones del Consejo Europeo de Colonia; la simplificación de los Tratados con el fin de clarificarlos y facilitar su comprensión, sin cambiar su significado; la función de los Parlamentos nacionales en la arquitectura europea. De este modo se iniciaba una reflexión destinada a calar hondo sobre el futuro de la Unión Europea. Consecuentemente el Consejo Europeo de Laeken avanzó en esta reflexión realizando una importante Declaración en la que la UE se comprometió a mejorar la democracia, la transparencia y eficiencia, y estableció el proceso para crear una constitución con el fin de alcanzar estos objetivos. Este Consejo Europeo crearía una Convención Europea, siendo presidida por el ex Presidente francés Valéry Giscard d'Estaing, y se le dio la tarea de consultar ampliamente en toda Europa con el fin de elaborar un primer borrador de la Constitución. El texto final del proyecto de Constitución sería acordado en la reunión en la cumbre de 18-19 de junio de 2004 bajo la presidencia de Irlanda. España nombraría como miembro de la Convención representando al Gobierno a Ana de Palacio quien posteriormente ocuparía el cargo de Ministra de Asuntos Exteriores, siendo otros destacados miembros españoles de la Convención Josep Borrell Fontellés e Iñigo Méndez de Vigo. En el periodo del 1 de enero a 30 de junio de 2002, España volvió a ocupar la Presidencia del Consejo planteándose sobre todo la 82 consolidación del papel que debiera ocupar España en un momento de cambios tras las duras negociaciones que había impuesto el Presidente José Maria Aznar para conseguir una posición preeminente de España en la representación de la mayoría del Consejo. Es en este tiempo en el que el Consejo Europeo de Laeken había planteado un cambio de los tratados que concluiría en el proyecto de realizar una Constitución Europea. La Presidencia Española adopto el lema “mas Europa en el mundo para lo que se realizaron tres Cumbres, la primera celebrada en Valencia el 22 y 23 de abril con el objetivo de dar un impulso político al Proceso de Barcelona, es decir, el desarrollo de la política euro mediterránea y las Cumbres con América Latina y México. Otro de los sucesos más importantes de este periodo fue la entrada en vigor de la moneda única. En 2001 se empezaron a distribuir las monedas y billetes denominados en euros. El 1 de enero de 2002 empezaron a tener valor legal como medio de pago. Los comerciantes tenían obligación de admitir piezas de peseta durante los dos primeros meses de 2002 y, en teoría, desde el 1 de enero ya debían devolver el cambio en euros. Este periodo fue realmente fructífero para la economía española. La tasa de desempleo, se mantendría más o menos constante en torno al 11%, creando 5 millones de puestos de trabajo con este gobierno, produciéndose un récord en altas a la Seguridad Social. En el año 2000, el gobierno de Aznar sanearía el déficit de la Seguridad Social y crea ese mismo año el Fondo de Reserva de la Seguridad Social que al final de la legislatura tiene 15.000 millones de euros. La vivienda se convierte en una de las principales preocupaciones de los españoles, debido al aumento de los precios, de 83 alrededor de un 10-15% anual durante este periodo, en contraste con la inflación y el aumento de los salarios, que son muy inferiores. La opinión pública responsabiliza de este fenómeno a la especulación urbanística, principalmente en las zonas del litoral peninsular y grandes capitales, y al menor desarrollo (económico y legislativo) del mercado de viviendas de alquiler. Entre las preocupaciones de los españoles empiezan a surgir estos asuntos. El 11 de julio de 2002, al día siguiente de la remodelación del Gobierno de Aznar y en medio de los festejos por la boda del Rey de Marruecos, Mohammed VI, el gobierno del reino alauita envió a seis gendarmes a ocupar la Isla Perejil, un islote de 1.500 m² situada al norte de Marruecos, cuya soberanía es reclamada por España y el país norteafricano. El gobierno español trató de recuperar el statu quo anterior por la vía diplomática y ante su imposibilidad envía a un cuerpo de élite para capturar a los gendarmes y colocar la bandera española, lo que fue interpretado como una "agresión flagrante" por parte de Marruecos. La OTAN y la Unión Europea se posicionaron a favor de España y Estados Unidos actuó como mediador. El 20 de julio tras las conversaciones entre ambos países bajo la mediación de Colin Powell, los legionarios españoles se retiran, dejando a Perejil con el status quo anterior a la ocupación marroquí. En esta Legislatura existieron varias confrontaciones entre el Gobierno Central y los nacionalismos periféricos de Cataluña y País Vasco. El 24 de octubre del 2003, el Gobierno Vasco, reunido en un Consejo extraordinario, aprobó el proyecto de ley de reforma del Estatuto de autonomía para la creación de un nuevo estatuto de "libre 84 asociación con el Estado español", conocido vulgarmente como el "Plan Ibarretxe". El 13 de noviembre del 2003, el Gobierno Nacional interpuso recurso de inconstitucionalidad contra el "Plan Ibarretxe". Paralelamente a este proceso se planteaba la lucha contra el terrorismo de Euskadi Ta Askatasuna (ETA), sobre la que se había firmado el Pacto Antiterrorista en noviembre de 2000 por el Gobierno y el principal partido de la oposición (PSOE), lo que permitió en 2002 y a través de la Ley de Partidos ilegalizar al brazo político de ETA, Batasuna. Hemos recordado que el apoyo de España a la articulación del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia estaba muy relacionado con la lucha contra el terrorismo y singularmente con la lucha las actividades criminales de la banda terrorista ETA. Sin embargo, la lucha contra el terrorismo se vio envuelta en varias polémicas, algunos partidos de la oposición acusaron duramente al PP de utilizar el terrorismo en su beneficio y de fomentar la crispación en el País Vasco. Varios dirigentes del PP y PSOE responsabilizaron al gobierno de la Comunidad autónoma del País Vasco de no ejercer adecuadamente las competencias transferidas en materia de seguridad en su territorio. Esta Legislatura terminó marcada por los atentados del 11 de marzo de 2004 (11-M), en Madrid. La explosión de diez mochilas cargadas con un explosivo aún no determinado, en cuatro trenes de cercanías de RENFE en cuatro estaciones diferentes, provocó la muerte de 192 personas. Estos atentados supusieron un duro golpe al Gobierno de Aznar y el PP por dos motivos, por un lado, el mayor atentado de la historia de España, se había cometido en Madrid, cuya seguridad es competencia del Ministerio de Interior. Por otro lado, la atribución de la autoría a Al-Qaeda, después de que España hubiera sido amenazada 85 por apoyar la invasión de Irak, después de los atentados de Casablanca y después de las detenciones de más de 120 terroristas islámicos en España, parecía confirmar las predicciones de consecuencias funestas de la política internacional del gobierno. Altos dirigentes del Partido Popular, la administración y los medios de comunicación afines intentaron en repetidas ocasiones presentar la autoría de ETA como la única teoría válida sobre los atentados, a lo largo del día, descalificando a los que planteaban otras hipótesis. Durante esos días, José María Aznar y su partido acusaron a medios de comunicación privados, como la cadena SER, de mentir y manipular mientras que los principales partidos de la oposición afirmaron que fueron los medios públicos en poder de Aznar y sus afines los que lo hicieron. Asimismo, el propio Aznar se puso en contacto con los principales directores de la prensa nacional para señalar que era ETA la autora de la masacre. En Cataluña, en las elecciones autonómicas celebradas en noviembre del 2003, tras 23 años en el poder de Jordi Pujol, la coalición gobernante, es decir CIU, a pesar de sacar más escaños, fue derrotada por la coalición (PSC-PSOE-ERC-IC). El PP, al igual que en las elecciones autonómicas del País Vasco, no obtuvo buenos resultados en Cataluña. Las cuestiones referidas a la inmigración cobraron especial importancia. Se llevó a cabo una reforma en la Ley de Extranjería, que había sido aprobada al fin de la anterior legislatura pero sobre todo se significa el aumento de la inmigración, generalmente procedente de Iberoamérica, Europa del Este y del Oeste, y del Magreb. Por ultimo cabe destacar la cuestión de la invasión de Iraq en 2003. Aznar se caracterizó en la segunda legislatura por su amistad con 86 George W. Bush y su alianza inquebrantable con Estados Unidos, especialmente a raíz de los atentados del 11 de septiembre. Así, el gobierno español apoyó la invasión de Iraq de 2003 a pesar de tener a todos los demás partidos políticos y a más del 90% de los ciudadanos en su contra. El 15 de febrero de 2003, tuvo lugar una serie de manifestaciones en el mundo contra la guerra. En España se manifestaron alrededor de ocho millones de personas. A lo largo de la primavera de 2003, algunas sedes del PP sufrieron ataques por parte de grupos radicales contrarios a la guerra. Durante ese periodo, Aznar tuvo el índice de popularidad más bajo de toda la legislatura, y las encuestas le dieron momentáneamente una ventaja de cuatro puntos al PSOE. 1.9. La participación de España en la Unión Europea en el periodo 2004-2008. I Legislatura del Gobierno de Rodríguez Zapatero La VIII Legislatura de España comenzaría el 2 de abril de 2004, fecha de constitución de las nuevas Cortes tras el triunfo por mayoría simple del Partido Socialista Obrero Español en las elecciones generales celebradas el 14 de marzo de 2004. El nuevo Gobierno, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, se caracterizaría al principio de su mandato por la continuidad básica con la política económica del gobierno saliente (aunque con cierto aumento del gasto público), el fomento de medidas sociales consideradas progresistas, como el matrimonio homosexual o una nueva regularización de emigrantes, el inicio de un denominado 87 proceso de paz con ETA y la reforma de Estatutos de Autonomía. En el terreno internacional, se retiraron las tropas de Iraq y se promovió la Alianza de Civilizaciones. La economía española seguiría creciendo a un ritmo superior a sus vecinos europeos. En este sentido, se acordaría que durante los próximos años decrezcan considerablemente las ayudas de la Unión a España, tras la inclusión en la UE de los nuevos países de la Europa Central y Oriental en los países bálticos y las islas de Chipre y Malta. Entre los desafíos de esta legislatura destacan la carestía del petróleo, la dependencia de la construcción y el turismo desde hace 40 años. El déficit exterior se elevó en el 2005 un 37,1% más (51.884 millones, el 6,5% del producto interior bruto), lo que la convierte en el segundo país con mayor déficit exterior de la Eurozona y el sexto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Al inicio de la legislatura, el nuevo gobierno redactó un anteproyecto para una "Ley sobre la Violencia contra las Mujeres". Su título y contenido fueron criticados por algunos sectores debido a que introducía principios de discriminación positiva, excluyendo a otras posibles víctimas de violencia doméstica, como niños, ancianos u hombres que también sufrieran malos tratos. Finalmente, el 25 de junio de 2004 se aprobó por unanimidad la Ley Integral contra la violencia de género. La violencia de género se convertiría en un importante vector político que impulsó al gobierno español a nombrar una Ministra de Igualdad si bien este cargo apenas duraría una Legislatura. No debe olvidarse que la Unión Europea venía desarrollando con anterioridad y paralelamente una clara política antidiscriminatoria en favor de la igualdad y en la lucha frente a la violencia contra la mujer. 88 El 23 de junio de 2005 se aprobaría la reforma de la Ley del divorcio que pretende agilizar el proceso y evitar el doble trámite anterior de separarse primero para divorciarse después. Se elimina ese paso previo necesario y se modifican aspectos relacionados con la custodia de los hijos y las pensiones compensatorias. También se aprobó en julio de 2005 la reforma del Código Civil que equipara totalmente las uniones de personas del mismo sexo, con la denominación única de matrimonio y el derecho de adopción. Otra novedad de carácter progresista y de contenido social sería la Ley que sienta las bases para construir el futuro Sistema Nacional de Atención a la Dependencia, que financiará los servicios que necesitan las personas dependientes, bien por sufrir una enfermedad o accidente invalidante o al llegar a la vejez. Esta ley sería aprobada el 30 de noviembre de 2006 por el Congreso de los Diputados, entrando en vigor el 1 de enero siguiente. En otro orden de materias cabe constatar el desarrollo por parte de la Unión Europea de una nueva Política de Inmigración enmarcada en el contexto del Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia y concretamente en la llamada Política de Solidaridad que se articulaba en el segundo Programa de Desarrollo de dicho Espacio, el Programa de la Haya para el periodo 2004-2009 bajo el epígrafe “Gestión de la migración: definición de un planteamiento equilibrado” según el cual, es necesario definir un nuevo planteamiento equilibrado de la gestión de los flujos migratorios, que se ocupe tanto de la migración legal como de la ilegal, y desarrollar una política común de inmigración que aborde la situación de los inmigrantes legales a escala de la Unión, intensificando al mismo tiempo la lucha contra la migración ilegal, el tráfico de inmigrantes y la trata de seres humanos, especialmente de mujeres y niños. 89 Si bien la decisión sobre cuántos inmigrantes procedentes de terceros países y que trabajen por cuenta propia o ajena pueden admitirse en cada Estado miembro es competencia de cada Estado miembro, un espacio de libre circulación exige una política común de inmigración, que conste de unos procedimientos y criterios de admisión y que ofrezca un estatuto legal seguro y un conjunto de derechos garantizados que contribuyan a la integración de quienes sean admitidos. Además, la inmigración desempeña un papel fundamental en las economías y sociedades de los Estados miembros y en las de los países de origen y de tránsito, lo cual justifica también la necesidad de que exista un planteamiento común basado en un uso racional de la mano de obra inmigrante. A este respecto cabe recordar que durante 2005 el gobierno socialista presidido por José Luís Rodríguez Zapatero llevó a cabo un nuevo proceso de regulación de inmigrantes que pretendía resolver la situación ilegal de casi un millón de inmigrantes en el país. El principal requisito para la regularización consistía en contar con un contrato de trabajo, por lo que requirió la colaboración de sus empleadores. Varios cientos de miles de inmigrantes fueron regularizados, lo que se tradujo en un aumento considerable de cotizaciones a la Seguridad Social. El proceso contó con la oposición del Partido Popular, que previó un "efecto llamada", y también fue criticado por varios países de la Unión Europea como Francia, Alemania e Italia, algunos de los cuales antes habían realizado procesos similares reconociendo posteriormente su fracaso, como en el caso francés. En septiembre de 2005 se producen intentos de asalto por parte de oleadas de subsaharianos a las vallas que bordean la frontera de Melilla produciéndose situaciones de caos y la muerte de algunos por 90 disparos sin identificar. Las oleadas llegaron a ser unas 500 personas de cada vez y hacen que el número de personas que han intentado la entrada irregular a través de la valla de Melilla se cifre en 13.000 mientras se considera que otros 10.000 esperan en Marruecos para intentarlo. Tras estos asaltos, el grueso de la inmigración subsahariana se desvía a las Islas Canarias, a través de cayucos. Las situaciones trágicas se repetirían a lo largo de este periodo. Con respecto a la Unión Europea, cabe significar en este periodo las elecciones al Parlamento Europeo celebradas el 13 de junio de 2004 en las que participan, entre otros, los candidatos José Borrell (PSOE, en el PSE) y Jaime Mayor Oreja (PP, en el PPE). El PSOE consigue un 43,30% de los sufragios, dos puntos más que el PP (41,30%). La participación (45,94%) es la más baja de la historia reciente de España. El CIS pronosticaba una participación treinta puntos superior (76,6%). La participación ascendió al 45,14%, casi 17 puntos menos que en las elecciones de 1994, por lo que fueron las elecciones europeas con menor participación en España hasta la fecha. De los votos emitidos, el 0,98% fue nulo. De los válidos, el 0,61% fue en blanco. El número de votos a candidaturas fue de 15.417.268.2 Las elecciones al Parlamento Europeo de 2004 en España tuvieron lugar el 13 de junio de dicho año. La representación española se redujo a 54 eurodiputados (de acuerdo con el Tratado de Niza, la representación española se redujo a 50 eurodiputados; sin embargo, los 50 que en 2007 corresponderían a Rumania y Bulgaria se repartieron entre los países miembros en 2004, manteniéndolos durante toda la legislatura; a España le correspondieron cuatro). De acuerdo con lo dispuesto en la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (artículo 214), se mantiene 91 una única circunscripción electoral sin umbral electoral (porcentaje mínimo para ser adjudicatario de escaños; en las generales españolas es del 3%). A dichas elecciones se presentaron 31 candidaturas, de las que sólo cinco obtuvieron representación. La lista más votada fue, como en las anteriores elecciones generales, la del PSOE, quedando el Partido Popular en segundo lugar. Ambos partidos mejoraron sus resultados respecto a las anteriores elecciones europeas: el PSOE en ocho puntos y el PP en un punto y medio. Sin embargo, el PP fue la lista más votada en todas las comunidades autónomas españolas salvo Andalucía, Aragón, Asturias, Cataluña y Extremadura (donde lo fue el PSOE) y País Vasco (Galeusca - Pueblos de Europa). Izquierda Unida prosiguió su caída pasando del tercer al cuarto lugar. El bipartidismo se acentuó de nuevo, al sumar PP y PSOE el 84,67% de los votos, frente a los 75,07 de las anteriores elecciones europeas. Elecciones al Parlamento Europeo de 2004 9 Partido Cabeza de lista Votos 6.741.112 6.393.192 % 43,46 41,21 5,15 4,715 2,45 1,27 N/A Escaños +/25 24 2 2 1 0 0 +1 -3b -3c -2 -1e -2 -1 Partido Socialista Josep Borrell Obrero Española Partido Popularb Jaime Oreja Mayor Galeusca - Pueblos Ignasi Guardans 798.816 de Europa Izquierda Unidad Europa Pueblos de los Willy Meyer Bernat Joan Alejandro Rojas-Marcos 643.136 380.709 197.231 N/A Coalición Europea Euskal Herritarrok La relación de eurodiputados es asimismo otro elemento de 9 http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_al_Parlamento_Europeo_de_2004_(Espa%C3%B1a) 92 conocimiento por parte de la población dada su vinculación a los correspondientes partidos y organizaciones territoriales.10 Es importante hacer una referencia al proceso seguido por el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa que como hemos señalado había sido firmado en Roma el 29 de octubre de 10 Inés Ayala Sender (Partido Socialista Europeo); María del Pilar Ayuso González (Partido Popular Europeo); Maria Badia i Cutchet (Partido Socialista Europeo); Enrique Barón Crespo (Partido Socialista Europeo); Josep Borrell Fontelles (Partido Socialista Europeo); Carlos Carnero González (Partido Socialista Europeo); Pilar del Castillo Vera (Partido Popular Europeo); Alejandro Cercas (Partido Socialista Europeo); Agustín Díaz de Mera García Consuegra (Partido Popular Europeo); Rosa Díez González (Partido Socialista Europeo); Bárbara Dührkop Dührkop (Partido Socialista Europeo); Fernando Fernández Martín (Partido Popular Europeo); Carmen Fraga Estévez (Partido Popular Europeo); Gerardo Galeote (Partido Popular Europeo); José Manuel García-Margallo y Marfil (Partido Popular Europeo); Iratxe García Pérez (Partido Socialista Europeo); Salvador Garriga Polledo (Partido Popular Europeo); Luis de Grandes Pascual (Partido Popular Europeo); Martí Grau Segú (Partido Socialista Europeo); Ignasi Guardans CambóPartido Europeo Liberal Demócrata ReformistaCristina GutiérrezCortines (Partido Popular Europeo); David Hammerstein MintzPartido Verde EuropeoEsther Herranz García (Partido Popular Europeo); Luis Herrero-Tejedor (Partido Popular Europeo); Mikel Irujo AmezagaAlianza Libre EuropeaCarlos José Iturgaiz Angulo (Partido Popular Europeo); Antonio López-Istúriz White (Partido Popular Europeo); Migel Angel Martínez Martínez (Partido Socialista Europeo); Antonio Masip Hidalgo (Partido Socialista Europeo); Ana Mato Adrover (Partido Popular Europeo); Jaime Mayor Oreja (Partido Popular Europeo); Manuel Medina Ortega (Partido Socialista Europeo); Íñigo Méndez de Vigo (Partido Popular Europeo); Emilio Menéndez del Valle (Partido Socialista Europeo); Willy Meyer PleitePartido de la Izquierda EuropeaRosa Miguélez Ramos (Partido Socialista Europeo); Francisco José Millán Mon (Partido Popular Europeo); Cristóbal Montoro Romero (Partido Popular Europeo); Javier Moreno Sánchez (Partido Popular Europeo); Raimon Obiols i Germà (Partido Socialista Europeo); Josu Ortuondo LarreaPartido Europeo Liberal Demócrata ReformistaFrancisca Pleguezuelos Aguilar (Partido Socialista Europeo); José Javier Pomés Ruiz (Partido Popular Europeo); Teresa Riera Madurell (Partido Socialista Europeo); Raül Romeva i RuedaPartido Verde EuropeoLuisa Fernanda Rudi Ubeda (Partido Popular Europeo); José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra (Partido Popular Europeo); María Isabel Salinas García (Partido Socialista Europeo); Antolín Sánchez Presedo (Partido Socialista Europeo); María Sornosa Martínez (Partido Socialista Europeo); Elena Valenciano Martínez-Orozco (Partido Socialista Europeo); Daniel Varela Suanzes-Carpegna (Partido Popular Europeo); Alejo Vidal-Quadras (Partido Popular Europeo); Luis Yáñez-Barnuevo (Partido Socialista Europeo); 93 2004, momento a partir del cual se produciría la correspondiente ratificación por los Estados. El referéndum sobre el Tratado que establece una Constitución para Europa se celebró en España el 20 de febrero de 2005, para consultar a los ciudadanos si España debía ratificar dicha Constitución de la Unión Europea. El resultado sería una victoria del 'sí', con el 77% de los votos. La participación sería la más baja que se ha producido desde la llegada de la democracia en 1977. La pregunta que se hacía a los votantes era: ¿Aprueba usted el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa? El referéndum no era legalmente vinculante para el Gobierno, pero allanaría el camino de la ratificación parlamentaria. Tanto el Partido Socialista Obrero Español como el principal partido de la oposición, el Partido Popular, hicieron campaña en favor del 'sí'. Puede decirse que esta fue una de las cuestiones en las que excepcionalmente ambos partidos mayoritarios en España manifestaron estar de acuerdo, considerando que el desarrollo de la Unión Europea se plantearía como cuestión de Estado y alineándose el Partido Popular y el Partido Socialista a las tesis de los correspondientes partidos europeos en los que sus grupos quedarían integrados. A ellos se unieron el Partido Nacionalista Vasco (EAJ–PNV) el grupo nacionalista catalán Convèrgencia i Uniò (CiU), Coalición Canaria (CC),y Los Verdes (VERDES). Entre los partidos que pedían el voto para el 'no' estaban Izquierda Unida (IU), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), el Bloque Nacionalista Galego (BNG), la Chunta Aragonesista (CHA), y Eusko Alkartasuna. El 94 sindicato Confederación General del Trabajo pidió el 'no' y los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) pidieron el 'sí'. Por otro lado, también hubo denuncias hacia las campañas informativas del Gobierno, pues estas pedían indirectamente el voto afirmativo. En el caso del Gobierno de Canarias, el texto de la campaña oficial era el mismo que el de la campaña de Coalición Canaria, así como el locutor. El Tratado se votó con una cierta apatía y un cierto desconocimiento de sus contenidos. La victoria del sí era muy previsible y el interés de los políticos se centró en los datos de participación. Postura de las organizaciones políticas ante el referéndum Postura A favor En contra Voto blanco Abstención en Partido / Organización PSOE, PP, CiU, PNV, CC, Los Verdes, PAR, UGT, CCOO IU, PCPE, ERC, ICV, CHA, BNG, EA, Aralar, PCTV, PSM-EN, Els Verds CGT PASOC 95 El resultado del referéndum fue una aplastante victoria del 'sí'. En cambio, la participación fue tan sólo del 42%, la más baja desde la llegada de la democracia en 1977. Especialmente baja fue en Ceuta, Melilla, Baleares y Canarias. Referéndum sobre la Constitución Europea ¿Aprueba usted el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa? Datos Censo: 33.563.680 Votantes: 14.204.663 (42,32%) Abstención: 19.359.017 (57,68%) Válidos: 14.081.966 (99,14%) Votos nulos: 122.697 (0,86%) Postura Sí No Votos % 10.804.464 76,73 2.428.409 17,24 6,03 En blanco 849.093 En el ámbito europeo el referéndum español supuso la primera aprobación por referéndum de los Estados de la Unión Europea que posteriormente sería rechazado en Francia y en los Países Bajos. Como consecuencia de este rechazo se generaría un nuevo proceso para la 96 elaboración de un Tratado que daría finalmente lugar al Tratado de Lisboa, firmado por los representantes de todos los Estados miembros de la Unión Europea en Lisboa el 13 de diciembre de 2007. 1.10. El balance del periodo 1986-2006: 20 años de integración española en las Comunidades y en la Unión Europea En el año 2006 se cumplió la simbólica fecha de 20 años de la integración de España en la Unión Europea, realizándose un balance fundamentalmente reflejado en una publicación que llevaría el referido título “20 años de España en la Unión Europea (1986-2006)”11. Dicha publicación aparece dividida en tres partes: una primera dedicada a la modernización económica del país; una segunda centrada en los grandes cambios sociales y demográficos; y una tercera en la que se examinan las transformaciones políticas, tanto en el ámbito nacional como internacional, seleccionándose en cada uno de esos tres grandes apartados los veinte indicadores que mejor reflejan la magnitud e importancia de dichas transformaciones. Se destaca en dicho informe que España ha completado con éxito un proceso de modernización política, económica y social sin parangón en la historia gracias al cual ha pasado de la periferia menos desarrollada de Europa al centro más influyente de la política europea. Entre sus transformaciones se destaca que de ser un país con una renta situada en el 71% de la media europea, España casi ha alcanzado la renta media comunitaria en la Unión ampliada a veinticinco 11 Sonia Piedrafita, Federico Steinberg y José Ignacio Torreblanca, “20 años de España en la Unión Europea (1986-2006)”, Real Instituto Elcano y Parlamento Europeo – Oficina en España (2006). 97 miembros; de ser un país receptor de fondos europeos, España está ya cerca de ser un contribuyente neto; de ser un país receptor de inversión extranjera directa, ha pasado a ser un país con una posición global muy prominente y grandes empresas multinacionales. Como resultado, tras haber prácticamente equiparado sus tasas de empleo, inflación, tipos de interés y deuda a las de sus socios europeos y haber saneado sus cuentas públicas, se indica que España pasó a ser la octava economía del mundo, además de una de las más abiertas y dinámicas de Europa y un miembro ejemplar de la zona euro. Sobretodo se destaca en el informe que en el ámbito social y demográfico, España ha experimentado un proceso acelerado de modernización y que el aumento sostenido del gasto social, así como de la inversión pública en salud y educación han consolidado el Estado de Bienestar en unas cotas inéditas en la historia de España. Como resultado se manifiesta que los españoles y españolas disfrutan de una altísima calidad de vida, con una esperanza de vida que se sitúa entre las más altas del mundo. Los últimos veinte años han sido también testigos de una masiva (aunque incompleta todavía) incorporación de la mujer al mercado de trabajo. Además, en un breve lapso de tiempo, España ha pasado de ser un país de emigrantes a tener más de tres millones setecientos mil extranjeros empadronados. Por último los nuevos niveles de renta y bienestar de la sociedad española se han plasmado en un aumento sostenido del consumo de bienes culturales, así como del compromiso medioambiental de los españoles. El colofón de este informe ofrece una serie de referencias que 98 afectan directamente a nuestro interés al reflejarse una serie de datos que muestran la notable solidez del sentimiento de identificación y apoyo al proceso de integración europea en España y hasta qué punto los españoles han desarrollado nuevas actitudes y valores en relación con la política, valores que pone de manifiesto una cultura política democrática muy afianzada, una enorme satisfacción con el proceso de descentralización y, también, la emergencia de una intensísima corriente de solidaridad internacional. La consecuencia de este importante desarrollo pone de relieve que España, tradicionalmente ausente del escenario internacional, ha logrado situarse en la primera fila de los países más comprometidos con el desarrollo, la paz y la seguridad internacionales. La pujanza de su cultura y de su lengua, sumado a unos valores que reflejan un compromiso activo de los españoles y las españolas con un mundo más abierto, más equitativo y más democrático, plantean un horizonte radicalmente distinto al de la España introvertida y aislada del pasado. Por encima de estas manifestaciones, propias de una celebración sin duda más que justificada de la importancia que para entonces había supuesto este proceso español de integración europea, quedan en el citado informe una serie de referencias enormemente expresivas, de las realizamos una selección fundamentalmente en temas económicos, sociales y culturales que nos permiten constatar aquella importante dimensión alcanzada por la integración española en la Unión Europea y que integramos tal como aparece en la referida publicación. Algunos indicadores económicos: 99 Crecimiento y riqueza: El producto interior bruto (PIB) por habitante (medido en Paridad del Poder de Compra en euros de 2005) se ha incrementado de forma muy considerable durante el periodo 1985-2005. Desde un nivel inferior a los 8.000 euros por habitante antes de la entrada en la UE, se ha pasado a más de 23.000 euros por habitante en 2005, un 99% de la renta media de la UE ampliada. Durante sus 20 años de pertenencia a la UE, la economía española ha acumulado un crecimiento total del PIB de 17 puntos porcentuales por encima del crecimiento medio europeo (España ha crecido un 64,6% acumulado y la UE–15 un 47,9%). De hecho, el PIB de la UE–15 solamente ha crecido a una tasa mayor que el español durante la recesión de 19921994, que fue más larga y acusada en España que en la UE. Por otra parte, la importancia de la economía española en el conjunto de la UE 100 (UE–15) se ha incrementado desde el 8% en 1985 hasta el 9,7% en 2005. En definitiva, la economía española, con un PIB de más de 930.000 millones de euros en 2005, se ha consolidado como la octava economía del mundo y una de las más dinámicas de Europa. Convergencia en renta: España ha logrado una importantísima convergencia real en su renta por habitante respecto a la media de la UE, pasando del 71% de la renta media de la UE-15 en 1985 a más del 90% en 2005. Por tanto, en 20 años la distancia con Europa en términos de renta se ha acortado prácticamente en 20 puntos. Los periodos de mayor convergencia corresponden a 19851990 (los primeros años de pertenencia a la UE) y a1 1997-2005 (coincidiendo con la incorporación de España a la Unión Económica y Monetaria). La incorporación en 2004 de 10 nuevos miembros a la UE (todos ellos con rentas inferiores a la española) ha significado un nuevo impulso para la convergencia de España con la UE al situar el PIB por habitante de España en el 99,2% de la media de la UE – 25 (lo que se 101 conoce como “efecto estadístico” de la ampliación). En el plano regional también se aprecia un fuerte proceso de convergencia en virtud del cual varias Comunidades Autónomas se han situado por encima de la media de la UE – 15 en términos de renta. Asimismo, hay que destacar que a lo largo del periodo 19852005 se ha producido una significativa reducción de la dispersión de la renta por habitante de las distintas Comunidades Autónomas con respecto a la media española, lo que implica una disminución de las desigualdades entre regiones. Relaciones financieras entre España y la UE: Desde 1986, España ha recibido un total de 78.131 millones de euros a precios corrientes de la UE en términos netos (aportaciones menos recepciones). Esto representa aproximadamente el 0,8% del PIB español cada año (si se mide en euros de 2004, la cifra neta total asciende a 93.350 millones en euros). 102 Estas transferencias han sido fundamentales para transformar la economía española, ya que han permitido financiar un gran número infraestructuras y proyectos de cohesión social y regional que han complementado al importante esfuerzo de modernización y construcción del Estado del Bienestar que han llevado a cabo los distintos gobiernos. De hecho, España es junto a Irlanda el país que ha utilizado con mayor efectividad las transferencias europeas. Sin embargo, desde 2007 España deberá hacer frente a una importante reducción de estos fondos, que tendrán como destino principal a los países de la ampliación, que son significativamente más pobres que los Estados miembros de la UE-15. De hecho según las perspectivas financieras acordadas para el periodo 2007-2013, España pasará a ser contribuyente neto al presupuesto comunitario en 2010. Mantener tan altas tasas de crecimiento sin las transferencias de la UE es por tanto uno de los mayores retos a los que España se enfrentará en el futuro. Lo que no era previsto entonces era la coincidencia entre la importante reducción de fondos y la crisis financiera y consecuentemente económica, global, que impactaría en el escenario europeo afectando gravemente a algunos países, y entre ellos a España. Desempleo: En 1985, la tasa de desempleo en España se aproximaba al 18% y casi doblaba a la europea. Veinte años después dicha tasa había caído hasta el 10,3% (8,7% según los datos de la Encuesta de Población Activa, que utilizan una metodología diferente a la de Eurostat), lo que dejaba la tasa de desempleo español a un nivel muy cercano al de la UE – 15. Sin embargo, la reducción del desempleo no ha sido lineal ni ha seguido la misma pauta en todas las 103 Comunidades Autónomas. Tras caer hasta el 13% en 1990-1991, alcanzó su máximo (20%) en 1994, para después reducirse en casi 10 puntos en 10 años. De hecho, desde 1997, la tasa de creación de empleo en España ha sido en media del 3,6% anual, el triple que la de la UE – 15. Desde el punto de vista regional, todavía existen importantes disparidades: Andalucía y Extremadura tienen tasas de paro cercanas al 15% mientras que Aragón, Navarra, La Rioja, el País Vasco, Cataluña y Madrid se aproximan al pleno empleo. Estas diferencias no sólo dependen de los distintos niveles de crecimiento económico, sino que se explican en gran medida por la poca movilidad geográfica de los trabajadores españoles. Además, aunque la tasa de desempleo femenino (11,6%) continúa siendo más de 5 puntos superior a la masculina (6,6%), España no se encuentra lejos del pleno empleo masculino. El referido informe manifiesta que gracias al dinamismo de la economía y a las reformas del mercado laboral, España ha logrado dejar de ser el país de la UE con mayor tasa de desempleo y menor nivel de actividad. Podemos anticipar en este aspecto también como el proceso derivado de la crisis financiera y económica realizaría el efecto contrario, volviéndose a la situación anterior en tan solo un periodo de cuatro años. 104 Apertura comercial: Se argumenta que en las cuatro últimas décadas, la economía española ha experimentado un espectacular proceso de apertura, multiplicándose por más de seis el peso de las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios sobre el PIB. La integración de España en la Unión Europea, en sus diferentes fases y modalidades, ha sido el motor de este proceso. Por un lado, los flujos de comercio de España se vieron impulsados tanto por la apertura económica que siguió al Plan de Estabilización en 1959 como con la firma del acuerdo con el Mercado Común en 1970. Posteriormente, en 1986, a raíz de la adhesión de España, estos flujos registraron un nuevo aumento, alcanzándose el punto máximo de apertura económica en el año 2000. En 2005, más del 70% del comercio exterior español tenía lugar con países de la UE y se 105 concentraba en un reducido número de países (Alemania, Francia, Italia, Portugal y Reino Unido). Aunque las exportaciones han crecido todos los años, su peso sobre el PIB se redujo tras la entrada de España en la UE puesto que el PIB creció a una tasa aún mayor que las exportaciones. Con las devaluaciones de la peseta entre 1992 y 1994 las exportaciones aumentaron, alcanzando el 30% del PIB en 2000. Sin embargo, la relación exportaciones/PIB todavía continúa siendo 10 puntos mayor en la UE que en España, lo que muestra que una de las asignaturas pendientes de la economía española es mejorar la competitividad precio de los bienes y servicios que vende al exterior. El otro gran reto consiste en diversificar geográficamente las exportaciones, aumentando aquellas hacia países extracomunitarios, principalmente Estados Unidos y las economías asiáticas. 106 Inversiones directas: Otra de las características de la apertura económica española ha sido la internacionalización de sus empresas, así como la capacidad de su economía para atraer inversiones exteriores. Hasta 1996, las entradas de inversión extranjera directa en España superaron a las salidas de inversión española en el exterior, especialmente durante el periodo 1986-1992, en que la entrada de España en la UE llevó a que las inversiones directas extrajeras en España alcanzaran el 1,5% del PIB español y más del 6% de la inversión nacional. Asimismo, entre 1998 y 2002 se produjo una segunda oleada en cuanto a la inversión extranjera en España (fruto de la reducción del riesgo derivado del acceso de España a la Unión Económica y Monetaria), con lo que las inversiones extranjeras alcanzaron en promedio el 4% del PIB español y el 16% de la inversión nacional total. Pero fue a partir de 1997 cuando la inversión directa española en el exterior superó a la inversión directa exterior en España, es decir, cuando se aceleró el proceso de internacionalización de las empresas españolas. Tras las privatizaciones de las grandes empresas públicas españolas, se produjo un enorme esfuerzo inversor de empresas españolas en el exterior, que alcanzó su máximo en el año 2000, cuando la inversión directa extranjera fue de 59.344 millones de euros (casi el 10% del PIB). La mayoría de estas inversiones ha tenido como destino América Latina (y en menor medida la UE). A lo largo de este periodo España pasó de tener 5 empresas entre las 500 más grandes del mundo (por ingresos) en 1998 a tener 8 en 2005, según el Ranking Global 500 elaborado por la revista Fortune. 107 Cuentas públicas: Los años de pertenencia de España a la UE se han superpuesto parcialmente con el periodo en el que se han modernizado las infraestructuras y se ha consolidado el Estado del Bienestar en España. La provisión de estos bienes públicos ha necesitado de una importante financiación pública. Por ello el nivel de deuda pública bruta consolidada creció en 26 puntos del PIB entre 1985 y 1996, hasta situarse en el 68% del PIB en 1996, muy cerca de la media de la UE 15. 108 Asimismo, el déficit público, tras bajar del 6,2% del PIB en 1985 al 4% del PIB en 1992, volvió a elevarse hasta acercarse al 7% del PIB en el periodo 1993-1995. Sin embargo, desde entonces, la economía española ha hecho un formidable esfuerzo de equilibrio de las cuentas públicas para cumplir con los criterios de convergencia establecidos en el Tratado de la Unión Europea (Maastricht) y acceder en igualdad de condiciones a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. Este esfuerzo se ha plasmado en la consecución del objetivo de déficit cero en 2003 (tres puntos por debajo de lo establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE) y a reducir su nivel de deuda pública hasta el 46% del PIB, casi 20 puntos por debajo de la media de la UE – 15. Dicha reducción de deuda ha permitido abaratar tanto el coste de financiación de la economía española como la carga de pago de intereses de la deuda pública, lo que ha permitido liberar recursos públicos para otro tipo de 109 inversiones. Kilómetros de autopistas: Uno de los ejes de la modernización de la economía española ha sido la mejora de las infraestructuras de transporte, que ha permitido mejorar las comunicaciones, reducir los costes de transporte y abaratar los precios de los bienes y servicios. Gracias a la inversión pública y a los fondos provenientes de la UE, el número de kilómetros de autopistas y autovías se ha multiplicado por 5 en los últimos veinte años. Ha pasado de 2.000 kilómetros en 1985 hasta casi 10.000 en 2002. Este incremento ha supuesto que el porcentaje de autopistas y autovías sobre el total de carreteras haya pasado del 1% en 1985 al 6% en 2002. Turismo: El turismo ha sido desde los años sesenta uno de los sectores clave de la economía española. Ya en 1978, representaba el 9% del PIB y en 2005 generaba aproximadamente el 12% del PIB y el 110 10% del empleo. Además, históricamente ha permitido equilibrar parcialmente la balanza de pagos por cuenta corriente, que en España es estructuralmente deficitaria. El número total de turistas (intra y extra comunitarios) se ha doblado desde que España entró en la UE, pasando de 33 a 66 millones anuales. Esto ha permitido que España se consolide como el segundo destino turístico del mundo por detrás de Francia. Los datos desagregados por Comunidades Autónomas muestran un aumento sostenido del número de turistas en todas las regiones, destacando los destinos de Andalucía, Cataluña, las Islas Baleares, Madrid, la Comunidad Valenciana, y las Islas Canarias. Asimismo, los ingresos por turismo ascendieron en 2005 a 46.000 millones de euros. A pesar de estos excelentes resultados, el reto para España consiste en complementar el modelo turístico de “sol y playa” con otros que proporciones mayores ingresos (ya que durante los últimos años se ha observado una disminución del ingreso medio por turista) y estén basados en una oferta más diversificada de ocio y actividades culturales y deportivas. 111 Necesidad de financiación del exterior: El déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos es uno de los problemas estructurales de la economía española, lo que implica que España ha tenido prácticamente todos los años necesidad de financiación del exterior. Como cada punto porcentual de aumento de la demanda interna está asociado con un aumento de 3 puntos en las importaciones, los periodos de crecimiento de la economía española están asociados con un aumento del déficit por cuenta corriente, a pesar de que el turismo permite obtener un superávit de la balanza de servicios. De hecho, en los últimos veinte años, tan sólo se ha obtenido superávit (capacidad de financiación exterior) en 1985-1986 y en 1996-1997, cuando las devaluaciones de la peseta han permitido aumentar las exportaciones (reduciendo su precio en moneda extranjera) y reducir las 112 importaciones (encareciéndolas en moneda nacional). En los últimos años, el crecimiento de la economía española, la imposibilidad de la devaluar la moneda tras la entrada en el euro y la pérdida de competitividad de las exportaciones españolas ha llevado al déficit por cuenta corriente hasta niveles históricamente muy elevados, cerca del 6% del PIB. La pertenencia al euro y la capacidad de la economía española para financiarse en el exterior hacen que esta cifra de déficit no sea preocupante a corto plazo, pero si exige políticas para aumentar la competitividad de las exportaciones. Estructura de la población: El crecimiento de la población española ha ido acompañado de cambios sustanciales en su estructura, debido fundamentalmente a dos procesos que han tenido lugar de manera simultánea. Por una parte, se ha producido un declive sin 113 precedentes en la fecundidad, que comenzó en la mitad de los años setenta y que culminó y se estabilizó en la mitad de la década de los noventa. Por otra parte, la esperanza de vida ha continuado aumentando de manera sustancial y continuada, especialmente entre las mujeres. De esta manera, la base piramidal se ha estrechado considerablemente, mientras que se ensanchaba el pico de la misma, que representa a la población de mayor edad. El reciente aumento de la inmigración ha implicado un ligero aumento en la fecundidad española, pero esta contribución apenas puede apreciarse en la forma de la pirámide de la población española, que tiende a perder, como en otros países desarrollados, su forma piramidal y a parecerse cada vez más a un árbol. 114 Movimientos migratorios: Muchos de los cambios demográficos de la sociedad española están íntimamente relacionados con la evolución de los movimientos migratorios a partir de la adhesión de España a la UE. El saldo neto migratorio recoge la diferencia entre inmigrantes y emigrantes de un país por cada 1.000 habitantes. A comienzos de la década de los noventa, Portugal, Italia y España eran los países de la OCDE que presentaban saldos netos menores, siendo el país receptor por excelencia Alemania. Esta tendencia se ha invertido con el cambio de siglo de tal manera que España se ha convertido en el país de la OCDE con el saldo neto migratorio más elevado. La causa del mismo responde a la conjunción de dos fenómenos: el retorno de emigrantes y el aumento de la 115 inmigración. En el breve lapso de una década, la población extranjera por cada 100.000 habitantes ha pasado de ser inferior a cien a superar el millar. Las Comunidades Autónomas que han experimentado un mayor incremento de la población extranjera en relación con sus poblaciones totales respectivas han sido Madrid, Valencia, Murcia y La Rioja. Las cifras más bajas se registran en Ceuta, Melilla, Navarra, y Extremadura. Paralelamente a estas consideraciones de carácter económico y social, cabe valorar a través del referido informe, el sentimiento de pertenencia y apoyo de los españoles al proceso de integración europea durante el referido periodo. A tal efecto hemos recogido algunas de las estimaciones ofrecidas en dicha publicación. El apoyo al proceso de integración: Prueba de hasta qué punto 116 el proyecto europeo y el proyecto nacional han constituido dos caras de la misma moneda, el apoyo de los españoles al proceso de integración europeo se ha encontrado siempre entre los más altos de la Unión. Con la salvedad de los años 1993-1994, caracterizados por una difícil situación económica en toda Europa, el europeísmo ha sido en España siempre superior a la media europea. Destacan especialmente los años inmediatamente posteriores a la adhesión, pero también, y de forma muy significativa, el periodo que arranca en 1998, coincidiendo con el acceso de España a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. La solidez del apoyo al proceso de integración es tal que, durante los años inmediatamente posteriores a la adhesión, los españoles apoyaban el proceso de integración aún cuando una muy exigua minoría (apenas el 9%) considerara que el proceso estaba siendo beneficioso económicamente para España. Posteriormente, con el paso del tiempo, los ciudadanos han comenzado a visualizar claramente los beneficios de la integración hasta tal punto que hoy, es abrumadora la mayoría (64%) que considera que España se beneficia de la integración europea (lo que sitúa a España veintidós puntos por encima de la media europea). En paralelo, el apoyo al proceso de integración es hoy dieciséis puntos superior a la media europea, un dato que no sólo representa el máximo histórico en estos últimos veinte años, sino que sitúa a España muy por encima de socios clave como Alemania, Francia, Italia o el Reino Unido. El sentimiento europeo: Por razones que tienen ver tanto con nuestra reciente historia como con los muy visibles beneficios que ha generado el proceso de integración europeo, la identificación de los 117 españoles con Europa es muy elevada. Mientras que en otros Estados miembros de la Unión la identidad europea es débil o precaria, en España casi el 65% de la población muestra sentimientos de identificación con Europa, lo que la sitúa diez puntos por encima de la media europea (UE-15). Sin duda alguna, la exitosa integración de España en la Unión ha contribuido a reforzar este sentimiento, y los años de bonanza económica engruesan especialmente las filas de los europeístas. La participación de España en el euro, en concreto, ha tenido un efecto ciertamente espectacular, ya que es precisamente en los años 1999-2000 cuando se alcanza el máximo histórico de identificación con Europa (76%). Todo ello confirma la idea de que la identidad europea, 118 imprescindible a la hora de sustentar el proyecto de integración, se nutre tanto de experiencias históricas y valores como de los beneficios tangibles que genera el proceso de integración. En los dos últimos años, sin embargo, coincidiendo con la crisis generada en torno al proceso de negociación y ratificación del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, los sentimientos de identificación con Europa han retrocedido ligeramente en España, de tal manera que, en la Unión a Veinticinco, la identidad europea de los españoles se sitúa prácticamente en el 60%, levemente por encima de la media. Confianza en las instituciones europeas: La confianza de los españoles en las instituciones europeas se encuentra entre las más elevadas de la Unión. Partiendo de un nivel equiparable al existente en 119 el resto de Estados miembros, la confianza en las instituciones europeas ha crecido de forma sostenida desde los años noventa hasta la fecha. Este incremento es especialmente significativo en lo referente al Parlamento Europeo, que ha ganado prácticamente el doble de confianza que el Consejo o la Comisión Europea. El refuerzo de la confianza de los españoles en las instituciones europeas destaca, además, por cuanto ha tenido lugar a la par que retrocedía la del resto de ciudadanos europeos en las tres instituciones más visibles de la Unión. Igualmente, merece la pena destacar que, según datos del Eurobarómetro 63 (primavera 2005), el 76 % de los españoles considera que el Parlamento Europeo juega un papel importante en la Unión, seguido, en orden de importancia, por la Comisión Europea (69%), el Banco Central Europeo (68%), el 120 Tribunal de Justicia (67%) y, finalmente, el Consejo de la Unión (66%). Movimientos migratorios: Muchos de los cambios demográficos de la sociedad española están íntimamente relacionados con la evolución de los movimientos migratorios a partir de la adhesión de España a la UE. El saldo neto migratorio recoge la diferencia entre inmigrantes y emigrantes de un país por cada 1.000 habitantes. A comienzos de la década de los noventa, Portugal, Italia y España eran los países de la OCDE que presentaban saldos netos menores, siendo el país receptor por excelencia Alemania. Esta tendencia se ha invertido con el cambio de siglo de tal manera que España se ha convertido en el país de la OCDE con el saldo neto migratorio más elevado. La causa del mismo responde a la conjunción de dos fenómenos: el retorno de emigrantes y el aumento de la inmigración. En el breve lapso de una década, la población extranjera por cada 100.000 habitantes ha pasado de ser inferior a cien a superar el millar. Las Comunidades Autónomas que han experimentado un mayor incremento de la población extranjera en relación con sus poblaciones totales respectivas han sido Madrid, Valencia, Murcia y La Rioja. Las cifras más bajas se registran en Ceuta, Melilla, Navarra, y Extremadura. El papel de la Unión en el mundo: En la Unión Europea, el apoyo a la política exterior y de seguridad común (PESC) es muy amplio, con valores situados entorno al 66% para la UE15 y 75% para los diez nuevos miembros. Este apoyo es aún más amplio en lo referente a la política de seguridad y defensa, con valores del orden del 75% para la UE-15 y de 85% en los diez nuevos miembros 121 (Eurobarómetro 63, primavera 2005). Por lo que respecta a España, prueba y, a la vez, consecuencia de los altos niveles de satisfacción e identificación con Europa que muestran los españoles, éstos muestran una preferencia cada vez más clara por otorgar a la Unión Europea competencias sustantivas en materia de política exterior, seguridad y defensa. Si en 1989 sólo el 58% de los españoles creían que la política exterior debía decidirse conjuntamente con la CE, en otoño de 2001 este porcentaje había ascendido hasta el 77%, 6 puntos por encima de la media europea (Eurobarómetros 32 y 56). Del mismo modo, el porcentaje de españoles que apostaban porque la política de defensa se decidiera conjuntamente con la CE 122 ascendió del 38 al 51% en el período que va desde 1994 a 2001 (Eurobarómetros 41 Y 56). En los gráficos se observa como el apoyo tanto a la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) como a la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) no sólo ha crecido sostenidamente en los últimos años en España, sino a ritmos más acelerados que los observados en otros Estados miembros, lo que ha llevado el apoyo a la PESC y a la PESD a cotas de apoyo del 69 y 70%, respectivamente. Podemos por tanto cerrar este balance con motivo de los veinte años de la integración de una manera enormemente positiva, pero como veremos, las circunstancias habrían de cambiar rápida y dramáticamente. 1.11. España en la Unión Europea en el periodo 2007 a 2010. Hemos de considerar dentro del proceso político español como de acuerdo a lo establecido por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG),1 el 27 de mayo de 2007 (cuarto domingo de mayo), se celebrarían en España elecciones municipales para la elección de concejales y alcaldes así como elecciones autonómicas. De acuerdo con la normativa europea, además de los españoles, pudieron votar en estas elecciones los ciudadanos de Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa y Suecia que residan en España; según datos de la Secretaría de Estado de Inmigración, estos ciudadanos sumaban 123 619.341 en junio de 2006. A esta lista también hay que añadirle los ciudadanos de Bulgaria y Rumania que entraron a formar parte de la UE el 1 de enero de 2007. Fue en el año 2007 cuando se llegó finalmente a la conclusión del nuevo Tratado, el Tratado de Lisboa que sustituye a la Constitución para Europa tras el fracasado tratado constitucional de 2004 y permitiría que la UE adquiriera personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario. El borrador propuesto por la Presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea el 19 de mayo de 2007 incluyó la "esencia de la Constitución". La propuesta fue presentada tras las reuniones de trabajo entre la presidencia y los delegados de los veintisiete estados miembros durante el primer semestre del año. Se decidió abandonar el formato del 'Tratado constitucional' e impulsar en su lugar un Tratado clásico que introduzca enmiendas en los dos Tratados actualmente en vigor, Tratado de la Unión Europea y el Tratado de la Comunidad Europea que pasaría a llamarse Tratado sobre el Funcionamiento de la Unión. El Gobierno de Rodríguez Zapatero participó a la creación del Tratado de Lisboa en 2007. El documento fue diseñado para mejorar el funcionamiento de la Unión mediante la modificación del Tratado de la Unión Europea y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. Las reformas más importantes que introduce el Tratado son la reducción de las posibilidades de estancamiento en el Consejo de la Unión Europea, un Parlamento Europeo con mayor peso, la reducción del número de miembros de la Comisión Europea, la eliminación de los tres pilares de la Unión Europea, y la creación de las figuras de Presidente del Consejo Europeo y Alto Representante de la Unión 124 para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad para dotar de una mayor coherencia y continuidad a las políticas de la UE. Una de las principales consecuencias que durante el año 2008 tuvo la crisis económica sobre la economía española es un fuerte crecimiento del desempleo. Solo durante el 2008 un gran número de empresas presentaron expedientes de regulación de empleo (EREs), entre otras, Bridgestone, Burberry, Delphi, Iveco, Marina d'Or, Nissan, Ono, Opel, Pirelli, Porcelanas Lladró y Arte y Porcelanas, Renault, Roca, Ryanair,Seat, Sony España, Torras Papel, T-Systems Iberia y Telefónica Móviles. Este proceso continuaría incrementándose a lo largo de los años 2009 y 2010 multiplicándose los ERES en un importante número de empresas en España. El sector de la construcción fue de los más perjudicados por la crisis debido al fin del boom inmobiliario y a la posterior caída de las ventas. Durante 2008 numerosas empresas constructoras presentaron suspensión de pagos entre las que destacan: Martinsa-Fadesa con un 125 pasivo de 4.000 millones de euros, es la mayor suspensión de pagos de la historia de España, Hábitat (2.300 millones), SEOP, Grupo Contsa y San José entre otras. Hasta tanto no se produzca la reestructuración de las cajas de ahorro no se podrá afrontar la reducción drástica del stock de viviendas. De los 470 000 millones que le adeuda el ladrillo, 90 000 corresponden a suelo. Aguirre Newman cifra el stock en 1,5 millones de viviendas, 612 512 de recién terminadas; 384 050 en construcción y 520 330 usadas en venta o alquiler, cinco veces más de lo demandado. En contrapartida se contabilizan 21 fondos oportunistas dispuestos a invertir 8 500 millones de euros en tres años. Hay una discusión latente sobre las razones de que el paro haya aumentado mucho más en España: incremento de la población activa o excesiva rigidez laboral. Otros buscan las causas del crash financiero en los salarios de los altos ejecutivos o la ausencia de eficacia de los organismos reguladores. 126 Otras consecuencias de la crisis están producidas por la reducción dramática del saldo de la balanza de bienes. Esta reducción del déficit de la balanza de bienes está causada por la baja demanda de la economía española y por el hecho de que las economías de nuestros socios comerciales, han empezado a crecer aunque con moderación. Asimismo debe considerarse el estancamiento del superávit de la balanza de servicios causado por el parón del sector turístico y avance continuado del déficit de la balanza de rentas impulsado por el crecimiento de los pagos de intereses de la deuda externa española que continua creciendo de la mano de los déficits de balanza corriente. Es casi seguro que en el tercer trimestre el déficit de balanza de rentas sobrepase el déficit de la balanza de bienes. Un desarrollo cuanto menos inquietante que no se producía desde los años 1994 a 1999 en que ambas balanzas tenían déficits muy pequeños. Ahora se reproduce este fenómeno con déficits enormes en ambas balanzas. La balanza de rentas presentaría en el segundo trimestre de 2009 un valor inferior al del primero por un valor totalmente atípico de abril (500 millones de déficit, frente a lo esperado, 2000 a 3000 millones) que el Banco de España nunca explicó. Los efectos de la crisis económica también han tenido un fuerte impacto en el sistema financiero español. Los impagos de numerosas empresas y particulares junto a la mala gestión han llevado a la intervención de algunas entidades financieras por parte del Estado. 127 Aunque antes de la crisis financiera que comenzó en 2008 el sistema bancario español gozaba de un nivel de solvencia aceptable, las entidades financieras comenzaron enseguida a sentir su impacto. Las primeras acciones del gobierno español, enmarcadas dentro del llamado Plan de Acción Concertada de los Países de la Zona Euro, fueron, principalmente, tres: Autorizar el otorgamiento de avales del Estado a las operaciones de financiación realizadas por entidades de crédito; Autorizar la adquisición de títulos emitidos por las entidades de crédito, incluyendo participaciones preferentes y cuotas participativas creando para tal fin el Fondo de Adquisición de Activos Financieros, (FAAF), de forma temporal hasta diciembre de 2009; Incrementar el importe máximo garantizado por los distintos fondos de garantía de depósitos. Sin embargo, a finales de junio de 2009, ante la magnitud de los problemas a los que se enfrentaba el sistema financiero, el gobierno español, mediante el Real Decreto-ley 9/2009, establecería con carácter preventivo las bases para posibles reorganizaciones y reestructuraciones de entidades de crédito (bancos, cajas y cooperativas de crédito), especialmente las de mediano y pequeño tamaño, que pudieran ver comprometida su viabilidad futura. Para ello creó el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Este fondo introduce como novedad frente a las medidas anteriores, la exigencia de que las entidades deben reestructurarse (entendiéndose en muchos casos como fusionarse con otras de mayor solvencia) para poder acceder a dichos fondos. El Banco de España manifestaría públicamente el objetivo que persigue este fondo: que se produzca una ronda de fusiones bancarias y, especialmente, entre cajas de ahorros para que en unos 18 meses las 45 cajas existentes se reduzcan a veinte sin necesidad de intervenir 128 ninguna y de forma que las entidades que queden dispongan de unos activos superiores a 50.000 millones de euros. Siguiendo este proceso, a lo largo del año 2010 se establecería una actuación del FROB sobre el proceso de integraciones de cajas de ahorro tal como se constata en el resumen que ofrecemos: Evidentemente la crisis financiera y la consecuente crisis 129 económica española actuarían de forma decisiva en la opinión pública, fundamentalmente en lo referente a su sintonía con el Gobierno y al entendimiento de la capacidad de la Unión Europea a la hora de plantearse la salida de la crisis. En este sentido ha de tenerse en cuenta el problema de la deuda soberana. Tanto el Gobierno como el Banco de España consideran que las necesidades de capital del sistema financiero español ascienden a no más de 20,000 millones de euros en el marco de la actual recapitalización del sector, que demanda unos niveles de solvencia mayores. Pero desde otras instancias las estimaciones de necesidades de capital del Gobierno para la banca española suponían unos 35,000 millones de euros si se sumaban los 11,600 millones de euros ya comprometidos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Por su parte el Gobierno plantearía el objetivo de una reducción del déficit fiscal en el 2010 de hasta el 9.3 por ciento del PIB, pero la cifra final divulgada recientemente por el Ministerio de Economía y Hacienda fue del 9.24%. España cerraría el 2009 con un déficit presupuestario del 11.1%. En este marco de crisis se producirían las elecciones celebradas el día 7 junio 2009 para Parlamento Europeo en las que los ciudadanos de la Unión Europea elegirían a los representantes que tendrían para la legislatura que comprendería los años 2009 hasta el 2014. En estas elecciones los eurodiputados se eligieron en cada Estado miembro de una forma separada, estando la presentación de candidatos reservados a los partidos políticos nacionales, aunque en este caso los partidos políticos de diferentes estados miembros que comparten una misma ideología política suelen coordinarse y aliarse 130 para formar los partidos políticos a escala europea. En el momento que tuvieron lugar estas elecciones al Parlamento Europeo estaba vigente la normativa sobre el Tratado de Niza, en relación al número de eurodiputados que tendrían que elegirse, que serían un total de 736. En ese momento, se planteó que si se ratificaba el tratado de Lisboa aprobado frugal en el año 2007 se tendré que aumentar el número de escaños para la Eurocámara, hasta un total de 751 representantes. Finalmente estas elecciones celebradas para Parlamento Europeo tuvieron el siguiente reparto de los escaños entre las principales fuerzas políticas de la Unión Europea. Así el partido político que mayor representación tendrá en la Eurocámara fue el Grupo Popular que tendrá 263 escaños; a continuación le siguen el Grupo Socialista con 161 escaños; los No Inscritos con 93 escaños; el Grupo de la Alianza de los Demócratas con 80 escaños; Los Verdes con 52 escaños; Grupo Unión la Europa de las Naciones con 35 escaños; El Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea con 33 escaños; y los Independientes con 19 escaños. Elecciones al Parlamento Europeo de 2009 12 Cabeza de lista Partido Popular Jaime Mayor Oreja López Partido Socialista Obrero Juan Fernando Aguilar Español Coalición por Europa La Izquierda Unión, Progreso Democracia y Ramon Tremosa Willy Meyer Francisco Sosa Wagner Votos % Escaños +/-1 -4 =a = +1 =b 6.670.232 42,72 23 6.141.784 39,33 21 808.246 588.248 451.866 394.938 5,18 2 3,77 2 2,89 1 2,53 1 Europa de los Pueblos - Oriol Junqueras 12 http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_al_Parlamento_Europeo_de_2009_(Espa% C3%B1a)#Resultados 131 Verdes Iniciativa InternacionalistaLa solidaridad entre los Alfonso Sastre pueblos Los Verdes-Grupo Europeo Verde Kristien Lesage 178.121 1,14 0 0,57 0 0,27 0 0,16 0 0,15 0 0,13 0 0,13 0 0,10 0 0,09 0 0,08 0 0,07 0 0,06 0 0,06 0 0,06 0 0,06 0 0,05 0 0,05 0 0,04 0 0,04 0 0,04 0 0,04 0 0,04 0 0,03 0 0,03 0 0,03 0 0,02 0 0,02 0 = 89.147 41.913 24.507 22.903 19.880 19.583 15.221 13.993 12.344 10.456 10.144 10.031 9.950 9.721 7.970 7.547 7.009 6.072 = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = Partido Antitaurino Contra el Marta Jimeno Maltrato Animal Por un Mundo más Justo Libertas-Ciudadanos España Izquierda Anticapitalista Alternativa Española de Ramiro Viñuales Miguel Durán Esther Vivas Rafael López-Diéguez Partido Comunista de los Carmelo Suárez Pueblos de España Partido Socialista Andalucía Partido Obrero Internacionalista de Socialista Partido Familia y Vida Centro Democrático y Social Falange JONS Española de las Democracia Nacional Iniciativa Feminista Frente Nacional Partit Republicà Català Partido Humanista de España Unió Valenciana Movimiento Republicano Social 6.009 5.877 5.733 5.165 5.007 4.767 Solidaridad y Autogestión Internacionalista Centro Democrático Liberal Falange Auténtica Extremadura Unida PREPAL Unificación España Comunista de 3.483 3.183 Unidá Nacionalista Asturiana 132 Andecha Astur Unión Centrista Liberal 2.255 1.991 0,01 0 0,01 0 = = En España, como miembro de la Unión Europea desde el año 1986, los españoles acudieron a esta cita electoral para elegir a sus representantes en el parlamento europeo. De acuerdo con el Tratado de Niza, que estaba en vigor en aquel momento, a España le correspondían 50 de los 736 eurodiputados que finalmente se eligirían, a diferencia del anterior legislatura, en la que España contó con 54 eurodiputados. De este modo, finalmente los ciudadanos españoles decidieron el siguiente reparto de escaños para los europarlamentarios españoles. Así pues el Partido Popular obtuvo 23 escaños; el Partido Socialista Obrero Español 21 escaños; la Coalición por Europa 2 escaños; la Izquierda 2 escaños; Unión, Progreso y Democracia 1 escaño; Europa de los Pueblos-Verdes 1 escaño. Nos parece de interés hacer una referencia global a las candidaturas y a los partidos que se presentaron a estas elecciones como muestra de la diversidad política española que evidentemente repercute en la opinión pública general. Candidatura Alternativa Española (AES) Andecha Astur (AA) Partidos la integran AES que Partido Europeo - Político Cabeza lista de Rafael LópezDiéguez Gamoneda Mario Arbesú Iglesias AA - Centro Democrático CDL Liberal (CDL) Centro Democrático Social (CDS) y CDS Sean ELDR (observador) O'Curneen Cañas Antonio Fidalgo Martín 133 Coalición Europa (CEU) ELDR: CDC y UM Ramón por CDC, UDC, PNV, CC, PDE: PNV Tremosa PA, UM, UMe y BNV PPE-DE: UDC Balcells ALE: PA DN Euronat Manuel Canduela Serrano i Democracia Nacional (DN) ALE: ERC, BNG, Oriol Europa de los Pueblos - ERC, BNG, Aralar, EA y CHA Junqueras Verdes (Edp-V) CLV, EA, CHA y ExM PVE: LV Vies Extremadura Unida (EU) EU - i Pedro Agustín Lanzas Merino Enrique Antigüedad Sánchez Diego Márquez Horrillo José Fernando Cantalapiedra Vilar María Rosario Beatriz Carracedo Bullido Alfonso Sastre Salvador Falange Auténtica (FA) FA - Falange Española de las FE-JONS JONS (FE de las JONS) - Frente Nacional (FrN) FrN - Iniciativa Feminista (iF) iF - Iniciativa Internacionalista-La solidaridad entre pueblos (II) los IzCa, Comuner@s86 - Izquierda AnticapitalistaRevolta Global (IZAN- IZAN y RG RG) Izquierda UnidaIniciativa Per Catalunya Verds-Esquerra Unida i IU, ICV, Alternativa-Bloque por EUiA y BA Asturies: La Izquierda (IU-ICV-EUiABA) Libertas-Ciudadanos España (LIBERTAS) de C's, UPS y PSD CIAE Esther Esteve Vivas PIE: IU y EUiA Willy Enrique PVE: ICV Meyer Pleite Libertas.eu - Miguel Durán Campos Kristien Lesage María del Carmen Martín Padial Los Verdes-Grupo Verde LV-GV Europeo (LV-GVE) Movimiento Social MSR Republicano (MSR) - 134 Partido Antitaurino Contra el Maltrato PACMA Animal (PACMA) Partido Comunista de los Pueblos de PCPE España (PCPE) Partido Familia Vida (PFyV) y - Marta Jimeno Antolín Carmelo Antonio Suárez Cabrera Rafael Llorente Martín José Ignacio Martínez García José Blas Ortega Llavador Jaime Oreja Mayor - PFyV - Partido Humanista (PH) PH - Partido Obrero Socialista POSI Internacionalista (POSI) Partido Popular (PP) Partit Català (RC) Republicà PP - PPE-DE RC - Josep María Armengol Villanueva Juan Fernando López Aguilar José Antonio Pino Barrera Ramiro Viñuales Ferreiro Francisco Iglesias Carreño Rodrigo Lastra del Prado José Manuel Miralles Piqueres José Manuel Aguilar de Ben Daniel Fernández Blanco Nuria Suárez Hernández Francisco Sosa Partido Socialista Obrero PSOE Español (PSOE) Partido Socialista Andalucía (PSA) Por un Mundo Justo (PUM+J) Salamanca-ZamoraLeon (PREPAL) de PSA PSE - más PUM+J - PREPAL - Solidaridad y Autogestión SAIn Internacionalista (SAIn) Unió Valenciana (UV) UV - - Unión Liberal (UCL) Centrista UCL - Unidá Nacionalista UNA Asturiana (UNA) Unificación Comunista de UCE España (UCE) Unión Progreso y UPyD - - 135 Democracia (UPyD) Wagner Con posterioridad a la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo realizadas entre los días 4 y 7 junio 2009, finalmente tuvo lugar la sesión constitutiva del Parlamento Europeo entre el 14 y el 16 julio 2009 en Estrasburgo. Al contar la eurocámara con 736 miembros, a partir de entonces se requerirían 369 votos para la constitución de las correspondientes mayorías. Se acordó la distribución de la eurocámara por grupos políticos según asociaciones políticas y no por nacionalidades, requiriéndose un mínimo de 25 europarlamentarios que representen al menos a siete estados miembros para poder proceder a la constitución de un grupo político. Para la primera mitad de esta séptima legislatura del Parlamento Europeo se eligió como presidente al eurodiputado polaco Jerzy Buzek, perteneciente al grupo PPE, habiendo sido elegido por mayoría absoluta en la primera vuelta con un total de 555 votos de los 713 emitidos, teniendo su mandato al frente del Parlamento Europeo de duración hasta el mes de enero de 2012. Consideremos por último que España asumió la Presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea el 1 de enero de 2010, teniendo la principal función de organizar y dirigir durante el primer semestre de este año trabajos que tenga que desarrollar el Consejo de la Unión Europea. Así pues, los representantes de España en el Consejo y sus órganos si diarios los responsables de fijar el orden del día y presidir las reuniones a celebrar tanto en Bruselas, Luxemburgo, y las correspondientes reuniones celebradas en territorio español. La Presidencia de España del Consejo de la Unión Europea durante el primer semestre de 2010, tendrá como característica que por primera vez se aplicará un sistema de presidencia en grupo 136 rotatorio en el que participarán España, Bélgica y Hungría durante 18 meses, es decir durante tiempo comprendido entre el 1 de enero de 2010 al 30 junio 2011. Su hoja de ruta se centraría en tres puntos como son el acercamiento de las instituciones europeas a los ciudadanos, el fomento del Europa social y competitiva, el crecimiento económico sostenible, la lucha contra el cambio climático, la futura ampliación de la Unión Europea, y el desarrollo del espacio de libertad, seguridad y justicia. Los principios que formarán parte de la las actuaciones desempeñadas por la Presidencia de España durante el primer semestre 2010, se basarán por un lado en la innovación, que será tecnológica, institucional, política y cultural, y por otro lado se tendrán que aplicar las políticas de igualdad, reforzándose el papel de la mujer y la igualdad entre países, al tiempo que se lucha contra la pobreza. De este modo, dentro del programa político presentado por España para este primer semestre de 2010 se pueden destacar, sus principales prioridades políticas las siguientes, tal y como serian presentadas en el gobierno. En primer lugar, se intentará dar una respuesta a la crisis económica y financiera y a sus consecuencias negativas sobre el empleo y la cohesión social. De ese modo se tendrá que intentar restablecer el sistema financiero y mejorar la regulación. Se tendrán que adoptar medidas para proteger el empleo para que éste sea sostenible y de calidad y avanzar en la agenda social, se tendrá que reforzar la competitividad europea, discutiéndose sobre una "Nueva Estrategia Post Lisboa", y estimular el crecimiento sostenible, 137 mediante la implantación de un nuevo modelo económico basado en una economía baja en carbono y energéticamente eficiente. La segunda prioridad principal de la presidencia española se basará en la potenciación de la ciudadanía europea. En este caso se tendrán que implantar valores como la igualdad, seguridad y la solidaridad. Se tendrá que garantizar la identidad europea, y "Hacer más Europa", al tiempo que se apliquen medidas para acercar las instituciones comunitarias a los ciudadanos europeos. Entre lugar, Europa se tendrá que convertir un actor global en un mundo multipolar, para ello se tendrá que dar un paso cualitativo en el desarrollo de la política exterior y de seguridad común, y mejorar la imagen que representa la Unión Europea en el mundo, mediante la celebración de reuniones internacionales (UECentroamérica, UE- América Latina y Caribe, la II CUMBRE de la unión para el Mediterráneo, o UE-Estados Unidos). También centrarán sus debates y decisiones políticas en los pocos que provoca la inestabilidad en el mundo, como la pobreza, y también se encontrará en el centro de debate las posibles ampliaciones a la Unión Europea, ya que una Unión Europea ampliada podrá favorecer sin lugar a dudas su estabilidad y seguridad fortaleciendo su posición en el mundo. Para terminar como en cuarto lugar se instauró como prioridad política la puesta en marcha y ampliación del tratado de Lisboa, en donde se incorporarán nuevas competencias sobre educación, investigación o salud humana, y se pondrá en marcha el servicio exterior europeo, que indudablemente supone un activo para mejorar la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea. No puede decirse que la Presidencia española del Consejo de la 138 Unión Europea del primer semestre de 2010 tuviera un balance positivo y ello fundamentalmente debido al protagonismo de la referida crisis económica y financiera que acabó lastrando al propio Gobierno, sumido finalmente en una crisis política. La consecuencia más importante sería que el nivel de desempleo en España alcanzaba el 31 de diciembre de 2010 la cifra de 4.696,600 cifra que presumiblemente iría en aumento. Queda en el fondo de la situación una crisis financiera y una crisis del sector público que incide en el fantasma de la necesidad de apelar a un Fondo de Rescate. Ello ha obligado al Gobierno español a afrontar una serie de medidas que ponen en riesgo la supervivencia de las políticas sociales y que han obligado a España a asumir sus compromisos europeos para hacer frente a una posible ayuda del Fondo de Rescate. Como conclusión a esta breve presentación histórica destinada a enmarcar la evolución de la opinión española sobre la Unión Europea, puede decirse que la crisis española produce inevitablemente una situación de descontento respecto al Gobierno español que posiblemente tenga una inmediata repercusión en los siguiente resultados electorales y que este marco de crisis indudablemente afecta a la sensibilidad ciudadana con respecto a la integración de España en la Unión Europea. 1.12. Eurobarómetro 74, opinión pública en la Unión Europea, otoño de 2010, informe nacional de España Recogemos los resultados del Eurobarómetro 74 correspondiente otoño de 2010 como referencia final de nuestras 139 consideraciones en el marco ya de poder elaborar la opinión de España con respecto a la Unión Europea permite establecer diversas conclusiones, siendo la primera que la opinión de los españoles sobre la situación de la economía en el país es notablemente negativa; Apenas el 3% de los encuestados entiende que la situación es buena y un 97% que es mala, mientras que el 52% entienden que la situación financiera de su hogar es buena y el 45% que es mala13. Un segundo planteamiento con respecto a la situación económica se refiere al empleo. Solo un 1% dice que la situación es buena; el 99% dice que es mala, mientras que con referencia a la situación laboral personal el 44% entiende que es buena y el 40% que es mala. Resta hacer una referencia a la tasa de paro juvenil que alcanza en España al 63,8%, cifra que se entiende como dramática. Con referencia a la situación en Europa, se establece claramente una percepción más positiva y optimista en el ámbito europeo que en el nacional; Un 10% de los ciudadanos españoles cree que la situación económica en Europa es buena o muy buena, 9 puntos más que con respecto a España. Similar es la percepción con respecto a las expectativas a medio plazo; Solo el 12% de la población cree que España va por buen camino, cifra que se dobla al entenderse por un 24% que Europa va por buen camino. La fe en el propio Gobierno español, en sus actuaciones para combatir la crisis financiera, solo alcanza el 10%, mientras que la fe en que es la Unión Europea la que con sus actuaciones combatirá la crisis, alcanza el 30%. Otro de los grandes capítulos que recogeremos en nuestro 13 Ofrecemos esta encuesta en un Addenda al referido trabajo para reflejar así mismo la metodología de la elaboración de los Eurobarómetros. 140 análisis es el relativo a la confianza que tienen los españoles en las instituciones europeas como gestoras de la crisis. A tal efecto cabe considerar que el 43% de los españoles confían en la Unión Europea como la máxima institución pública, justamente el doble de al cifra, 21%, que confía en el Gobierno español. En este aspecto cabe significar que el 85% de los españoles desconfía de los partidos políticos y solo el 30% confía en los sindicatos, cuando en otoño de 2007 el apoyo a los sindicatos era del 48%. Por último pueden señalarse una serie de cuestiones concretas como prioridades: la primera, la prioridad de dar trabajo a la gente joven; la segunda prioridad la del acceso a Internet, es decir, la prioridad de ampliar el acceso a la banda ancha. Se destaca a su vez el apoyo de los españoles a las energías renovables y la opción para crear y gestionar un negocio, especialmente Pymes. Podemos concluir este primer capítulo desde la percepción que nos otorgan las consideraciones anteriormente descritas incluyendo esta última que en el proceso histórico que ha conducido a España en la Unión Europea y en la apreciación de la sensibilidad española ante la Unión Europea, esta ha ganado un importante terreno al tiempo que la crisis ha ahondado la distancia que existe entre la ciudadanía española y su propio Gobierno, todo lo cual permite concluir que la realidad de la Unión Europea va calando en la ciudadanía a pesar de ser esta una creación propia de las estructuras de la Unión y de los Gobiernos de los Estados, siendo este el verdadero camino que conducirá a una verdadera Europa que es la Europa de los Ciudadanos. 141 CAPÍTULO 2. LA OPINIÓN ESPAÑOLA SOBRE LA UNIÓN EUROPEA Parece conveniente subdividir la opinión española en una serie de cuestiones que nos parecen importantes y que se ajustan a la fuente principal de nuestra investigación, los Eurobarómetros, distinguiendo entre el nivel de conocimientos sobre la Unión Europea, la opinión sobre la información sobre la Unión Europea, la opinión sobre la pertenencia de España a la Unión Europea, los sentimientos personales sobre la Unión Europea, la opinión sobre las prioridades y el papel de la Unión Europea y la opinión española sobre la pertenencia al Mercado Común. 2.1 Nivel de conocimientos sobre la Unión Europea Una de las primeras cuestiones que importa considerar en los Eurobarómetros con respecto a España se refiere a los conocimientos e interés de sus ciudadanos sobre los temas relacionados con la información recibida acerca de la Unión Europea sus políticas y actividades. De este modo conseguimos obtener una información clara sobre lo que la Unión Europea significa para los ciudadanos a través de toda una serie de cuestiones contenidas en los Eurobarómetros que trataré de sistematizar y en su caso de puntualizar. 2.1.1 Nivel de información de sobre la Unión Europea ¿Están o no informados? 143 Según el Eurobarómetro de otoño de 2003 (60), que presenta los datos de primavera 2002 a primavera 2003, los españoles parecen estar cada vez más informados sobre la Unión Europea, situándose en una posición de igualdad con el resto de europeos en nivel de conocimientos que manifiestan tener. En una escala gradual del 1 al 10, donde el 1 es “no se nada” y el 10, “se muchísimo”, un 20% del grupo encuestado sitúa sus conocimientos en un nivel 4, otro 19% sitúa sus conocimientos en el nivel 5 y otro 19% en el nivel 3. La media europea en los niveles 3, 4 y 5 es de un 18%, 17% y 19% respectivamente. Gráfico: Eurobarómetro 60 (otoño de 2003), cabe destacar el repunte apreciable en el nivel 5 de la escala durante el Eurobarómetro 58, correspondiente a otoño de 2002; Cabe destacar dicho periodo como el inmediatamente anterior a la entrada en vigor del Tratado de Niza, que se produciría el 1 de febrero de 2003. 144 En la siguiente edición del Eurobarómetro (61), correspondiente a la primavera de 2004, un 21% del grupo encuestado situaría su nivel de conocimientos en el punto 3 de la escala, otro 17% diría situarse en un nivel 7, mientras que sólo un 3% manifestaría saber mucho sobre la UE, sus políticas y sus instituciones. En la evolución del nivel de conocimientos de los españoles se puede constatar la aparición de un incremento importante en el Eurobarómetro correspondiente a la primavera de 2004 (61) en relación al número de encuestados que manifiestan situarse en un nivel de conocimientos 6 y 7. Sigue bajando el porcentaje de aquellos que sitúan su nivel de conocimientos en un nivel 2 si bien aparece como constante el incremento de los que posicionan su nivel de conocimientos en el 3. Con posterioridad los resultados de la edición del Eurobarómetro correspondiente a primavera de 2006 (65) arrojarían unos resultados en los que se refleja que la mayoría de los españoles encuestados se han situado entre los valores del 3 al 5. Así un 16% 145 situándose en el valor 3, un 15% en el valor 4 y un 20% en el valor 5 de dicha escala. Comparativamente, a nivel europeo un 22% se situaría en el valor 5 y un 15% en el valor 4 de la escala del 1 al 10. ¿Están o no informados por grupos sociodemográficos? Del examen de los resultados de la cuestión anterior, poniéndolos en colación con variable sociodemográficas, se pone de manifiesto que el mayor conocimiento sobre la Unión esta ligado al tipo de ocupación y al nivel económico de los encuestados: De esta manera la mayoría del grupo de los profesionales y altos cargos se sitúa en un nivel 5 al igual que los estudiantes, mientras que trabajadores manuales y personas dedicadas al hogar se sitúan en un nivel 3. Según el Eurobarómetro de primavera de 2003 (61), entre los grupos profesionales el nivel 5 de conocimientos sería el elegido por el 27% de los auto-empleados, el 17% de los profesionales altos, y el 19% de los trabajadores manuales. Tres años después, el Eurobarómetro 65 (primavera 2006) pondría de relieve que altos directivos y trabajadores manuales son los que mejores conocimientos sobre la UE dicen tener, con un 28% de ellos respectivamente situando su conocimiento en el valor 5 de la escala ¿Están o no informados por regiones? Respecto al nivel de conocimientos sobre la Unión Europea que los encuestados manifiestan tener en función de su ubicación geográfica, cabe destacar, según el Eurobarómetro de otoño de 2003 (60) que la mayor parte de los habitantes de Canarias (29%) y Aragón- 146 Rioja (28%) sitúan su conocimiento en un nivel 4, los de Madrid (25%) y Centro (26%) en un nivel 5, y Cataluña (22%) y Sur (22%) en un nivel 3. En la siguiente edición del Eurobarómetro (61), correspondiente a primavera de 2004 se constata un ligero aumento del nivel de conocimientos en los habitantes de Aragón-Rioja, que dicen tener en un 29% más conocimientos, situándose un nivel por encima respecto a la edición anterior. ¿Están o no informados por sexo? Según el Eurobarómetro de otoño de 2003 (60) un 21% de los hombres y un 19% de las mujeres han situado sus conocimientos en un nivel 5, en la siguiente edición, de primavera de 2004 (61), descendería hasta un 19% del los hombres y un 15% de las mujeres en dicho nivel. En la primavera de 2006 el Eurobarómetro 65 pondría de relieve que la diferencia de sexos en cuanto a nivel de conocimientos que los españoles manifiestan tener. Así la mayoría de hombres se sitúa en el valor 5 de la escala (un 24%), mientras que las mujeres sitúan sus conocimientos sobre todo en el valor 2 de la misma escala (un 21%). ¿Están o no informados por edad? Respecto a la influencia de la edad en el nivel de conocimientos que los españoles encuestados manifiestan tener sobre la Unión Europea, el Eurobarómetro correspondiente a la primavera de 2006 (65) señala que los jóvenes de entre 15 y 24 años han situado sus conocimientos sobre la UE en un valor 2 de la escala del 1 al 10, en un 21%, aunque otro 16% ha situado sus conocimientos en el valor 5 de 147 la escala. El siguiente grupo de edades entre los 25 y 34 ha situado sus conocimientos en su mayoría en el valor 5, con un 22%. Otro 20 % los ha situado en el valor 4 de la escala. 2.1.2. Nivel de conocimientos sobre la UE ¿Cuánto saben los españoles encuestados sobre la Unión Europea en una escala del 1 al 10? Según el Eurobarómetro 57 de primavera de 2002, cuando se pide al grupo español que sitúe su conocimiento general sobre la Unión Europea en una escala de 1 a 10, siendo el valor 1 “no sé nada en absoluto” y el valor 10 “sé muchísimo”, la cifra obtenida como media de todas las respuestas es 4,03. Porcentajes muy parecidos se observan en el resto de los países miembros, siendo la media europea de 4,35. El siguiente gráfico socio-demográfico muestra los valores medios obtenidos para cada grupo en relación con la media española. Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, en una escala de 148 valor del 1 al 10, donde 1 significa “no sé nada” y 10 “sé muchísimo”, los españoles encuestados se han situado entre los valores del 3 al 5, con un 22% situándose en el valor 3, un 15% en el valor 4 y un 19% en el valor 5. Igualmente, a nivel europeo, un 19% se ha situado en el valor 5 y un 17% en el valor 4 de la escala del 1 al 10. Cuánto saben los españoles encuestados sobre la Unión Europea en una escala del 1 al 10? Por sexo y actividades profesionales Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 entre hombres y mujeres existe una vez más una gran diferencia: la mayoría de ellos se sitúa en el valor 5 de la escala (un 22%), mientras que ellas sitúan sus conocimientos en el valor 3 de la misma escala (un 23%). Altos directivos y trabajadores por cuenta propia son los que mejores conocimientos sobre la UE dicen tener, con un 30% y un 27% de ellos situando su conocimiento en el valor 5 de la escala. 15 ¿Conocen los españoles la UE sus políticas e instituciones? Según el Eurobarómetro de la primavera de 2005, “Los españoles creen tener un conocimiento de nivel medio sobre la UE sus políticas e instituciones” De una escala del 1 al 10, donde 1 simboliza “no se nada” y 10 “se muchísimo”, el grupo español ha situado su nivel de conocimiento sobre la UE, sus políticas e instituciones entre un nivel 4 y un nivel 5. Un 17% ha situado su nivel de conocimientos al nivel 4, mientras que otro 19% lo sitúa en el nivel 5 de la escala del 1 al 10. Según el Eurobarómetro de la primavera de 2006, España se 149 sitúa por debajo de la media europea en los niveles de confianza hacia las principales instituciones Europeas. Con respecto a cada una de las Instituciones recogemos las referencias que se presentan en este último Eurobarómetro: Un 76% del grupo dijo haber oído hablar de la Comisión Europea, y un 82% del Parlamento Europeo (un 81% de media en la UE-25 para la Comisión y un 89% para el Parlamento) Un 45% del grupo dice que “tiende a confiar” en la Comisión Europea (unos -3 puntos que en la edición anterior) Con respecto al Parlamento Europeo en cuanto a la confianza que dicen tener los ciudadanos españoles, se constata un descenso de un 47% de ellos diciendo que tienden a confiar en dicha institución (52% en la edición anterior del otoño del 2005) Además, un 69% piensa que la Comisión juega un papel importante en la vida de la UE, mientras que un 70% piensa igual sobre el papel que juega el Parlamento. ¿Conocen los españoles la UE sus políticas e instituciones? Por sexo Según el Eurobarómetro de la primavera de 2005, la mayoría de los hombres encuestados sitúan sus conocimientos al nivel 5 en un 18%, mientras que las mujeres lo hacen en el nivel 4 en un 12% ¿Conocen los españoles la UE sus políticas e instituciones? Por grupos profesionales Según el Eurobarómetro de la primavera de 2005, entre los distintos tipos de grupos profesionales los que más dicen saber son los 150 trabajadores por cuenta propia, donde un 21% a situado sus conocimientos en el nivel 7 de la escala. Los profesionales de altos cargos sitúan sus conocimientos en el nivel 5 (un 25%) y las personas de dedicadas al hogar es el grupo que menos dice conocer sobre la UE, sus actividades e instituciones, situando su nivel de conocimientos a un nivel 2 (el 28%). 2.1.3. Conocimientos sobre el funcionamiento de la UE y las Instituciones Los españoles encuestados en la primavera de 2006 dicen que están en desacuerdo en cuanto se les pregunta sobre si “conocen el funcionamiento de la UE” Más de dos terceras partes de los españoles encuestados piensan que las instituciones europeas como el Parlamento y la Comisión, juegan un papel muy importante en la vida de la UE. Este Eurobarómetro manifiesta que entre el grupo español existe un nivel medio de conocimientos sobre la UE. ¿Conocen los ciudadanos españoles el funcionamiento de la UE? Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, al igual que la mayoría de los ciudadanos de los demás países estados miembros de la Unión Europea, los españoles encuestados, dicen que ‘están en desacuerdo” en cuanto se les pregunta sobre si “conocen el funcionamiento de la UE”. Así un 60%, casi dos de cada tres ciudadanos españoles dice 151 “no estar de acuerdo” con dicha afirmación, mientras que un 29% dice que “si esta de acuerdo” en que conoce como funciona la UE. Los porcentajes obtenidos son parecidos a la media de la UE-25 con los que dicen “no estar de acuerdo en conocer el funcionamiento de la UE”, pero difieren en cuanto a los que afirman que sí están de acuerdo con dicha afirmación. Un 41% de los europeos, ha estado acuerdo con la afirmación de “conozco el funcionamiento de la UE”, mientras que otro 52% ha dicho “no estar de acuerdo”. Conocimiento sobre las diferentes instituciones Europeas: Según el Eurobarómetro 57 de primavera de 2002, ante un listado de todas las Instituciones europeas, un 90% del grupo español afirma “haber oído hablar” del Parlamento Europeo, siendo un 80% de los encuestados los que opinan que esta Institución juega un papel importante en la vida de la Unión Europea. Asimismo, el 80% del grupo dice haber oído hablar de la Comisión Europea y un 74% piensa que esta tiene un importante papel. Porcentajes muy parecidos recoge el Consejo de Ministros de la Unión Europea, con un 79% de encuestados que afirma haber oído hablar de esta Institución, siendo un 72% los que afirman su importancia en la vida de la Unión. Respecto al resto de Instituciones, el conocimiento del grupo español es algo más bajo, a excepción del Banco Central Europeo, del que un 75% dice haber oído hablar y un 60% opina que juega un papel importante para la Unión Europea. Un 50% de los encuestados reconoce no haber oído hablar de la Convención sobre el futuro de la Unión Europea y el 38% no sabría decir si la Convención juega o no un papel importante en la vida de la Unión. 152 Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, la mayor parte del grupo encuestado ha oído hablar de las instituciones más importantes de la UE, como la Comisión (81%), el Parlamento Europeo (92%), el Banco Central Europeo (74%), el Tribunal de Justicia (71%) o incluso el Tribunal de Cuentas Europeo (58%). 2.1.4. Conocimiento del número de Estados miembros ¿Conocen el número de Estados miembros? Cuando se pregunto por el actual número de Estados miembros de la UE a los ciudadanos españoles, la mayoría del grupo supo responder correctamente a la afirmación (falsa) de que “la UE consiste de 15 estados miembros”, con un 63% del grupo pensando que esta afirmación era efectivamente “Falsa”. Un 57% de los hombres del grupo supo reconocer que dicha 153 afirmación era falsa, mientras que respondió correctamente el 36% de las mujeres. Siguiendo con las afirmaciones sobre diferentes conocimientos sobre la UE, los españoles encuestados dijeron estar en desacuerdo con la afirmación “Entiendo cómo funciona la UE”, en un 49%. Otro 35% dijo “estar de acuerdo” en saber cómo funciona la UE. En su totalidad la media de respuestas correctas obtenidas entre los encuestados españoles ha sido de un 41%, mientras que el 26% de la muestra ha respondido incorrectamente a las distintas afirmaciones de contenido relacionado a la estructura y actividades de la UE. Un 32% de la totalidad de los encuestados ha dicho “no saber” sobre dichas afirmaciones. En comparación con la media de la UE de los 25, España ha estado en una posición mediana, ya que la media de los encuestados de los 25 piases han sido de un 45% de respuestas correctas y de un 34% de respuestas incorrectas. ¿Están informados sobre los 10 nuevos países? Según el Eurobarómetro de primavera de 2004, en cuanto a la información que tienen los españoles acerca de los 10 Nuevos Países Estados Miembros, según manifiesta el Eurobarómetro de la primavera de 2004, un 27% de los españoles dice estar “bien informados”, mientras que otro 24% dice estar “completamente desinformados”. La mayoría del grupo español (un 50%) dice estar “no muy bien informados” y sólo un 2% dice estar “muy bien informados”. Entre los españoles existe mayoritariamente la opinión de no estar muy informados sobre estos países. Por ejemplo, un 49% de los hombres encuestados y un 50% de las mujeres piensan así, mientras 154 que entre los distintos grupos profesionales son los auto-empleados y los trabajadores manuales los que parecen estar menos informados, con un 55% respectivamente pensando así. Sólo el 10% de los altos cargos y el 3% de los estudiantes, dicen estar “muy bien informados”. 2.1.5. Conocimiento de los símbolos Según indica el Eurobarómetro de otoño de 2002 (58), la mayoría de los españoles reconoce la bandera de la Unión Europea y su significado en más de un 90%. Igualmente un 80% dice estar de acuerdo con que la bandera es un buen símbolo para la UE, aunque sólo un 47% dice estar de acuerdo con sentirse identificado con este símbolo. 2.1.6. Cuanto sabe el público español sobre la UE ¿Cómo responden los españoles a enunciados de actualidad sobre la UE? En el Eurobarómetro de primavera de 2004 se pidió al grupo que evalúen los siguientes enunciados según su veracidad o falsedad. Los españoles encuestados han tenido que responder sobre diez diferentes enunciados sobre la actualidad europea siendo estos los principales resultados 155 Eurobarómetro 61, primavera de 2004 “La Unión Europea consiste actualmente de 12 países estados miembros”: Sólo el 33% del grupo ha sabido decir que este enunciado es falso; el 50% del grupo ha dicho que esto es “Verdadero”. Muy parecido ha sido el resultado para la media de la UE de los 15, donde el 33% ha dicho que es “Falso” y un 47%, algo menos que en España, ha dicho que es “Verdadero”. Entre las regiones españolas vemos que fue la región de Centro la única en acertar con un 61%. Entre los trabajadores, los trabajadores por cuenta propia tienen el mayor porcentaje de acierto con un 41%. Además han acertado un 35% de los hombres y un 30% de las mujeres mientras que entre los grupos profesionales sólo el 16 36% de los altos cargos y el 38% de los estudiantes han respondido acertadamente (respuesta “Falso”). “La comunidad Europea fue creada justo después de la 1ª 156 Guerra Mundial, a comienzos de 1920”: Más acertada es la respuesta de los ciudadanos en esta afirmación, donde el 42% (55% EU15) afirma que esto es “Falso”. Un 17% (13% EU15), dice que es “Verdadero”. Respecto a los distintos grupos profesionales son los profesionales y altos cargos los que han tenido mayor porcentaje de acierto, con un 60% de ellos pensando que es “Falso”. Entre las distintas regiones españolas vemos que fueros las regiones de Centro y de Aragón-Rioja las de mayor acierto con un 59% y 55% respectivamente pensando así. “La bandera europea es azul con estrellas amarillas”: Muy acertadamente, el 81% del grupo piensa que esto es verdadero, el mismo porcentaje que en el grupo de la UE-15. Entre las regiones españolas sorprende la certeza de los habitantes de Aragón-Rioja con un 1005 de las respuestas afirmando que es verdad. Mientras en el resto de las regiones las respuestas más acertadas has sido entre los habitantes de Galicia, Madrid y Cataluña (con un 86%, 72% y 75% pensando así). “En la bandera europea hay una estrella por cada país estado miembro”: en esta afirmación el 70% del grupo español piensa que esto es “Verdadero” y sólo un 9% que es “falso”. La media de la UE de los 15 piensa parecida en un 67% que es “Verdadero”. Solamente el 5% de los habitantes de la región de Cataluña y el 85 de los de Madrid dicen que esto es falso, mientras que entre los grupos profesionales son los empleados por cuenta propia y los estudiantes que mayor porcentaje de acierto han obtenido, con un 13% y un 12% respectivamente. 157 “Las oficinas centrales de la Comisión Europea están en Estrasburgo”: Sólo el 14% del grupo español piensa que esta afirmación es falsa, (un 22% en el grupo de la UE-15), mientras que la mayoría, un 42% piensa que es verdadera (48% EU15). Entre las regiones españolas destaca Galicia con un 30% de los habitantes pensando que esto es falso. Entre los hombres y mujeres españolas existe un menor grado de acierto con un 15% y 14% respectivamente de ellos pensando que es falso. Entre los grupos profesionales el mayor conocimiento sobre esta afirmación parece al de los altos cargos y profesionales con un 23% pensando que es falso. “Los miembros del Parlamento Europeo son elegidos directamente por los ciudadanos de la Unión Europea”: muy correctamente los españoles han acertado en su mayoría en este enunciado, un 47% piensa que esta es verdadera, frente al 20 % que piensa que es falso. En el grupo de la UE-15, el 50% piensa que esto es verdadero y un 21% que es falso. Muy parecido es el resultado entre los distintos grupos demográficos, ya que el 52% de los hombres y el 43% de las mujeres dicen que es verdadero; mientras entre las regiones destaca Galicia con el 60% de sus habitantes pensando así. Le sigue Cataluña y Madrid con un 56% y 31% respectivamente. “El Presidente de la Comisión Europea es elegido directamente por los ciudadanos de la Unión Europea”: Aunque con poca diferencia la mayor parte del grupo español acierta en que este enunciado es falso, un 34%, mientras el 26% piensa que este es verdadera. Muchos más europeos parecen estar en acierto, con un 48% pensando que este es falso y un 17% que es verdadero. Entre los distintos grupos profesionales vemos que son los profesionales y altos cargos los que más aciertan con un 56% pensando que esto es falso. Les siguen los estudiantes con un 36% y los trabajadores manuales con un 33%. 158 Entre las regiones Galicia y Cataluña son las regiones que más aciertan con un 30% respectivamente. “La Unión Europea tiene su propio himno”: En esta afirmación una tercera parte del grupo (33%) piensa que esto es verdadero, mientras que un 18% que es falso. En la UE-15, la respuesta mayoritaria ha sido paradójicamente errónea, con un 36% afirmando que es falso, y un 25% que es verdadero. Los altos cargos son los que más aciertan con el 52% pensando que es verdadero, ente las regiones españolas destaca el Norte con el 60%. Hombres y mujeres piensan que es verdadero en un 35% y 31% respectivamente. “Cada año, hay un Día de Europa en todos los países de la Unión Europea”: Muy dividida la opinión del grupo: mientras un 26% del grupo piensa que esto es verdadero un 23% piensa que es falso; mientras, en la media de la UE-15, el 34% dice que es verdadero y un 24% que es falso. Un 30% de los hombres piensan que es verdad, mientras que sólo el 22% de las mujeres piensa lo mismo. Además destacan los profesionales y altos cargos con un 46% de ellos pensando correctamente, mientras que en el resto de los grupos profesionales la mayoría cree que es falso. El 26% de los trabajadores por cuenta propia, el 29% de los trabajadores manuales y el 20% de los estudiantes piensan correctamente. Entre las regiones destacan el Norte y Galicia con un 39% y 35% respectivamente pensando que este enunciado es verdad. “Las próximas elecciones para el Parlamento Europeo tendrán lugar en Junio de 2006”: Sólo el 17% del grupo español ha sabido acertar en que esta afirmación es falsa, con otro 23% pensando que esto es verdadero. La media del grupo del la UE-15 esta más acercada por lo general, pensando que es falso el 29% del grupo. Por lo general 159 ha sido bajo el acierto en esta afirmación, destacan en su porcentaje de acierto los altos cargos y profesionales con el 25% pensando así, mientras sólo el 14% de los estudiantes y el 9% de los trabajadores por cuenta propia piensas así. Una vez más es la región de Norte la de mayor porcentaje de acierto con un 27% de sus habitantes pensando que es falso. 2.2. Opinión sobre la información sobre la UE 2.2.1. Interés por la información sobre la UE ¿Están interesados por la información sobre la Unión Europea? Según el Eurobarómetro de primavera de 2002 (57), En general, el grupo español reconoce prestar una atención mediana a las noticias sobre la Unión Europea, ya que sólo un 16% de los encuestados afirma prestar “mucha atención” a las informaciones sobre la Unión, mientras que el 50% del grupo sigue con mucha atención noticias sobre temas sociales como educación, salud, pobreza, etc. y un 44% dice interesarse más por temas de cultura y medioambiente. El 57% del grupo español afirma prestar “un poco de atención” a las noticias que hablan de la Unión Europea, y el 27% reconoce no prestar “ninguna atención” a este tipo de información. Entre los temas a los que el público español dice dedicar “un poco de atención” están además la política, con el 53% de respuestas, seguida de los asuntos internacionales, con el 47%, y de la economía, con un 46%. Sin embargo, vemos cómo existe un 30% de los encuestados que dice no prestar “ninguna atención” a estos mismos temas. La media española es muy similar a la recogida como media de 160 todos los países miembros de la Unión. ¿Interés por la información sobre la Unión Europea? Por variables sociodemográficos Según el Eurobarómetro de primavera de 2002 (57), observamos cómo son los más jóvenes (la franja de edad comprendida entre los 15 y los 24 años) los que afirman en mayor número (38%) no prestar “ninguna atención” a las noticias sobre la Unión Europea. Asimismo, un 33% de estudiantes coincide con esta respuesta, al igual que el 32% del grupo de los desempleados y de los jubilados. Entre los grupos profesionales que afirman en su mayoría prestar “un poco de atención” a las noticias sobre la Unión Europea están los altos ejecutivos y los profesionales, ambos con un 68%, y los trabajadores manuales, con un 67%. Por regiones, son las zonas Norte, Centro y Cataluña las que cuentan con los porcentajes más altos para las respuestas “mucha atención” y “un poco de atención”. ¿Cómo de informados sobre la UE se sienten los españoles? En la edición del Eurobarómetro de otoño de 2007 (68), respondiendo a la pregunta de si el público español estaba bien informado o no sobre los asuntos políticos europeos, la mayoría de los encuestados han dicho que se sentían “no muy bien informados”, con un 52% de ellos eligiendo esta opción. Otro 14% dijo sentirse “bastante bien informado” mientras que sólo el 3% de ellos dijo estar “muy bien informado” sobre los asuntos políticos europeos. Un 26% del grupo español dijo sentirse “nada informado” en contraste con el 22% de la media de la UE de los 27 que eligió esta respuesta. 161 Según los datos socio-demográficos vemos que el 16% de los hombres encuestados dice sentirse “bastante bien informado” sobre los asuntos políticos de la UE, frente al 13% de las mujeres encuestadas que piensa igual y entre los encuestados que mayor información sienten tener sobre la UE están los que ocupan cargos profesionales (un 22%) y los trabajadores manuales (20%), seguidos por los trabajadores por cuenta propia (18%) y los estudiantes (13%). ¿Buscan información sobre la Unión Europea los españoles? Según indica el Eurobarómetro de primavera de 2002, la respuesta en la que se encuentran las mayores diferencias entre el grupo español y el resto de países miembros es en la afirmación de “nunca busco información sobre la Unión Europea / no me interesa”; aunque la media europea (21%) no se distancia demasiado de la 162 española (26%), en países como Dinamarca o Luxemburgo el porcentaje de encuestados que reconoce no estar interesado por informaciones sobre la Unión es del 7%, mientras que en Gran Bretaña es de un 37%. ¿Buscan información sobre la Unión Europea? Por características sociodemográficas Según indica el Eurobarómetro de primavera de 2002 el análisis sociodemográfico muestra que, entre aquellos que afirman no buscar información sobre la Unión Europea, son los jubilados o las personas que se ocupan de la casa, con un 32%, y los estudiantes, con el 30%, los grupos que recogen los mayores porcentajes, frente al 9% de los altos ejecutivos, el 20% de los profesionales o el 19% de los trabajadores autónomos. Asimismo, los grupos de edad comprendidos entre 15 y 24 años y de más de 55 afirman en más de un 30% no sentirse interesados por informaciones sobre la Unión, mientras que para el resto de grupos de edad los porcentajes rondan el 20%. El 25% de los hombres y el 27% de las mujeres reconocen no buscar este tipo de información. A quienes no buscan o no les interesa la información sobre la UE, ¿cómo les gustaría recibirla? Según indica el Eurobarómetro de primavera de 2002 sólo a aquellos que no respondieron “nunca busco información sobre la Unión Europea / no me interesa” (el 74% del grupo español) se les ha planteado la pregunta de cómo les gustaría recibir información sobre la Unión Europea. El 62% de estos encuestados dice preferir la televisión como fuente para recibir información sobre la Unión, un 32% la prensa diaria y un 29% la radio. Al 16% de este grupo le gustaría recibir información sobre la Unión en un folleto detallado y el 163 10% afirma que preferiría un breve folleto que le diera una impresión general. También un 10% de las respuestas se decantan por Internet como fuente de información. Se observan diferencias importantes desde el punto de vista socio-demográfico, como muestra la siguiente tabla. Para cada uno de los grupos, se han escogido las fuentes de información con los valores más altos y más bajos: 2.2.2. Fuentes de información sobre la UE preferidas ¿A qué fuentes recurren los españoles para conseguir información sobre la Unión Europea? 164 La televisión, la radio y la prensa diaria son los medios de comunicación más utilizados para obtener información sobre la Unión Europea, sus políticas y sus instituciones. Según el Eurobarómetro de primavera de 2002 (57), los porcentajes obtenidos en España para cada uno de los medios de comunicación se distancian sensiblemente de la media europea. El 21% de los ciudadanos europeos obtiene información sobre la Unión Europea a través de conversaciones con familiares, amigos o compañeros de trabajo, mientras que sólo un 12% de españoles afirma hacerlo de esta manera. La media europea que utiliza Internet como fuente informativa sobre la Unión es de 14%, frente al 8% de los españoles. Según el Eurobarómetro de otoño de 2002 (58), entre las fuentes más citadas se encuentra la ‘Televisión’ con un 67% de las respuestas, señalando esta como la fuente más usada para obtener información acerca de la UE también para el grupo de la UE-15 con un 69%. En el grupo español siguen ‘la prensa diaria’ con un 31% de las respuestas, ‘la radio’ con un 26% y ‘los amigos y compañeros del trabajo’ con un 11% de las repuestas. Igualmente las preferencias del grupo para obtener dicha información son las fuentes relacionadas con los medios de comunicación más comunes como la Televisión (66%), la prensa diaria (27%) y la radio (27%), aunque un 14% dice preferir un ‘panfleto más detallado’. Según indica el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, la televisión bajaría porcentaje en la lista de fuentes preferidas, mientras que Internet subiría (de un 4% en el Eurobarómetro EB52.0 de 1999 y un 6% en el EB53.1 de 2000, al 11%). 165 Eurobarómetro 57 – primavera 2002 El Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, señala que en cuanto a la evolución de los tipos de fuentes preferidas por los españoles vemos que una de las principales novedades de esta edición seria la leve recuperación de la Televisión como fuente preferida, después de una caída fuerte durante el año 2001. Un 63% dice preferir esta fuente, frente al 60% del grupo de la UE-15 y otro 33% dice preferir la prensa diaria, un 34% la radio (28%; UE-15). Sólo un 10% del grupo preferiría recibir la información a través de Internet, frente a un 15% de la UE-15. 166 A la hora de saber cual es la fuente más usada para recibir información sobre al UE por los españoles se observa que entre todas las fuentes, la ‘Televisión’ se sitúa primera con un 61% de las respuestas, señalando esta como la fuente más usada para obtener información acerca de la UE aunque con menos 5 puntos que en el resto del grupo de la UE-15, con un 66%, Internet sube hasta el 10%, manifestando la Unión Europea un 16% dice usar Internet como fuente de información. Para el grupo español entre las fuentes de información más citadas se encuentran además “la prensa diaria” con 32%. En el siguiente Eurobarómetro (61), de primavera 2004, en cuanto a las fuentes que usan los españoles para buscar información sobre la UE el grupo encuestado diría usar principalmente la televisión con un 60% del grupo pensando así. Otro 30% dice buscar dicha información a través de la Radio, y otro 10% a través de Internet. Esta última fuente parece haberse establecido alrededor del 10% en las últimas ediciones. 167 Otras fuentes muy usadas incluyen la prensa escrita (un 34% del grupo dice usar esta fuente), mientras que un 17% dice obtener información a través de “charlas con amigos y /o colegas”. Eurobarómetro 61 – primavera 2004 Eurobarómetro 61 – primavera 2004 Mientras la Televisión se mantiene en un porcentaje alto, las fuentes que ganan más seguidores parecen ser la Radio y la Prensa diaria, volviendo esta última a colocarse en los niveles de mayo del 168 2002, después de una fuerte bajada en la edición del EB59.1, de junio del 2003. Igualmente la Radio recupera posiciones colocándose en esta ocasión a un nivel que se acerca a la edición del EB55.1 de hace tres años. El Eurobarómetro de primavera de 2006 (65) indica que la mayor parte de los encuestados dijo utilizar la TV como principal fuente de información para obtener información sobre la UE. Así, un 64% (70% es la media de la UE-25) dijo usar esta fuente mientras que otro 24% dijo usar la prensa diaria (muy por debajo del 41% de la media de la UE-25 que dijo usar la prensa como principal fuente de información). Por otra parte se sigue manteniendo en un 10% el porcentaje de los encuestados que dicen usar Internet como principal fuente de información Fuentes de información sobre la UE preferidas por datos sociodemográficos y geográficos: Según indica el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, la TV es igualmente la preferida entre las distintas regiones de España, empleada como fuente de información por un 50% de los habitantes de Galicia, un 44% de los de la región Norte, un 62% de Madrid, un 55% del Este y un 52% de Canarias La prensa diaria es preferida por un 30% de los habitantes de Galicia, un 33% de Aragón y Rioja, y un 41% de los de Cataluña, situando esta en la región española que usa con mayor frecuencia la prensa como fuente de información sobre la UE El Eurobarómetro de otoño de 2003 señala que Canarias y Madrid son las regiones que mayor interés han mostrado hacia Internet, con un 15% de sus habitantes prefiriendo esta fuente. 169 Según indica el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, la Televisión es igualmente usada como fuente entre las distintas regiones de España aunque con algunos matices: un 72% de los habitantes de Galicia, un 35% de los de Norte, un 76% de Madrid, un 62% de Cataluña y un 58% de Canarias dice usar esta como fuente de información. La “prensa diaria” es preferida por un 43% de los habitantes de Galicia, un 35% de los habitantes de Aragón y Rioja, un 38% de los de Madrid y un 44% de los de Cataluña, situándola un año más en la región española que con mayor frecuencia usa la prensa como fuente de información sobre la UE. Canarias, Norte y Galicia son las regiones que más dicen usar Internet como fuente según el 20%, 18% y 14% de ellos Respecto de la distribución por sexos, la Televisión ha sido usada por un 62% de los hombres y un 59% de las mujeres y ha sido igualmente la fuente más usada de los que ocupan puestos de directivos y altos cargos, un 74% de ellos y el 65% de los empleados por cuenta propia. Internet ha sido usado más por hombres (un 11%) que por mujeres (8%), pero fue usado sobre todo por estudiantes según el 24% de ellos que dicen usar esta como fuente de información. 2.2.3. Opinión sobre la información sobre la UE que dan los medios Opinión sobre cantidad de información que dan los medios ¿mucho o poco? 170 Según el Eurobarómetro de otoño 2003 (60), a la hora de saber sobre la cantidad de información que los españoles perciben recibir de los medios sobre la Unión Europea vemos que al igual que en el grupo de la UE-15 la mayoría piensa que se habla lo “justo”, un 50% (44%, UE-15). Además, un 37% del grupo de la UE-15 piensa que en los medios se habla “poco” de la Unión Europea, y otro 22% piensa así entre los españoles. Un año más tarde, tras la gran ampliación de la UE al este, el Eurobarómetro 62 de otoño de 2004 actualizaría estas cifras al señalar que un 52%, piensa que se habla “lo justo” (46% UE25). A nivel europeo el 38% de los encuestados del grupo UE-25 piensa que en los medios se habla “poco” de la Unión Europea, y otro 24% piensa así entre los españoles. Respecto a la influencia de la ubicación geográfica de los encuestados, el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, destaca que mientras un 30% de los habitantes de Canarias y un 33% de los habitantes de Cataluña piensa que en los medios se habla “poco” de la Unión, sólo un 13% de Madrid piensan igual. En esta última región un 52% piensa que se habla “lo justo”. El Eurobarómetro 62, de otoño de 2004, destacaría por su parte que el reparto regional muestra algunas variaciones: por ejemplo mientras un 53% de los habitantes de ciudades grandes y un 52% de los habitantes de zonas rurales piensa que en los medios se habla “lo justo” de la Unión Europea, otro 20% de las zonas rurales y un 28% de las ciudades medianas piensan que se habla “poco”. Respecto a la prensa en particular, a la pregunta de si habla poco, bastante o demasiado poco de la UE, el Eurobarómetro de la primavera de 2004 nos informa que los españoles piensan en un 13% que esta habla “demasiado”, un 50% “bastante” y un 28% “demasiado 171 poco”. Entre los que piensan que la prensa habla “demasiado poco” sobre la UE, un 28% son hombres, un 29% mujeres, un 33% altos cargos, un 17% estudiantes y un 31% son trabajadores manuales. Entre las regiones españolas vemos que son los habitantes de Aragón–Rioja (un 50%) los que piensan que se habla “demasiado poco” de la UE en la prensa. Otro 21% de los habitantes de Madrid y 31% de los de Cataluña piensan igual. ¿Tratan los medios españoles con objetividad a la UE? En el Eurobarómetro de primavera de 2007, se preguntó a los ciudadanos españoles si los medios hablan de la UE de un modo “demasiado positivo”, “objetivo” o “demasiado negativo”. Respecto a la televisión el 51% del grupo español respondió que esta lo hacía de un modo “objetivo” y otro 16% que lo hacía de un modo “demasiado positivo”. La media de la UE de los 27 en esta pregunta fue de un 53% para los que piensan que la TV habla de modo “objetivo” sobre la UE y un 15% los que piensan que lo hace de un modo “demasiado positivo”. Similar ha sido la respuesta obtenida sobre la información que reciben los ciudadanos a través de la Radio, con un 47% de los encuestados pensando que esta habla sobre la UE de un modo “objetivo”, y otro 13% pensando que esta habla de modo “demasiado positivo”. En la media de la UE de los 27, un 10% de los ciudadanos ha respondido que la Radio emite la información sobre la UE de un modo “demasiado negativo”. Evaluando la información recibida a través de la Prensa, los 172 ciudadanos han respondido que esta habla de la UE de modo “objetivo” en un 48%, “demasiado positivo” en un 12% y “demasiado negativo” en un 4%. En esta última respuesta se han sumado el 13% de los ciudadanos europeos que piensan que la prensa suele hablar de un modo “demasiado negativo” sobre la UE. Opinión de los españoles acerca de la imagen que dan los medios de comunicación sobre la Unión Europea, ¿objetiva, positiva o negativa? Según el Eurobarómetro de otoño de 2003 a los españoles les parece que los medios de comunicación hablan positivamente de la Unión Europea y dan una imagen objetiva de ella. Al igual que en el resto de la Unión, entre los españoles existe además la opinión de que se habla lo justo de las labores y actividades de la Unión. Un 40% del grupo piensa que en los medios se habla positivamente acerca de la Unión Europea. Muchos menos europeos, un 23% de ellos, piensan igual. Por lo contrario, un 41% del grupo de la UE-15 piensa que en los medios se habla “objetivamente” sobre la Unión Europea, frente al 38% de los españoles que piensan así. La imagen de la UE en los medios parece positiva para un 43% de los hombres y el 37% de las mujeres entre las que otro 37% piensa que la imagen de la Unión es “objetiva” Entre las distintas regiones españolas vemos que existen pocas diferencias: un 45% de los habitantes de Madrid piensan que la imagen es positiva, mientras que un 42% de los habitantes de Cataluña valoran esta imagen como “objetiva”. Según el Eurobarómetro de primavera de 2004 vemos que un 34% del grupo piensa que la imagen que dan los medios es 173 “demasiado positiva”, aunque otro 39% piensa que esta es “objetiva”. Finalmente, un 6% del grupo ve la imagen de la unión en los medios “negativa”. De los que piensan que la imagen de la UE en los medios es “objetiva”, un 42% son hombres y un 35% son mujeres. Igualmente piensa el 46% de los auto-empleados, el 36% de los estudiantes y el 42% de los altos cargos y trabajadores manuales. En el siguiente Eurobarómetro, de otoño de 2004, un 41% del grupo piensa que en los medios de comunicación se habla positivamente acerca de la Unión Europea. Muchos menos europeos, un 28% de ellos, piensan igual. Por lo contrario, un 44% del grupo de la UE25 piensa que en los medios se habla “objetivamente” sobre la Unión Europea, frente al 38% de los españoles que piensan así. La imagen de la UE en los medios parece positiva para un 42% de los hombres y el 40% de las mujeres entre las que otro 35% piensa que la imagen de la Unión es “objetiva”. Entre las distintas regiones españolas vemos que existen algunas diferencias: un 53% de los habitantes de Madrid piensan que la imagen es “objetiva”, mientras que un 46% de los habitantes de Noreste y Noroeste valoran esta imagen como “positiva”. Estos datos se verían actualizados en el Eurobarómetro de primavera de 2005 que pone de manifiesto que por lo general los españoles piensan que la imagen de la UE en los medios es buena, con un 42% pensando que la imagen de la UE en la Televisión es “objetiva”, mientras que un 37% piensa que la imagen de esta en la televisión es “demasiado positiva” Otro 36% piensa que la Radio ofrece una imagen “objetiva” de la UE, mientras que en el mismo medio el 22% piensa que la imagen 174 que se da es “demasiado positiva” El 41% del grupo piensa que la imagen de la UE en la Prensa es “objetiva” mientras que un 23% piensa que la imagen de la UE en este mismo medio es “demasiado positiva”. En cuanto a la información que reciben a través de estos medios los españoles piensan que en la Televisión se habla “lo preciso” sobre la UE, con un 46% pensando así. Otro 34% piensa que se habla “lo preciso” en la Radio y un 39% piensa igual sobre la cantidad de información que reciben a través de la prensa. Según el Eurobarómetro de otoño de 2005 en cuanto a la imagen de la UE en los medios, a los encuestados españoles la imagen de la UE les parece “bastante positiva”, según el 45% del grupo y “muy positiva” según el 10%. Otro 30% piensa que la imagen de la UE es “neutral” y a otro 9% “más o menos negativa” Muy positiva” valoran la imagen de la UE el 10% de los hombre y el 9% de las mujeres encuestado/as e igualmente muy positiva valoran la imagen de la UE, el 20% de los altos cargos, el 11% de los trabajadores manuales y el 17% de los estudiantes. Según el Eurobarómetro de primavera de 2006, los españoles perciben cada vez más positiva la imagen de la UE en los medios. En cuanto a la imagen de la UE en los medios, a los españoles encuestados les parece “más o menos positiva”, según el 51% del grupo y “muy positiva” al 10%. Otro 27% piensa que la imagen de la UE es “neutral” y a otro 5% “más o menos negativa”. 175 Eurobarómetro 64 (otoño 2005) La media de la UE de los 25 está por debajo de los valores obtenidos en España, con un 41% de los encuestados pensando que la imagen en los medios de sus respectivos países es “más o menos positiva”. Otro 32% pensó que la imagen de la Unión es “neutral” mientras que a un 12% les parece “más o menos negativa”. A través de la evolución temporal de las respuestas del grupo se puede remarcar que el porcentaje de los que piensan que España tiene una imagen en los medios “más o menos positiva”, ha ido incrementando desde el 44% al 51%. 176 Eurobarómetro 65 (primavera 2006) ¿Hablan los medios de comunicación mucho acerca de la Unión Europea? Según el Eurobarómetro de primavera de 2007 (67), los españoles piensan que los medios de comunicación españoles hablan “lo preciso” sobre la UE, en contraste con la media de los demás europeos que opinan que sus medios de comunicación hablan “poco” sobre la Unión. Así, un 44% del grupo español ha dicho que la TV habla, “lo preciso” sobre la UE, mientras que el 49% de la media de los 27 países de la unión ha preferido responder que la TV habla “poco” sobre la UE. Igualmente, un 37% de los encuestados españoles dijo penar que la Radio española habla “lo preciso” sobre la unión mientras que otro 31% piensa que esta lo hace “poco”. En cuanto a la Prensa nacional, los españoles han opinado que esta habla “mucho” sobre la UE en un 12% (frente al 7% de la media 177 de la UE-27) y otro 39% que esta habla “lo preciso” sobre la UE. Mientras un 34% de las mujeres encuestadas piensa que la Radio habla “lo preciso” sobre la UE, otro 33% piensa que esta habla “poco”. Entre los hombres encuestados la mayoría piensa que la Radio habla “lo preciso” (un 41%). A nivel de las zonas geográficas donde habitan los encuestados, existen diferencias significativas como por ejemplo que un 22% de los que habitan en Madrid dijo que la Radio habla “mucho” sobre la UE, frente al 7% de los de Noroeste y el 9% de los de Sur que sienten que eso es así. La TV ha sido considerada como uno de los medios a través del cual los ciudadanos encuestados dicen que habla “lo preciso” sobre la UE. Así vemos que, un 47% de los hombres y un 41% de las mujeres piensan que eso es así. El 28% de los jóvenes entre 15 y 24 años piensa que la TV habla “poco” sobre la UE, frente al 38% de los encuestados entre 40 y 54 años que piensan igual. Mientras un 59% de los altos cargos y un 52% de los trabajadores manuales piensan que la TV habla “lo preciso” sobre la UE, sólo el 36% de las personas dedicadas al hogar piensan lo mismo. En cuanto a la Prensa y entre los encuestados hombres se tiene la opinión que esta habla “lo preciso” sobre la UE según el 43%. Por el contrario sólo un 36% de las mujeres encuestadas piensa igual. 178 Eurobarómetro de primavera de 2007 (67) El 35% de los desempleados, el 31% de los trabajadores por cuenta propia y el 27% de los altos cargos piensan que la Prensa habla “poco” sobre la UE. Entre los habitantes de Madrid existe la opinión de que la Prensa habla “mucho” de la UE según el 22%. Por el contrario, sólo el 8% de los habitantes encuestados de la zona Centro y el 7% de los de Canarias piensan que esto sea así. Un 12% de los jóvenes de entre 15 y 24 años piensan que en Internet se habla “mucho” sobre la UE. 179 Eurobarómetro de primavera de 2007 (67), ¿Cuánto habla la televisión sobre la Unión Europea? El Eurobarómetro de primavera de 2006 (65) indica que uno de cada dos españoles encuestados piensa que la TV en España, habla “lo preciso“ sobre la UE (51%). Otro 21% piensa que se habla “poco” de la UE en Televisión mientras que un 10% dijo que se hablaba “mucho”. Igualmente, se piensa que la Radio es otra fuente de 180 información donde se habla sobre la UE en España, aunque en menor porcentaje. Así, un 34% dijo que en la radio se hablaba “lo preciso” y sólo un 7% “mucho”. ¿Qué imagen se percibe de la Unión Europea a través de la televisión? El Eurobarómetro de primavera de 2006 (65) indica que a la hora de saber el tipo de imagen que perciben los Españoles sobre la UE a través de la TV, vemos que un 44% de la muestra ha dicho que la TV en España presenta a la UE de un modo “objetivo”, mientras otro 20% pensó que se presenta “demasiado positivo”. Muy parecida es la percepción que se recibe a través de la radio donde un 34% dijo que en esta fuente la UE se presenta de un modo “objetivo”. 2.3. Opinión sobre la pertenencia de España a la Unión Europea Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002, la actitud española ante la pertenencia de España a la Unión Europea es bastante positiva. Un 66% de los encuestados considera “algo bueno” el hecho de que España sea miembro de la Unión, mientras que un 5% lo considera como “algo malo” y el 23% lo califica de “algo ni bueno ni malo”. La media europea para esta pregunta es de un 53% de respuestas que consideran “algo bueno” la pertenencia de su país a la Unión, frente al 11% que lo ve como “algo malo”. Si queremos observar cómo ha evolucionado en el tiempo la actitud del grupo español ante esta pregunta, el siguiente gráfico nos muestra cómo de 1990 a 1996 la tendencia general es negativa, alcanzando en 1995 el mayor porcentaje (18%) para la respuesta “algo 181 malo” ante la pertenencia de España a la Unión Europea. Sin embargo, desde 1997, el porcentaje de respuestas “algo bueno” tiende a aumentar significativamente, pasando del 48% en 1996 al 66% recogido en este Eurobarómetro. Eurobarómetro 57, de primavera de 2002 En el Eurobarómetro 58, de otoño de 2002, los españoles fueron preguntados por sus sentimientos acerca de la pertenencia de España en la UE. La mayoría de los españoles cree que ‘esto es algo bueno’ según un 68%. Como se ve en el Grafico III esta respuesta ha ido recuperando su nivel durante el último año. 182 Eurobarómetro 58, de otoño de 2002 Según el Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 un 62% del grupo encuestado piensa que ser miembro de la UE es “algo bueno” para España. Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004, la mayoría de los españoles creen que ser miembro de la UE es “algo bueno”, con 183 un 72 % del grupo pensando así. Otro 16% piensa que la pertenencia a la UE es “ni buena ni mala”. De esta forma España se coloca entre los cinco países estados miembros que más apoyan la pertenencia a la Unión Europea, con países como Holanda, Bélgica y Luxemburgo encabezando la lista. Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 El Eurobarómetro de otoño 2004 (62), señala que los encuestados españoles valoran muy positivamente la pertenencia a la Unión Europea con una diferencia de 16 puntos porcentuales positivos con la media de la UE 25 La mayoría de los españoles creen que ser miembro de la UE es “algo bueno”, común 72 % del grupo pensando así.Entre los que creen que “España no se ha beneficiado” de su pertenencia la Unión Europea destaca el grupo de las personas que dedican a labores del hogar (20%) y los trabajadores manuales (19%). Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 un 78% de los hombres y un 67% de las mujeres piensan que es ser miembro de la UE es “algo bueno”, cifras que disminuirían al 70% y 63% respectivamente en el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005. Respecto de la ocupación de los encuestados, en la Edición 62 184 del Eurobarómetro (otoño 2004) manifestaron pensar que es ser miembro de la UE es “algo bueno” el 76% de los trabajadores por cuenta propia, el 77% de los jóvenes y estudiantes y el 68% de los trabajadores manuales, cifras que se verían actualizadas año y medio después en el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 al señalar que de los que piensan que la pertenencia es “algo bueno” un 70% son hombres y un 63% mujeres. Igualmente, un 84% de ellos son altos cargos, un 75% son empleados por cuenta propia, un 68% son trabajadores manuales y un 78% estudiantes. La región de Noreste es la que sus habitantes más creen que la pertenencia ha sido buena para España, con un 81% pensando así. Por lo contrario, un 13% de los hombres y un 19% de las mujeres piensan que la pertenencia no ha sido “ni buena ni mala”, al igual que el 13% de los habitantes de Madrid. El Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 se ocuparía en señalar que un 18% de los que habitan en zonas rurales piensan que la pertenencia es “ni buena ni mala” frente al 23 % de los que habitan en ciudades grandes y piensan igual. Un año más tarde, el Eurobarómetro 64 de otoño de 2005 señalaba que dos de cada tres españoles encuestados en esta edición piensan que la pertenencia a la Unión Europea es “algo bueno”. Esta actitud positiva de los encuestados españoles se mantiene firme en las últimas ediciones del euro barómetro. Además, el porcentaje de los españoles encuestados que han evaluado dicha pertenencia como “algo malo” está entre los más bajos de los demás países estados miembros con un 8% de los españoles pensando así, frente al 16% de la media de la UE-25. 185 Un 18% de los que habitan en zonas rurales piensan que la pertenencia es “ni buena ni mala” frente al 23 % de los que habitan en ciudades grandes y piensan igual. A la hora de saber si los españoles consideran que España se ha beneficiado de su pertenencia a la Unión Europea vemos que un 69% piensa que España “se ha beneficiado”. El Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, recoge la afirmación de que “los españoles apoyan en su mayoría la pertenencia a la Unión Europea”. Así se ocupa en señalar que en dicha edición dos de cada tres españoles encuestados piensan que la pertenencia a la Unión Europea es “algo bueno”, una actitud positiva de los encuestados españoles que se mantiene firme desde la anterior edición donde igualmente un 66% de ellos dijo lo mismo. Igualmente un 19% del grupo piensa que la pertenencia es “ni buena ni mala”. A nivel europeo, el porcentaje de los que han contestado que la pertenencia de sus respectivos países es “algo bueno” es de un 50%, frente al 30% que pensó que dicha pertenencia es “ni buena ni mala”. Además, el porcentaje de los españoles encuestados que han evaluado dicha pertenencia como “algo malo” está entre los más bajos de los demás países estados miembros con un 8% de los españoles pensando así, frente al 16% de la media de la UE-25. Según el Eurobarómetro 66 (otoño 2006), dos terceras partes del grupo piensan que la pertenencia a la UE tiene efectos “buenos” sobre la economía del país” Entre el grupo español existe la creencia de que la pertenencia a la UE ha tenido un efecto “bueno” sobre la economía del país con un 186 62% pensando así. Otro 22% ha pensado que los efectos de dicha pertenencia han sido “malos”. A nivel Europeo, la media de los 25 ha sido de 56% de los que piensan que los efectos de la pertenencia de sus respectivos países ah sido “buena”, frente a un 36% de ellos que piensa que ha sido “mala”. Por el contrario, menos de la mitad del grupo piensa que los efectos de dicha pertenencia hayan sido “buenos” para el empleo del país. Un 40% del grupo piensa así, frente a una cuarta parte que piensa que los efectos sobre el empleo han sido “malos”. A nivel de los 25 países miembros, el 33% ha pensado que la pertenencia de sus respectivos países ha tenido efectos “buenos” para el empleo, mientras que el 11% que los efectos han sido “malos”. Según el Eurobarómetro 67, de primavera de 2007, la pertenencia de España a la Unión Europea es considerada como algo beneficioso para la mayoría de los españoles encuestados En esta cuestión España se encuentra muy por encima de la media europea de los 27. A la hora de saber si los españoles consideran que España se ha beneficiado de su pertenencia en la Unión Europea vemos que un 73% (64% en la edición del otoño del 2006) piensa que España “se ha beneficiado”. Otro 14% dijo que España “no se ha beneficiado”. La media de la Unión Europea de los 27 países estados 187 miembros en dicha pregunta es de un 59% para los que piensan que sus respectivos países sí se han beneficiado y de un 30% de los que piensan que estos “no se han beneficiado”. Son sobre todo los españoles de ente 40 y 54 años y los mayores de 55 años los que piensan que España “no se ha beneficiado” de su pertenencia a la UE. Entre los que piensan igualmente que España “no se ha beneficiado” de su pertenencia a la UE, la mayoría son los altos cargos y los trabajadores manuales encuestados (un 21% y un 14% respectivamente). En su opinión, cree que España se ha beneficiado o no de su pertenencia a la Unión Europea? El Eurobarómetro 69, de primavera de 2008 señalaría que casi dos terceras partes del grupo de los encuestados manifestó que para España ser miembro de la UE es “algo bueno”, con un 65% del grupo pensando así y siendo un poco menor ha sido la media de la UE-27, con la mitad del grupo europeo eligiendo esta respuesta, el 52%. 188 Otro 20% del grupo español ha pensado que ser miembro de la UE es “ni bueno ni malo”, al igual que el 29% del grupo de la Unión. Sólo el 8% del grupo español ha respondido que ser miembro de la UE es “algo malo”, un porcentaje muy por debajo de la media de la UE27 en esta respuesta, que ha sido de un 14%. Los Españoles junto a Holandeses, Luxemburgueses y Belgas son algunos de los ciudadanos que están por encima de la media europea, mientras que Franceses, Portugueses, Griegos e Italianos de los que están por debajo de la media de la UE-27. Eurobarómetro 69, de primavera de 2008 Según los datos que arroja el Eurobarómetro 70, correspondiente a otoño de 2008, casi dos terceras partes de los encuestados españoles (63%) consideran que la pertenencia a la Unión Europea ha beneficiado al país. Una opinión superior a la media de la 189 UE27 (donde el 53% ha pensado que sus respectivos países “se han beneficiado” de su pertenencia a la UE). Los ciudadanos europeos que valoran con un mayor porcentaje entre los encuestados este resultado beneficioso para sus respectivos países (Grafico 3), han sido Irlanda (79%), Estonia (78%), Eslovaquia (77%), Dinamarca y Holanda (ambas con un 76%). Entre las regiones españolas que valoran como beneficiosa esta pertenencia destaca Madrid, donde el 85% de los encuestados ha optado por esta respuesta. Por edades, los encuestados entre 25 y 39 años con esta misma opinión son el 71%, y por sexo son los hombres quienes se decantaron por la misma respuesta. 190 ¿Consideran los españoles que España se ha beneficiado de la pertenencia a la UE? Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002, cuando se pregunta si considera que España se ha beneficiado o no de su pertenencia a la Unión Europea, un 63% responde que sí, mientras que el 15% de los encuestados opina lo contrario. El siguiente gráfico del Eurobarómetro 57, de primavera de 2002, representa la media porcentual de cada uno de los países miembros de la Unión Europea para la respuesta: “sí, pienso que mi país se ha beneficiado de su pertenencia al la Unión Europea”. Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 la mayoría de los españoles cree que la pertenencia de España a la Unión Europea ha sido “beneficiosa” para el país, según un 70%, muy por encima de la media Europea que se siente así sobre la pertenencia de sus respectivos países y que ha sido de un 53%. 191 Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, la pertenencia de España a la Unión Europea es considerada como algo beneficioso para la mayoría de los españoles encuestados”; un 69% piensa que España “se ha beneficiado”. Otro 16% dijo que España “no se ha beneficiado” de su pertenencia, mientras que un 14% dijo “no saber”. La media de la Unión Europea de los entonces 25 Estados miembros en dicha pregunta es de un 52% para los que piensan que sus respectivos países sí se han beneficiado y de un 36% de los que piensan que estos no se han beneficiado. 192 Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 El Eurobarómetro 66, de otoño de 2006, se ocuparía en señalar que un 64% (71% en la edición de la primavera del 2005) de los encuestados piensa que España “se ha beneficiado” de su pertenencia a la Unión Europea y un 20% dijo que España “no se ha beneficiado”. La media de la Unión Europea de los entonces 25 Estados miembros en dicha pregunta es de un 54% para los que piensan que sus respectivos países sí se han beneficiado y de un 34% de los que piensan que estos “no se han beneficiado”. Eurobarómetro 66, de otoño de 2005 193 Según el Eurobarómetro 69, de primavera de 2008, ser miembro de la UE ha sido considerado como “beneficioso” para España, según el 66% del grupo que ha elegido la opción España se ha beneficiado de su pertenencia a la UE. Solamente el 16% del grupo ha dicho que España “no se ha beneficiado” de su pertenencia a la UE. Entre los demás europeos existen algunas diferencias en cuanto a las respuestas, ya que según la media de la UE-27, el 54% ha pensado que sus respectivos países “se han beneficiado” de su pertenencia a la UE, mientras que un 31% ha pensado que sus países “no se han beneficiado” de su pertenencia. ¿Consideran los españoles que España se ha beneficiado de la pertenencia a la UE? Por sexo Según el Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 más hombres que mujeres piensan que ser miembro es algo “bueno”, un 66% de los hombres frente a un 57% de las mujeres. ¿Consideran los españoles que España se ha beneficiado de la pertenencia a la UE? Por ocupación Según el Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 los estudiantes (75%), trabajadores por cuenta propia (70%) y altos cargos (79%) son los grupos activos que más valoran la pertenencia de España a la UE. Con posterioridad el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 indica que entre los distintos grupos profesionales, los que creen que España se “ha beneficiado de la pertenencia a la UE” son en su mayoría profesionales y altos cargos (86%) y trabajadores por cuenta propia (78%) pero también los estudiantes (73%). Entre los que creen que “España no se ha beneficiado” de 194 su pertenencia la Unión Europea destaca el grupo de las personas que dedican a labores del hogar (20%) y los trabajadores manuales (19%). ¿Consideran los españoles que España se ha beneficiado de la pertenencia a la UE? Por ámbito geográfico Según el Eurobarómetro 57, entre las regiones que más respuestas positivas han recogido encontramos la zona de AragónRioja, con un 77% del grupo que afirma que España sí se ha beneficiado de su pertenencia a la Unión, un 75% para la misma respuesta en Galicia, y las zonas Sur y Canarias, ambas con el 68%. Las zonas Este, con un 47%, y Noreste, con un 54%, son las regiones en las que se han recogido los porcentajes más bajos para esta respuesta. Según el Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 entre las regiones existen alguna diferencia, por ejemplo: Canarias (87%), Cataluña (67%), Madrid (62%) y Galicia (61%) con una mayoría de sus habitantes pensando que la pertenencia a la UE es “algo bueno”, mientras que un 17% de Norte y un 12% de Aragón-Rioja piensan que es “algo malo”. Más divididos los de Noreste y Centro donde un 36% en ambos casos piensa que la pertenencia es “ni buena ni mala”. Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 muy beneficiosa sienten que ha sido la pertenencia de España a la UE los habitantes de ciudades grandes y medianas (71%) y menos los de zonas rurales (69%). ¿Por qué se ha beneficiado España de su pertenencia a la UE? Según el Eurobarómetro 69, de primavera de 2008, En líneas generales se puede decir que en su mayoría los españoles valoran la 195 pertenencia de España en la UE sobre todo por razones de crecimiento económico, de cooperación con otros países así como por razones de seguridad y paz. De esta forma, a la pregunta de por qué se ha beneficiado España de su pertenencia a la UE, los encuestados han elegido en su mayoría la respuesta: “la UE contribuye al crecimiento económico de España”. Así, vemos que una vez más los españoles tienden a preferir razones económicas para valorar el papel de la UE para España. Un 29% del grupo ha dicho que España se ha beneficiado de su pertenencia en la Unión por razones de crecimiento económico, mientras que el 30% de la media de la UE27 ha pensado igual. Otro 23% del grupo español ha preferido la respuesta de que la pertenencia a la UE “mejorara la cooperación entre España y los demás países”. Finalmente la tercera respuesta más elegida ha sido la de que “la UE dará a los españoles una voz más fuerte en el mundo”, con un 21% del grupo español eligiendo esta respuesta. Otro 20% ha elegido la opción de “la UE contribuye a mantener la paz y reforzar la seguridad” ¿Cuáles son las cosas que los españoles valoran más de la pertenencia a la UE? Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004 “El Euro y la Libertad para viajar y trabajar en cualquier lugar de Europa son las características de la UE que más valoran los españoles” Por lo general la pertenencia a la UE tiene distintos significados a nivel personal. En esta edición hemos querido saber que cosas son 196 las que los ciudadanos valoran más de esta pertenencia. Como en otras ediciones los ciudadanos europeos valoran sobre todo las características que más relación tienen con su vida diaria y las oportunidades que la pertenencia a la UE les ofrece. La mayoría del grupo español coincide en que para ellos la UE significa sobre todo el ‘Euro’ (41%) pero también “la libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la UE” (40%). Otras valoraciones personales apreciadas por el grupo incluyen “Una voz más fuerte en Europa “(un 29%), la “diversidad cultural” (26%) y la “democracia” (un 22%). A otro nivel, se ha preguntado a los ciudadanos sobre los sentimientos que les provoca su pertenencia a la UE. Personalmente los encuestados han dicho que la UE les da un sentimiento de “Esperanza” en un 35%, mientras que otro 29% ha dicho que la UE les da un sentimiento de “Confianza” (un 44% y un 22% respectivamente del grupo de la UE-25 dice tener estos sentimientos hacia la UE). Eurobarómetro 61, de primavera de 2004 197 ¿Se sienten más seguros los españoles por ser un Estado miembro de la UE? Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004 la mayoría del grupo español se siente más seguro porque España es un estado miembro (un 60% del grupo piensa así) y un 55% dice estar de acuerdo con que España es más estable económicamente porque es un miembro de la UE. Otro 53% piensa así sobre la estabilidad política en España. Los españoles piensan que la UE juega un papel positivo en cuanto a la “lucha contra el Terrorismo” (61%), en cuanto a la “situación económica en España” (45%) o la “lucha contra el desempleo” (32%), mientras que piensan que la UE juega un papel negativo en cuanto “el alza de los precios” (48%) o “la inmigración” (32%). Así, entre los españoles se cree que entre las prioridades que debe adoptar la UE se encuentran “la lucha contra el Terrorismo” (41%), “la lucha contra la pobreza y la exclusión social” (38%), la “lucha contra el desempleo” (37%) así como la labor de “mantener la paz y seguridad” (33%). ¿Ven los españoles como beneficiosa la pertenencia de España a la Unión Europea? En el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, los españoles han sido preguntados por sus sentimientos acerca de la pertenencia de España en la UE La mayoría de los españoles (un 62%) cree que esto es algo bueno, un poco menos que en el anterior Eurobarómetro donde se obtuvo un 68% En general el grupo siente que la pertenencia de España a la UE ha sido beneficiosa para el país (62%), muy por encima de la media 198 europea, que dice así sobre la pertenencia de sus respectivos países con un 50% ¿Es para los españoles ser miembro de la UE algo bueno? Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004 la mayoría de los españoles creen que ser miembro de la UE es algo bueno, un 64% del grupo piensa así. Otro 22% piensa que la pertenencia a la UE es “ni buena ni mala”. Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004, Muy positivamente valoran los encuestados españoles la pertenencia a la Unión Europea con una diferencia de +16 puntos porcentuales con la media de la UE 25. Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 199 La mayoría de los españoles creen que ser miembro de la UE es “algo bueno”, con un 72 % del grupo pensando así. Otro 16% piensa que la pertenencia a la UE es “ni buena ni mala”. De esta forma España se coloca entre los cinco países estados miembros que más apoyan la pertenencia a la Unión Europea, con países como Holanda, Bélgica y Luxemburgo encabezando la lista. Eurobarómetro 62, de otoño de 2004 Según el Eurobarómetro 65, de primavera de 2006, “Los españoles apoyan en su mayoría la pertenencia a la Unión Europea” Más de dos terceras partes de los españoles encuestados en esta edición piensan que la pertenencia a la Unión Europea es “algo bueno” (un 72% de los encuestados). Esta actitud positiva de los encuestados españoles se mantiene firme desde la anterior edición donde igualmente un 66% de ellos dijo lo mismo. Otro 15% del grupo piensa que la pertenencia es “ni buena ni mala” y sólo un 6% piensa que la pertenencia es “algo malo”. A nivel europeo, el porcentaje de los que han contestado que la pertenencia de sus respectivos países es “algo bueno” es de un 55%, frente al 28% que pensó que dicha pertenencia es “ni buena ni mala”. Además, el porcentaje de los españoles encuestados que han 200 evaluado dicha pertenencia como “algo malo” está entre los más bajos de los demás países estados miembros, con un 6% de los españoles pensando así frente al 13% de la media de la UE-25. Según el Eurobarómetro 65 de primavera 2006, “La pertenencia de España a la Unión Europea es considerada como algo beneficioso para la mayoría de los españoles encuestados” España se encuentra en el cuarto lugar entre los 25. A la hora de saber si los españoles consideran que España se ha beneficiado de su pertenencia a la Unión Europea vemos que un 71% (69% en la edición del otoño del 2005) piensa que España “se ha beneficiado”. Otro 13% dijo que España “no se ha beneficiado” de su pertenencia, mientras que un 14% dijo “no saber” La media de la Unión Europea de los 25 países estados miembros en dicha pregunta es de un 54% para los que piensan que sus respectivos países sí se han beneficiado y de un 33% de los que piensan que estos “no se han beneficiado”. Según el Eurobarómetro 66 de otoño de 2006, “Los españoles apoyan en su mayoría la pertenencia a la Unión Europea” Al menos dos terceras partes de los españoles encuestados en esta edición piensan que la pertenencia a la Unión Europea es “algo bueno” (un 62% de los encuestados). Esta actitud positiva de los encuestados españoles se mantiene firme desde la anterior edición, aunque en descenso, donde un 72% de ellos dijo lo mismo. Otro 19% del grupo piensa que la pertenencia es “ni buena ni mala” y sólo un 9% piensa que la pertenencia es “algo malo”. 201 Eurobarómetro 65 – primavera 2006 Eurobarómetro 65 – primavera 2006 A nivel europeo, el porcentaje de los que han contestado que la pertenencia de sus respectivos países es “algo bueno” es de un 53%, 202 frente al 27% que pensó que dicha pertenencia es “ni buena ni mala”. Además, el porcentaje de los españoles encuestados que han evaluado dicha pertenencia como “algo malo” está entre los más bajos de los demás países estados miembros con un 9% de los españoles pensando así frente al 27% de la media de la UE-25. Según el Eurobarómetro 67 de primavera de 2007, Los españoles siguen apoyando en su mayoría la pertenencia a la Unión Europea Más de dos terceras partes de los españoles encuestados en esta edición piensan que la pertenencia a la Unión Europea es “algo bueno” (un 73% de los encuestados). Esta actitud positiva de los encuestados españoles se mantiene firme desde la anterior edición, aunque en descenso, donde un 62% de ellos dijo lo mismo. Otro 13% del grupo piensa que la pertenencia es “ni buena ni mala” y un 10% piensa que la pertenencia es “algo malo”. A nivel europeo, el porcentaje de los que han contestado que la pertenencia de sus respectivos países es “algo bueno” es de un 57%, frente al 25% que pensó que dicha pertenencia es “ni buena ni mala”. Además, el porcentaje de los españoles encuestados que han evaluado dicha pertenencia como “algo malo” está entre los más bajos de los demás países estados miembros con un 10% de los españoles pensando así frente al 15% de la media de la UE-27. Entre los distintos grupos de los encuestados vemos que: Según el Eurobarómetro 70, de otoño de 2008 para los Españoles ser miembro de la UE es “algo bueno” 203 Un 62% del grupo de los encuestados ha dicho que para España ser miembro de la UE es “algo bueno” (unos 3 puntos menos que en la anterior consulta, donde esta valoración alcanzó el 65%). Esta opinión se mantiene por encima de la media de la UE27, con la mitad del grupo europeo eligiendo esta respuesta, el 52%. Sólo el 11% del grupo español ha respondido que ser miembro de la UE es “algo malo”, un porcentaje por debajo de la media de la UE27 en esta respuesta, que ha sido de un 15%. El porcentaje de indiferentes ante esta pregunta, personas que respondieron percibir la Unión Europea como “algo ni bueno ni malo”, se ha situado en el 17% (menor que en la anterior edición del Eurobarómetro, cuando se 204 situaba en el 20%). Los ciudadanos europeos con una mejor apreciación de la UE (Grafico 2) son los holandeses (un 80% la valoran como “algo positivo”), los luxemburgueses (71%), los irlandeses (67%) y los daneses (64%). ¿Es para los españoles ser miembro de la UE algo bueno? Por regiones Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, la región de Cataluña es la que sus habitantes más creen que la pertenencia ha sido buena para España, con un 71% pensando así. El 24% del los habitantes de Madrid y el 18% de los de Cataluña piensan que la pertenencia no ha sido ni buena ni mala. Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004, la región de Noreste es la que sus habitantes más creen que la pertenencia ha sido buena para España, con un 81% pensando así. Por lo contrario, un 13% de los hombres y un 19% de las mujeres piensan que la pertenencia no ha sido “ni buena ni mala”, al igual que el 13% de los habitantes de Madrid. Según el Eurobarómetro 65, de primavera de 2006 un 68% de los que habitan en zonas rurales piensan que la pertenencia es buena frente al 75% de los que habitan en ciudades grandes y piensan igual Según el Eurobarómetro 66 de otoño de 2006,Un 69% de los que habitan en la zona Centro del país piensan que la pertenencia es buena frente al 75% de los que habitan en Madrid y piensan igual Según el Eurobarómetro 67 de primavera de 2007, Un 69% de 205 los que habitan en la zona Centro del país piensan que la pertenencia es “algo bueno” frente al 75% de los que habitan en Madrid y piensan igual. ¿Es para los españoles ser miembro de la UE algo bueno? Por sexo Según el Eurobarómetro 61, de primavera de un 67% de los hombres y un 62% de las mujeres piensan que es “algo bueno” Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, un 21% de los hombres y un 23% de las mujeres piensan que la pertenencia no ha sido ni buena ni mala, Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004, un 78% de los hombres y un 67% de las mujeres piensan que es ser miembro de la UE Según el Eurobarómetro 65, de primavera de 2006De los que piensan que la pertenencia es “algo bueno” un 78% son hombres y un 66% mujeres. Según el Eurobarómetro 66 de otoño de 2006, De los que piensan que la pertenencia es “algo bueno” un 68% son hombres y un 57% mujeres ¿Ven los españoles como beneficiosa la pertenencia de España a la Unión Europea? Por grupos profesionales Según el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, Entre los distintos grupos profesionales, los que creen que España se ha beneficiado de la pertenencia a la UE son en su mayoría profesionales y altos cargos (80%) pero también los estudiantes (70%) Los 206 trabajadores por cuenta propia y los pensionistas son los grupos que creen en un mayor porcentaje que España no se ha beneficiado de su pertenencia a la Unión (el 24% y el 26% respectivamente) Según el Eurobarómetro 61, de primavera el 78% de los trabajadores por cuenta propia, piensan que es “algo bueno” al igual que el 72% de los jóvenes y estudiantes, o el 68% de los trabajadores manuales. Según el Eurobarómetro 62, de otoño de 2004, entre los encuestados vemos el 76% de los trabajadores por cuenta propia piensan que es ser miembro de la UE es “algo bueno”,, el 77% de los jóvenes y estudiantes, o el 68% de los trabajadores manuales. Según el Eurobarómetro 65, de primavera de 2006 de los que piensan que la pertenencia es “algo bueno un 91% de ellos son altos cargos, un 74% son empleados por cuenta propia, un 76% son trabajadores manuales y un 88% estudiantes. Según el Eurobarómetro 66 de otoño de 2006, de los que piensan que la pertenencia es “algo bueno” un 88% de ellos son altos cargos, un 68% son empleados por cuenta propia, y un 66% estudiantes Según el Eurobarómetro 67 de primavera de 2007, En cuanto a las diferencias entre los encuestados por grupos profesionales, un 81% de los que han respondido que la pertenencia es “algo bueno” son altos cargos, un 76% son empleados por cuenta propia, y un 81% estudiantes. 207 2.4. Sentimientos personales sobre la Unión Europea 2.4.1. Sentimiento europeo ¿Se ven los españoles europeos, españoles y europeos o solo españoles? Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002, un 60% de los encuestados afirma verse, en un futuro cercano, como “Español/a y Europeo/a”, frente a un 28% que se ve como “Español/a sólo” y un 4% que se ve “Europeo/a y Español/a”, mismo porcentaje para el grupo que se ve “Europeo/a sólo”. La media europea se sitúa en el 38% para aquellos que se ven únicamente nacionales, y en un para 48% aquellos que se ven primero nacionales y luego europeos. Sólo Italia cuenta con un porcentaje algo mayor que España para esta respuesta, con un 65% que se ve como “Italiano/a y Europeo/a” y un 20% que se ve en un futuro próximo como “Italiano/a sólo”. Los luxemburgueses son los que cuentan con el porcentaje más alto (14%) para la respuesta “Europeo/a sólo”, mientras que el 62% de los ingleses se considera “Británico/a sólo”. Asimismo, un 59% del grupo español dice sentirse “bastante orgulloso” de ser europeo, siendo la media europea del 48% para esta respuesta. 208 Eurobarómetro 57. de primavera de 2002 Eurobarómetro 59, primavera de 2003 Según el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, en cuanto a cómo se ven los españoles en el futuro vemos que baja el sentimiento de “solo español” (Gráfico 7): 209 Eurobarómetro 60, otoño de 2003 Según el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, en cuanto a cómo se ven los españoles en el futuro, vemos que en general desciende su sentimiento de europeos/as. Así un 52% del grupo dice sentirse primero español/a y luego europeo/a, y sólo un 8% dice que se siente en primer lugar europeo/a y luego español/a Otro 34% dice que se sentirá sólo español Un 59% del grupo dice sentirse primero ‘español/a y luego europeo/a’, y sólo un 6% dice que se sentirá en primer lugar ‘europeo/a y luego español/a’. Otro 29% dice que se sentirá ‘sólo Español’. Un 43% del grupo dice además sentirse “muy orgulloso” de ser Europeo, y otro 48% de sentirse “bastante orgulloso” de ser Europeo. En el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, el grupo español se dividió en dos grupos: “muestra A”, donde a la pregunta de “En un futuro próximo dígame Vs si se ve como…?”, los encuestados han podido elegir entre “sólo español”, “español y europeo” o “sólo 210 europeo”; y el resto del grupo, donde los encuestados a la misma pregunta han podido elegir entre una opción más, la de “europeo y español”. En la “muestra A” del grupo, habiendo tres opciones a elegir, la mayoría del grupo dice sentirse más “Español/a y Europeo/a”, con un 59% pensando así. Otro 37% dice sentirse sólo español. Igualmente, cuando se pregunto a la “muestra B” del grupo español, incluyendo la cuarta posibilidad, la mayoría del grupo ha preferido opinar que se siente más “español y europeo”, con un 57% del grupo pensando así. Otro 36% dijo sentirse “sólo español”. Eurobarómetro 61, primavera 2004 En su mayoría el grupo español parece preferir la combinación de español y europeo, antes que la de europeo y español, muy parecidamente que en el resto de la UE de los 15 donde, igualmente la media ha preferido la opción de “(nacionalidad) y Europeo”, en un 50%. En la evolución de esta pregunta vemos que la opción de “español y europeo” se estabiliza en el último año, mientras que crece el número de personas que han preferido decir que se sienten más 211 “Españoles” Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 “Casi uno de cada dos españoles dice sentirse español y europeo a la vez”, creciendo el sentimiento de ser europeo entre los ciudadanos españoles en dicha edición. Un 48% del grupo dice sentirse “español y europeo” frente al 36% de ellos que dicen sentirse “sólo español”. Otro 5% dijo sentirse “sólo europeo” (Gráfico 9). Eurobarómetro 61, primavera de 2004, A nivel europeo el sentimiento de los demás ciudadanos en cuanto a sus nacionalidades respectivas es muy parecido con los datos obtenidos para España, ya que un 41% opto por la respuesta de “sólo su nacionalidad”, mientras que un 48% “su nacionalidad y europeo”. Según el Eurobarómetro 65 de primavera 2006, un 55% del grupo ha dicho que está de acuerdo con la afirmación “Me siento seguro porque España es miembro de la Unión Europea”. Otro 29% dijo estar en desacuerdo con dicha afirmación. La media europea en esta pregunta ha sido de 47% y 44% respectivamente 212 Un 52% del grupo dice sentirse “muy atado” a España frente al 36% de ellos que dicen sentirse “más o menos atado” a España. Otro 17% dijo sentirse “muy atado” a Europa mientras que un 41% dijo sentirse “más o menos atado” a Europa. Otro 30% dijo sentirse “no muy atado” a Europa. ¿Se ven los españoles europeos, españoles y europeos o solo españoles? Por sexo Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, entre los distintos grupos vemos que un 60% de los hombres y un 54% de las mujeres dijo sentirse “Español/a y Europeo/a”, mientras que más mujeres que hombres (un 41% frente al 31%) dijo sentirse antes “sólo español/a”. Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 213 Estos datos se verían actualizados en el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, según el cual uno de cada dos hombres encuestados dijo sentirse “español y europeo”, un 49%, casi igual porcentaje que entre las mujeres, donde también un 48% dijo lo mismo. ¿Se ven los españoles europeos, españoles y europeos o solo españoles? Por ocupación Según el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, un 65% de los empleados por cuenta propia, un 68% de los altos cargos y profesionales, y un 61% de los estudiantes han preferido la opción de “Español y europeo”. Muy alto parece el porcentaje de los trabajadores manuales que dicen sentirse “solo españoles”, un 36%. El Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, señalaría que entre los estudiantes del grupo español encuestado se encuentra el porcentaje más alto de la respuesta “español y europeo” con un 63% de ellos pensando así. Por otra parte, un 10% de los trabajadores por cuenta propia dijo sentirse “sólo europeo”, mientras que la mayoría de los trabajadores manuales ha optado por al respuesta de “español y europeo”, un 49%. ¿Se ven los españoles europeos, españoles y europeos o solo españoles? Por regiones Según el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, entre las distintas regiones españolas existe una gran diversidad a la hora de sentirse sólo español, con un 29% de los habitantes de la región del Norte y un 19% de Galicia afirmando esto, mientras que un 50% de los habitantes de Centro, un 36% de Aragón-Rioja y un 34% de los de la región de Cataluña sintiéndose sólo españoles. La siguiente edición del Eurobarómetro (Eurobarómetro 60, de otoño de 2003) se ocuparía en señalar que entre las distintas regiones españolas existe una gran 214 diversidad a la hora de sentirse ‘sólo español’, con un 54% de los habitantes de la región de Aragón-Rioja y un 37% de Centro afirmando esto, a diferencia del anterior EB59.1 donde la mayoría de respuestas “solo español” fue obtenida en las regiones de Galicia y Norte. Cataluña, Este, Sur y Canarias las regiones que afirman sentirse mayoritariamente “español y europeo”, con un 62%, 64%, 62% y 68% respectivamente. De acuerdo con el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, es alto el porcentaje de los que dicen sentirse “solo españoles” en la región de Galicia (un 60% prefiere sentirse solo español), mientras que la mayoría de los habitantes de Cataluña (66%), Norte (66%) y Canarias (59%) dicen sentirse “Español y Europeo”. ¿Con qué frecuencia se sienten europeos los españoles? Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, “Los españoles dicen sentirse algunas veces no sólo españoles sino también 215 europeos”. Un 41% del grupo de los españoles dice sentirse “algunas veces” no sólo español sino también europeo. En la misma pregunta, otro 15% dijo sentirse también europeo “a menudo” (unos -2 puntos por debajo de la media europea), mientras que un 37% opto por la respuesta “nunca” A nivel europeo, los niveles de sentimiento de los ciudadanos europeos están muy en línea con los obtenidos para España siendo la media de la Unión Europea de los 25 para la respuesta “algunas veces” de un 38%, unos -3 puntos porcentuales por debajo del valor obtenido para España. La respuesta de “nunca” ha obtenido en la media Europea un 42%. Eurobarómetro 64, otoño de 2005 216 Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 Con qué frecuencia se sienten europeos los españoles? Por sexo Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, un 17% de los hombres y un 13% de las mujeres encuestadas dijo sentirse “a menudo” no sólo español/a sino también europeo/a ¿Con qué frecuencia se sienten europeos los españoles? Por ocupación Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 con una gran diferencia de los demás grupos profesionales los altos cargos y directivos han dicho sentirse “a menudo” también europeos, con un 42% (frente al 19% de los empleados por cuenta propia, el 17% de los trabajadores manuales el 14% de los estudiantes). ¿Con qué frecuencia se sienten españoles y europeos los españoles? Por edades Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005 el sentimiento de ser “español y europeo” es mayor entre la gente joven que entre los mayores, un 48% de los que están entre los 15-24 años. 217 ¿Se sienten unidos los españoles a la Unión Europea? Según el Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 un 48% del grupo encuestado dice sentirse “bastante unido a la UE”, lo que significa un aumento de 15 puntos porcentuales respecto del Eurobarómetro 58 de otoño de 2002. Por otra parte cada vez menos españoles dicen sentirse “no muy unidos” o “nada unidos” a Europa. Además existe una tendencia positiva a la hora de evaluar la pertenencia. Eurobarómetro 60 de otoño de 2003 Según el Eurobarómetro 67, correspondiente a primavera de 2007, casi la mitad del grupo encuestado, un 47%, ha dicho que se siente así. En la actualidad el porcentaje obtenido para esta respuesta se acerca al conseguido en la edición del otoño del 2003, y es fuertemente superior a los obtenidos en las ediciones de Febrero del 2002 y de Noviembre del 2002 de un 29% y 33% respectivamente. 218 Un 65% del grupo dice sentirse “muy unido” a su pueblo o ciudad, mientras que el 52% dice lo mismo sobre España. Un 28% de los encuestados dicen sentirse “no muy unidos” a la UE. Según el Barómetro del Real Instituto Elcano en sus Resultados de Junio de 2010, un 44% de los españoles opina que la prioridad de la Unión Europea es el interés y bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, también ocurre que un 41% cree que es el interés y el bienestar del capital lo que importa más a las instituciones europeas. En su opinión, ¿qué es más importante para la UE? - El interés y bienestar de los ciudadanos - El interés y beneficios del capital. 219 El porcentaje partidario de que la prioridad son los ciudadanos asciende hasta el 48% entre los varones, mientras que baja hasta el 41% entre las mujeres. La desconfianza es mayor también entre los entrevistados de 30 a 44 años, con un 46% que considera que la prioridad es el interés del capital. También son más escépticos los entrevistados de clase alta y media-alta, con un 48% que opina que la prioridad no son los ciudadanos, porcentaje que cae hasta el 37% entre los entrevistados de clase baja y media-baja. 220 La diferencia es aún más marcada entre quienes tienen estudios superiores, entre quienes el porcentaje de escépticos llega al 50%. La ideología, sin embargo, no tiene un efecto tan fuerte: el 45% de los entrevistados de izquierda dudan de que la prioridad sean los ciudadanos, lo mismo que el 44% de los de derecha. También desconfían más los votantes del PP, con un 45%, y sólo un 38% que crean que la prioridad son los ciudadanos. 221 2.4.2. ¿Qué sentimiento les ofrece la UE a los españoles? ¿Qué sentimiento les ofrece a los españoles la Unión Europea? Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, el sentimiento que más define a los ciudadanos españoles en cuanto a la UE, es el de “Confianza”. Así, uno de cada tres encuestados dijo que para ellos la UE les produce el sentimiento de “Confianza”, frente a un 27% que dijo que les produce el de “Esperanza”. A nivel Europeo, la mayor parte de los ciudadanos a respondido que la UE les produce personalmente un sentimiento de “Esperanza”, un 42%. ¿Qué sentimiento les ofrece a los españoles la Unión Europea? Por edad Cabe resaltar que según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, mientras a la mayoría de los grupos encuestados la UE les produce un sentimiento de “Confianza”, a los jóvenes de entre 20 y 24 222 años les produce un sentimiento de “Esperanza”. ¿Qué sentimiento le ofrece a los españoles la Unión Europea? Por ámbito geográfico Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, de los encuestados que habitan en zonas rurales, un 26% dijo que la UE les produce un sentimiento de “Esperanza”, un 32% el de “Confianza” y un 26% el de “Indiferencia”. ¿Qué sentimientos que produce a los españoles la pertenencia a la UE? Según el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, en cuanto a los sentimientos que produce a los españoles la pertenencia a la UE, vemos (Gráfico 6) que los españoles con la UE sienten “esperanza”, “confianza” y “libertad” sobre todo. Le ofrece, personalmente, la Unión Europea un sentimiento de..? Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, 223 Eurobarómetro 60, de otoño de 2003 Un 42% del grupo dice sentir esperanza cuando piensa en la UE, otro 33% siente confianza, pero también un 26% siente indiferencia. En la UE-15 la media en estas respuestas ha sido de 38%, 20% y 21%. Los sentimientos de los españoles parecen fuertes a la hora de evaluar el significado de la UE en sus vidas. Como hemos visto la mayor parte de los españoles confía en la UE y parece estar a favor de una política común Europea, además de tener una imagen positiva de la UE. Además vemos que un 67% del grupo español dice que esta “a favor” de una política común Europea, (+13 puntos que en la media de la UE-15; 53%). La disolución de la UE parece preocupar un 36% del grupo que dice se sentiría “muy apenado” si esta se disolviera mañana, aunque 224 otro 49% dice que se sentiría “indiferente”. ¿Qué sentimientos que produce a los españoles la pertenencia a la UE? Por grupos profesionales Según el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, entre los diferentes grupos profesionales un 40% del grupo de los trabajadores por cuenta propia, un 44% del de los trabajadores manuales y un 42% de los desempleados también valora como ‘bastante positiva’ la imagen de la UE. 2.4.3. Significado de la UE ¿Qué significa la UE para los españoles? (Cuales son los aspectos que más valoran) En el Eurobarómetro 57 (primavera de 2002) se preguntó al grupo español el significado personal de la Unión Europea, siendo la respuesta mayoritaria obtenida es la libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier país de la Unión, seguida por el euro. La media europea es muy parecida a la española para las respuestas mayoritarias. Sin embargo, la media del conjunto de ciudadanos europeos es superior a la española cuando se trata de opinar sobre temas como el control de fronteras, el crimen o el gasto innecesario de dinero, con diferencias que alcanzan más de 10 puntos porcentuales. 225 La pregunta se volvería a repetir en el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003. Para el grupo español, la Unión Europea significa sobre todo la libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la UE. El 54% del grupo valora esta opción como más importante, seguida por los que creen que la UE significa sobre todo el euro, con un porcentaje del 44% Prosperidad económica, con un 32% (UE-15, 20%), y diversidad cultural, con un 29% (UE-15, 26%), son los otros aspectos de la Unión que los españoles más valoran Según el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, para el grupo Español la Unión Europea significa sobre todo ‘la libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la UE’. El 47% del grupo valora esta opción como más importante, seguida por los que creen que la UE significa sobre todo ‘el euro’, un 46% del grupo. ‘Prosperidad Económica’ con un 32% (UE15, 18%) y ‘Diversidad cultural’ con un 27% (UE15, 28%) son los otros aspectos de la Unión que más valoran los Españoles. 226 Eurobarómetro 59, de primavera de 2003 Además, otro 26% valora el “tener una voz importante en el mundo” y otro 21% la “paz”. La “prosperidad económica” ha sido muy valorada entre hombres (36%), mujeres (27%), estudiantes (39%), personas dedicadas al hogar (27%) y altos cargos (40%). Cataluña es la región que más valora la opción de “viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la UE”, según el 65% (+18 puntos más que la media española) de sus habitantes. 227 Eurobarómetro 60, de otoño de 2003 Un año más tarde, en el Eurobarómetro 62 el 57% del grupo valoraría ‘el euro’ como opción más importante, seguida por los que creen que la UE significa sobre todo ‘libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la UE’, un 45% del grupo. La ‘Prosperidad Económica’ con un 32% y la ‘Diversidad cultural’ con un 31% son los otros aspectos de la Unión que más valoran los Españoles, seguido de un 25% que valora el “tener una voz importante en el mundo” y el mismo porcentaje que piensa así sobre la “paz”. La “prosperidad económica” ha sido muy valorada entre hombres (39%), mujeres (26%), estudiantes (33%), personas dedicadas al hogar (24%) y altos cargos (51%) 228 En el Eurobarómetro 67, de primavera de 2007, el público español ha respondido en su mayoría que lo que la UE significa para ellos es sobre todo “el Euro” (36%), seguido por la respuesta que había venido siendo predominante en las anteriores ediciones del Eurobarómetro, la de “libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la Unión Europea” y que en dicha ocasión fue elegida por el 35% de los encuestados. El 25% dijo que para ellos la UE era sobre todo “diversidad cultural”, mientras que otro 21% eligió como primera respuesta “una voz más fuerte en Europa”. Igualmente importante fue para el grupo español la respuesta “prosperidad económica” con un 22% del grupo eligiendo en primer lugar esta opción. A nivel europeo, la mayoría de los encuestados optó en primer lugar por la respuesta “libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la Unión Europea”, con un 52% eligiendo esta opción. En segundo lugar la opinión pública europea de los 27 dio como preferida la repuesta de “el euro”, con un 39%. 229 Respecto a los indicadores sociodemográficos, el 45% de los jóvenes de entre 15 y 24 años han preferido en primer lugar la respuesta de “libertad para viajar, estudiar y trabajar...”, frente al 32% que eligió la de “el Euro”. En el Eurobarómetro 70, correspondiente a otoño del año 2008, los españoles encuestados señalaron que sobre todo es el “Euro”, con un 34% del grupo opinando así (igual que la media de la UE27). Este porcentaje, aún siendo la respuesta preferida, desciende considerablemente respecto al anterior Eurobarómetro (en el que obtenía un 43%). La respuesta más seleccionada por los ciudadanos europeos ha sido “la libertad de viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de Europa”, con un 44% de las respuestas. Esta opción ocupa el segundo lugar, con un 28%, de las respuestas formuladas por los españoles. El tercer lugar entre los encuestados de España ha sido para la respuesta de “tener más voz en el mundo”, elegida por el 22% del grupo. Y la siguiente respuesta más escogida ha sido la “diversidad cultural”, con un 21% de las respuestas. Una de las cuestiones más elegidas por los ciudadanos europeos (un 27% de las respuestas) ha sido el significado de “paz” asociado a la Unión Europea. Sin embargo esta respuesta sólo ha sido escogida por un 9% de los españoles. Por otra parte en el Eurobarómetro 67, de primavera de 2007 se preguntó al grupo de encuestados por la forma en la que describirían ellos a la UE. Entre los varios términos usados para describir la Unión, la mayoría de los ciudadanos españoles encuestados han elegido el término “moderno” (un 66%). La media de la opinión pública europea 230 ha sido del 58%. Muy cerca le sigue el grupo de los que prefirieron le termino “democrática”, con un 62% de las opiniones a favor de este término, que fue igualmente elegido por el 56% de los ciudadanos europeos. Otro 18% del grupo español ha dicho que “democrática” describía a la UE “muy bien”. La mitad del grupo español también ha dicho que el término “proyectiva” describía “más o menos bien” a la UE, aunque un 17% que la describía “más o menos mal”. En cuanto a los términos más negativos, el grupo español ha rechazado claramente el de “ineficiente” (43% dijo que este término la describía “más o menos mal”), frente a “tecnocrática” con un 35% del grupo pensando que este término era más adecuado para la descripción de la UE. Además entre las preguntas sobre la imagen que tiene los ciudadanos europeos de la UE, se preguntó cuál era en su opinión el resultado más positivo de la pertenencia a la UE. Más de la tercera parte del grupo piensa que “el movimiento libre de personas y servicios” ha sido el resultado más positivo de la UE. La media de la UE –27 ha sido de 33%. 231 El segundo resultado más positivo según los encuestados es el de “Paz ente los estados europeos”, según un 26%. La media europea ha sido de un 39%, colocando esta en primera posición para la media de los 27. Finalmente un 13% piensa que el resultado más positivo ha sido el Euro (la media de la UE-27 ha sido de un 11%). 232 ¿Cuál es el sentimiento que produce la UE entre los españoles? En el Eurobarómetro 62 (otoño de 2004) los ciudadanos españoles encuestados manifestaron sentir sobre todo “esperanza” (41%) y “confianza” (34%) hacia la UE, siendo la media de estas respuestas en la UE-25 de 47% y 24% respectivamente. Cabe señalar que un 26% del grupo español dice sentir “indiferencia” ante la UE, un 19% de la media de la UE de los 25 piensa así. Respecto a la influencia de las variables sociodemográficas y ocupacionales puede destacarse que el sentimiento de “esperanza” ha sido importante para el 44% de los hombres que también dicen sentir confianza en un 38%. Entre los diferentes grupos profesionales un 31% del grupo de los trabajadores por cuenta propia, un 35% de los trabajadores manuales y un 32% de los desempleados dicen sentir “confianza” cuando piensan en la UE. En el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, el 33% del grupo encuestado dijo que para ellos la UE les produce el sentimiento de “Confianza”, frente a un 27% que dijo que la UE les produce “Esperanza”. En el Eurobarómetro 67 (primavera 2007), en el marco de la celebración de los 50 años de la firma del Tratado de Roma, la población española encuestada manifestó que entre los términos sugeridos por la encuesta, la mayor parte del grupo, e igualmente compartido por los ciudadanos europeos, la UE les inspira “esperanza”, según el 35% de los encuestados a nivel tanto europeo como español. Cabe señalar no obstante que un 31% del grupo español y un 233 27% de la media UE-27 optó por la respuesta “Nada”. Según los datos ofrecidos por el Eurobarómetro 69(primavera 2008), en cuanto el significado que los encuestados creen que la UE tiene para ellos, los españoles que han participado en la encuesta de esta primavera ha señalado que sobre todo es el “Euro”, con un 43% del grupo penando así. El segundo lugar ha sido para “la libertad de viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de Europa”, con un 37% eligiendo esta opción. Una vez más el tercer lugar ha sido para la respuesta de “tener más voz en el mundo” elegida por el 27% del grupo. En cuanto a la media europea en esta pregunta vemos unas ligeras diferencias en cuanto las preferencias de los demás europeos en cuanto al significado que tiene la UE para ellos. Así, un 49% ha elegido la respuesta de “la libertad de viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de Europa”, mientras que el Euro ha sido elegido por el 35% de toda la UE27. El tercer lugar ha sido para “la paz” con un 26% eligiendo esta respuesta. 2.4.4. ¿Qué imagen perciben los españoles sobre la Unión Europea? ¿Qué imagen perciben los españoles sobre la Unión Europea? Según el Eurobarómetro 58, de otoño de 2002, El grupo español cree que la UE le transmite una imagen ‘bastante positiva’ en un 47% mientras que otro 30% se siente neutro ante la actual imagen de la Unión Europea. Igualmente la imagen de la UE ha sido valorada como ‘bastante positiva’ por un 49% de los hombres, por un 44% de 234 las mujeres. - Entre los diferentes grupos profesionales un 48% del grupo de los trabajadores por cuenta propia, un 53% del de los trabajadores manuales y un 40% de los desempleados también valora como ‘bastante positiva’ la imagen de la UE. Según el Eurobarómetro de otoño de 2004 (62), parece ser muy positiva la imagen que los españoles perciben acerca de la unión EuropeaComo se constata en el gráfico, un 42% del grupo piensa que la imagen de la UE les parece “más o menos positiva”, mientras que un 30% piensa que esta es “neutral” y sólo un 21% que esta es “muy positiva”. Entre los habitantes de la UE-25 existe una valoración igualmente positiva ya que un 40% piensa que esta es “mas o menos 235 positiva” mientras que otro 33% siente que la actual imagen de al UE es ‘neutra’. Eurobarómetro 62 (otoño 2004) Igualmente la imagen de la UE ha sido valorada entre el grupo español como “mas o menos negativa” por un 6%. El 43% de los hombres y el 40% de las mujeres entre el grupo español considera que la imagen de la UE es “mas o menos positiva”. Los que perciben a la Unión Europea con una imagen “neutra” son en su mayoría estudiantes (27%), personas dedicadas al hogar (41%), y trabajadores manuales (35%). A los españoles les parece que los medios de comunicación hablan positivamente de la Unión Europea y dan una imagen objetiva de ella. Al igual que en el resto de la Unión, entre los españoles existe además la opinión de que se habla lo justo de las labores y actividades de la Unión. Según el Eurobarómetro 63 de primavera de 2005 casi uno de cada dos españoles (un 48%) encuestados piensa que la imagen de la 236 UE es “bastante positiva” y otro 29% que esta es “neutral”. Entre los habitantes de la UE-25 existe una valoración igualmente positiva ya que un 38% piensa que esta es “más o menos positiva” mientras que otro 32% siente que la actual imagen de la UE es “neutra”. El 51% de los hombres y el 45% de las mujeres encuestadas en el grupo español consideran que la imagen de la UE es “más o menos 237 positiva”. Entre los que perciben la imagen de la UE como “neutra” son es su mayoría estudiantes (31%), personas dedicadas al hogar (32%) y los trabajadores manuales (28%). Según el Eurobarómetro de primavera de 2007 (67), uno de cada dos encuestados piensa que la imagen de la UE es “más o menos positiva” (52% del grupo) y “muy positiva” al 12%. Otro 27% piensa que la imagen de la UE es “neutral” y a otro 6% que es “más o menos negativa”. La media de la UE de los 27 está por debajo de los valores obtenidos en España, con un 41% de los encuestados a nivel europeo pensando que la imagen de la Unión es “más o menos positiva”. Otro 31% pensó que la imagen de la Unión es “neutral” mientras que a un 12% les parece “más o menos negativa”. ¿La imagen de la UE le parece...? / Eurobarómetro 67 (primavera de 2007) A través de la evolución temporal de las respuestas del grupo se ve que el porcentaje de los que piensan que España tiene una imagen “más o menos positiva”, ha ido incrementando desde el 44% al 52% desde la primavera del 2004. Así, a la hora de saber si la UE trasmite a los ciudadanos españoles un imagen positiva o no, vemos que España se encuentra en 238 el tercer lugar de entre todos los países estados miembros. Con posterioridad el Eurobarómetro de primavera de 2008 (69) recogería que respecto de la valoración de la imagen de la UE, la mayoría del grupo de los encuestados españoles ha respondido que esta es “más o menos positiva”, en concreto la mitad del grupo (50%), una cifra superior a la media de la UE-27, que se sitúa en un 41%. En segundo lugar se encuentran las respuestas de los que han valorado la imagen de la UE como “neutral”, con un 32% de los encuestados pensando así. Solamente un 5% de los españoles ha dicho que la imagen de la UE es “más o menos negativa”, un porcentaje mucho menor que el de la media de la UE-27 en dicha respuesta que ha sido de un 12%. Ente los encuestados que han dicho percibir la imagen de la UE como “más o menos positiva” están el 52% de los hombres y el 48% de las mujeres, el 51% de los habitantes en zonas rurales y el 54% de los habitantes de grandes ciudades El 53% de los trabajadores por cuenta propia y le 64% de los altos cargos, frente al 33% de las personas dedicadas al hogar y el 41% de los retirados. 239 Eurobarómetro 67 (primavera de 2007) Del siguiente Eurobarómetro, otoño de 2008 (70), se desprende que en líneas generales los españoles dicen evocar una imagen “más o menos positiva” de la Unión Europea. Un 45% de los encuestados ha 240 elegido esta respuesta, frente a la media de la UE-27 que ha sido de un 39%. En segundo lugar se encuentran las respuestas de los que han valorado la imagen de la UE como “neutral”, con un 36% de los encuestados pensando así. Porcentaje idéntico con las respuestas de la media de la UE27. Solamente un 7% de los españoles ha dicho que la imagen de la UE es “más o menos negativa”, un porcentaje mucho menor que el de la media de la UE27 en dicha respuesta que ha sido de un 13%. Ente los encuestados que han dicho percibir la imagen de la UE como “más o menos positiva” están el 48% de los hombres y el 42% de las mujeres, el 37% de los habitantes en zonas rurales y el 52% de los habitantes de grandes ciudades, el 36% de los trabajadores por cuenta propia y le 62% de los altos cargos, frente al 40% de las personas dedicadas al hogar y el 38% de los retirados. ¿Es positiva la imagen de la UE para los españoles? Según el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, el 42% del grupo español cree que la UE le transmite una imagen bastante positiva, mientras que otro 37% siente que la actual imagen de al UE es neutra Igualmente, la imagen de la UE ha sido valorada como bastante positiva por un 44% de los hombres y por un 40% de las mujeres Mientras que en la UE-15 el 42% de los hombres y el 37% de las mujeres dicen valorar la imagen de la UE como bastante positiva Un año más tarde, el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, reflejaría que un 46% del grupo piensa que la imagen de la UE les parece “más o menos positiva”, mientras que un 34% piensa que esta es “neutral” y sólo un 13% que esta es “muy positiva”. 241 Eurobarómetro 61 – primavera 2004 Unos años más tarde el Eurobarómetro 67 correspondiente a primavera de 2007 pondría de manifiesto que a los españoles encuestados la imagen de la UE les parece “más o menos positiva”, según el 52% del grupo y “muy positiva” al 12%. Otro 27% piensa que la imagen de la UE es “neutral” y a otro 6% “más o menos negativa”. Por otra parte el porcentaje de los que piensan que España tiene una imagen “más o menos positiva”, ha ido incrementando desde la primavera del 2004, del 44% al 52% en la presente edición. ¿Es positiva la imagen de la UE para los españoles? Por ocupación Según el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, entre los diferentes grupos profesionales, un 43% del grupo de los trabajadores por cuenta propia, un 46% de los de los trabajadores manuales y un 37% de los desempleados también valora como bastante positiva la imagen de la UE 242 Imagen de la Unión Europea en los nuevos Estados miembros En el Eurobarómetro 61, correspondiente a primavera de 2004, respecto de la imagen que tienen los nuevos Estados miembro de la Unión Europea se recoge que la mayor parte de los habitantes de estos países sienten que es positivo para ellos entrar en la UE, siendo Chipre el país con menor porcentaje de agrado por la entrada de su país en la UE, y Hungría el país con el mayor porcentaje de habitantes opinando que esto es “algo bueno”. Aún así, entre los datos obtenidos el año pasado y los datos de este año, vemos que habido una gran diferencia en algunos casos. Por ejemplo, la Republica Checa muestra una diferencia de +17 puntos en la presente edición, mientras que Chipre y Hungría sólo han modificado sus respuestas en +3 puntos porcentuales. Igualmente, un 42% de los habitantes de la República Checa y un 57% de los de Hungría (el mayor porcentaje entre los 10 países nuevos estados miembros) piensan que la entrada de su país en la UE será “alfo beneficioso” para ellos. Polonia y Chipre parecen ser los países que menor porcentaje han obtenido en esta respuesta, un 33% y 39% respectivamente. En cuanto a la confianza que muestran estos habitantes hacia la UE y sus instituciones, vemos que un 42% de los habitantes de la Republica Checa, un 57% de los habitantes de Chipre pero sólo un 33% de los habitantes de Polonia dicen “confiar” en la UE, mientras que otro 58% de los habitantes de Hungría pero sólo un 32% de los de Letonia dice confiar en la Comisión Europea. La media para la confianza en la Unión Europea es para los 10 países nuevos estados 48%, igual al 47 % de la media de la UE-15 y el 48% de la media de la 243 Por lo general, los habitantes de los nuevos países estados miembros muestran un gran apoyo a las diferentes políticas de la UE. Como se ve en la Tabla 4 hay una gran similitud, entre la opinión de los europeos de los 15 y la de los nuevos estados miembros, en cuanto a la introducción del Euro y la Constitución Europea, donde un 60% y un 63% de todos los europeos apoyan esta política. Mayor diferencia se ha encontrado a la hora de evaluar la Ampliación de la Unión a estos 10 nuevos países, donde sólo un 42% de los europeos de los 15 dicen estar a favor con esta política, mientras que un 71% de los 10 nuevos parecen estar a favor con la ampliación. Finalmente, mayor parece ser (con +7 puntos porcentuales) la diferencia entre la UE-15 y la UE10 a la hora de apoyar una política de seguridad y defensa común entre todos los europeos. Además, la confianza que muestran los nuevos estados miembros hacia las instituciones Europeas as amplia. Así, el 55% de los habitantes de Hungría y el 52% de los de Malta, dicen apoyar y confiar en la Comisión Europea, Igualmente, la media de los 13 países de la Europa ampliada (incluyendo los tres que se unen en el 2007), es de un 46% de los que dicen confiar en la Comisión Europea. Mayor es la confianza que muestran los habitantes de estos países hacia le Parlamento Europeo ya que la media de los NPEM-13 es de un 52% 244 (+3puntos de la edición anterior). En el tema siguiente veremos la confianza que muestran los españoles hacia estas instituciones. Por lo general, el Parlamento Europeo es el que goza de mayor confianza entre el público español aunque otras instituciones menos conocidas por ellos parecen ser de la confianza de los habitantes de Europa. 2.4.5. ¿Cómo se sentirían los españoles ante una eventual disolución de la Unión Europea? Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002, pese a que más de la mitad del grupo español considera que España se ha beneficiado de su pertenencia a la Unión Europea, tal y como se observa en el próximo gráfico, el 54% de los encuestados afirma que se sentiría indiferente ante la disolución de la Unión. Los españoles parecen tener un sentimiento de indiferencia ante la posible disolución de la Unión Europea por encima de la media europea, sin embargo, son menos numerosos los españoles que se sentirían “muy aliviados” llegado el caso. 245 Eurobarómetro 57, de primavera de 2002 ¿Cómo se sentirían los españoles ante una eventual disolución de la Unión Europea? Por regiones Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002 desde el punto de vista sociodemográfico, se observa que los porcentajes de la repuesta “indiferente” ante la posible disolución de la Unión Europea son mayores en las regiones Este y Aragón-Rioja, ambas con un 67%, y Noreste, con un 65%, mientras que los porcentajes son menores en las regiones de Madrid, con un 37%, Canarias y Norte, ambas con un 40%. ¿Cómo se sentirían los españoles ante una eventual disolución de la Unión Europea? Por ocupación Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002 por grupos 246 profesionales, son los altos ejecutivos, con un 40%, los desempleados, con un 37% y los profesionales con el 36%, los que dicen se sentirían muy apenados en caso de que la Unión Europea se disolviera, mientras que los porcentajes en esta respuesta rondan el 25 % en el caso de los trabajadores manuales y los jubilados. Casi el 30% de los estudiantes afirma lo mismo. No se encuentran diferencias significativas entre los grupos por edades para esta pregunta. Unos años más tarde, en el Eurobarómetro 62 (otoño 2004) el 42% del grupo encuestado dice se sentiría “muy apenado” si la Unión Europea se disolviera mañana, aunque otro 48% dice que se sentiría “indiferente”. Entre los diferentes grupos de edad existe cierta diversidad de opinión hacia la existencia de la Unión Europea: un mayoría de los jóvenes entre 15 y 24 (el 58%) dice que se sentiría indiferente, mientras que entre los grupos de edad de mediana edad (25-39) la opinión está muy dividida. 2.4.6. ¿Qué temores suscita la Unión Europea a los ciudadanos? En el Eurobarómetro 62, se preguntó por el temor a “la perdida del poder de los estados miembros pequeños”, el “incremento en el crimen internacional organizado”, la “perdida de los beneficios sociales” o la “perdida de la identidad cultural y nacional” de los países miembros. En su mayoría los españoles parecen preocuparse por la situación económica y el empeoramiento de las condiciones sociales y laborales de los ciudadanos españoles. Un 61% del grupo 247 piensa “Que nuestro país pague cada vez más a la Unión Europea” es uno de los principales temores entre los españoles. Así vemos que los encuestados españoles están bastante divididos en cuanto al temor a la “perdida del poder de los estados pequeños” con un 44% diciendo que no lo temen y un 48% diciendo que actualmente si temen que esto suceda. Entre los distintos escenarios sugeridos, lo que más temen los españoles es “La transferencia de empleo a otros países miembros que tienen costes de producción más bajos” según el 64% de los encuestados, y “más dificultades para los granjeros españoles” según el 65% del grupo. Otros temores importantes para los españoles son “la perdida de los beneficios sociales” y una “crisis económica” con un 52% respectivamente pensando así. 248 2.4.7. ¿Consideran los españoles que su voz cuenta en Europa? Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, mientras casi una tercera parte del grupo encuestado tiende a estar de acuerdo con la afirmación “mi voz cuenta en Europa”, un 56% de ellos dice estar en desacuerdo con dicha afirmación, resultados que colocan a España por debajo de la media Europea. Además, un 33% tiende a estar en desacuerdo con la afirmación “Me siento muy implicado en los asuntos Europeos”. Un 20% tiende a estar de acuerdo con esta afirmación, mientras que un 30% dice estar totalmente en desacuerdo con esta afirmación. Un año después, en el Eurobarómetro 66, de otoño de 2006, 249 casi una tercera parte (un 27%) del grupo encuestado diría estar de acuerdo con la afirmación “mi voz cuenta en Europa” mientras que un 57% de ellos dice estar en desacuerdo con dicha afirmación. Según el Eurobarómetro 67, correspondiente a primavera de 2007, los españoles están “de acuerdo” en su mayoría de que los intereses de España son tomados en consideración en la UE-27. Así, un 47% del grupo español ha dicho que “está de acuerdo” con que los intereses españoles se toman en consideración en la UE frente a un 32% que dijo “no estar de acuerdo” con dicha afirmación. Por lo contrario, entre los ciudadanos europeo existe la opinión que los intereses de sus países respectivos no son tomados en consideración, como demuestra el 46% de las respuestas de que “no están de acuerdo” con dicha afirmación. Además, un 58% del grupo español “tiende a estar de acuerdo” con que España será en el futuro más influyente en el seno de la UE. El 39% de los ciudadanos europeos, por el contrario, tiende a “no estar de acuerdo” con que sus países serán más influyentes en el futuro en la UE. Según el Eurobarómetro 70, correspondiente a otoño de 2008, la opinión del grupo español sobre el peso que tiene su voz en España y en la UE es bastante negativa. Así, más de la mitad del grupo (un 58%) ha dicho que “tiende a no estar de acuerdo” con que su “voz cuenta en la Unión Europea”. En cuanto a la pregunta de “si la voz de nuestra comunidad cuenta en la UE” el grupo español ha dicho que “tiende a no estar de acuerdo” en un 57%, frente a un 32% que “tiende a estar de acuerdo”. Respecto a la cuestión de si la Unión Europea impone sus 250 opiniones en la comunidad, los españoles encuestados han manifestado que “tienden a estar de acuerdo” en un 51%, frente a un 34% que “tiende a no estar de acuerdo”. 2.5. Opinión sobre el las prioridades y el papel de la Unión Europea 2.5.1. Opinión sobre las prioridades de la Unión Europea Prioridades de acción para la Unión Europea según lo españoles Según el Eurobarómetro 57, de primavera de 2002, un 94% de españoles considera que la lucha contra el desempleo debería ser una acción prioritaria para la Unión Europea. La lucha contra la pobreza y la exclusión social, así como la lucha contra el terrorismo, son otras de las grandes prioridades para el grupo español, que coincide en un 93 y un 92% respectivamente para estas dos respuestas. Asimismo, un 91% considera prioritario el mantener la paz y la seguridad en Europa, y un 90% coincide en que la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas debería ser una de las prioridades de la Unión Europea. Garantizar la calidad de los productos alimenticios y proteger el medioambiente son otras dos acciones consideradas prioritarias por 251 los españoles, ambas con un 87% de respuestas que así lo confirman. Casi el mismo porcentaje obtiene la protección del consumidor y la garantía de otro tipo de productos, con el 86%. Entre las acciones que menos porcentaje de respuestas han recogido en España como prioritarias para la Unión Europea encontramos la afirmación de la importancia política y diplomática de la Unión en el resto del mundo, con un 56%, la reforma de las Instituciones europeas y su funcionamiento, con el 51% de respuestas, y la acogida de nuevos Estados miembros, con el porcentaje más bajo en la escala de prioridades, ya que sólo un 32% del grupo español considera como prioritaria para la Unión Europea su ampliación a otros países. En general, la opinión de los españoles en cuanto a las acciones que deberían ser prioritarias para la Unión coincide con la media europea. Sólo en los casos que muestra la siguiente tabla, los porcentajes se distancian a partir de un 5%. Por otro lado, el 64% de los españoles considera prioritario que la Unión Europea lleve a cabo acciones para acercarse más a los ciudadanos europeos, ofreciéndoles información sobre sus políticas y sus Instituciones. Relacionado con este punto, y ante la pregunta de si se está a favor o en contra de distintas políticas que la Unión Europea lleva o podría llevar a cabo, un alto porcentaje del grupo español, el 80%, está de acuerdo con la educación de los niños en el colegio acerca del modo en que funcionan las Instituciones de la Unión Europea. El siguiente gráfico muestra los porcentajes a favor y en contra de algunas de las políticas de la Unión, así como los datos recogidos en el conjunto de países miembros. 252 Desde el punto de vista sociodemográfico, encontramos que la idea de una enseñanza escolar de cómo funcionan las Instituciones de la Unión es compartida por todos los grupos profesionales y de edad, así como por las distintas regiones, variando los porcentajes entre el 75 y el 85% para cada uno de los sub-grupos. No ocurre lo mismo con otras de las políticas mencionadas, siendo normalmente el grupo de más de 55 años el que cuenta con los porcentajes “a favor” más bajos para políticas como la de seguridad y defensa común o la de extranjería. En estos casos las variaciones alcanzan hasta los 20 puntos porcentuales de diferencia con los grupos de menos edad. Según el Eurobarómetro 66, de otoño de 2006, entre el grupo español existe la convicción de que la prioridad para la UE debería ser la “lucha contra la inmigración ilegal”, según el 44% del grupo. La media de los 25 en dicha respuesta ha sido de solo un 19%. En segundo lugar para el grupo español el tema más importante 253 que debe afrontar la UE hoy en día es el de “la pobreza y exclusión social”, con un 40% del grupo pensando así. El porcentaje obtenido para la media de la UE es de un 43%, afirmando que este es efectivamente uno de los temas que más preocupan a la mayoría de los ciudadanos europeos. Entre los ciudadanos españoles y los europeos existe un gran consenso en cuanto a que “mantener la paz y la seguridad” es una de las prioridades entre las políticas actuales de la UE. Así, un 29% del grupo español piensa que este es uno de los problemas que tiene que afrontar Europa. La media europea es igualmente de un 29% Otro de los temas que parece importante para los ciudadanos españoles es “la lucha contra el desempleo”, con un 24% del grupo español. Entre los europeos este tema parece obtener mayor porcentaje con un 40% de ellos pensando que este asunto debería ser una prioridad en las políticas actuales de la UE. Según el Eurobarómetro 67 (primavera 2004), la lucha contra la inmigración ilegal y lucha contra la delincuencia son los asuntos de mayor prioridad para los españoles En su mayoría la opinión pública española se ha mostrado más preocupada por los asuntos de seguridad (“lucha contra la delincuencia”) y la “inmigración”. En su opinión el público español ha destacado estos temas como prioritarios para reforzar la Unión europea en el futuro. Entre el grupo español existe la convicción de que la prioridad para la UE debería ser la “lucha contra la inmigración ilegal”, según el 43% del grupo. La media de los 27 en dicha respuesta ha sido de sólo un 29%. Además de estos dos, “los asuntos del medio ambiente” y “los 254 asuntos sociales” son los siguen en la opinión de los encuestados españoles. La solidaridad con las regiones pobres y la investigación científica han sido otros de los temas que han interesado la opinión pública española. Entre los ciudadanos españoles y los europeos existe un gran consenso sobre la “la política cultural” es una de las prioridades entre las políticas actuales de la UE con un 8% de los encuestados pensando que este es uno de los asuntos que se deben tratar para reforzar a la UE Europea. Un 47% de los españoles han dicho que la UE debería dar prioridad en el futuro al tema de la Inmigración, seguido por el de la lucha contra el crimen según el 33% de ellos. Un 28% del grupo ha sugerido igualmente los temas sociales, otro 25% los medioambientales y casi el mismo porcentaje (un 24%) han apoyado más el de la solidaridad con las regiones más pobres. A nivel Europeo, las respuestas obtenidas por el resto de los ciudadano europeos, guardan alguna similitud con las de los 255 españoles, aunque también con importantes diferencias. Así, mientras un 9% del grupo español dijo que el tema de la energía debería ser prioritario para la UE, la media europea ha sido de un 27%. Igualmente, la media europea para el tema de la inmigración es de un 33%, igual porcentaje que recibió el tema de los temas medioambientales para los ciudadanos europeos. Finalmente muy parecida es la opinión española y europea en cuanto a los temas sociales (28% y 26% respectivamente) o sobre la “solidaridad hacia las regiones más pobres” (24% y 20% respectivamente). Según los datos socio-demográficos vemos que: Un 45% de los trabajadores manuales, un 51% de los trabajadores por cuenta propia y un 60% de los profesionales piensan que el tema de la Inmigración debería ser prioritario para la UE. Igualmente prioritario ha sido el tema de la inmigración para los habitantes de Madrid (52%), Sur (47%) y Canarias (67%). La lucha contra el crimen es prioritaria para el 28% de los hombres y el 37% de las mujeres encuestado/as en esta edición. Sobre los temas medioambientales existen diferencias entre los distintos grupos por edades, ya que el 36% de los jóvenes entre 15 y 24 piensan que este es un tema prioritario sólo el 16% de los mayores de 55 años piensa igual. 2.5.2. Opinión sobre el papel de la Unión Europea ¿Qué papel juega Europa? 256 En el Eurobarómetro 61, correspondiente a primavera de 2004, un 44% del grupo español encuestado dice que en cinco años, la UE, tendrá “algún papel”, (un 39% del grupo de la UE-15). Mientras otro 37% piensa que el papel será “más importante”, menos que la media europea de 42% que piensa así. Aun así, a los españoles les gustaría que la UE tuviera un papel más importante en el mundo en cinco años, según el 48% de los encuestados. A la hora de evaluar si los españoles se sienten de acuerdo con algunas de las acciones de la UE, hemos querido saber algunas de sus opiniones sobre el papel de esta. Por ejemplo, un 61% de los españoles siente que la situación económica de España es estable gracias a la UE, muchos más que en la media de la UE de los 15, donde un 39% ha pensado igual sobre sus países. Además un 63% dice que se siente más seguro por el hecho de entrar en la UE y otro 66% piensa que España es fuerte dentro de la UE de los 15; mientras el 60% del grupo cree que el futuro España tendrá mayor influencia en la UE. Por lo contrario, un 48% no siente que su voz sea escuchada en la UE, mientras que otro 47% dice no saber como funciona la UE. Además un 72% piensa que los países grandes tienen más poder en la UE. En cuanto a los temores de los españoles respecto a la UE, vemos que a los españoles les preocupa sobre todo la trasferencia de empleo a otros países con costes de producción más bajos, así como el mayor tráfico de drogas y del crimen internacional por Europa. Además, el 32% de los hombres y mujeres españoles/as, están preocupados por la perdida de poder de los estados miembros más pequeños, al igual que el 35% de los trabajadores manuales y el 37% 257 de los empleados por cuenta propia. Entre las regiones los habitantes de Galicia son los que más se preocupan sobre la perdida de poder de un estado mimbro pequeño, según el 46% de sus habitantes. El tráfico de drogas y el crimen internacional parece preocupar sobre todo a las mujeres, con un 52% de ellas eligiendo esta opción, pero también al 44% de los hombres, el 46% de los trabajadores manuales y el 41% de los estudiantes. Los habitantes de Galicia (58%), Aragón-Rioja (58%) y Cataluña (40%), son los que más se preocupan por esta posibilidad. Las dificultades para los granjeros españoles parecen dividir la opinión del grupo español ya que no parecen preocupados el 47% de los empleados pro cuenta propia, el 43% de los trabajadores manuales, y el 43% de los altos cargos. Mientras otro 43% de lo trabajadores manuales, otro 36% de los trabajadores por cuenta propia y el 48% de los altos cargos y profesionales dice no estar preocupado por las dificultades de los granjeros españoles. Igualmente poca parece la preocupación que muestran los 258 españoles hacia la perdida de ventajas sociales, el menos uso de nuestro idioma o la perdida de la identidad cultural. Según el 55% de los hombres, el 43% de las mujeres el 63% de los altos cargos, el 49% de los auto-empleados y el 53% de los estudiantes que no temen una “perdida de las ventajas sociales”. En el Eurobarómetro 65, de primavera de 2006, un 37% del grupo dijo que según su opinión, la UE jugará un papel más importante en los próximos 5 años Sólo un 7% piensa que el papel de la UE en el futuro será “menos importante”. A nivel europeo, la media ha sido de un 41% de los encuestados que han pensado que la UE jugara un papel más importante en el futuro. A la hora de evaluar lo que les gustaría que ocurriera en un futuro en este sentido a los ciudadanos españoles y europeos, vemos 259 que igualmente un 39% del grupo dijo que les gustaría que “el papel de la UE fuera más importante en los próximos 5 años”. Lo mismo pensó el 46% de los ciudadanos europeos. Además los encuestados españoles piensan que la UE juega un papel “más o menos positivo” en la lucha contra el Crimen, en un 42%, aunque otro 31% piensa que el papel de la UE en este sentido es “ni positivo ni negativo” Igualmente, el papel de la UE se percibe positivo entre los españoles a la hora de evaluar la situación económica europea, donde un 42% dijo que este era “positivo”. Un gran optimismo se siente entre el público español en cuanto al papel que juega la UE en la lucha contra el Terrorismo, donde un 57% (58% la media de la UE25) dijo que este era “positivo”. Un 64% de los hombres del grupo piensan que la UE juega un papel “positivo” en la lucha contra el Terrorismo, mientras que piensa igual el 54% de las mujeres. De los que piensan que la imagen de la UE es positiva, un 71% dice que el papel de la UE contra el Terrorismo es igualmente “positivo”. Menos optimistas, por el contrario, parecen a la hora de evaluar el papel de la UE en cuanto a la lucha contra el Desempleo, donde un 29% solamente piensa que la UE juega un papel “positivo”. Por el contrario, un 37% piensa que en este asunto la UE juega un papel “ni positivo ni negativo”. 260 Sólo el 35% de los hombres del grupo y el 24% de las mujeres piensan que el papel de la UE es “positivo” en la lucha contra el Desempleo. Igualmente baja es la confianza de los grupos más jóvenes con un 28% de los que están entre los 15 y 24 años y el 33% de los que 261 están entre los 25 y 39 pensando que el papel de la UE en este sentido es “positivo” 2.6. Opinión española sobre la pertenencia al Mercado Común Según el Eurobarómetro 66, correspondiente a otoño de 2006, la mayoría del grupo español encuestado piensa, un 45%, que el mercado único europeo ha tenido unos efectos “más o menos positivos” para España. Solo un 11% piensa que los efectos del mercado común hayan sido “muy positivos”. España se encuentra muy cerca de la media Europea de los 25, donde un 50% de los ciudadanos ha pensado que el mercado único ha tenido efectos “más o menos positivos” para sus países. Igualmente la media de la UE 25 de los que piensan que los efectos han sido “muy positivos” es de un 11%. En cuanto la “competitividad internacional en los últimos 10 años”, más de la mitad del grupo español, un 54% piensa que esta es “mejor”, frente al 10% que piensa que es “peor” y el 12% que piensa que es “igual” que hace 10 años. La media europea de los que piensan que la competitividad internacional de sus países ha mejorado es de un 42%, frente al 24% que piensa que ha empeorado, y el 21% que se ha mantenido igual. Un 50% de los hombres y un 40% de las mujeres del grupo, piensan que el mercado único ha sido “mas o menos positivo” para España. Igualmente piensan que ha sido positivo, el 63% del habitantes de Madrid, el 40% de los del Centro y el 42% de los del Este del país. 262 En cuanto a la competitividad internacional, un 60% de los hombres del grupo y un 48% de las mujeres han pensado que es 263 “mejor” que hace 10 años. Igualmente han opinado el 65% de los habitantes de Madrid, el 42% de los del Centro y el 58% de los del Este del país . 264 CAPÍTULO 3. LA OPINIÓN DE LOS ESPAÑOLES SOBRE LAS INSTITUCIONES EUROPEAS Uno de los aspectos clave para poder tener un panorama de la opinión pública española sobre la integración europea, se refiere indudablemente al conocimiento que los españoles tienen de las Instituciones de la Unión Europea, es decir, de los protagonistas de la actuación y de la actividad de la Unión Europea en sus diversos ámbitos, político, jurídico, económico, social y cultural. 3.1. La presencia de representantes de España en las Instituciones de la Unión Europea Es bien conocido que las Instituciones de la Unión se forman a través de una serie de miembros electos para dichos cargos o que pertenecen a los países de la Unión en virtud de los cupos establecidos a cada país por los correspondientes Tratados. En un lugar más visible habrían de estar aquellas personas a quienes compete la correspondiente representación institucional, pero ha de entenderse que este no es un plano de observación pues como mucho se conocen las grandes figuras que suelen coincidir con algunos Jefes de Estado y de Gobierno y, excepcionalmente, con alguna personalidad relevante como el Comisario correspondiente a España en la Comisión o en los casos, que los ha habido, en que un español asume la máxima representatividad de una Institución, A estos efectos recordemos la Presidencia del Parlamento Europeo –como sucedió en los casos de Jose María Gil Robles, Enrique Barón Crespo y Josep Borrell Fontellés-; la Vicepresidencia 265 de la Comisión Europea, como fue en el caso de Manuel Marín o de Loyola de Palacio y actualmente Joaquín Almunia, así como los comisarios españoles que han ocupado las dos plazas o la plaza correspondiente desde la integración de España en la Unión Europea, además de los citados Manuel Marín y Loyola de Palacio, Abel Matutes, Marcelino Oreja, Pedro Solbes. Con respecto a la Presidencia del Tribunal de Justicia, señalemos la figura de Gil Carlos Rodríguez Iglesias. Una presencia española en las Instituciones que paralelamente es Europea, corresponde a las formaciones de los Consejos de Ministros de las Comunidades Europeas, actualmente Consejo de la Unión Europea. A lo largo de los años, estas formaciones han ido variando, siendo actualmente nueve, que se ocupan de los siguiente ámbitos: Asuntos Generales; Asuntos Exteriores; Asuntos Económicos y Financieros; Justicia y Asuntos de Interior (JAI); Empleo, Política Social, Salud y Consumidores; Competitividad (Mercado Interior, Industria, Investigación y Espacio); Transporte, Telecomunicaciones y Energía; Agricultura y Pesca; Medio Ambiente; Educación, Juventud, Cultura y Deporte. No es frecuente que se vincule a la figura de cada Ministro español desde esta perspectiva de su actuación en el Consejo de la Unión Europea, salvo en aquellos periodos en que España ha ocupado la presidencia semestral del Consejo. Otros supuestos son los referidos a los órganos consultivos de la Unión Europea: el Presidente del Comité Económico y Social, Carlos Ferrer Salat, el Presidente del Comité de las Regiones Pasquall Maragall y el Vicepresidente actual, Ramón Luis Valcárcel. 266 Por último, tenemos una referencia significativa por la importancia numérica, que es la lista actual de diputados españoles del Parlamento Europeo, correspondiente a la legislatura 2009-2014, que por su interés reproducimos14. 14 1. Jaime Mayor Oreja (PP). San Sebastián, 1951. Ingeniero agrónomo. Diputado en la I, IV, VI, VII y VIII Legislaturas. Mtro. del Interior (1996-2001). Eurodiputado desde 2004. 2. Luis de Grandes (PP). Guadalajara, 1945. Licenciado en Derecho. Diputado nacional en la I, III, V, VI y VII Legislaturas. Eurodiputado (2004). Miembro del patronato de FAES. 3. Teresa Jiménez Becerril (PP). Sevilla, 1961. Ldo. en CC. de la Comunicación. Pta. de honor de la Fundación Alberto Jiménez Becerril. Colaboradora de ABC. 4. Alejo Vidal Quadras (PP). Barcelona, 1945. Catedrático de Física Atómica y Nuclear. Ldo. en Medio Ambiente. Eurodiputado desde 1999. Vicepresidente del Parlamento Europeo. 5. Pilar del Castillo (PP). Naor (Marruecos), 1952. Catedrático de CC. Políticas. Ldo. en Derecho. Mtra de Educación, Cultura y Deportes (2000-2004). Eurodiputada desde 2004. 6. José M. García-Margallo (PP). Madrid, 1944. Licenciado y doctor en Derecho. Portavoz de Economía y Hacienda (1986-1994). Miembro del Parlamento europeo desde 1994. 7. Carmen Fraga (PP). León, 1948. Ldo. en Derecho y Geografía e Historia. Eurodiputada desde 1994. Secretaria General de Pesca Marítima (2002-2004). 8. Pablo Zalba (PP). Pamplona, 1975. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Pte. Comisión Sectorial de Innovación y Empleo. 9. Íñigo Méndez de Vigo (PP). Tetuán (Marruecos), 1956. Licenciado en Derecho. Letrado de las Cortes Generales. Eurodiputado desde 1992. 10. Rosa Estarás (PP). Valldemosa (Mallorca), 1965. Lic. en Derecho. Diputada por Baleares (2000-2003). Presidenta del PP en Baleares desde 2007. 11. Francisco Millán (PP). Pontevedra, 1955. Director Gral. de Europa en el Ministerio de Asuntos Exteriores (1998-2000). Asesor de temas internacionales y europeos de Mariano Rajoy (2000-2004). 12. Agustín Díaz de Mera (PP). Daimiel (Ciudad Real), 1947. Licenciado en Historia. Ha sido senador y diputado, alcalde de Ávila y director gral. de la Policiía. Eurodiputado desde 2004. 13. Gabriel Mato (PP). Madrid, 1961. Ldo. en Derecho. Diputado del PP por La Palma. Asesor jurídico Cabildo de Las Palmas 1985. Consejero de Agricultura en Canarias. 14. Pilar Ayuso (PP). Badajoz, 1942. Doc. en Ingeniería Agrónoma y diplomada en Comunidades Europeas. Eurodiputada desde 1999. 15. Verónica Lope (PP). Cauderan (Francia), 1952. Lda. en Derecho. Teniente de alcalde de Cultura en el Ayto. de Zaragoza (1999-2003). Vocal comisión de Cultura (2004-2007). 16. Carlos Iturgaiz (PP). Santurce (Vizcaya), 1965. Parlamentario vasco (1994- 267 2004). Pte. del PP del País Vasco (1996-2004).Eurodiputado desde 2004. 17. Antonio López-Istúriz (PP). Pamplona, 1970. Licenciado en Derecho. Secret. Gral. PP Europeo desde 2002. Secretario Gral. del Centro de Estudios Europeos. 18. Cristina Gutiérrez (PP). Madrid, 1939. Catedrática de Historia del Arte. Consejera murciana de Educación y Cultura (1995-1999). Eurodiputada desde 1999. 19. Ignacio Salafranca (PP). Madrid, 1955. Ldo. en Derecho y diplomado en Integración Europea. Eurodiputado desde 1994. 20. María Esther Herranz (PP). Logroño, 1969. Lic. en Geografía y máster en Ordenación del Territorio. Miembro del Comité Ejecutivo del PP de la Rioja. Eurodiputada desde 2002. 21. Pablo Arias (PP). Madrid, 1970. Vocal asesor de la oficina de José María Aznar en 2004. Ayudante del presidente del Gobierno(2002-2004). Colaborador de FAES. 22. Salvador Garriga (PP). Gijón, 1957. Presidente DEMYC (1987-1989). Diputado nacional entre 1990 y 1993. Eurodiputado entre 1987-89 y desde 1994. 23. Santiago Fisas (PP). Barcelona, 1948. Ldo. en Derecho. Miembro del Comité Ejecutivo del PP (1999-2003). Consejero de Cultura de Madrid (2003-2009). 24. Juan F. López Aguilar (PSOE). Las Palmas, 1961. Catedrático de Derecho Constitucional. Mtro. de Justicia (2004-2007). Secretario General del PSOE de Canarias. 25. Ramón Jaúregui (PSOE). San Sebastián, 1948. Ldo. en Derecho. Perito industrial. Vicelendakari del País Vasco (1987-1991). Secretario Grupo Socialista (2008-2009). 26. Magdalena Álvarez (PSOE). San Fernando (Cádiz), 1952. Doctora en Económicas. Consejera andaluza de Economía (1994-2004). Mtra. de Fomento (2004-2009). 27. María Badía (PSOE). Sant Quirze del Vallés (Barcelona), 1947. Lda. Filología Inglesa. Secretaria de Política Internacional del PSC (2000). Eurodiputada desde 2004. 28. Miguel Ángel Martínez (PSOE). Madrid, 1940. Estudios de Medicina y Filología Inglesa y Francesa. Diputado por Ciudad Real desde 1977. Eurodiputado desde 1999. 29. Carmen Romero (PSOE). Sevilla, 1946. Lda. en Filosfía y Letras. Diputada en el Congreso de los Diputados durante la cuarta, quinta y sexta legislaturas. 30. Alejandro Cercas (PSOE). Ibahernando (Cáceres), 1949. Ldo. en Derecho. Eurodiputado desde 1999. Ha formado parte de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales. 31. Iratxe García (PSOE). Baracaldo (Vizcaya), 1974. Diplomada en Trabajo Social. Diputada en el Congreso durante la VII legislatura. Eurodiputada desde 2004. 32. Enrique Guerrero (PSOE). Carcagente (Valencia), 1948. Doctor en Ciencias Políticas. Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Ex director de Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero. 33. Inés Ayala (PSOE). Zaragoza, 1947. Lda. en Filología Española e Inglesa. Eurodiputada (2004). Fundadora de Mujeres Progresistas y Jóvenes. 34. Antolín Sánchez (PSOE). Betanzos (La Coruña), 1955. Ldo. en Derecho. 268 Tras esta breve exposición de la representación española en las Instituciones y órganos de la Unión Europea, pasemos a considerar lo Candidato socialista a la Xunta de Galicia (1993). Eurodiputado desde 2004. 35. Juan Andrés Perelló (PSOE). Buñol (Valencia), 1957. Ldo. en Derecho. Concejal y alcalde de Buñol entre 1983 y 1995. Senador entre 2007-2009. 36. Raimon Obiols (PSOE). Barcelona, 1940. Ldo. en CC. Geológicas. Eurodiputado desde 1999. 37. Eider Gardiazábal (PSOE). Bilbao, 1975. Lda. en Económicas. Secretaría Gral. Juventudes Socialistas (1999-2002). Concejala Ayto. de Bilbao desde 2004. 38. Josefa Andrés (PSOE). Burjasot (Valencia), 1958. Enfermera. Subinspectora de la Consejería de Sanidad. Diputada autnómica elegida en los comicios de 1999, 2003 y 2007. 39. Luis Yáñez (PSOE). Coria del Río (Sevilla), 1943. Ginecólogo. Presidente del PSOE de Abndalucía (1979-1985). Presidente de la Comisión del V Centenario. Eurodiputado desde 2004. 40. Antonio Masíp (PSOE). Oviedo (Asturias), 1946. Ldo. en Derecho. Consejero asturiano de Cultura y Deportes (1982). Alcalde de Oviedo (1983-1991). Eurodiputado desde 2004. 41. Emilio Menéndez (PSOE). Madrid, 1945. Licenciado en Derecho y Doctor en CC. Políticas. Ex embajador en Jordania e Italia. Eurodiputado desde 1999. 42. María Muñiz (PSOE). Gijón, 1962. Doctora. en CC. Políticas y Sociología. Asesora del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo (2004-2009). 43. Teresa Riera (PSOE). Barcelona, 1950. Doctora en Ciencias Exactas. Diputada nacional (1996-2004). Consejera insular de Mallorca. Eurodiputada desde 2004. 44. Ricardo Cortés (PSOE). Castro Urdiales (Cantabria), 1969. Licenciado en Derecho. Director de la Fundación Ramón Rubiales. Coordinador de la campaña socialista en el exterior de 2003. 45. Ramón Tremosa (CEU). Barcelona, 1965. Candidato de CiU. Doctor en Ciencias Económicas. Profesor de la Universidad de Barcelona. Colaborador habitual en medios catalanes. 46. Izaskun Bilbao (CEU). Bermeo (Vizcaya), 1961. Candidata del PNV. Licendiada en Derecho. Presidenta del Parlamento vasco (2005-2009). 47. Willy Meyer (IU-ICV). Madrid, 1952. Experto en seguridad y defensa. Miembro del PCE desde 1970. Diputado nacional (VI Legislatura). Eurodiputado desde 2004. 48. Raül Romeva (IU-ICV). Madrid, 1971. Doctor en Relaciones Internacionales. Consultor de Naciones Unidas y responsable de programas educativos de la UNESCO. 49. Francisco Sosa Wagner (UPyD). Alhucemas (Marruecos), 1946. Catedrático de Derecho Administrativo. Fue miembro de la comisión de expertos que diseñó el actual modelo autonómico. 50. Oriol Junqueras (EdP). Barcelona, 1969. Candidato de ERC. Doctor en Historia. Profesor de la Universidad de Barcelona. Concejal en el Ayuntamiento de San Vicente de Horts (Barcelona). 269 que la opinión pública conoce de cada una de estas Instituciones a través de la información que nos ofrecen las dos principales fuentes de consulta que venimos utilizando, los Eurobarómetros y en su caso las encuestas realizadas por el Instituto Elcano. 3.2. Confianza en la Unión Europea y en sus Instituciones ¿Confían los españoles en la Unión Europea? Según el Eurobarómetro 57 de primavera de 2002, cuando se pregunta al grupo español si tiende a confiar o a desconfiar de una serie de Instituciones nacionales e internacionales entre las que se encuentra la Unión Europea, el 57% de los encuestados afirma sí confiar en ella, mientras que el 31% tiende a desconfiar. Si se pregunta por la confianza que inspira a los encuestados cada una de las Instituciones europeas los porcentajes varían sensiblemente. El siguiente gráfico muestra la posible correlación entre el grado de conocimiento del grupo español de las Instituciones europeas y la 270 confianza en cada una de ellas. Puede decirse que cuanto más conocimiento de una Institución tiene el grupo en general mayor es su confianza en ella. Así, el Parlamento Europeo es la Institución que más confianza inspira a los españoles (57%), siendo como se explica en el punto anterior la más conocida por los encuestados. Asimismo, un 51% del grupo español afirma confiar en la Comisión Europea, siendo la media europea de 47% para la misma afirmación. Sin embargo, el Defensor del Pueblo Europeo, cuyo conocimiento por el grupo es menor que el del Banco Central Europeo, inspira un grado de confianza algo mayor que el resto de Instituciones menos conocidas por el grupo. En general, se observa que esta correlación positiva entre conocimiento y confianza en las Instituciones es similar para los resultados a escala europea. En el próximo gráfico puede verse la evolución temporal que han tenido estas dos variables concretamente para la Comisión Europea, así como la línea de tendencia derivada de esta evolución. No se encuentran grandes diferencias por edades o por sexo 271 respecto a la confianza en la Comisión Europea. Sin embargo, sí se observa como, según la categoría profesional de los encuestados, el grado de confianza en esta Institución varía. Así, el grado de confianza más alto se recoge entre los altos ejecutivos (68%), los trabajadores autónomos (56%) y los profesionales (54%), siendo estos los mismos grupos que tienen un porcentaje más alto para el conocimiento de esta Institución. Sin embargo, dentro del grupo de los desempleados, que afirman en un 88% haber oído hablar de la Comisión Europea, el porcentaje de respuestas que dice no confiar en esta Institución es el mayor de todos los recogidos por categoría profesional, seguido de los trabajadores manuales, con un 28%. Por regiones, son la zona Norte y Cataluña las que afirman en mayor número confiar en la Comisión Europea (70 y 59% respectivamente), mientras que los porcentajes más bajos para esta respuesta se recogen en la regiones Este, con el 42%, y Sur, con un 44%. Según indica el Eurobarómetro 61, de primavera de 2004, sube la confianza en la Unión Europea y las Naciones Unidas: un 58% dice confiar en la UE y otro 56% para las Naciones Unidas. Con estas subidas la confianza de los españoles vuelve a colocarse en los porcentajes de hace más de un año. Hombres y mujeres confían igualmente en la UE, un 58% respectivamente. Además, la UE goza de gran confianza entre los altos cargos y auto empleados (65% y 69% respectivamente), mientras que los desempleados son el grupo que menor confianza muestra hacia la UE (un 44% dice confiar). Entre las distintas regiones españolas la confianza hacia la UE parece alta en Este (71%), Norte (69%) y Cataluña (62%). 272 Según el Eurobarómetro 64, de otoño de 2005, el sentimiento que más define a los ciudadanos españoles en cuanto a la UE, es el de “Confianza”, algo que se hace necesario poner en relación con que según el Eurobarómetro 67 los ciudadanos españoles tienden a mostrar una mayor confianza hacia las instituciones europeas. Así un 57% del grupo dice que “tiende a confiar” en la Comisión y otro 58% en el Parlamento y según el Eurobarómetro 70, de otoño de 2008, la institución hacia la que los ciudadanos españoles encuestados muestran más confianza es la Unión Europea, con un 55% del grupo respondiendo que “tiende a confiar” en ella, siendo este porcentaje superior a la media de la UE-27 (47%). Según el Eurobarómetro 65, de primavera de 2006, Una vez más la institución Europea que mayor confianza recibe entre las demás instituciones de la UE, es el Parlamento Europeo. Un 62% del grupo español ha dicho que “tiende a confiar” en dicha institución, mientras que sólo un 14% ha dicho que “tiende a no confiar”. En líneas generales la confianza de los españoles hacia las instituciones europeas ha sido de unos niveles muy satisfactorios, ya que más de la mitad del grupo suele responder que “tiende a confiar” en las principales instituciones europeas. Así, un 58% del grupo ha dicho que “tiende a confiar” en la Comisión Europea, al igual que al Banco Central Europeo. Entre los ciudadanos europeos que mayor confianza muestran hacia la Comisión Europea están los Belgas, Holandeses, Portugueses y Chipriotas. Franceses, Alemanes e Ingleses entre los que menor confianza ha mostrado hacia esta institución. 273 Según el Eurobarómetro 69, de primavera de 2008, entre los encuestados españoles se percibe una gran confianza hacia la UE. Dos terceras partes de los encuestados del grupo español (66%), han respondido que “tienden a confiar” en la UE. La media de la UE de los 27 ha sido de un 50%, una cifra de unos -16 puntos por debajo de 274 la media Española, y que contrasta con las respuestas obtenidas entre los ciudadanos españoles. Por ejemplo: Poca diferencia entre los sexos ya que el 69% de los hombres y el 63% de las mujeres han dicho que “tienden a confiar” en la UE. Mayores diferencias entre los distintos grupos ocupacionales, ya que el 69% de los trabajadores por cuenta propia y el 88% de los altos cargos han dicho que “tienden a confiar” frente al 50% de las personas dedicadas al hogar y el 57% de los retirados que piensan así. Mayores diferencias se han obtenido según las diferentes regiones españolas donde habitan los encuestados: así, los habitantes de Madrid (77%) y de Noreste (71%) han sido los de mayor confianza hacia la UE, mientras que los de Sur (40%) y Canarias (55%) los habitantes de menor confianza. Según las edades del grupo vemos que tienden a confiar más los grupos jóvenes, con un 71% de los encuestados entre 25-39 años frente al 57% de los mayores de 55 que han dicho que “tienden a confiar en la UE” 3.3. La opinión de los españoles sobre el Parlamento Europeo. 3.3.1. Breve referencia histórica e institucional Podemos recordar que el origen real del Parlamento Europeo está vinculado de manera directa a la propia creación de las CC.EE. y su institucionalización en los diferentes Tratados constituyentes. Su funcionamiento como Asamblea de la CECA comenzó el 10 de 275 septiembre de 1952 bajo la presidencia de Paul-Henri Spaak15 estableciendo su sede en Estrasburgo el 1 de enero de 1958 tras la entrada en vigor de los Tratados del Mercado Común y del EURATOM. En estos Tratados se la denominó Asamblea Parlamentaria pasando a llamarse Parlamento a través de una resolución de la propia Asamblea del 27 de marzo de 1962. Sus miembros fueron designados por los Parlamentos Nacionales hasta 1979 donde los representantes pasaron a ser elegidos por sufragio universal. Otro desafío de importancia al que se enfrentó el Parlamento fue la de convertirse en un órgano con poder legislativo. Así fue demandado en alguno de los grandes informes elaborados para la construcción política de la Unión Europea y en este sentido el 14 de febrero de 1974 el Parlamento aprobó por amplia mayoría el Proyecto Spinelli16 de Tratado de la Unión Europea donde se contempla a esta institución como órgano legislativo junto al Consejo de la Unión. Como consecuencia de esta voluntad en los Tratados que precedieron el Parlamento Europeo aumentó considerablemente sus Paul-Henri Spaak (25 de enero de 1899 - 31 de julio de 1972). Político belga, uno de los iniciadores de la unión aduanera de Bélgica con los Países Bajos y Luxemburgo, que daría lugar al Benelux. En 1950, fue elegido presidente del Consejo de Europa, y dos años después de la Asamblea parlamentaria de la CECA. Entre el 9 de julio de 1955 y el 20 de abril de 1956, presidió el Comité Spaak, que establecería las bases de la futura Comunidad Económica Europea, así como de la Comunidad Europea de la Energía Atómica. También fue Secretario General de la OTAN entre 1957 y 1961. 16 Altiero Spinelli (31 de agosto de 1907 - 23 de mayo de 1986) fue un político italiano, defensor a ultranza del federalismo europeo, y uno de los padres de la Unión Europea, cuyo papel más importante tuvo lugar como defensor del proceso integrador sucedido durante las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial. Fue miembro del Parlamento Europeo durante diez años, así como cofundador y partícipe eminente del Club Cocodrilo, facción de políticos europeos que defendían estos principios, y que recibían tal nombre en honor a la cafetería en donde se formó el grupo. 15 276 prerrogativas y finalmente participa en el ejercicio del poder normativo, disponiendo desde entonces de un poder de decisión propio en el ámbito legislativo en ciertas materias al legislarse en los mismos términos por el Consejo y el Parlamento Europeo. Esta función logrará extenderse a nuevos campos en el Tratado de Ámsterdam17. Las sucesivas presidencias del Parlamento Europeo han trabajado para reforzar las instituciones parlamentarias europeas y crear un sistema totalmente transparente para los ciudadanos y por su parte el Parlamento Europeo se ha constituido en el máximo impulsor de la construcción política y jurídica de la Unión Europea solicitando de las demás instituciones la realización de los esfuerzos necesarios para conseguir el mayor nivel de fortalecimiento y de representación de la Unión Europea en el escenario mundial. El Parlamento Europeo se ha constituido en el único Parlamento plurinacional elegido por sufragio universal directo en el mundo consolidándose como institución al reforzar progresivamente sus prerrogativas y poderes. 17 Tratado de Ámsterdam, Tratado que a partir de su entrada en vigor en 1999, se convirtió en la nueva normativa legal de la Unión Europea, tras revisar el Tratado de Maastricht. Fue aprobado por el Consejo de la Unión Europea de Ámsterdam (16 y 17 de junio de 1997) y firmado el 2 de octubre de 1997 por los ministros de Asuntos Exteriores de los quince países miembros de la Unión Europea. Entró en vigor el 1 de mayo de 1999 tras haber sido ratificado por todos los Estados miembros. En 1997 nace Europol, la policía europea, que empezará a funcionar en 2004. En 1997 también se crea la figura de "Mister PESC", el ministro de Exteriores de la Unión. En ese mismo año se incrementa el control del Parlamento sobre la Comisión. El Tratado de Ámsterdam giraba en torno a varios aspectos fundamentales: empleo, libre circulación de ciudadanos, justicia, política exterior y de seguridad común, y reforma institucional para afrontar el ingreso de nuevos miembros. Estos asuntos habían quedado pendientes en Maastricht. 277 La estructura y organización del Parlamento Europeo es similar a la de cualquier Parlamento nacional. De esta forma, es el Presidente quien dirige las actividades del Parlamento Europeo y lo representa. Este, es elegido de entre los eurodiputados por el candidato que obtiene la mayoría absoluta de los votos emitidos en votación secreta. En ocasiones se produce un acuerdo entre los partidos mayoritarios de la Eurocámara para dividirse por la mitad la legislatura, eligiéndose en este caso al eurodiputado correspondiente, presentado ante la Cámara para su correspondiente elección. El Presidente dirige las actividades del Parlamento Europeo, preside las sesiones plenarias y aprueba el Presupuesto. Es el representante institucional del Parlamento Europeo hacia el exterior y en la relaciones con las demás instituciones comunitarias. El Presidente preside el Pleno, la Conferencia de Presidentes de los Grupos Políticos (que consta en la actualidad de 8 miembros), y la Mesa del Parlamento Europeo (con 14 vicepresidentes) y es responsable de la aplicación del Reglamento de la institución y como tal dirige las actividades del Parlamento Europeo y de sus órganos. El Presidente toma la palabra ante el Consejo Europeo de Jefes de Estado y de Gobierno y expone el punto de vista sobre los asuntos del orden del día. El Consejo esta constituido como el órgano decisorio de la construcción europea. El Presidente representa al Parlamento Europeo en las relaciones internacionales, preside las delegaciones de concertación del Parlamento Europeo y el Consejo para la realización de Presupuestos de la Unión Europea y mediante su firma, tras la votación del Parlamento Europeo, aprueba el Presupuesto de la Unión Europea. El Presidente del Parlamento Europeo en el marco de la 278 función colegislativa puede presidir el Comité de conciliación PE/Consejo, y junto con el Presidente del Consejo firma todos los actos administrativos adoptados en codecisión participando en las Conferencias Intergubernamentales encargadas de las reformas de los Tratados. Los eurodiputados eligen la Sesión Constituyente a los 14 vicepresidentes y los 5 cuestores, responsables estos últimos de las cuestiones administrativas y financieras de los diputados. El Secretario General es el responsable administrativo del Parlamento Europeo y lo nombra la mesa. La administración del Parlamento Europeo contaba en 2003 con 4191 funcionarios. Los eurodiputados, por su parte, deben inscribirse una vez tomada posesión de su escaño en un grupo político, optar por una Comisión Parlamentaria y elegir al Presidente de su grupo. Actualmente hay 9 grupos políticos: EL Partido Popular Europeo (PPE); el Partido Socialista Europeo (PSE); el Partido Liberal Demócrata Reformista (ELDR); El Partido Demócrata Europeo (PDE); Izquierda Unitaria Europea – Izquierda Verde Nórtida (GUE-NGL); Los Verdes Europeos – Alianza Libre Europea (Verdes/ALE); Independencia y Democracia y el Grupo Mixto. El TUE reconoce un papel importante a los grupos políticos plurinacionales. Cada grupo político esta dirigido por un Presidente y de una mesa y dispone de un Secretaria. Las Comisiones Parlamentarias, por su parte, realizan la preparación del trabajo de las sesiones plenarias y están formadas por los Eurodiputados organizados en comisiones permanentes especializadas en las distintas materias. 279 En la Legislatura 2004-2009 fueron 20 las Comisiones Parlamentarias establecidas y cada una de ellas contaba con su propio Presidente; Mesa y Secretaría, así como con un número de miembros que, en esta legislatura, oscila entre 28 y 86. Las Comisiones Parlamentarias realizan su trabajo en Bruselas reuniéndose una o dos veces al mes y sus debates son públicos. Los Eurodiputados elaboran enmiendas, presentan propuestas legislativas y realizan informes a iniciativa propia. También examinan propuestas de la Comisión y del Consejo y redactan informes que presentan al Pleno. El Parlamento Europeo puede constituir subcomisiones y comisiones temporales para ocuparse de temas específicos y, en su caso, comisiones de investigación en el marcos de sus competencias de control. Por razones de carácter histórico político e institucional el Parlamento Europeo mantiene su sede en tres lugares distintos: Bruselas; Estrasburgo y Luxemburgo. El Consejo Europeo de Edimburgo de 1992 y el Tratado de Ámsterdam de 1997, legitimaron el reparto de las instituciones entre estos tres lugares. La sede central del Parlamento Europeo está en Estrasburgo, ciudad convertida tras el final de la Segunda Guerra Mundial en el símbolo de la reconciliación franco-alemana y por extensión europea y elegida en 1952 como sede del Consejo de Europa. Por las mismas razones históricas Estrasburgo fue elegida en 1958 como sede de la Asamblea Parlamentaria, origen del Parlamento Europeo. En Estrasburgo se celebran las sesiones plenarias una semana al mes, excepto en Agosto y dos sesiones en septiembre para compensar agosto, y en Bruselas se organiza la Secretaría y el trabajo de las 280 Comisiones. El Parlamento Europeo tiene asimismo sede en Bruselas donde se celebran las Sesiones Plenarias adicionales y las Comisiones (dos veces al mes), así como las reuniones de los grupos políticos que se celebran la tercera semana de cada mes. La instalación del Parlamento Europeo también en Bruselas se justifica por la cercanía de las demás instituciones, la Comisión y el Consejo. Además Bruselas es también la sede de más de 120 organizaciones internacionales gubernamentales y unas 1400 no gubernamentales y constituye la segunda sede mundial de representaciones diplomáticas. La ciudad de Luxemburgo fue la sede de la primera comunidad europea (CECA) creada en 1952. En Luxemburgo, en donde están establecidas otras instituciones de la Unión Europea, también funciona una sede del Parlamento Europeo donde ubica la Secretaria General del Parlamento Europeo. Por otra parte, en cada Estado miembro de la Unión Europea, normalmente en su capital, existe una Oficina de Representación del Parlamento Europeo. En cuanto a sus competencias, destaca en primer lugar su control sobre las instituciones. De esta forma, el Parlamento Europeo dispone de un importante poder de control político sobre la Comisión, control que en la actualidad se ha ampliado al Consejo, al Consejo Europeo y a los órganos de cooperación política realizando de este modo un control democrático sobre el conjunto de la actividad comunitaria. Este control se realiza a través de preguntas orales o escritas que los diputados pueden plantear en cualquier periodo de sesiones. Otra importante fuente del control político de la que dispone el Parlamento Europeo radica en la investidura de la Comisión. Desde 281 1981 el Parlamento adopta la costumbre de investir informalmente a la Comisión pronunciándose sobre su programa. Por el Tratado de Maastricht18 se otorgó al Parlamento la aprobación previa al nombramiento por los Estados miembros del Presidente y miembros de la Comisión. El Tratado de Ámsterdam somete además a la aprobación del Parlamento la designación del Presidente de la Comisión con carácter previo a la designación de los Comisarios. Asimismo, el Tratado de la CEE19 dispone que el Parlamento Europeo pueda adoptar una moción censura contra la Comisión Europea para lo que se requiere una mayoría de dos tercios de los sufragios que representan a su vez la mayoría de los miembros que componen el Parlamento Europeo. Hasta ahora, se han sometido a votación hasta siete mociones de censura sin haber sido aprobada ninguna de ellas. La última fue en el año 1999 tras la grave crisis de la Comisión Santer20. Tratado que modifica los Tratados fundacionales de las Comunidades Europeas(Tratado de París (1951), los Tratados de Roma de 1957 y el Acta Única Europea de 1986). Constituye un paso crucial en el proceso de integración europeo, pues se sobrepasaba por primera vez el objetivo económico inicial de las Comunidades y se le da una vocación de carácter político. Con este Tratado se crea la Unión Europea, que engloba en sí las tres Comunidades Europeas anteriores, aunque con modificaciones sustanciales sobre todo de la Comunidad Económica Europea, que pasa a llamarse Comunidad Europea. Además, se adoptan dos sistemas de cooperación intergubernamental: la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y la Cooperación en Asuntos de Interior y de Justicia (CAJI). Es también el Tratado por el que se anuncia la introducción del euro. 19 El Tratado CEE, firmado en Roma en 1957, reúne a Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux en una Comunidad que tiene por objetivo la integración a través de los intercambios con fines de expansión económica. 20 La Comisión Santer es el nombre utilizado para hacer referencia a la Comisión Europea presidida por Jacques Santer, el noveno presidente de la Comisión Europea, desde el 23 de enero de 1995 hasta el 15 de marzo de 1999. Su antecesora fue la Comisión Delors y su predecesora sería la Comisión Marín. La Comisión, compuesta por 20 miembros, estuvo en el cargo en el momento de la introducción del euro. Sin embargo, su mandato terminó abruptamente cuando la Comisión dimitió en masa ante acusaciones de corrupción. Algunos de los miembros continuarían ejerciendo de comisarios en la Comisión Marín. 18 282 El Parlamento, por otro lado, puede constituir a petición de una cuarta parte de sus miembros una Comisión temporal de encuesta para examinar las eventuales infracciones o supuestos de mala administración en la aplicación de Derecho Comunitario. Asimismo, el Parlamento puede ejercer sus funciones de control en materias de política exterior, seguridad común y de cooperación policial y judicial teniendo derecho, en estas materias, a ser informado regularmente y poder dirigir preguntas al Consejo o formular recomendaciones al mismo. En último lugar, el Parlamento Europeo recibe asimismo peticiones de cualquier ciudadano sobre cuestiones referidas a la Unión Europea que directamente le conciernen. Para examinar las reclamaciones de los ciudadanos contra las instituciones o los órganos comunitarios el Parlamento Europeo elige al Defensor del Pueblo Europeo21. Las competencias legislativas del Parlamento Europeo, pos su parte, se ejercen según cuatro procedimientos: procedimiento de consulta simple; el procedimiento de cooperación; el procedimiento de codecisión y el procedimiento de dictamen conforme. En el procedimiento de consulta simple el Parlamento Europeo puede realizar dictámenes sobre los proyectos de los actos humanitarios, consulta que en determinados supuestos previstos por los Tratados tiene un carácter obligatorio, y en su ausencia el Consejo 21 El Defensor del Pueblo Europeo, está habilitado para recibir de los ciudadanos de la Unión Europea (UE) o de las personas físicas o jurídicas, toda queja relativa al mal funcionamiento de las instituciones o de los organismos comunitarios (con excepción del Tribunal de Justicia o del Tribunal de Primera Instancia).El Defensor es nombrado por el Parlamento Europeo después de cada elección y para toda la duración de la legislatura. Lo cual quiere decir que su mandato dura 5 años. Trabaja en Estrasburgo.Actualmente desempeña el cargo de Defensor del Pueblo Europeo el griego Nikiforos Diamandouros. 283 de la Unión no puede tomar una decisión. Este dictamen consultivo obligatorio es distinto del dictamen conforme establecido por el artículo 192 del TCE22. En cuanto al procedimiento de cooperación, este viene establecido en el Acta Única Europea de 1986 y ha sido mantenido en el TUE y en el de Ámsterdam y que se aplica exclusivamente al ámbito de la Unión Económica y Monetaria. Este procedimiento otorga al Parlamento un derecho de veto suspensivo y el poder de 22 Artículo 192. 1. El Parlamento Europeo y el Consejo, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, decidirán las acciones que deba emprender la Unión para la realización de los objetivos fijados en el artículo 191. 2. No obstante el procedimiento de toma de decisiones contemplado en el apartado 1, y sin perjuicio del artículo 114, el Consejo, por unanimidad con arreglo a un procedimiento legislativo especial, a propuesta de la Comisión y previa consulta al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, adoptará: disposiciones esencialmente de carácter fiscal; las medidas que afecten a: la ordenación territorial; la gestión cuantitativa de los recursos hídricos o que afecten directa o indirectamente a la disponibilidad de dichos recursos; la utilización del suelo, con excepción de la gestión de los residuos; las medidas que afecten de forma significativa a la elección por un Estado miembro entre diferentes fuentes de energía y a la estructura general de su abastecimiento energético. El Consejo, por unanimidad, a propuesta de la Comisión y previa consulta al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, podrá disponer que el procedimiento legislativo ordinario sea aplicable a los ámbitos mencionados en el párrafo primero. 3. El Parlamento Europeo y el Consejo adoptarán, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario y previa consulta al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones, programas de acción de carácter general que fijen los objetivos prioritarios que hayan de alcanzarse. Las medidas necesarias para la ejecución de dichos programas se adoptarán de conformidad con las condiciones contempladas en el apartado 1 o en el apartado 2, según proceda. 4. Sin perjuicio de determinadas medidas adoptadas por la Unión, los Estados miembros tendrán a su cargo la financiación y la ejecución de la política en materia de medio ambiente. 5. Sin perjuicio del principio de quien contamina paga, cuando una medida adoptada con arreglo a lo dispuesto en el apartado 1 implique costes que se consideren desproporcionados para las autoridades públicas de un Estado miembro, dicha medida establecerá las disposiciones adecuadas en forma de: excepciones de carácter temporal, apoyo financiero con cargo al Fondo de Cohesión creado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 177, o ambas posibilidades. 284 realizar enmiendas. En el procedimiento de cooperación, el Consejo puede ejercer un derecho de veto negándose a pronunciarse sobre las enmiendas propuestas por el Parlamento Europeo o la propuesta modificada de la Comisión y bloquear el procedimiento legislativo. El Tratado Constitucional de 2004 preveía la desaparición de este procedimiento que sería reemplazado, bien por el procedimiento legislativo ordinario o bien por los actos no legislativos del Consejo. En último lugar, tendríamos el Procedimiento de Dictamen Conforme. En este caso, el Parlamento Europeo dispone del derecho de realizar un Dictamen Conforme sin cuya intervención el Consejo no puede poner en aplicación una propuesta. Este procedimiento debe obtener la aprobación del Parlamento Europeo para tomar determinadas decisiones importantes. El principio de dictamen conforme se basa en una lectura única, el Parlamento Europeo puede aceptar o rechazar una propuesta, pero no modificarla y la ausencia de dictamen conforme impide la adopción del acto. Los ámbitos en los que es necesario el dictamen conforme son, principalmente, la adhesión de nuevos Estados miembros, los acuerdos de asociación y otros acuerdos fundamentales con terceros países. El Tratado de Ámsterdam prevé también el Dictamen Conforme del Parlamento Europeo en la imposición de sanciones a un Estado miembro en caso de violación grave y persistente de los derechos fundamentales y este procedimiento también se aplica en cualquier tipo de cooperación reforzada emprendida en un ámbito 285 sujeto al procedimiento de codecisión. El Dictamen conforme del Parlamento requiere la mayoría de los votos emitidos. Sin embargo, se precisa que la mayoría de los miembros que integran el Parlamento en dos casos: la adhesión de un nuevo Estado miembro y el procedimiento electoral. En aras de la simplificación de los procedimientos legislativos, el Tratado de Reforma integra el dictamen conforme, con la denominación de “procedimiento de aprobación”, en los “procedimientos legislativos especiales”. Este procedimiento se aplica a las leyes y directivas europeas. En último lugar, tendríamos el Procedimiento de Codecisión. Este, fue creado por el Tratado de Maastricht inspirándose en el procedimiento legislativo alemán, en el marco de las relaciones entre Bundesrat y Bundestag y ya figura en el Proyecto Spinelli de 1984. Por este procedimiento el Parlamento Europeo ejerce el poder de adoptar actos legislativos conjuntamente con el Consejo de la Unión Europea. Este procedimiento supone hasta tres lecturas y tiene por efecto multiplicar los contactos en el Parlamento Europeo y el Consejo. 3.3.2. La confianza de los españoles en el Parlamento Europeo En general, podemos observar como los españoles tiene una gran confianza depositada en el Parlamento Europeo. De hecho, tan sólo en Abril del 2006 suspenden en confianza a este organismo europeo con un escaso 47% de los encuestados diciendo que confían 286 en su gestión. 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0% No confía Confía abr-93 abr-94 abr-95 abr-98 abr-99 abr-00 abr-02 abr-03 abr-04 abr-05 abr-06 abr-07 Eurobarómetros Abril 1993 – Abril 2008. Sin embargo, podemos observar como la confianza en el mismo aumentó de manera muy considerable desde el año 1993 (año en el que se formuló por primera vez esta cuestión) hasta abril del año 2000, año en el que el Parlamento Europeo alcanzó su máxima confianza con un 71% de los españoles indicando que confiaban en su gestión. Sin embargo, a partir de ese momento observamos un importante descenso en la confianza por parte de la ciudadanía española en este organismo. Este descenso lo podemos achacar a diferentes factores. En primer lugar, podríamos aludir al escándalo de la Comisión Santer. A la luz de los datos, podemos pensar que afectó de manera 287 abr-08 abr-96 abr-97 abr-01 muy importante a la confianza en la Unión Europea, reduciéndose la misma hasta el 59% y alcanzando su mínimo en Abril del 2006 hasta el 47%. De hecho, el Parlamento Europeo no ha sido capaz de recuperar la confianza de la ciudadanía española desde este periodo no superando en ningún caso el 63%, muy lejos de los anteriores registros. Otro hecho que ha podido afectar de sobremanera a esta confianza son las diferentes ampliaciones que se han hecho de la Unión Europea. En este sentido, observamos que tras la ampliación a 25 Estados miembros en el año 2004 y a 27 en el año 2007 la confianza en este organismo ha caído en picado. Así, el hecho de que las ampliaciones hayan repercutido de manera negativa en la representación española en el Parlamento Europeo, viéndose relegado el número de diputados españoles presentes en el Parlamento Europeo –pasando de 54 a 50- ha podido generar, en parte, está perdida de confianza. Esto, ha podido dar lugar a una mayor desconfianza por parte de la ciudadanía española en el órgano ya que se sienten menos representados en el mismo y por lo tanto sienten que su voz se oirá menos a nivel europeo. Otro hecho significativo que ha podido reducir esta confianza es el hecho de que estas ampliaciones se hayan producido hacia países del Este. Sería interesante, por lo tanto, analizar los datos de las encuestas realizadas a los españoles sobre su opinión acerca de las ampliaciones. Posiblemente, se observaría que estos no están muy conformes con las mismas y esto a su vez podría explicar el aumento de la desconfianza que los españoles tienen en el Parlamento Europeo. 288 Una actitud contraria de la sociedad española hacia la ampliación se ha visto, por lo tanto, reflejada en una mayor dosis de desconfianza en los organismos que rigen la Unión Europea. Esto, a su vez, podría explicar el suspenso en confianza que obtiene el Parlamento Europeo en España en Abril del 2006, justo antes de que se incorporaran Rumania y Bulgaria a la Unión Europea y tras la reducción del número de diputados. De hecho, si analizáramos la visión que los españoles tienen de estos dos países deberíamos observar que se tiene una actitud bastante negativa hacía los mismo, cuyo reflejo no sería otro que una desconfianza hacía la Unión Europea en su conjunto. En último lugar, y en lo que se refiere a las ampliaciones de la Unión Europea, es muy posible que los ciudadanos españoles no se hayan sentido representados a nivel Europeo. Las ampliaciones se realizaron sin una consulta previa a los ciudadanos sobre si estos estaban de acuerdo o no con las mismas. De esta forma, se han podido sentir de alguna manera “dejados de lado” por las instituciones y por ende perder la confianza en estos organismos. De hecho, este sentimiento de lejanía con la realidad europea es un factor clave para poder lograr entender la desconfianza que los españoles depositan en sus instituciones. La sensación de que las decisiones que se toman a nivel europeo no afectan al día a día de nuestro país es un motivo más que suficiente para que los españoles no sientan confianza en sus instituciones. Podemos observar, por lo tanto, como la desconfianza de los españoles en el Parlamento Europeo se ha mantenido siempre en niveles por debajo del 20% hasta Abril 2002, donde este supera por primera vez el umbral. Es a partir del año 2002 cuando la 289 desconfianza no baja en ningún caso del 20% y alcanzando un máximo del 28% en octubre de 2005 descendiendo desde ahí en adelante hasta el 22%. En conclusión, tenemos que, en general, el Parlamento Europeo aprueba en cuanto a confianza se refiere, si bien este ha perdido una gran dosis de crédito debido principalmente a las ampliaciones sufridas por la Unión Europea, los escándalos de la Comisión Europea y la falta de arraigo hacia la unión que, inevitablemente, afectan a la visión que los españoles tienen de los diferentes organismos y en este caso en particular del Parlamento Europeo. 3.3.3. Participación en las Elecciones al Parlamento Europeo (2004) Generalmente se teme la escasa participación del público español en las Elecciones Europeas. En la presente edición se podría decir que los cuidadnos españoles ven con mayor interés estas elecciones, ya que una gran parte de ellos, un 46% esta de acuerdo con que las Elecciones Europeas son realmente importantes. Además, casi un 32%, dice que “seguro que votaré”, situándose en el nivel 10 de una escala del 1 al 10, donde 1 es “seguro que no votaré” y 10 “seguro que votaré”. Así, cerca del 10% de los encuestados han dicho que no piensan participar en los comicios de Junio del 2004. Otras posiciones intermedias (valores 7 y 8 de la escala) han recibido igualmente un gran porcentaje de intención de participar en las elecciones. En la edición del EB59.1, de la primavera de 2003, un 27% decía que “seguramente que votaré”, situándose en la escala 10 con unos +4 puntos porcentuales menos que en esta edición. 290 Así, un 40% de los españoles iría a votar motivados esencialmente por su opinión respecto a los problemas/tópicos nacionales, mientras que otro 30% lo hará invocando mayor interés por asuntos de Europa. Por otra parte un 24% piensa que las políticas propuestas por el/la candidato/a sería otro elemento que influirá su voto. Además hemos querido saber la intención de participar en las elecciones europeas según la tendencia política que dicen tener los ciudadanos. Así vemos que de los que se definen de “derechas” un 35% dice que “seguramente votara”, un punto menos de los que se definen como de “izquierdas” donde un 36% dice que ira a votar seguro. Igualmente importante es el cambio que parece haber entre la primavera del año pasado y esta, donde muchos más ciudadanos piensan participar en estas elecciones de Junio del 2004. En la Tabla 5, vemos que para los que se definen de izquierdas entre la edición del EB59.1 y la de este año hay una diferencia de al menos +7 puntos porcentuales (del 29% al 36%). En contra para los que se definen como de derechas la diferencia entre las dos ediciones es de +4 puntos. Más hombres que mujeres tienen intención de participar en las próximas elecciones europeas: un 33% de los hombres se sienten seguros de su participación frente al 28% de las mujeres encuestadas. Igualmente importante parecen algunas diferencias entre los distintos grupos profesionales. Un 44% de los profesionales de altos cargos, dice que “seguro que votaré”, mientras sólo un 31% del grupo de los estudiantes ha contestado con la misma seguridad. Un tercio de los que pertenecen a los grupos de empleados por cuenta propia y los trabajadores manuales, alrededor del 33%, dice igualmente que seguro que votara. 291 La menor participación entre las diferentes regiones españolas es la que corresponde a Madrid con un 15% de ellos asegurando su participación. En contraste un 44% de los habitantes de Galicia y un 36% de los de Centro dicen que “seguro que votaré” (valor 10 en la escala de participación). Como se aprecia en la Tabla 6, existe una fuerte tendencia de abstenerse en estas elecciones europeas: entre el 10% y el 15% de los habitantes de todas las regiones dicen que “seguramente no votaran”, situándose en el valor 1 de la escala de intención. Igualmente vemos que los habitantes de la región de Madrid son los que más dudan sobre su participación situándose casi un 38% entre los valores 5 y 8 en la escala de intención de participación. A la hora de saber si los ciudadanos españoles estarían dispuestos a ir a votar según diferentes tipos de motivación propuestos, vemos que el 35% de los entrevistados afirman que irían a votar “si los trasportes públicos fueran gratuitos este día”. Por lo contrario, “si las oficinas de voto estuvieran en los supermercados” un 70% dice que no estaría más dispuesto/a a votar, algo que sólo parece motivar a un 25% del grupo. Más interesados parecen los españoles sobre el voto por Internet donde un 31% del grupo dice que estaría dispuesto a votar si se pudiera hacer a través de Internet. 292 293 - Un 46% de los encuestados esta de acuerdo con que las Elecciones Europeas son realmente importantes. - Además, casi un 32%, dice que “seguro que votaré”, frente al 12% del grupo que piensa “seguramente que no votaré”. - El 40% de los españoles iría a votar motivados esencialmente por su opinión respecto a los problemas/tópicos nacionales. - Otro 30% lo hará invocando mayor interés por asuntos de Europa. - Un 36% de los que se definen como de Izquierdas, un 30% de los que se definen como de Centro y un 35% de los que se definen como de Derechas piensan acudir a las Elecciones Europeas. - La menor participación entre las diferentes regiones españolas es la que corresponde a Madrid con un 15% de ellos asegurando su participación. - En contraste un 44% de los habitantes de Galicia y un 36% de los de Centro dicen que “seguro que votaré”. 294 - Un 46% el grupo de los encuestados que dice haber visto y/o oído a los diputados europeos a través de la televisión. - Otro 21% afirma haberlo hecho a través de la Prensa escrita mientras que un 17% lo hizo a través de la Radio. - El 54% de los españoles afirma que las actividades y decisiones del gobierno español tienen “un gran efecto” sobre ellos. - Igualmente sobre el Parlamento Europeo, un 45% de los ciudadanos españoles piensan que sus actividades y decisiones tienen “algún efecto” en sus vidas. - La mayoría del grupo piensa que el Parlamento Europeo debería enfocar sus actividades al tema de “la creación de empleos” según el 61% del grupo. - Igualmente importante les parece el tema de la Inmigración, según el 53% de los encuestados. - Un 29% de los españoles “está de acuerdo” en que el Parlamento Europeo tienen más poder que el Senado español, mientras que otro 24% “no esta de acuerdo” con esta afirmación. Entre el grupo el grupo español parece haber interés sobre actividades del Parlamento Europeo y dicen conocer algunos de los diputados europeos. En cuanto a su participación en las próximas elecciones al Parlamento, los españoles se muestran bastante decididos a acudir a votar, con al menos una diferencia de +puntos de la primavera del 2003: 295 - un 45% de los ciudadanos españoles piensan sobre el Parlamento Europeo que sus actividades y decisiones tienen “algún efecto” en sus vidas. Un 46% el grupo de los encuestados que dice haber visto y/o oído a los diputados europeos a través de la televisión. Un 46% de los encuestados esta de acuerdo con que las Elecciones Europeas son realmente importantes. votaré”. La mayoría del grupo piensa que el Parlamento Europeo Además, un 32% de los encuestados dice que “seguro que debería enfocar sus actividades y decisiones al tema de “la creación de empleos” según el 61% del grupo. Igualmente importante les parece el tema de la Inmigración, según el 53% de los encuestados A diferencia de otros países estados miembros, en España se piensa que agricultura ha sido un sector al que la unión europea no gasta mucho de su presupuesto (un 6%) Sobre las actitudes de los españoles hacia las elecciones europeas (EUB 59) por lo general, el grupo muestra una voluntad mediana a la hora de votar, tanto en unas elecciones españolas como en unas europeas La mayoría del grupo se sitúa, en una escala del 1 al 10 (donde 1 significaría que definitivamente no votaría y 10 que definidamente votaría), en el nivel 10 aunque representando sólo la tercera parte del grupo, mientras que otro 27% dice que definitivamente votaría para las elecciones del Parlamento Europeo 296 Entre el grupo español existe una gran convergencia entre los porcentajes obtenidos para algunos grupos Así, entre hombres y mujeres del grupo español existe una voluntad de voto en unas elecciones nacionales para ambos sexos de un nivel 8, según el 15%, mientras que la mayoría elige el nivel 10, en un 34% y 32% respectivamente Mayor contraste de opiniones existe entre los distintos grupos profesionales Mientras que la mayoría dice que definitivamente votaría en unas elecciones generales, esta respuesta ha sido elegida desde el 28% de los estudiantes al 32% del grupo de los retirados, un 38% del grupo de los trabajadores autónomos y un 51% del grupo de los profesionales y ejecutivos Entre los tres grupos estudiados según su tendencia política, la voluntad de participar en unas elecciones nacionales es muy similar 297 Un 37% de los que se definen como de izquierdas, un 33% del de centro y un 40% de los de derechas dice que definitivamente votaría Si hubiera unas elecciones europeas, a los españoles les gustaría que temas como el crimen, el desempleo y la inmigración ocuparan los temas centrales en las campañas electorales del Parlamento Europeo Medio ambiente, educación y los derechos de los ciudadanos de Europa son preferidos por una tercera parte de los encuestados (Gráfico 2) Según los datos de la encuesta, un 51% del grupo español y un 47% de los europeos votarían con mayor probabilidad en las elecciones del Parlamento si las municipales, autonómicas y nacionales fueran el mismo día que las elecciones europeas También elevaría la probabilidad de votar en unas elecciones al Parlamento el que las elecciones fueran el mismo día en toda Europa, según un 37% de los españoles y un 39% de los europeos del grupo de la UE-15 Los españoles piensan, según el 30% de las respuestas obtenidas, que el Presidente de la Comisión Europea debería ser elegido directamente por los ciudadanos de la Unión Europea Muy dividida está la opinión española en cuanto a la Presidencia del Consejo que es rotatoria y de una duración de seis meses para cada estado miembro Según los datos, una tercera parte afirma que debería ser así para que cada país tuviera la oportunidad de ostentar dicha presidencia, mientras otra tercera parte afirma que este periodo de Presidencia debería ampliarse porque seis meses es un periodo corto para alcanzar resultados 298 A la hora de evaluar la representación de los países miembros después de la ampliación, los españoles creen en su mayoría (63%) que después de la ampliación debería seguir habiendo un Comisario por cada país miembro Igualmente, el 52% piensa que los países pequeños deberían tener el derecho de aportar el mismo número de Comisarios que los grandes Finalmente, los españoles opinan, según el 33% del grupo, que el uso de veto debería mantenerse para preservar los intereses de los países nacionales Los españoles están bastante satisfechos con el funcionamiento de la democracia en España y en la Unión Europea, aunque un elevado porcentaje (30% y 26% respectivamente) dice sentirse no muy satisfecho Entre el grupo existe una voluntad media de participación en unas elecciones, tanto para unas nacionales como europeas Sólo una tercera parte de los encuestados dice que definitivamente votaría si mañana hubiera unas elecciones nacionales Estudiantes y personas que se dedican al hogar son los que menor voluntad presentan para votar Solo una tercera parte de ellos votaría, frente a la mitad del grupo de los profesionales y ejecutivos que dijo que lo haría definitivamente Crimen, desempleo e inmigración son los temas preferidos por los españoles y demás europeos para las campañas del Parlamento europeo 299 3.3.4. Opinión española en las elecciones al Parlamento Europeo (junio 2009)23 3.3.4.1. Valoración de los resultados de las elecciones al Parlamento A pesar de la escasa participación el 48% de los entrevistados está satisfecho con los resultados de las elecciones europeas. ¿Cómo valora Vd. los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo? Los buenos resultados obtenidos por los partidos de derecha se plasman en un mayor porcentaje de satisfacción en ese extremo de la escala ideológica (66%). Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE) 21ª oleada. Resultados de Junio de 2009. 23 300 El porcentaje es aún más abultado entre quienes votaron al PP en las elecciones generales del pasado año, con un 72%, 30 puntos más que entre los votantes del PSOE. 301 Responsabilidad de la baja participación En cuanto a si la responsabilidad de la baja participación recae en los políticos o en los ciudadanos, podría decirse que se tiende hacia una responsabilidad compartida: el 41% dice que se debe al desinterés de los ciudadanos, el 34% a la comunicación de la clase política y el 15% que a ambas. En las elecciones europeas ha habido una baja participación, ¿a qué diría Vd. que se ha debido? La frecuencia con la que se apunta a la ciudadanía aumenta entre los menores de 30, llegando al 50%. 302 Por clase social, nos encontramos con que entre los entrevistados de clase alta y media-alta los porcentajes se invierten y un 45% culpa a la mala comunicación de la clase política. 3.3.4.2. Valoración de la entrada de partidos radicales en el Parlamento Europeo Para la mayoría no es un hecho preocupante que hayan accedido al Parlamento europeo partidos de extrema derecha y extrema izquierda: el 54% de los entrevistados lo considera un voto coyuntural de protesta. Con las elecciones han accedido al Parlamento Europeo partidos de extrema izquierda y derecha. ¿Piensa que estos partidos radicales pueden consolidarse y ser una amenaza, o que se quedarán en meros votos de protesta sin consolidarse como amenaza? 303 La preocupación de que pueda convertirse en una amenaza en el futuro aumenta un poco entre los menores de 30, llegando al 28% (9 puntos por encima de la media). El porcentaje disminuye a medida que aumenta la edad y, con ella, la no respuesta. 304 También se observa el efecto del nivel de estudios sobre la no respuesta. 3.3.4.3. Factores del triunfo de la derecha La opinión está bastante dividida en cuanto a si la victoria de la derecha se debe a una crisis ideológica de la izquierda a factores coyunturales, con un 30 y un 41%, respectivamente. La derecha ha ganado las elecciones en el conjunto de Europa. ¿Piensa que la izquierda europea está en crisis en general o que se trata de un problema coyuntural debido a factores nacionales? 305 A medida que disminuye la edad lo hace también la no respuesta, pero aumenta de forma proporcional ambas opciones, de modo que se mantiene la división de opiniones. Por clase social, sin embargo, si que se observa que entre los entrevistados de clase alta y media-alta si que el descenso de la no respuesta se asocia a un aumento del porcentaje de quienes se inclinan a pensar que se trata de una crisis ideológica. 306 En la distribución por nivel de estudios, al contrario, el descenso de la no respuesta entre aquellos con estudios universitarios se asocia con un aumento de respuesta a favor de que es un problema coyuntural. Por ideología, la no respuesta disminuye entre los de izquierda 307 y los de derecha, pero con efectos opuestos: entre los de izquierda aumenta el porcentaje de quienes creen que es una crisis coyuntural y entre los de derecha quienes creen que es una crisis ideológica. 3.3.5. Contacto de los Españoles con el Parlamento Europeo y fuentes usadas para su información A la hora de saber más acerca de las fuentes usadas por los españoles para informarse sobre las actividades del Parlamento y los diputados europeos, vemos que destaca con un 46% el grupo de los encuestados que dice haber visto y/o oído a los diputados europeos a través de la televisión. Otro 21% afirma haberlo hecho a través de la prensa escrita mientras que un 17% lo hizo a través de la Radio. Aún así un 37% del grupo dice “no haber visto y/o oído o tenido contacto con algún diputado europeo. Internet ha sido usado por un 5% de los encuestados para este propósito. 308 La mayoría de los encuestados estarían muy interesados en tener algún contacto con los eurodiputados y/o obtener más información sobre el Parlamento. Así un 46% del grupo desearía tener más imágenes de los diputados al Parlamento europeo en la televisión frente a un 34% que dice no tener interés alguno en recibir dicha información. Otro 23% dice que estaría interesado en “leer más en la prensa escrita” respecto a los diputados europeos y su labor, mientras que un 22% preferiría hacerle a través de la radio. Entre los españoles existe la preferencia de usar la televisión como fuente de información. Un 47% y 46% de los hombres y mujeres prefieren esta como fuente para saber acerca de las actividades de los diputados europeos. Igualmente el 48% del grupo de los trabajadores manuales y el 49% del grupo de los estudiantes piensa así. Por lo contrario la prensa escrita ha sido elegida como fuente preferida por el 18% de las mujeres y el 17% de los estudiantes. Esta fuente ha sido preferida mayoritariamente por el grupo de los profesionales de altos cargos, con un 46% de ellos eligiendo esta como fuente. 3.4. La opinión de los españoles sobre Comisión Europea 3.4.1 Breve referencia institucional La Comisión Europea es la institución que, en el marco constitucional de la Unión Europea, perfila sus Tratados, encarna la rama ejecutiva del poder comunitario. Es la institución original de las CC.EE., constituida en los Tratados fundacionales como el ‘motor de la integración europea, se le considera como la “locomotora” encargada de ejecutar el contenido de los Tratados’ (PérezBustamante). 309 Se trata, por tanto, de la institución garante del cumplimiento del Derecho de la Unión, ostenta el monopolio de la iniciativa legislativa, ejecuta el presupuesto comunitario y las políticas comunes. Es la institución que representa a la Unión en conjunto y promueve y defiende el interés general de la Unión Europea. Políticamente, tiene que responder de sus acciones frente al Parlamento Europeo. En la actualidad trabajan cerca de 38.000 funcionarios en su oficina ejecutiva situada en Bruselas. Constituida en el Tratado de la CECA de 195124, en un principio tomó el nombre de Alta Autoridad sin embargo, a partir del año 1965 comenzó a denominarse Comisión de las Comunidades Europeas, a raíz de los siguientes Tratados fundacionales, los Tratados de Roma25 creadores del Mercado Común y el EURATOM, con el fin de remarcar su carácter supranacional. La Comisión de las CC.EE., como órgano común de las tres comunidades se crea oficialmente el 1 de julio de 1967, fecha en laque entra en vigor el Tratado de Bruselas26 de fusión de los ejecutivos de 4 24 El Tratado de las Comunidades Europeas del Carbón y del Acero, firmado en París en 1951, reúne a Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux en una Comunidad que tiene por objeto organizar la libertad de circulación del carbón y del acero y el libre acceso a las fuentes de producción. Además, se crea una Alta Autoridad común que supervisa el mercado y el respeto de las normas de competencia y vela por la transparencia de los precios. Este Tratado está en el origen de las instituciones tal y como hoy las conocemos. 25 Los Tratados de Roma firmados el 25 de marzo de 1957, son dos de los Tratados de la Unión Europea. Ambos Tratados fueron firmados por Alemania Occidental, Bélgica, Francia,Italia, Luxemburgo, y los Países Bajos. El primero estableció la Comunidad Económica Europea (CEE) y el segundo estableció la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom). Tras ser ratificados por los Parlamentos de cada estado, los Tratados entraron en vigor el 1 de enero de 1958 y el Tratado de la CEE ha sido modificado en numerosas ocasiones. Desde entonces se ha cambiado de nombre desde el Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea al Tratado constitutivo de la Comunidad Europea y finalmente, Tratado de Funcionamiento de la Unión. 26 Fue firmado el 8 de abril de 1965 por los Estados miembros de las 3 310 de abril de 1965. El artículo 10 del manifiesta que los Comisarios ejercerán sus funciones con plena independencia en el interés general de las Comunidades y no solicitaran ni aceptarían instrucciones de ningún Gobierno ni de ningún organismo, reforzando, por tanto, su posición como organismo independiente. La Comisión Europea forma parte del triangulo institucional de las Comunidades Europeas configurándose como la instancia encargada de la ejecución de las decisiones comunitarias y la instancia que vela por la buena aplicación del Derecho Comunitario. Públicamente independiente, la Comisión Europea representa y defiende los intereses de la Unión en su conjunto. La función principal de la Comisión es representar y defender los intereses de la Unión Europea en su conjunto. Está configurada por un Presidente –el actual presidente de la Comisión europea es José Manuel Durao Barroso27y un Colegio o Cuerpo de comisarios como órgano colegial, titulares de las competencias asignadas y apoyados por una estructura administrativa y por los correspondientes medios financieros. Su número de miembros ha ido variando en función de las Comunidades Europeas existentes ese entonces (la CECA, la CEE y la EURATOM), creando de esta forma, una sola Comisión Europea y un solo Consejo Europeo para las tres Comunidades. Se juntaban en uno sólo los tres poderes ejecutivos de dichas comunidades. Desde 1958 las Comunidades compartían las otras dos instituciones existentes entonces: el Parlamento Europeo y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas encargado, entre otras cosas, de resolver los conflictos entre órganos e instituciones de la Unión y asegurar la aplicación del derecho comunitario de forma igual en todos los Estados. El Tratado de Fusión está considerado como el principio de lo que en un futuro sería la actual Unión Europea. Entró en vigor el 1 de julio de 1967. 27 Presidente de la Comisión Europea por segundo mandato consecutivo, fue elegido por primera vez el 23 de noviembre de 2004. Con anterioridad fue Primer Ministro de Portugal (del 6 de abril de 2002 al 29 de junio de 2004). 311 sucesivas ampliaciones, a día de hoy hay un total de 27 Comisarios. Para su designación, según el artículo 14 del Tratado de Ámsterdam28, los Gobiernos de los Estados miembros designan que debe ser aprobada por el Parlamento Europeo. El Tratado de Niza29, sin embargo, reforma dicho artículo manifestando que el Consejo a nivel de Jefes de estado y de Gobierno y por mayoría cualificad debe designar a la personalidad que considera debe ser nombrada presidente de la Comisión establecida conforme a las proposiciones hechas por cada Estado miembro. Según el Tratado de Ámsterdam, el Presidente y los miembros de la Comisión serían sometidos al voto de aprobación del Parlamento Europeo tras el que serían nombrados de común acuerdo por los Gobiernos de los Estados, sistema que se cambia en el Tratado de Niza al estimarse que tal nombramiento sería realizado por el Consejo por mayoría cualificada. En este mismo sentido, el Tratado de Niza permite que el Presidente pueda demandar la dimisión de un miembro de la Comisión tras la aprobación del Colegio de Comisarios. A partir de su entrada en vigor en 1999, se convirtió en la nueva normativa legal de la Unión Europea, tras revisar el Tratado de Maastricht. Fue aprobado por el Consejo de la Unión Europea de Ámsterdam (16 y 17 de junio de 1997) y firmado el 2 de octubre de 1997 por los ministros de Asuntos Exteriores de los quince países miembros de la Unión Europea. Entró en vigor el 1 de mayo de 1999 tras haber sido ratificado por todos los Estados miembros. En 1997 nace Europol, la policía europea, que empezará a funcionar en 2004. En 1997 también se crea la figura de "Mister PESC", el ministro de Exteriores de la Unión. En ese mismo año se incrementa el control del Parlamento sobre la Comisión. El Tratado de Ámsterdam giraba en torno a varios aspectos fundamentales: empleo, libre circulación de ciudadanos, justicia, política exterior y de seguridad común, y reforma institucional para afrontar el ingreso de nuevos miembros. Estos asuntos habían quedado pendientes en Maastricht 29 Tratado celebrado por el Consejo Europeo entre los días 7 y 9 de diciembre de 2000 y firmado el 26 de febrero de2001, para modificar los Tratados vigentes. Entró en vigor el 1 de febrero de 2003 tras haber sido ratificado por los 15 Estados miembros según lo previsto en sus respectivas normativas constitucionales. El proceso de ratificación se extendió hasta 2002. 28 312 Las deliberaciones de la Comisión se realizan bajo el principio de colegialidad establecida en el artículo 219 del TCE, y en consecuencia todos los actos que los Tratados confieren a la Comisión deberán ser adoptados en su conjunto consagrándose la igualdad de los Comisarios en la participación de la toma de decisiones. El funcionamiento de la Comisión se articula a través de su Reglamento interno que fue aprobado el 6 de Julio de 1967. El Colegio de Comisarios celebra una reunión semanal -los miércoles en Bruselas- aunque durante las sesiones plenarias del Parlamento Europeo la reunión se celebra generalmente en Estrasburgo. Estas reuniones semanales tienen por objeto la elaboración de documentos y la adopción de propuestas para su aprobación definitiva y toma de decisiones. El Presidente convoca a los Comisarios a una reunión de trabajo, que se organiza en torno a programas anuales o trimestrales. El orden del día es fijado por el Presidente pero los Comisarios pueden solicitar la inscripción de una cuestión que no figure en el Programa de Trabajo. Cada Comisario es asistido por un gabinete formado por el Jefe de Gabinete y 9 consejeros para el Presidente y 6 consejeros para cada miembro de la Comisión. En sus reuniones, la Comisión puede constituir grupos de trabajo para proceder al examen de cuestiones técnicas del orden del día. Las reuniones de la Comisión no son públicas y los debates son confidenciales. Se puede consultar el orden del día de las reuniones de la Comisión y las actas de la reunión más reciente, que suelen estar disponibles una semana después de la celebración de la reunión. 313 La Comisión utiliza fundamentalmente el procedimiento escrito consistente en un proyecto o borrador de Decisión que se distribuye a los Comisarios quienes pueden presentar observaciones o solicitar modificaciones dentro de un plazo determinado. La Secretaría asume la función coordinadora y si en el plazo previamente fijado no se presenta ninguna objeción o modificación, se considera el texto aprobado. La labor de la Comisión, es, por tanto, crucial en el devenir diario de la Unión Europea y su funcionamiento. Por ello, resulta importante analizar la visión que los ciudadanos españoles tengan o la confianza que demuestren hacia sus decisiones. 3.4.2. La confianza de los españoles en la Comisión Europea Veamos a continuación la consideración que los españoles manifiestan sobre la Comisión utilizando las encuestas realizadas por el servicio de opinión pública de la Comisión Europea. Si bien estos datos pueden estar en cierta manera sesgados para dar una mejor impresión del organismo por el cual se pregunta, estas encuestas son, a día de hoy, la fuente de información con mayor fiabilidad. De esta forma, disponemos datos de confianza de los españoles en la Comisión a partir del año 1999 hasta el año 2010. Confianza de los españoles en la Comisión Europea -19992010- . Como representante de la Unión Europea ante las instituciones 30 30 Datos consultados el 25 http://ec.europa.eu/public_opinion/index_en.htm. julio 2010 en 314 internacionales y la ciudadanía, la confianza de estos últimos en la Comisión resulta clave para el buen funcionamiento de la Unión Europea en su conjunto. Si los ciudadanos no confían en el poder legislativo, este deja de tener valor ya que cualquier acción o decisión tomada por el mismo carecerá de la convicción necesaria para que obtenga el beneficio o resultado esperado. Si no existe confianza en el legislador, este pierde toda su legitimidad. Cuando hablamos de confianza en una institución, tratamos de evaluar la esperanza firme o la seguridad que los ciudadanos encuestados depositan en la misma. Por ello, a la hora de analizar estos datos, debemos tener en cuenta que esta confianza puede variar por distintas razones en un periodo muy corto de tiempo, se trata de un dato que muestra una volatilidad importante si bien se suele mover en rango bastante definido. Por lo tanto, la cuestión que debemos plantearnos es hasta qué punto las acciones realizadas por la Comisión Europea durante el periodo 1999-2010 han afectado la confianza que los españoles depositan en ella. Confianza de los españoles en la Comisión Europea 1999-2010 Fuente: Eurobarómetros 1999-2010 (EB51-EB74). 315 Elaboración propia Los primeros datos de confianza de los españoles en la comisión europea aparecen en el Eurobarómetro publicado en la primavera de 1993 (EB39) sin embargo, no se vuelve a formular esta pregunta hasta 1999 (EB51). Es a partir de este año cuando se formula esta cuestión con continuidad. Por ello, a la hora de realizar un análisis evolutivo de la confianza, debemos partir de esta fecha y poder así observar los datos con mayor claridad. Observamos como en el cuadro propuesto, partimos de una confianza del 51% en Abril de 1999 (EB51) que aumenta de manera continuada hasta enero del 2001 (EB55) donde alcanza un máximo histórico para todo el periodo de estudio del 62%. Existen diversos factores tanto a nivel europeo como a nivel nacional que han afectado esta evolución. A nivel europeo, durante este periodo, cabría destacar 3 acontecimientos de importancia que podrían a ver afectado esta confianza. En primer lugar, tendríamos que la introducción del Euro en España como factor clave para la evolución de este indicador. Confianza de los españoles en la Comisión Europea periodo 1999-2010 316 Fecha abr-99 nov-99 jun-00 ene-01 may-01 nov-01 may-02 nov-03 abr-04 oct-04 jun-05 oct-05 abr-06 sep-06 may-07 oct-07 abr-08 oct-08 jun-09 nov-09 jun-10 Confia 51% 54% 56% 62% 54% 59% 51% 55% 53% 57% 43% 48% 45% 49% 57% 53% 58% 52% 44% 50% 45% No confia 18% 16% 16% 15% 20% 18% 22% 22% 26% 21% 31% 26% 24% 22% 23% 16% 14% 21% 35% 31% 35% NS/NC 31% 30% 28% 23% 25% 23% 26% 22% 21% 22% 26% 26% 31% 29% 20% 31% 28% 27% 21% 19% 20% Fuente: Eurobarómetros 1999-2010 (EB51-EB74). Elaboración propia El primer paso en la introducción de oficialmente el 1 la de nueva moneda se dio enero de 1999, cuando dejaron de existir como sistemas independientes las monedas de los once países de la Unión que se acogieron al plan de la moneda única y en la que entró en vigor el Euro31. Sin duda, este hecho pudo afectar la confianza que hasta entonces tenían los españoles depositados en la Comisión ya que esta fue directamente responsable de su introducción. Podemos averiguar el efecto que tuvo la entrada del Euro en España analizando las encuestas realizadas por el Servicio de Opinión Pública de la Comisión Europea durante el periodo 1995 – 1997 31 El Tratado de la Unión Europea previa la creación de una Unión Económica y Monetaria con la introducción de una moneda única (cuya primera denominación sería el ECU). De ella formarían parte los países que cumplieran una serie de condiciones; se introduciría de forma gradual. La fecha inicialmente prevista se fue retrasando. Finalmente, los estados miembros de la Unión Europea acordaron el 15 de diciembre de 1995en Madrid la creación de una moneda común europea -ya bajo la denominación de "euro"- con fecha de puesta en circulación en enero del año 2001. 317 periodo durante el cual se preguntó a los ciudadanos españoles si estaban de acuerdo con la introducción del Euro en sustitución de la Peseta32. Podemos observar que el sentimiento generalizado de los españoles es positivo hacia el Euro durante este periodo. Si bien en los 2 últimos eurobarómetros la tendencia parece un tanto negativa, lo cierto es que la suma de encuestados que están a favor o muy a favor del Euro siempre supera el 50% durante todos los años del periodo. Actitud de los españoles frente al Euro 1995 - 1997 M uyafavor M ediadel periodo 25% Afavor 36% Ligeram enteencontra M uyencontra 12% 7% Indiferente 10% N S/N C 11% Fuente: Eurobarómetros. Elaboración propia De esta forma, tenemos que la media del periodo de ciudadanos 32 La peseta fue la moneda de curso legal en España, desde su aprobación el 19 de octubre de 1868 hasta el 1 de enero de 1999, cuando se introdujo el euro. Siguió circulando hasta el 31 de diciembre de 2001 con la consideración legal de "fracción no decimal de euro" y después, provisionalmente, hasta el 28 de febrero de 2002. El 1 de enero de ese año habían entrado en circulación las monedas y billetes de euro, con los que convivió durante dos meses. 318 encuestados que es muy favorable a la introducción del Euro es del 25%, mientras la de aquellos que están a favor es del 36%. Por el contrario, aquellos que dicen estar ligeramente en contra o muy en contra no supera, en media, el 20%. Estos datos cobran todavía más fuerza, si cabe, cuando se comparan con la media de la Unión Europea para el periodo. Resulta importante comparar lo datos que hemos obtenido con la media de la Unión Europea para así poder comparar hasta qué punto se puede concluir que los ciudadanos españoles estaban a favor del Euro en este momento. Para realizar esta comparativa vamos a eliminar los resultados de España realizando la comparación de España con los otros 14 países de la Unión Europea. M u yafa vo r M ed iad el p erio d o 2 0 % Media del periodo (UK) Media del periodo (Suecia) Afa vo r Lig era m en teenco n tra M u yenco n tra 3 0 % 1 5 % 1 9 % A favor Ligeramente en contra Muy en contra In d iferen te 9 % Indiferente N S/N C 7 % NS/NC Muy a favor 12% 10% 19% 21% 17% 19% 39% 38% 7% 6% 6% 6% De esta comparación observamos como durante este periodo, la 319 media de ciudadanos de la Unión Europea que decían estar a favor o muy favor del Euro era del 50%, lo cual, comparativamente es un dato muy similar al que hemos observado en España. Sin embargo, la principal diferencia entre los 14 de la Unión Europea y España se encuentra en aquellos que dicen estar ligeramente en contra o muy en contra. Así, tenemos que un 34% de los ciudadanos de los 14 países de la Unión Europea restantes dice estar ligeramente en contra o muy en contra –recordemos que en España era tan sólo un 20% de media-. La explicación a este resultado tan negativo en la Unión Europea la encontramos en la actitud negativa hacía el Euro de los países que finalmente decidieron no entrar en el Euro. Dos ejemplo muy claros los encontramos en el Reino Unido y Suecia, donde, de media, un 56% y un 57% respectivamente decía estar en contra de la introducción del Euro en sus países. Lo cierto es que estos datos no hacen sino reforzar la idea de que en España se tenía, en aquel momento, una imagen muy positiva del Euro y de la influencia que este podía tener en el país. Esta imagen tan positiva del Euro tiene una influencia directa sobre la Comisión Europea, ya que, al fin y al cabo, es una medida introducida por esta. Podemos ver, por lo tanto, el Euro ha sido uno de los factores que han influido de manera positiva en la confianza que la ciudadanía española deposita en la Comisión Europea. La expectación e ilusión por la entrada en vigor del Euro se ve reflejado en un aumento de la confianza que los españoles depositan en la Comisión y sus actuaciones lo cual queda reflejado en un máximo de confianza para todo el periodo 1999-2010 en enero del 2001 con un 62% de confianza en esta institución. Sin embargo, estos niveles tan altos de 320 confianza, no se pueden atribuir a un solo factor. Otro acontecimiento de importancia sucedido entre 1999 y 2002 fue la entrada en vigor del Tratado de Ámsterdam33 en Mayo de 1999. El Tratado de Ámsterdam fue el resultado de dos años de estudios y de posteriores negociaciones en el seno de la Conferencia de representantes de los gobiernos de los Estados miembros. Su entrada en vigor no se produjo hasta la ratificación definitiva por parte de los quince Estados miembros de la Unión Europea en mayo de 1999. Esta Conferencia intergubernamental se planteo de manera explícita en el Tratado de la Unión Europea (antiguo artículo N) al objeto de revisar algunas de sus disposiciones. En el primer semestre de 1995, cada institución elaboró un informe sobre el funcionamiento del Tratado de la Unión Europea. El segundo semestre se dedicó a un concienzudo estudio de posibilidades, a cargo de un "grupo de reflexión" presidido por el Secretario de Estado de Asuntos Europeos de España, Carlos Westendorp34. El informe de este grupo se presentó Fue aprobado por el Consejo de la Unión Europea de Ámsterdam (16 y 17 de junio de 1997) y firmado el 2 de octubre de 1997 por los ministros de Asuntos Exteriores de los quince países miembros de la Unión Europea. Entró en vigor el 1 de mayo de 1999 tras haber sido ratificado por todos los Estados miembros. 34 Carlos Westendorp Cabeza (Madrid, 7 de enero de 1937) es un político, diplomático y jurista español. Fue Ministro de Asuntos Exteriores de España. En 1975 fue enviado como Consejero de Asuntos Económicos en La Haya dentro de la estrategia de los primeros gobiernos españoles tras la muerte de Franco para mantener una política activa con la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea). En1979, tras la creación del Ministerio de Relaciones con la Comunidad Europea fue nombrado asesor del mismo, ocupando diversos puestos en el Ministerio hasta 1986 en el que es nombrado, tras la incorporación de España a la CEE, Embajador Permanente de España en la misma con sede en Bruselas. En 1991 es nombrado Secretario de Estado para la CEE en sustitución de Pedro Solbes, hasta que finalmente Felipe González le nombra Ministro de Asuntos Exteriores en sustitución de Javier Solana Madariaga por un breve periodo de tiempo. 33 321 al Consejo Europeo de Madrid35 en diciembre de 1995. Previa consulta a la Comisión y al Parlamento Europeo, cuyos dictámenes son el preámbulo esencial en la celebración de una Conferencia intergubernamental, el Consejo Europeo de Turín36 pudo abrir oficialmente las negociaciones el 29 de marzo de 1996, con ambiciosos objetivos centrados en la Europa de los ciudadanos, la función de la Unión Europea en la escena internacional, la mejora del funcionamiento de las instituciones y la perspectiva de la ampliación. Sucesivamente, los Consejos Europeos de Florencia (21 y 22 de junio de 1996), Dublín I (5 de octubre de 1996) y Dublín II (13 y 14 de diciembre de 1996), así como el Consejo informal de Noordwijk (23 de mayo de 1997), analizaron y negociaron las diferentes propuestas. Tras quince meses de trabajos, finalmente estas propuestas Con posterioridad fue Embajador Representante Permanente de España ante las Naciones Unidas hasta que en 1997 la propia ONU lo designa como Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina en el proceso de pacificación de Yugoslavia. De hecho, la actual bandera de Bosnia y Herzegovina, adoptada por el Alto Comisionado de la ONU en febrero de 1998 y presentada en los JJOO de invierno de Nagano (Japón) de ese mismo año, está basada en un diseño suyo. En 1999 es elegido en las listas del PSOE como Diputado para el Parlamento Europeo. Posteriormente salió elegido Diputado en la Asamblea de Madrid, cargo que ocupó desde 2003 hasta que fue nombrado embajador de España en EEUU. En junio de 2008 fue sustituido al frente de la embajada española en Washington por Jorge Dezcallar. En la actualidad, Carlos Westendorp es Secretario General del Club de Madrid. Además, es Asesor Principal de Felipe González, Presidente del Grupo de Reflexión creado por el Consejo Europeo para identificar y responder a los desafíos de la Unión Europea de aquí a los años 2020/2030. 35 El Consejo Europeo, se reunión en Madrid los días 15 y 16 de diciembre de 1995. En este, confirmó que la tercera fase de la unión económica y monetaria (UEM) comenzaría el 1 de enero de 1999, ajustándose a los criterios de convergencia, el calendario, los protocolos y los procedimientos establecidos por el Tratado de la Unión Europea. 36 Las principales conclusiones que se sacaron en este Consejo Europeo de cara al futuro Tratado de Ámsterdam fueron que la Unión Europea debía estar más próxima a sus ciudadanos; Habría que reformar las instituciones para mejorar su funcionamientos y que ere necesario un refuerzo de la capacidad de actuación externa de la Unión Europea. 322 dieron lugar al Tratado de Ámsterdam el 2 de octubre de 1997. El objetivo de este Tratado era capacitar a la Unión Europea, política e institucionalmente, para responder a los desafíos del futuro, la rápida evolución de la situación internacional, la mundialización de la economía y sus consecuencias sobre el empleo, la lucha contra el terrorismo, salud pública. la delincuencia internacional y el tráfico de estupefacientes, los desequilibrios ecológicos y las amenazas para la 3.4.3. La confianza hacia el Parlamento Europeo y la Comisión Europea Según se manifiesta en EUB 62, en la presente edición sigue la preocupación sobre el grado de confianza de los europeos alas distintas instituciones europeas (Gráfico 6). La tendencia de los últimos años ha sido la de perdida de confianza hacia estas instituciones, aún con variaciones entre los países. Por ejemplo, mientras la media europea de confianza hacia la Comisión Europea sigue baja, en España se han recuperado algunos puntos en este Eurobarómetro 323 Un 57% dice confiar en la Comisión Europea, y otro 64% en el Parlamento Europeo, mientras la media de la UE25 ha sido de un 52% para la Comisión y un 57% para el Parlamento. Igualmente alta es la confianza en el resto de las instituciones, como el Defensor del Pueblo y el Consejo de Ministros, con un 54% y un 55% respectivamente de los españoles que dicen confiar en dichas instituciones El 65% de los habitantes de Madrid dice confiar en la Comisión Europea, otro 72% en el Parlamento y otro 62% confía en el Consejo de Ministros, convirtiéndose en la ciudad con mayor confianza hacia las instituciones Europeas. 324 Resto de las zonas españolas muestran un grado alto de confianza hacia las instituciones Europeas. Los españoles (junto a Belgas, Griegos, Eslovenos y Lituanos) confían más que otros europeos en las instituciones Europeas. Hombres y mujeres confían más en el Parlamento que en la Comisión: en concreto, un 70% de los hombres y un 57% de las mujeres dicen confiar en el Parlamento Europeo y otro 63% y 51% respectivamente en la Comisión Europea. Una de las instituciones mejor apreciadas aparece una vez más el Defensor del Pueblo, donde un 58% de los hombres y un 51% de las mujeres dicen confiar en dicha institución. Además, entre los distintos grupos profesionales existe una buena aceptación de las instituciones y es cada vez mayor el grado de confianza hacia estas. Por ejemplo: Un 50% de los empleados por cuenta propia, un 76% de los altos cargos un 58% de los trabajadores manuales y un 49% de las personas dedicadas al hogar dicen confiar en el Defensor del Pueblo. Opinión e interés del grupo español hacia las Instituciones de la Unión Europea Según EUB 59 la mayor parte del grupo ha oído hablar de las instituciones más importantes de la Unión Europea, como la Comisión (74%), el Parlamento Europeo (91%), el Banco Central Europeo (68%), el Tribunal de Justicia (61%) Mucho menor es el conocimiento de instituciones como el Defensor del Pueblo Europeo, del que un 41% dice no haber oído 325 hablar, al igual que para el Consejo Económico y Social (56%)la Convención sobre el Futuro de Europa (57%) La confianza en las instituciones más conocidas por los ciudadanos es generalmente buena Aunque la mayoría, alrededor de dos terceras partes del grupo, dice confiar en, por ejemplo, el Parlamento Europeo En menor porcentaje, el 52% del grupo confía en la Comisión, mientras que un 24% y un 25% respectivamente dice no confiar nada en dichas instituciones. En la UE-15, igualmente un 24% dice no confiar nada en la Comisión Mayor confianza que la media europea parecen tener los españoles a la Convención europea, con un 33% del grupo diciendo que tiende a confiar, mientras que menos de la tercera parte del grupo de la Unión Europea (26%) afirma lo mismo. Un 61% de los que se definen como de izquierdas dicen confiar en el Parlamento Europeo, frente a un 68% de los que se definen como de derechas y un 63% de los de centro. Muy poca confianza ha recibido la Comisión Europea por parte de los españoles definidos como de izquierdas Solamente el 54% de ellos da su confianza a esta institución, frente a un 61% de los que se definen como de derechas Entre las regiones españolas, el Parlamento Europeo goza de mayor confianza entre los habitantes de Galicia, con un 69% de ellos contestando que tienden a confiar en esta institución Canarias es la región española donde el Parlamento ha recibido menos confianza 326 Entre el grupo español existe un grado bajo de conocimiento de las instituciones europeas Parlamento y comisión son las que más se conocen, mientras que el comité de las regiones El comité económico y social son las instituciones menos conocidas por el grupo español Entre los españoles, mejor confianza goza el Parlamento europeo que la comisión Esta mejor opinión sobre el Parlamento se mantiene entre el grupo según las tendencias políticas registradas, así como entre las distintas regiones de España Los españoles tienen pocos conocimientos acerca de la convención europea, dicen no oír mucho y creen que medios y políticos deberían decir más acerca de este proceso Sube igualmente la confianza hacia el Parlamento Europeo en comparación con la edición anterior Según EUB 57 En la presente edición hay una importante subida en cuanto a la confianza que dicen tener los ciudadanos españoles hacia el Parlamento Europeo, con un 58% (47% en la edición anterior) de ellos diciendo que “tienden a confiar” en dicha institución. La media de la Unión Europea de los 27 se sitúa en 2 puntos por debajo de la media española, en un 56%. Como se ve en el gráfico, España se encuentra por encima de la media de la Unión Europea en cuanto a la confianza hacia el Parlamento. Los países que se encuentran en primeras posiciones son entre otros, Hungría, Italia, Bélgica, Grecia o Luxemburgo. Por el contrario, Reino Unido o Finlandia son algunos de los países que más desconfían de esta institución. 327 Otro 25% dice que “tiende a no confiar” en dicha institución (mismo porcentaje que en la edición anterior). En el resto de los países europeos existe una respuesta de igual desconfianza hacia esta institución con un 23% pensando que “tienden a no confiar” en el Parlamento Europeo. Un 63% de los hombres encuestados dice que “tiende a confiar” en el Parlamento Europeo, mientras que un 54% de las mujeres encuestadas piensa igual. Entre los grupos más jóvenes del grupo existe un aumento en la confianza hacia esta institución con un 58% de los jóvenes entre 15 y 24 años diciendo que “tienden a confiar” y otro 21% que tienden a no confiar. El resto, un 21% de este grupo ha respondido que “No sabe”. En cuanto a otras instituciones europeas, en la presente edición el público ha sido preguntado por su confianza hacia, por ejemplo, el Consejo de la Unión Europea. Un 56% de los encuestados ha dicho que “tiende a confiar” en dicha institución, ligeramente mayor que el porcentaje de la media europea que ha respondido igual en un 47%. En cuanto a la confianza hacia el Banco Central Europeo, un 55% del grupo español ha respondido que “tiende a confiar”, porcentaje muy parecido que el de la media de la Unión Europea de los 27, que fue de un 53%. 3.4.4. Confianza en las Instituciones Europeas Según EUB 58 la confianza en las instituciones más conocidas por los ciudadanos es generalmente buena. Aunque la mayor parte, alrededor de dos terceras partes del grupo dice confiar en, por 328 ejemplo, el Parlamento Europeo y la Comisión, un 16% y un 17% respectivamente dice ‘no confiar nada’ en dichas instituciones. Estos porcentajes siguen siendo menores que los obtenidos en la media de la UE15, donde por ejemplo, un 24% dice ‘no confiar nada’ en la Comisión. Además, el grado de desconfianza parece ser el mismo (alrededor del 1819%) para las instituciones menos conocidas, con la excepción del Banco Central Europeo donde el grado de desconfianza es mayor (21%) Nivel de confianza en las Instituciones Europeas Según EUB 60 en esta última edición se recuperan unos puntos de confianza hacia las instituciones europeas, tendencia inversa a las últimas ediciones así como a la evolución de la media europea. La Comisión Europea pierde confianza en Europa mientras que en España gana varios puntos. Los españoles muestran un grado alto de confianza a las instituciones Europeas en comparación con la media europea. Un 55% dice confiar en la Comisión, +9 puntos que la media de la UE-15, y un 62% en el Parlamento Europeo, +8 puntos que el grupo de los 15. Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Defensor del Pueblo son las instituciones europeas más valoradas por los españoles. Los habitantes de la región de Canarias, Cataluña y Centro son los que más tienden a confiar en las instituciones europeas Grado de Confianza de los Españoles a las Instituciones Europeas 329 En la presente edición sigue la preocupación sobre el grado de confianza de los europeos a las distintas instituciones europeas (Gráfico 3). La tendencia de los últimos años ha sido la de perdida de confianza hacia estas instituciones, aún con variaciones entre los países. Por ejemplo, mientras la media europea de confianza hacia la Comisión Europea sea de tendencia negativa, en España se han recuperado algunos puntos en este Eurobarómetro. Un 55% (+3; 52% en el EB59.1) dice confiar en la Comisión Europea, y otro 62% en el Parlamento Europeo (+2; 60% en el EB59.1), mientras la media de la UE-15 ha sido de un 46% para la Comisión y un 54% para el Parlamento. Igualmente alta es la confianza en el resto de las instituciones, como el Defensor del Pueblo y el Consejo de Ministros, con un 46% y un 51% respectivamente de los españoles que dicen confiar en dichas instituciones el 72% de los habitantes de Canarias dice confiar en la Comisión Europea, otro 75% en el Parlamento y otro 73% confía en el Consejo de Ministros, convirtiéndose en la región de mayor confianza hacia las instituciones Europeas. El resto de las regiones españolas muestran un grado medio de confianza hacia las instituciones. Los españoles (junto a griegos e italianos) confían más que otros europeos en las instituciones Europeas. 330 Hombres y mujeres confían más en el Parlamento que en la Comisión: en concreto, un 65% de los hombres y un 60% de las mujeres dicen confiar en el Parlamento Europeo y otro 58% y 53% respectivamente en la Comisión Europea. Galicia y Aragón –Rioja son las regiones españolas que más desconfían en las instituciones, según un 37% de los habitantes de Galicia y un 33% de los de Aragón-Rioja que dicen desconfiar por ejemplo del Consejo de Ministros. Una de las instituciones mejor apreciadas aparece una vez más el Defensor del Pueblo, donde un 47% de los hombres y un 45% de las mujeres dicen confiar en dicha institución. Además, entre los distintos grupos profesionales existe una buena aceptación de las instituciones y es cada vez mayor el grado de confianza hacia estas. Un 41% de los empleados por cuenta propia, un 49% de los altos cargos un 47% de los trabajadores manuales y un 331 46% de las personas dedicadas al hogar dicen confiar en el Defensor del Pueblo. En la presente edición se nota un descenso importante de la confianza de los ciudadanos españoles(al igual que en el resto de estados miembros) hacia las instituciones europeas a lo largo de la primera mitad del 2005 Los niveles de confiada conseguidos en la edición pasada de otoño del 2004 se han visto reducidos alrededor de -14 puntos en el caso de la Comisión y el Parlamento Europeos en la presente edición, situándose a los niveles obtenidos en la edición del otoño del 2003. Además, la confianza de los ciudadanos españoles hacia las instituciones es mayor entre habitantes de las ciudades más grandes, en contraste con la menor confianza percibida entre los habitantes de zonas rurales. En concreto: Aunque los españoles siguen confiando en la Unión Europea y en su papel en el mundo sólo el 43% dice que “tiende a confiar” en la Comisión Europea. Aún así, dos de cada tres ciudadanos españoles encuestados piensan que el papel de las instituciones Europeas (como la Comisión, el Parlamento, la Corte de Justicia, el Consejo de Ministros o el Banco Central Europeo) son muy importantes para la Unión. Entre los distintos grupos profesionales registrados en esta edición existe una buena aceptación de las instituciones. Por ejemplo: un 52% de los empleados por cuenta propia, un 53% de los altos cargos, un 40% de los trabajadores manuales y un 32% de las personas dedicadas al hogar dicen confiar en la Comisión Europea. 332 El 57% de los habitantes encuestados en Madrid, dice que tiende a confiar en la Comisión Europea, otro 60% en el Parlamento y otro 50% en la Corte de Justicia Europea, convirtiéndose esta en la región con mayor confianza hacia las instituciones europeas. Existe una diferencia de unos 10 puntos porcentuales entre la confianza depositada por los habitantes de zonas rurales (38%) y habitantes de ciudades grandes (48%) en cuanto a la Comisión Europea. La confianza de los españoles hacia las instituciones europeas Según EUB 60, vuelve a subir la confianza de los ciudadanos españoles hacia las instituciones Europeas En la presente edición vemos que los ciudadanos españoles tienden a mostrar de nuevo una mayor confianza (en comparación a las ediciones del EB65 y EB66) hacia instituciones europeas como la Comisión. Así, en la presente edición un 57% del grupo dice que “tiende a confiar” en dicha institución (45% en la edición anterior). En un nivel similar se encuentra la media de la UE-27 en cuanto a la confianza hacia la Comisión Europea, con un 52% de los ciudadanos pensando que “tienden a confiar”. Por el contrario sigue en los mismos niveles el porcentaje de los que no muestran una gran confianza hacia la Comisión, un 23% de los ciudadanos españoles encuestados dice que “tiende a no confiar” en la Comisión Europea. La media europea para esta respuesta ha sido de 27% (24% y 29% respectivamente en la edición anterior). Entre los hombres y las mujeres encuestados sigue habiendo algunas diferencias a la hora de mostrar confianza hacia las 333 instituciones europeas. Un 60% de ellos dicen que “tienden a confiar” en la Comisión, mientras que un 55% de ellas piensa igual. En contaste, muy parecido es el porcentaje de los que han respondido lo contrario: un 24% de ellos dice que “tiende a no confiar” y un 22% de ellas piensa igual. Entre los diferentes grupos edades se podría decir que existe un gran consenso sobre todo entre los grupos más jóvenes de la población encuestada. Así, un 62% de los encuestados entre los 25 y 39 años de edad dijo que “tiende a confiar” en la Comisión, al igual que el 55% de los mayores de 55 años. Entre los grupos de los altos cargos se nota un menor grado de confianza hacia la Comisión, con un 57% de ellos diciendo que “tienden a confiar”. Mientras, trabajadores por cuenta propia y trabajadores manuales dijeron confiar en un 63% y un 62% respectivamente. La confianza hacia la Unión Europea Los Españoles siguen confiando en la Unión Europea según pone de manifiesto el EUB 70. Entre los encuestados españoles se mantiene una gran confianza hacia la Unión Europea. Un poco más de la mitad de los encuestados del grupo español (55%), han respondido que “tienden a confiar” en la Unión Europea (aunque descendiendo del nivel de confianza que mostraban en la anterior edición EB69, donde el porcentaje era de un 66%). La media de la Unión Europea de los 27 ha sido de un 47%, reduciéndose así la distancia que nos separaba de ellos en la anterior edición del Eurobarómetro (en el que se situaba en el 50% frente al 66% español). 334 Una mirada en detalle a las respuestas obtenidas entre los ciudadanos españoles nos da más datos: Casi no hay diferencia entre los sexos ya que el 55% de los hombres y el 54% de las mujeres han dicho que “tienden a confiar” en la Unión Europea. Las diferencias entre los distintos grupos ocupacionales son menores respecto a este tema, ya que el 47% de los trabajadores por cuenta propia y el 47% de los desempleados han dicho que “tienden a confiar”, frente al 66% de los altos cargos. Mayores diferencias se han obtenido según las diferentes regiones españolas donde habitan los encuestados: así, los habitantes de Madrid (73%) y de Noreste (66%) han sido los de mayor confianza hacia la Unión Europea, mientras que los de Sur (34%) y Canarias (31%) los habitantes de menor confianza. Según las edades del grupo vemos que tienden a confiar más los grupos jóvenes, con un 58% de los encuestados entre 25 y 39 años frente al 50% de los mayores de 55 que han dicho que “tienden a confiar en la UE”. 3.4.5. Toma de decisiones de la Unión Europea. Según EUB 58 en general el grupo español cree que la mayor parte de las decisiones deberían ser tomadas ‘conjuntamente por parte de la Unión Europea y España’ 335 Temas como la Defensa, La protección del Medio Ambiente y la Ayuda Humanitaria han recibido un 55%, 69% y 77% de las respuestas en este sentido. Por el contrario, en temas de Sanidad y Seguridad Social los españoles creen en un 53% que las decisiones ‘deberían ser tomadas sólo por el gobierno español’, aunque un 72% cree que las decisiones sobre temas de Pobreza y de Exclusión Social deberían ser tomadas conjuntamente por la Unión Europea y España. Toma de decisiones en la Unión Europea Una vez más los españoles, según EUB 60, dan una mayor iniciativa sobre las tomas de decisión a la Unión Europea. Los españoles opinan en su mayoría que las decisiones sobre temas como el “Terrorismo internacional”, “la lucha contra la pobreza y la exclusión social” o “la ayuda humanitaria” deberían ser tomadas por la Unión Europea, según el 87%, el 66% y el 77% del grupo respectivamente. Por lo contrario decisiones sobre “la Educación”, “la sanidad y la seguridad social” o “las normas básicas para la radio, televisión y prensa” piensan que deberían ser tomadas por el gobierno español según un 56%, el 59% y el 56% respectivamente. Temas como “la lucha contra el desempleo” parecen dividir los españoles ya que un 45% prefiere que las decisiones sobre este tema sean tomadas por el gobierno español, mientras un 50% dice preferir que estas sean tomadas por la Unión Europea. 336 En cuanto a la inmigración la mayoría de los españoles opinan que las decisiones deberían ser tomadas por la Unión Europea en un 68%, frente a un 51% del grupo de la UE-15 que piensa así. Entre las regiones vemos que las decisiones sobre “la lucha contra el terrorismo internacional” deberían ser tomadas por la Unión Europea según el 90% de los habitantes de Galicia, el 84% de Madrid, el 93% de Cataluña y el 85% de Aragón-Rioja. Igualmente parece que existe consenso sobre “las normas de Inmigración” que los españoles prefieren que se decidan por la UE: un 68% de los habitantes de Galicia, un 70% de los de Madrid y un 71% de Cataluña, pero sólo el 54% de la región de Sur. Además, el 81% de los hombres y el 75% de las mujeres piensan que la Unión Europea debería hacerse cargo de las decisiones sobre “la información a los ciudadanos acerca de la Unión Europea, sus políticas e instituciones”, donde también existe un gran consenso entre la opinión española en esta dirección. La opinión de los españoles sobre la toma de decisiones y la pertenencia a la Unión Europea El público español según EUB 67 apoya la toma de decisiones conjunta entre Unión Europea y gobierno español A la hora de saber el tipo de opinión que tienen los españoles acerca de la toma de decisiones en la Unión Europea se han formulado dos preguntas distintas: una sobre si los encuestados están o no de acuerdo en que las decisiones en la Unión Europea son objeto de negociaciones entre los gobiernos nacionales y la Unión Europea, y otra, sobre temas concretos acerca de los cuales las decisiones se 337 deberían tomar o solamente por los gobiernos o conjuntamente entre gobiernos nacionales y Unión Europea. Según EUB 67 un 51% de los encuestados españoles ha dicho que está “más o menos de acuerdo” con que todas las decisiones europeas “son objeto de negociaciones en las cuales las opiniones del gobierno nacional de todos los estados son consideradas”. Un 48% de los europeos ha respondido de la misma manera. Además como se ve en la Tabla 5, en la mayoría de los temas de actualidad los españoles han respondido de forma positiva en que las decisiones se deberían tomar conjuntamente por el gobierno nacional y la Unión Europea. Tabla : Para cada una de las siguientes materias, ¿cree Vd. que las decisiones se deberían tomar...? Así vemos que en materias como la lucha contra el Terrorismo o la Inmigración los españoles piensan que las decisiones deberían ser tomadas conjuntamente entre gobierno español y la Unión Europea. Por el contrario, temas como las pensiones o la lucha contra el desempleo son considerados como materias de contenido nacional por lo que los encuestados consideran que estos deben ser Tratados únicamente por el gobierno español. 338 Principales puntos a destacar Así, un 51% de los encuestados españoles ha dicho que está “más o menos de acuerdo” con que todas las decisiones europeas “son objeto de negociaciones en las cuales las opiniones del gobierno nacional de todos los estados son consideradas”. En materias como la lucha contra el Terrorismo o la Inmigración los españoles piensan que las decisiones deberían estar tomadas conjuntamente entre gobierno español y la Unión Europea. La opinión de los españoles hacia la toma de decisiones Los Españoles esperan según EUB 67 que las decisiones sobre los temas de actualidad social sean tomadas en España En primer lugar se ha querido evaluar la opinión que tiene los españoles acerca de la toma de decisiones en el seno de la Unión Europea. Pudiendo elegir entre varios temas de actualidad los encuestados han sido preguntados a decidir si les gustaría que las decisiones políticas sobre estos temas fueran tomadas “sólo por España” o en contra “en común entre España y la UE”. Entre el público español se percibe una tendencia a distinguir entre temas que conciernen mayoritariamente a España y relacionados con su funcionamiento interno y otros que por su universalidad deberían, según la opinión pública española, ser considerados por todos los estados miembros de la UE-27. Así, vemos que por ejemplo (Tabla 4), temas como la “lucha contra el Terrorismo”, o la “Inmigración” son temas para los que la opinión pública española pide en su mayoría que las decisiones 339 políticas sean tomadas por todos los estados miembros en el seno de la UE-27 (un 64% respectivamente ha pensado así). Junto con estos temas aparecen la Energía, la Defensa y los Asuntos Exteriores o la Agricultura y Pesca. Por el contrario, para temas como el Sistema Educativo (un 62%), el Sistema de Pensiones (63%) o el Bienestar Social (63%), los españoles opinan que las decisiones políticas deberían ser tomadas sólo por España. Igualmente piensan para la Lucha contra el crimen y el Desempleo, según el 49% y 54% respectivamente. Tabla: Opinión sobre la toma de decisiones (por temas de actualidad) 340 En muy buena posición se encuentra la opinión pública española sobre temas del Medio Ambiente. Un 62% del grupo dijo que este era un tema para el conjunto de la UE-27, al igual que pensó el 73% de los ciudadanos europeos (media de la UE-27). Entre hombres y mujeres existe una similitud a la hora de evaluar estos temas. Así, un 53% de ellos y un 56% de ellas piensan que las decisiones sobre el Desempleo deberían ser tomadas por España. Además, el 65% de los hombres encuestados y el 63% de las mujeres encuestadas han preferido que las decisiones sobre la lucha contra el terrorismo debieran ser tomadas por la Unión Europea. Igualmente entre los encuestados y según su grupo ocupacional, vemos que existen algunas diferencias entre los altos cargos y desempleados, y los grupos de trabajadores manuales y trabajadores por cuenta propia, relacionados con el tema del Desempleo. Mientras un 53% de los trabajadores por cuenta propia y un 57% de los trabajadores manuales piensan que las decisiones sobre Desempleo tienen que ser tomadas por el gobierno español el 51% de los altos cargos y los desempleados prefieren que estas sean tomadas por la Unión Europea. 3.4.6. Opinión de los españoles acerca de las acciones de la Unión Europea A la hora de saber si los españoles están a favor o en contra de algunas de las acciones tomadas por parte de la Unión Europea EUB 58 ha preguntado por su opinión en varios temas de política social y económica. Así, vemos que por lo general los españoles tienen una actitud positiva frente a la labor de la Unión Europea y la prioridad de sus políticas, aunque con algunas matizaciones. 341 Un 73% del grupo esta a favor y un 11% del grupo esta en contra de ‘una política de extranjería común entre los estados miembros de la Unión Europea, hacia otros países’. Un 63% del grupo esta a favor de que la ampliación incluya a más estados, mientras que un 14% esta en contra. Esto esta en contraste con la media de la Unión Europea que dice estar ‘en contra de la inclusión de nuevos estados miembros’ y que es de un 30%. La enseñanza sobre la Unión Europea y sus instituciones es preferida por un 81% del grupo y un 87% de los que dijeron que pertenecer a la Unión Europea es ‘algo bueno’ (número de respuestas 682) también apoyan esta iniciativa. Un 95% cree que la lucha contra la pobreza y la exclusión social es una prioridad para la Unión Europea. Un 96% piensa que la lucha contra el desempleo es una política prioritaria para la Unión Europea. Un 35% cree que la reforma de la s instituciones Europeas no es una prioridad. 3.4.7. Evaluación de la labor realizada por parte de la Unión Europea, según el grupo español Por lo general el grupo español esta bastante satisfecho con la labor de la Unión Europea según lo manifiesta EUB 58. Existen aun así algunos matices, que indican una mayor exigencia por parte del grupo ya que en muchos de los temas expuestos los españoles creen que la labor de la Unión Europea ‘no es 342 muy efectiva’. Esto es así, por ejemplo, en temas como ‘La lucha contra el terrorismo’, donde un 30% piensa así, o ‘La lucha contra el desempleo’, con una tercera parte del grupo pensando así. Grandes diferencias entre los dos sexos existen en cuanto a los temores de los ciudadanos sobre el futuro, en la Tabla anterior se resumen algunas de las diferencias entre sexos y grupos ocupacionales: En cuanto a cómo se ven los españoles en el futuro, un 56% del grupo piensa que se sentirán primero españoles y luego europeos, y sólo un 5% que se sentirá en primer lugar europeos y luego españoles. Otro 29% dice que se sentirá ‘sólo Español’. 343 Menos atados se sienten los españoles a la Unión Europea que a España. Mientras un 33% dice sentirse ‘bastante atado’ a la Unión Europea un 38% dice ‘no sentirse muy atado a la Unión Europea. Evaluación general de los españoles acerca de España y la Unión Europea EUB69 realiza la evaluación general que hace el público español acerca del futuro de la Unión Europea tanto para España como para la Unión Europea, los españoles que han sido encuestados han dicho sentir que las cosas van por buen camino, una respuesta que se asimila al clima generalmente positivo de los españoles. Así, a la pregunta de: “¿Diría Uds. que las cosas van por el buen camino para España?”, la mayoría de los encuestados han respondido que “van por el buen camino” con un 42% del grupo español pensando así. Esta actitud positiva se repite igualmente cuando se les pregunto sobre el futuro de la Unión Europea, con un 48% del grupo español pensando que las cosas van por buen camino igualmente para la Unión Europea de los 27. Entre los ciudadanos europeos existe un mayor pesimismo a la hora de evaluar la situación de sus países respectivos: un 45% de los encuestados a nivel europeo han dicho que en sus países “las cosas van por el mal camino”. Por el contrario existe un mayor optimismo hacia la Unión Europea, con un 42% de los ciudadanos europeos pensando que las cosas en la Unión Europea “van por el buen camino”. 344 3.4.8. Comisión La confianza de los españoles hacia la Comisión Europea “Perdida de confianza hacia la Comisión Europea” Según EUB 63 a lo largo de la primera mitad del 2005, y entre todos los ciudadanos europeos, existe una perdida de confianza hacia las instituciones Europeas y especialmente hacia la Comisión Europea. Para la Comisión Europea un 43% de los encuestados españoles dijo que tiende a confiar en dicha institución (frente al 57% de la edición anterior del EB62, una perdida de -14 puntos), porcentaje similar al 46% de la media de los 25 (UE-25). Otro 31% (casi uno de cada tres encuestados) del grupo español dijo que “tiende a no confiar” en la Comisión Europea, el mismo porcentaje que obtuvo la media de los 25. Vuelve a bajar en EUB 65 la confianza de los ciudadanos españoles hacia la Comisión Europea En la presente edición vemos que los ciudadanos españoles tienden a mostrar de nuevo una menor confianza (en comparación a la edición del EB64) hacia instituciones europeas como la Comisión. Así, en la presente edición un 45% del grupo dice que “tiende a confiar” en dicha institución (unos -3 puntos que en la edición anterior). En un nivel similar se encuentra la media de la UE-25 en cuanto a la confianza hacia la Comisión Europea, con un 47% de los ciudadanos pensando que “tienden a confiar”. 345 En contraste, un 24% de los ciudadanos españoles encuestados dice que “tiende a no confiar” en la Comisión Europea. La media europea para esta respuesta ha sido del 29%. Entre los hombres y las mujeres encuestado/as sigue habiendo mayores diferencias a la hora de mostrar confianza hacia las instituciones europeas Un 50% de ellos dicen que “tienden a confiar” en la Comisión mientras que sólo un 40% de ellas piensa igual. En contaste, un 25% de ellos dice que “tiende a no confiar” y un 23% de ellas piensa igual. Entre los diferentes grupos de edades se podría decir que existen igualmente algunas diferencias sobre todo entre los grupos más jóvenes de la población encuestada. Así, mientras un 52% de los encuestados entre los 25 y 39 años de edad dijo que “tiende a confiar” en la Comisión, un 35% de los jóvenes entre 15 y 24 años dijo pensar 346 igual. Entre los grupos de los profesionales se nota un mayor grado de confianza hacia la Comisión, con un 64% de ellos diciendo que “tienden a confiar” Mientras, trabajadores por cuenta propia y trabajadores manuales dijeron confiar en un 56% y un 48% respectivamente 347 3.4.9. Parlamento La confianza de los españoles hacia el Parlamento Europeo El Parlamento Europeo consigue mantener el mayor grado de confianza entre las instituciones europeas según EUB 63. Aunque los porcentajes obtenidos en esta edición muestran un perdida en la confianza hacia el Parlamento Europeo (en realidad los porcentajes europeos de confianza se sitúan en los niveles de la edición del 2003), esta perdida es, a nivel Europeo, mucho menor que en el caso de la Comisión Europea. Los ciudadanos españoles han dicho que “tienden a confiar” en dicha institución en un 50%, (frente al 64% de la edición anterior, unos -14 puntos). El 52% del grupo de la UE-25 dijo que “tiende a confiar” en dicha institución. Por el contrario, un 23% del grupo de España dijo que “tiende a no confiar” en el Parlamento Europeo, -8 puntos que la media de la UE-25 que se sitúa en esta respuesta al 31%. Fuerte confianza a las instituciones incluso en esta edición muestran los ciudadanos de los nuevos países estados miembros de unos porcentajes mayores al 60% (por ejemplo un 71% de los ciudadanos húngaros dijo confiar en el Parlamento Europeo). Aún con los niveles de confianza más bajos que en otras ediciones, un 76% del grupo español dice que esta de acuerdo con que ‘el Parlamento Europeo tiene un papel importante en la vida de la 348 Unión Europea’. Otro 69% piensa lo mismo sobre el papel de la Comisión Europea. Igualmente buena es la confianza en el resto de las instituciones Europeas, como la Corte de Justicia y el Consejo de Ministros, con un 43% respectivamente de los españoles pensando que “tienden a confiar” en dichas instituciones. Entre los dos sexos las diferencias de confianza son de unos 6 puntos porcentuales: un 53% de los hombres encuestados en el grupo español y un 47% de las mujeres han dicho que “tienden a confiar” en el Parlamento Europeo. La confianza de los españoles hacia el Parlamento Europeo Según EUB65 Baja ligeramente la confianza hacia el Parlamento Europeo en comparación con la edición anterior. En la presente edición hay una ligera baja en cuanto a la confianza que dicen tener los ciudadanos españoles hacia el Parlamento Europeo, con un 47% de ellos diciendo que tienden a confiar en dicha institución (52% en la edición anterior). La media de la Unión Europea de los 25 se sitúa unos puntos por encima de la media española, en un 52%. Como se ve en el Grafico 2, España se encuentra por debajo de la media de la Unión Europea en cuanto a la confianza hacia el Parlamento. Los países que se encuentran en primeras posiciones son entre otros, Hungría, Italia, Bélgica, Grecia o Luxemburgo Por el contrario, Reino Unido, Grecia o Finlandia son algunos de los países que más desconfían de esta institución. 349 Otro 25% dice que “tiende a no confiar” en dicha institución (28% en la edición anterior). En el resto de los países europeos existe una respuesta de mayor desconfianza hacia esta institución con un 30% pensando que “tienden a no confiar” en el Parlamento Europeo. Un 52% de los hombres encuestados dice que “tiende a confiar” en el Parlamento Europeo, mientras que un 42% de las mujeres encuestadas piensa igual. Una vez más, entre los grupos más jóvenes del grupo existe una ligera desconfianza hacia esta institución, con un 38% de los jóvenes entre 15 y 24 años diciendo que "tienden a confiar" y otro 26% que "tienden a no confiar". El resto, un 36% de este grupo ha respondido que “No sabe” 350 ¿Porqué confían los españoles en el Parlamento Europeo? (EUB69 Pág. 28) En cuanto a las razones que tienen los ciudadanos europeos para mostrar su confianza hacia el Parlamento europeo vemos que las decisiones tomadas por el Parlamento Europeo están tomadas de manera democrática”, ha sido la opción elegida por la mayoría de los encuestados europeos, con un 36% de las respuestas. Sólo el 24% de los españoles han elegido esta opción. Para los españoles encuestados, la respuesta mayoritaria ha sido la de: “El Parlamento europeo defiende bien los intereses de todos los ciudadanos europeos”, con el 25% del grupo eligiendo esta opción. La confianza hacia las Instituciones Europeas El Parlamento Europeo es la institución de la Unión Europea que más confianza recibe según EUB 69. Al igual que en anteriores ediciones, la institución Europea que mayor confianza recibe entre los españoles es el Parlamento Europeo. Un 57% del grupo español ha dicho que “tiende a confiar” en dicha institución, mientras que algo menos de la cuarta parte (un 22%) ha dicho que “tiende a no confiar”. Este nivel de confianza se sitúa por encima de la media de la UE27 para la misma respuesta, que ha sido del 51%. En líneas generales la confianza de los españoles hacia las instituciones europeas se mantiene en unos niveles muy satisfactorios, ya que al menos la mitad del grupo suele responder que “tiende a confiar” en las principales instituciones europeas. Así, un 52% del grupo ha dicho que “tiende a confiar” en la Comisión Europea y un 50% respecto al Banco Central Europeo. 351 Entre los ciudadanos europeos que mayor confianza muestran hacia la Comisión Europea están los Belgas, Holandeses, Eslovenos y Eslovacos. Por otro lado británicos, Griegos, Húngaros y Austríacos son los que menor confianza han mostrado hacia esta institución. 3.4.10. Democracia en España Los españoles se muestran bastante satisfechos con el funcionamiento de la Democracia en Europa Un 59% del grupo encuestado por EUB 63 dijo sentirse “muy satisfecho/a” y “más bien satisfecho/a” con el funcionamiento de la democracia en Europa, situando España entre los 10 países con mayor grado de satisfacción con el funcionamiento de la Unión Europea. 352 3.4.11. Los ciudadanos españoles se sienten más estables económicamente y políticamente porque España es miembro de la Unión Europea (EUB67 págs. 32-33) Otra de las preguntas que nos hacen saber más acerca del desarrollo de la Unión Europea en el futuro es la opinión que tiene el público sobre la situación económica política y de seguridad que les hace sentir el hecho de pertenecer a la Unión Europea. Así un 59% dijo “estar de acuerdo” con que la pertenencia a la Unión le hace sentirse más seguro políticamente, un porcentaje ligeramente superior al de la media de la Unión Europea que fue de un 52%. Otro 30% dijo “no estar de acuerdo” con esta afirmación. La opinión pública Europea en este sentido fue de un 39%. En cuanto a la estabilidad económica que se siente entre los españoles encuestados, un 66% del total dijo que estaba “de acuerdo” con que la pertenencia a la Unión Europea les hace sentirse más seguros, una opinión bastante mejor que la del resto de europeos que se han situado en un 51% del total de encuestados. A nivel europeo más de una tercera parte de los ciudadanos (un 39%) dijo “no estar de acuerdo” con que sus respectivos países eran más estables económicamente porque pertenecen a la Unión Europea. Igualmente, y en relación a la estabilidad política en España, la opinión pública de nuestro país está mayoritariamente “de acuerdo” con que la pertenencia a la Unión Europea les hace sentirse más estables políticamente: 353 Un 61% de los encuestados ha dicho que esta “de acuerdo” con que se siente más seguro políticamente porque España es miembro de la Unión Europea. Otro 24% dijo “no estar de acuerdo”. A nivel europeo la opinión pública se encuentra muy dividida ya que en la misma pregunta, un 45% dijo que “está de acuerdo” y otro 45% dijo que “no está de acuerdo” con dicha afirmación. Finalmente, la opinión pública europea está totalmente de acuerdo con que la bandera de la Unión Europea es un buen símbolo para Europa. Un 84% del grupo español y un 85% del total de los encuestados a nivel europeo ha dicho estar “de acuerdo” con que esta bandera es un buen símbolo para la Unión. 3.4.12. La toma de decisiones entre España y la Unión Europea EB70 realiza la evaluación general que hace el público español acerca de la toma de decisiones por el Gobierno español y la Unión Europea, y si en determinados temas debería decidir o no en conjunto con la Unión Europea. Las respuestas de los encuestados españoles han indicado una sintonía con la media de la Unión Europea. La única excepción ha sido en la pregunta sobre la lucha contra el crimen, en la que los ciudadanos españoles han contestado en un 54% que las decisiones las debe tomar el gobierno nacional (España). En la media de la UE27 un 59% respondió que las decisiones sobre esta cuestión deben tomarse conjuntamente entre la Unión y sus respectivos gobiernos nacionales. 354 El porcentaje de respuestas en su mayoría a favor de que las decisiones sean tomadas por el Gobierno nacional ha sido coincidente en los siguientes temas: Impuestos, con un 67% de los encuestados españoles eligiendo este respuesta (un 66% de la media de la UE27). Lucha contra el desempleo, con un 58% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta y un 57% de la media de la UE27. El sistema de Educación, con un 65% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta, y un 64% de la media en la UE27. Las pensiones, con un 69% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta, y un 70% de la media de la UE27. Los temas en los que los españoles y los ciudadanos europeos encuestados han elegido que las decisiones deberían tomarse conjuntamente entre el Gobierno nacional y la Unión Europea son: La lucha contra el terrorismo, con un 63% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta, y un 79% de la media de la UE27. La Defensa y los Asuntos Exteriores, con un 56% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta, y un 64% de la media de la UE27. Inmigración, con un 61% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta, y un 60% de la media de la UE27. La protección del Medio Ambiente, con un 59% de los encuestados españoles eligiendo esta respuesta, y un 67% de la media de la UE27. 355 3.5. La opinión española sobre el Comité de las Regiones (1993 – 2004) A la hora de analizar y evaluar como se ha ido desarrollando y evolucionando la opinión de los españoles acerca de la Unión Europea, parece importante también tener en cuenta la opinión que estos tienen sobre las diferentes instituciones que la conforman. Por ello, vamos a analizar el grado de conocimiento que tienen los españoles de una de estas instituciones, El Comité de las Regiones37. La primera vez que se realizó esta pregunta en los Eurobarómetros, fue en el año 199338, sin embargo no fue hasta el año 1999 donde se empezaron a obtener realmente resultados fiables. De hecho, la pregunta “¿Conoce usted el Comité de las Regiones?” tan sólo se ha formulado desde el año 1999 hasta el año 2004. El Comité de las Regiones es la asamblea de los representantes locales y regionales de la Unión Europea a través de la cual pueden manifestarse en su seno. Los miembros del Comité son cargos municipales o regionales electos, a menudo presidentes regionales o alcaldes de grandes ciudades. Son nombrados por los gobiernos de la Unión Europea, pero trabajan con total independencia política. El Consejo de la Unión Europea los nombra por cuatro años y pueden ser reelegidos. También deben tener un mandato de las autoridades a las que representan, o deben ser políticamente responsables ante ellas. El Comité de las Regiones designa a un presidente entre sus miembros, por un período de dos años. El belga Luc Van den Brande fue elegido Presidente en Febrero de 2008. 38 Si bien el Comité de las Regiones se creó en el Tratado de Maastricht de 1992, no fue hasta el año 1994 cuando realmente se puso en funcionamiento. En este sentido, se definió su labor en la necesidad de afrontar dos cuestiones importantes: En primer lugar, es importante tener en cuenta que alrededor de tres cuartas partes de la legislación comunitaria se aplica a nivel local o regional, por lo que es natural que los representantes locales y regionales participen en la elaboración de la nueva legislación de la Unión Europea. En segundo lugar, se temía que la Unión Europea progresara dejando de lado a los ciudadanos; una de las formas de responder a estas preocupaciones consiste en asociar a los niveles de gobierno más próximos a los ciudadanos. 37 356 Dada la naturaleza de la pregunta y para facilitar el análisis de la misma, vamos a analizar dos periodos diferentes, un primero cubriendo los años 1999 y 2000, primeros años donde se realizó esta pregunta y donde nuestro objetivo será ver el alcance que el Comité de las Regiones ha tenido durante sus primeros años. Y un segundo periodo cubriendo los años 2001, 2002 y 2004 donde ya podremos realizar un análisis del conocimiento de esta institución basándonos no sólo en la publicidad creada a raíz de la fundación de la misma sino que también deberíamos de ser capaces de ver el alcance de sus políticas activas y como se han visto reflejadas en el grado de conocimiento de la institución por parte de los ciudadanos españoles. Fuente: Euro barómetros abril 1999 – abril 2004 (EB51 – EB61). Elaboración propia. Lo cierto es que analizando los resultados de las encuestas, podemos observar como existe un importante desconocimiento en la sociedad española acerca de las funciones y en general del trabajo39 Tres principios fundamentales rigen los trabajos del Comité de las Regiones: El principio de subsidiariedad: Inscrito en los Tratados al mismo tiempo que la 39 357 que se realiza desde el comité de las regiones. En este sentido, durante el periodo de estudio, observamos como en la primera oleada de resultados (abril 1999) el desconocimiento de los españoles acerca del comité de las regiones ronda el 48%, pasando a un 56% en noviembre de ese mismo año. De esta forma, tan sólo un 40% (abril 1999) y un 34% (noviembre 1999) decían conocer esta institución en el año 1999. En el año 2000, sin embargo, observamos como desciende el número de ciudadanos españoles (en comparación con noviembre de 1999) que dice no conocer el comité de la regiones, hasta 53% (abril 2000) y un 52% (noviembre 2000). Esto supone también un ligero ascenso del número de personas que dicen conocer esta institución hasta situarse en el 40% de los encuestados tanto en la primera como en la segunda oleada de este año. ¿Conoce usted el Comité de las Regiones? No Si abr-99 48% 40% nov-99 56% 34% abr-00 53% 40% nov-00 52% 40% FUENTE: Euro barómetros abril 1999 – noviembre 2000 (EB51 – EB54). Elaboración propia. A raíz de los resultados de los Euro barómetros durante este periodo, podemos ver como la mayoría de los españoles no conoce el creación del CDR, este principio significa que en la Unión Europea las decisiones deben tomarse en el nivel práctico más próximo al ciudadano. Por lo tanto, la Unión Europea no debería tomar medidas más propias de las administraciones nacionales, regionales o locales.El principio de proximidad: Todos los niveles de gobierno deberían aspirar a estar "próximos a los ciudadanos", especialmente, organizando su trabajo de manera transparente, para que los ciudadanos conozcan a los responsables y puedan hacer oír sus opiniones. El principio de asociación: Una sana gobernanza europea se basa en el trabajo conjunto de los niveles europeo, nacional, regional y municipal; cada uno de estos cuatro niveles es imprescindible y debería participar en el proceso decisorio. 358 comité de las regiones. No es ya sólo el hecho de que no conozca su funcionamiento o su rol dentro de la Unión Europea como órgano consultivo sino que de media tan sólo un 36% ha dicho conocer esta institución durante nuestro primer periodo de análisis. Este gran desconocimiento de esta institución es muy probablemente fruto del hecho de que el Comité de las Regiones funciona40 como un órgano consultivo dentro de la Unión Europea al cual pueden recurrir tanto la Comisión como el Parlamento Europeo41 cuando lo consideren oportuno. Esto tiene como resultado el hecho de que el trabajo realizado por el comité de las regiones queda disipado bajo el gran paraguas mediático que suponen las dos grandes La función del Comité de las Regiones es presentar los puntos de vista locales y regionales en la legislación de la Unión Europea. Lo hace emitiendo dictámenes sobre las propuestas de la Comisión. La Comisión y el Consejo deben consultar al Comité en cuestiones de importancia directa para las autoridades locales y regionales, pero también pueden consultarlo siempre que lo deseen. Por su parte, el Comité puede emitir dictámenes por propia iniciativa y presentarlos a la Comisión, al Consejo y al Parlamento. En cuanto a su organización, cada año el Comité celebra cinco sesiones plenarias durante las cuales define su política general y adopta los dictámenes. Los miembros del Comité están asignados a “comisiones” especializadas cuyo trabajo es preparar las sesiones plenarias. Hay seis comisiones: Comisión de Política de Cohesión Territorial (COTER); Comisión de Política Económica y Social (ECOS); Comisión de Desarrollo Sostenible (DEVE); Comisión de Cultura y Educación (EDUC); Comisión de Asuntos Constitucionales y Gobernanza Europea (CONST); Comisión de Relaciones Exteriores (RELEX). 41 Los Tratados obligan a la Comisión y al Consejo a consultar al Comité de las Regiones siempre que se presenten nuevas propuestas en áreas que tengan repercusión a escala local o regional. Así, el Tratado de Maastricht estableció cinco ámbitos de consulta obligatoria: cohesión económica y social, redes de infraestructuras transeuropeas, salud, educación y cultura. El Tratado de Amsterdam añadió otros cinco ámbitos a esta lista: política de empleo, política social, medio ambiente, formación profesional y transporte, quedando así cubierta la mayoría de las actividades de la Unión Europea. Fuera de estos ámbitos, la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo también tienen la posibilidad de consultar al Comité de las Regiones cuando consideren que una propuesta pueda tener repercusiones importantes a escala local o regional. El CDR también puede elaborar dictámenes por iniciativa propia, lo que significa que puede introducir temas en la agenda de la Unión Europea. 40 359 instituciones que conforman la Unión Europea. Asimismo estos datos parecen indicar que tras la creación de este comité se le dio poca publicidad al mismo o bien no se le dio ninguna. Parece incomprensible que en el año 1999 (cinco años después de su puesta en funcionamiento) un 56% de los encuestados no supiera que es el comité de las regiones dada su importancia a la hora de marcar la política local y regional de la Unión Europea. Lo que sí parece claro a la luz de estos primeros es que existe un problema de comunicación de las labores y tares del Comité de las Regiones a la sociedad Española durante los primeros años de su creación. O bien estos trabajos realizados por el Comité de las Regiones no son vistos por los ciudadanos bien estos ven la existencia de este Comité de las Regiones parece irrelevante para el ciudadano español. Por otra parte, podríamos empezar a sospechar que, si bien los españoles tienen en gran estima a la Unión Europea (como bien pudimos comprobar con los datos tan positivos acerca de su pertenencia al Mercado Común) existe una gran dosis de desinterés acerca de su funcionamiento y las diferentes instituciones que la componen. Se trata de una conclusión un tanto precipitada pero que podremos corroborar un poco as en profundidad en nuestro segundo periodo de análisis acerca del conocimiento de esta institución. Nuestro segundo periodo de análisis comprende desde el año 2001 hasta el año 2004, último año (a día de hoy) donde se formula esta cuestión en los Euro barómetros. En este sentido, observamos, en general una tendencia muy parecida a la ya surgida en nuestro primer periodo de análisis. 360 Así, podemos observar como en el año 2001 el número de encuestados que decía desconocer la existencia de esta institución aumentaba hasta el 59% en abril de 2001 y descendía ligeramente en noviembre hasta el 56%. Esto ha significad también un descenso importante en el número de ciudadanos que dicen conocer este organismo hasta el 34% y 37% respectivamente. Esto da como resultado que durante este año 2001 tenemos el mayor dato de desconocimiento de la existencia de este organismo desde que se empezara a formular esta pregunta. ¿Conoce usted el Comité de las Regiones? No Si abr-01 59% 34% nov-01 56% 37% abr-02 45% 45% abr-04 50% 43% FUENTE: Euro barómetros abril 2001 – abril 2004 (EB55 – EB61). Elaboración propia. Sin embargo, es en este segundo periodo donde observamos también el dato más positivo acerca del conocimiento de la institución, un 45% de los encuestados dijo en abril del año 2002 conocer la existencia de esta institución. Curiosamente, ese mismo año un 45% dijo también desconocer la existencia del Comité de la Regiones. En cualquier caso, este descenso tan pronunciado de un año a otro es cuanto menos curioso. Este dato lo podemos achacar a la activa participación del Comité de la Regiones en la Convención sobre el futuro de Europa donde los miembros del Comité participan en la Convención encargada de redactar el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa. Estos consiguieron un gran éxito al reconocerse en el texto de forma expresa el papel y las competencias 361 de los entes regionales y locales; asimismo, se autorizó al Comité de las Regiones a interponer recursos ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas cuando las normas comunitarias no respeten el principio de subsidiariedad. Lo cual ha supuesto una gran victoria para este órgano. Otro hecho durante este periodo que ha podido afectar de manera positiva el desarrollo de este organismo fue la firma del Tratado de Niza42 en el año 2001. Este otorgó una mayor representatividad al organismo pero sobre todo le dio una mayor legitimidad democrática al mismo ya que obligaba a que sus miembros fueran titulares de un mandato electoral de un ente regional o local u ostentar responsabilidad política ante una asamblea regional o local elegida. Esto ha significado que los ciudadanos no sólo conozcan a los miembros del Comité sino que además son ellos mismos los que los han elegido y por lo tanto se sientan más identificados con el mismo y con las políticas que este implementa a nivel europeo. En cualquier caso, este rol tan activo en la convención otorgó una notoriedad a este organismo que no había tenido hasta entonces y que podemos observar como esto ayudó a que en el año 2004 un 43% de los encuestados dijera conocer de la existencia de este organismo. Así, tenemos que este dato es el segundo más alto del periodo después del dato del año 2002. El Tratado de Niza fue elaborado en el Consejo Europeo celebrado entre los días 7 y 9 de diciembre de 2000 y firmado el 26 de febrero de 2001, para modificar los Tratados vigentes. Entró en vigor el 1 de febrero de 2003 tras haber sido ratificado por los 15 Estados miembros según lo previsto en sus respectivas normativas constitucionales. El proceso de ratificación se extendió hasta 2002. El propósito primario del mismo era reformar la estructura institucional para afrontar la ampliación de la Unión Europea. 42 362 Es muy posible que este dato tan positivo del año 2004 se debiera también a la ampliación43 de los miembros de quince a veinticinco en ese mismo año. Esta ampliación ha otorgado una mayor importancia al Comité de las Regiones pero sobre todo le ha otorgado de un mayor poder mediático durante el periodo de inclusión de estos nuevos miembros. Si bien hemos observado una tendencia al alza en cuanto al conocimiento del Comité de la Regiones por parte de los Españoles durante nuestro periodo de análisis, lo que parece claro es que todavía existe un importante porcentaje de la población española que desconoce la existencia de este importante organismo europeo. Su importancia, desde un punto de vista de la representatividad de los ciudadanos, es clave. Este Comité representa a estos desde un ámbito local y regional un rol que es clave para no perder la noción de cuál es la realidad europea, que no es otra que buscar el bienestar de sus ciudadanos. El Comité de las Regiones trata de que no se olviden los elementos locales y regionales en la legislación europea, lo cual significa que afecta de manera más directa a los ciudadanos europeos que cualquier otro organismo dentro de la Unión Europea, por lo tanto, el desconocimiento de los ciudadanos de este organismo es preocupante. Sin embargo, podemos esperar que el conocimiento de este organismo haya aumentado desde la entrada en vigor del Tratado de Niza en el año 2003, si bien esto no lo reflejan los datos del Euro barómetro del 2004 en los subsiguientes sí que es de esperar que si se 43 La Unión Europea pasó de tener quince miembros a veinticinco en el año 2004 incorporando el 1 de mayo a la República Checa, Chipre (sólo la parte greco chipriota), Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia. Significando la mayor ampliación de la historia de la Unión Europea hasta el momento. 363 hubiera formulado esta cuestión el conocimiento por parte de los españoles del organismo hubiera aumentado de manera notable. De esta manera, echamos en falta para la correcta evaluación del alcance de este organismo, datos a partir del año 2004 pero sobre todo una mayor continuidad en cuanto a la referencia a este organismo en los Euro barómetros. Otro dato que nos podría ser de gran ayuda a la hora de analizar el conocimiento de este organismo sería el preguntar por políticas específicas implementadas por el mismo. Esto es así ya que podría darse el caso de que los ciudadanos no conocieran el nombre de la institución en si misma pero si fueran conscientes del alcance de sus políticas. Es decir, que desconocieran que institución realiza las acciones pero si las acciones de la misma ya que les afecta de manera directa. Si tuviéramos este dato tal vez podríamos observar como los españoles sí que observan y tienen conciencia de las acciones que realiza aunque desconozcan quien la realiza. Bajo este supuesto, podríamos achacar el desconocimiento existente en la sociedad española del Comité de las Regiones no tanto a una falta de representatividad democrática o falta de trabajo diario de este organismo sino a una falta de publicidad del mismo. Al simple hecho de que al funcionar como un órgano consultivo sus labores quedan bajo la sombra mediática de otras instituciones que por su naturaleza atraen más a los medios y por lo tanto tienen un mayor grado de cobertura que el Comité de las Regiones. 3.6. Consejo de Ministros de la Unión Europea. Presidencia española 2002 364 3.6.1 Opinión sobre el conocimiento de la Presidencia española del Consejo Según el Eurobarómetro 57 el grupo español afirma en su mayoría haber oído hablar de la presidencia española tanto en la prensa escrita como audiovisual. Más del 60% de cada uno de los grupos se ha sentido informado de este hecho, siendo más notables las diferencias por sexo y por categoría profesional que por grupos de edad o por regiones. Así, tal y como muestra la siguiente tabla, son los altos ejecutivos, seguidos de los trabajadores autónomos y los profesionales los que en mayor número han oído hablar de la presidencia española, mientras que los grupos que afirman no haber oído hablar de ello son las personas que se ocupan de la casa y los estudiantes, seguidos por los desempleados. Asimismo, cuando se pregunta al grupo si considera o no importante que España sea Presidente del Consejo de Ministros de la Unión Europea, en general más de un 70% de los encuestados, afirma considerar este hecho “importante” o “muy importante”, frente al 15-20% que lo ve como algo “no muy importante” o “nada importante”. Las mayores diferencias para esta pregunta se observan de nuevo por categoría profesional. 365 3.6.2. La presidencia del Consejo de la Unión Europea, sus costes y la importancia del veto para los intereses nacionales Los españoles se muestran una vez más divididos sobre la duración de una Presidencia. Con un solo +2 puntos de diferencia piensan que la Presidencia de la Unión Europea debería ser ampliada ya que seis meses no son suficientes para conseguir resultados significativos, un 39% de ellos prefiere esta solución. Mientras un 37% piensa que esta se debería mantener en seis meses como en la actualidad. La media de la UE-15 ha sido de 50% frente a 32%, ya que la mayoría de europeos parecen preferir la ampliación de la duración de seis meses. Al igual que en ediciones anteriores, el público español parece estar de acuerdo con la existencia del uso de veto en algunas ocasiones. A diferencia del resto de europeos que 32 parecen estar apoyando su derecho a veto en algunos temas europeos de interés nacional, los españoles parecen estar más divididos. Un 39% (45%; UE-15) del grupo dice estar de acuerdo con que el derecho de veto “se debería mantener para preservar importantes intereses nacionales”, mientras otro 18% (24%; UE-15) piensa que este “se debería mantener sólo para algunos temas esenciales” y otro 12% que este debería desaparecer para agilizar las decisiones de la Unión Europea. Finalmente, los españoles parecen pensar que el presupuesto de la Unión Europea se gasta sobre todo en pagos a la administración, personal e infraestructura, al igual que en el resto de los países estados miembros. Igual mente piensan que Europa gasta gran parte de su presupuesto en ayudar al exterior y a países fuera de la unión (un 13%) 366 Como vemos en la Tabla 6, a la hora de evaluar los gastos hacia los estados miembros, se piensa que estos son hacia el empleo y asuntos sociales y la investigación científica. A diferencia de otros países estados miembros, en España se piensa que agricultura ha sido un sector al que la unión europea no gasta mucho de su presupuesto (un 6%), mientras que un 43% de los daneses, un 12% de los griegos y un 20% de los irlandeses piensan lo contrario. Por todo ello, un 43% de los españoles encuestados prefieren que cada estado miembro tenga un voto sólo, independientemente de su tamaño poblacional. - Por lo general los españoles se muestran muy divididos la hora de decidir sobre la duración de una Presidencia. Un 39% de ellos prefiere que la Presidencia de la Unión Europea debería ser ampliada mientras que un 37% opina que se debe mantener igual. - Un 39% (45%; UE-15) piensa que el derecho de veto “se debería mantener para preservar importantes intereses nacionales”, mientras otro 18% (24%; UE- 15) piensa que este “se debería mantener sólo para algunos temas esenciales”. Según el Eurobarómetro un año posterior, Eurobarómetro 60, aunque la mayor parte del grupo piensa que la Presidencia Europea de 367 seis (6) meses de duración es corta, sigue estando por debajo de la media de la UE-15. Un 36% del grupo piensa que la presidencia de la Unión Europea “debería ampliarse porque seis meses es un período demasiado corto para alcanzar resultados significantes”, mientras que en la UE-15 la media de esta respuesta ha sido de un 49%. Mayor diversidad de opinión existe entre las regiones españolas: un 30% de la región de Sur y otro 29% de Canarias piensa que la Presidencia debería mantenerse en seis meses, mientras que el 52% de Aragón-Rioja y el 48% de los habitantes de Cataluña piensan que esta se debería ampliar. Igualmente importante es para el grupo de los profesionales y altos cargos que se mantenga en seis meses (un 40%) mientras que un 37% de los trabajadores manuales y un 45% de los trabajadores por cuenta propia piensan que debería ampliarse. Además los españoles sienten que deberían participar más directamente en la elección del Presidente de la Comisión Europea. Según los datos: Un 30% del grupo piensa que el Presidente debería se elegido directamente por los ciudadanos, frente al 37% del grupo de la UE-15 que piensa igual. Entre las regiones, aunque la mayor parte del grupo prefiere que el Presidente de la Comisión Europea sea elegido por los ciudadanos, existen algunas diferencias: Aragón –Rioja parece la región más dividida ya que mientras un 25% de sus habitantes prefieren que el Presidente sea elegido por los ciudadanos, otro 23% prefiere que este sea “elegido por el 368 Parlamento Europeo”, opción que también eligió el 22% de los habitantes de Cataluña. Bastante interés ha recibido la opción de que el Presidente de la Unión Europea sea elegido por los jefes de Estado Europeos”, con un 21% de los habitantes de Galicia, un 37% de los de Norte y un 28% de los de Noreste pensando así. Cataluña y Canarias con un 45% y un 40% respectivamente son las regiones que más han preferido que esta elección sea por los ciudadanos. En cuanto al uso del veto que hacen los países vemos que el grupo español piensa en su mayoría que este debería mantenerse para proteger intereses nacionales, con un 29% del grupo pensando así. La media de la UE-15 ha sido 41% en esta respuesta. Igualmente piensan un 32% de los hombres y un 25% de las mujeres, así como el 31% de los trabajadores manuales, el 32% de los trabajadores por cuenta propia, el 23% de las personas dedicadas al hogar y el 29% de los profesionales y altos cargos. De los que piensan que “el veto debería estar limitado a muy pocas áreas esenciales” el 19% son hombres y el 10% mujeres. Otro 21% de los trabajadores pro cuenta propia y un 16% de los trabajadores manuales piensan así. Aunque la mayor parte del grupo piensa que la Presidencia Europea de seis (6) meses de duración es corta, sigue estando por debajo de la media de la UE-15. Bastante interés ha recibido la opción de que “el Presidente de la Unión Europea sea elegido por los jefes de Estado Europeos”, un 15% aunque la mayoría dice preferir que sean los ciudadanos de la EU quienes deberían votar, un 30%. 369 Un 36% del grupo piensa que la Presidencia de la Unión Europea “debería ampliarse”, mientras que en la UE-15 la media de esta respuesta ha sido de un 49%. Existe una gran diversidad de opinión entre las regiones españolas: un 30% de la región de Sur y otro 29% de Canarias piensa que la Presidencia debería mantenerse en seis meses, mientras que el 52% de Aragón-Rioja y el 48% de los habitantes de Cataluña piensan que esta se debería ampliar. El grupo español piensa en su mayoría que el veto debería mantenerse para proteger intereses nacionales, con un 29% del grupo pensando así (UE-15; 41%). 370 CAPÍTULO 4. LA OPINIÓN ESPAÑOLA SOBRE EL DESARROLLO, LA AMPLIACIÓN Y EL PROGRESO DE LA UNIÓN EUROPEA Este último capítulo se dedica a considerar toda una serie de cuestiones entre las que pueden significarse las siguientes: la opinión de los españoles sobre el progreso de la Unión Europea, sobre su futuro y frente a los Tratados de la Unión Europea y singularmente la Constitución Europea y el Tratado de Lisboa. Paralelamente abordamos la consideración de la opinión de los españoles sobre aspectos concretos del desarrollo de la Unión Europea: Actitudes, conocimiento y apoyo de los españoles a la Ampliación; Opinión de los españoles sobre el Euro; el apoyo de los españoles a la Política Exterior de Seguridad y Defensa; y la Opinión sobre el plan de ajuste económico 4.1. Opinión de los españoles sobre el progreso de la Unión Europea ¿Apoyan los españoles el desarrollo de la Unión Europea? Según el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, en su mayoría el grupo español dice apoyar el desarrollo de la Unión Europea. Así el 69% del grupo que dijo estar “a favor” de que la UE se siga desarrollando en un futuro; otro 13% dijo estar “en contra” de dicho desarrollo. Los porcentajes españoles se encuentran por encima del resto de la media de la UE-25, donde un 55% dijo estar “a favor” del desarrollo de la UE, y otro 31% dijo estar en “en contra”. 371 Entre los que están “a favor” del desarrollo de la UE, se encuentran el 72% de los hombres y el 66% de las mujeres, además del 80% de los trabajadores por cuenta propia, el 81% de los altos cargos, el 74% de los trabajadores manuales y el 81% de los estudiantes. El apoyo es mayor además entre los habitantes de ciudades medianas con un 70% estando “a favor” y un 10% “en contra”. Igualmente “en contra” parecen estar el 15% de las grandes ciudades, y el 13% de las zonas rurales. Según el Eurobarómetro 63 de primavera de 2005, en la pregunta de si “están a favor o en contra al desarrollo de la UE”, un 68% piensan que están “a favor” y otro 13% “en contra”. A nivel Europeo los porcentajes obtenidos como media de los 25 países estados miembros son un 58% “a favor” (- 10 puntos que el resultado español), y un 28% (+15 puntos) “en contra”. Según el Eurobarómetro 66, correspondiente a primavera de 2006, un 65% del grupo español dice estar “a favor” de que la Unión se siga desarrollando, mientras que otro 13 % dice que está en contra de dicho desarrollo. Finalmente, un 22% del grupo dijo “no saber” si está a favor o en contra. A nivel europeo, vemos que España está por encima de la media europea, ya que un 54% del grupo del los 25 ha dicho estar “favor” de dicho desarrollo. Otro 30% dijo estar “en contra de que la Unión Europea se siga desarrollando en un futuro. Entre los ciudadanos españoles, existen algunas pequeñas diferencias, como por ejemplo: Un 70% de los hombres y un 60% de las mujeres han dicho 372 estar “a favor” de dicho desarrollo. Por lo contrario, un 13 % respectivamente esta “en contra” Entre los grupos de edad más jóvenes existe un alto apoyo hacia el desarrollo de la UE: un 65% de los que están entre los 15 y 24 años y un 74% de los que están entre los 25 y los 39 años dicen estar “a favor” Entre los distintos grupos profesionales existe igualmente un apoyo alto: un 69% de los trabajadores independientes, un 88% de los directivos un 75% de los trabajadores manuales y un 67% de los que son estudiantes han respondido “a favor” del futuro desarrollo de la UE Mayores parecen las diferencias a la hora de ver las respuestas del grupo español por zonas geográficas de España: de los habitantes de la región de Noroeste, un 71% dijo estar “a favor”, de los de Centro 373 solo un 59%, mientras que de los de Madrid un 70% y de los de Canarias un 67%. 4.2. Opinión de los españoles sobre el futuro de la Unión Europea Según los resultados del Eurobarómetro 57, correspondiente a primavera de 2002, cuando se pregunta al grupo español por las distintas posibilidades que existen ante el futuro y las reformas de la Unión Europea, el porcentaje de indecisos varía entre el 30 y el 40%, algo más de 10 puntos porcentuales por encima de la media europea, que oscila entre el 20 y el 25% para este grupo de preguntas. Según el Eurobarómetro 58, correspondiente a otoño de 2002, en la evolución temporal de la opinión de los españoles ha habido un incremento significante de los que dicen preferir que ‘la UE debería 374 ampliarse para incluir sólo algunos de los países que deseen entrar en ella’. A la pregunta ¿jugará la Unión Europea en su vida diaria un papel más importante, menos importante o jugará el mismo papel?, la mayoría de los españoles cree que la Unión Europea jugara un papel ‘más importante’, en un 41%, seguidos por los que creen que jugará ‘el mismo’ papel, con un 39%. Entre el grupo existe una diferencia importante entre los dos sexos, ya que los hombres parecen más positivos sobre el papel de la UE en su vida, un 45% frente a un 37% de las mujeres que por lo contrario cree en su mayoría (42%) que la UE jugará un papel ‘menos importante’, donde sólo un poco más de la tercera parte (35%) de los hombres cree esto. Mucha más expectación sobre el papel de la UE en sus vidas se siente entre algunas ocupaciones: en el grupo de los profesionales (directivos, ejecutivos y altos cargos) un 60% (30:49) cree que la UE jugará un papel ‘más importante’ al igual que en el grupo de los desempleados, donde un 54% (36:65) cree lo mismo. Por lo contrario, entre las personas dedicadas al cuidado del hogar la mayor parte cree que la UE ‘jugará el mismo papel’ en un 45% (73:162). El Eurobarómetro 62 (otoño 2004) pone de manifiesto que los ciudadanos españoles al igual que el resto de ciudadanos europeos sitúan en un valor mediano la velocidad actual de la construcción europea. Para los españoles la UE avanza con una velocidad media, con un valor “4” en una escala del “1” al “7”, donde 1 es parado, y 7 “lo más rápido posible”, con un 30% del grupo situándola en el 375 nivel “4”. Otro 21% sitúa esta velocidad en el valor “5” de la escala. La velocidad percibida de la construcción europea entre el resto de ciudadanos europeos, sitúa en “4” dicha velocidad con un 29% pensando así. A la hora de saber la velocidad deseada, vemos que los españoles preferirían que esta avanzara un poco más rápido ya que un 21% dice que se situaría en el nivel “7”, que es el valor máximo sugerido. En cambio un 23% de los ciudadanos de la UE de los 25 sitúa la velocidad deseada en el nivel “5” de la escala. Según el Eurobarómetro 67, correspondiente a primavera de 2007, a la pregunta: “¿Diría que usted es muy optimista, bastante optimista, bastante pesimista o muy pesimista sobre el futuro de la Unión Europea?” en su mayoría el público español ha dicho que se siente “más o menos” optimista, según el 60% del grupo. La opinión pública europea ha sido igualmente positiva, con un 58% de los ciudadanos contestando igual. Otro 14% del grupo ha dicho que se siente “muy optimista” con el futuro de la UE. En cuanto a la opinión pública europea vemos que el 19% dijo sentirse “más o menos” pesimista y sólo un 5% “muy pesimista”. Igualmente para el público español el porcentaje de los que se sienten pesimistas es muy bajo, un 13% y un 2% respectivamente. La opinión optimista de los encuestados españoles se nota igualmente en la siguiente pregunta donde los encuestados han sido preguntados sobre el futuro de la UE en 50 años desde ahora. Para los siguientes temas los españoles han sido bastante positivos como se ve en la Tabla 9. 376 Para cada una de las siguientes frases, por favor, dígame si, en su opinión, dentro de 50 años, la Unión Europea...? Dos terceras partes del grupo español creen que en 50 años la UE tendrá una moneda más poderosa que el dólar y que será una potencia diplomática líder en el mundo. La mitad de los encuestados piensa que en 50 años la UE tendrá su propio ejército. Igualmente casi la mitad de los españoles encuestados no piensa que la UE será sólo un poder económico secundario. Según el Eurobarómetro 67 (primavera 2007), en la mayoría de sus respuestas los españoles ven el futuro de la UE con mayor optimismo que el resto de los ciudadanos europeos, aunque en general el optimismo sobre el futuro de la UE goza de buena salud entre la mayor parte de los ciudadanos europeos. 377 Así, un 44% del grupo español piensa que las cosas en la UE van hacia “la buena dirección”, y sólo el 17% de los encuestados ha pensado que las cosas en la UE van hacia la “mala dirección”. Entre los demás ciudadanos europeos son los Lituanos (32%), Ingleses (35%) y Finlandeses (37%) los que se muestran más pesimistas a la hora de evaluar la situación de la UE, mientras que Letones (58%), Polacos (64%) y Rumanos (60%) los que son más optimistas. 378 Concretamente, a la hora de evaluar el futuro de la UE, los encuestados españoles han respondido en un 59% que se sienten “más o menos optimistas”, y otro 10% ha dicho que se siente “muy optimista”. Entre los ciudadanos europeos existe un mayor pesimismo, con un 21% de ellos diciendo que se sienten “más o menos pesimistas” con el futuro de la UE. Año y medio después el Eurobarómetro 70. Correspondiente a otoño de 2008, se ocuparía en señalar que Los españoles se muestran algo más pesimistas que el resto de los ciudadanos europeos acerca del futuro de la UE. Preguntado sobre si consideran que en la UE “las cosas van hacia la buena dirección” un 37% de los españoles opinó que van “hacia la mala dirección”, frente a un 29% que consideran que las cosas van hacia la buena dirección. Las respuestas de la media de la UE27 han arrojado un resultado aún más dividido ya que un 35% de los ciudadanos ha respondido que “las cosas van hacia la buena dirección”, pero a su vez un 34% de los encuestados ha opinado que van “hacia la mala dirección”. Las respuestas por sexo han sido de un 39% de hombres y un 36% de mujeres opinando que las cosas van “hacia la mala dirección”. Por edades, el 41% de los encuestados entre 25 a 39 años, y el 40% entre 15 a 24 años han compartido esa respuesta negativa. Según los distintos grupos ocupacionales, el 48% de los desempleados opinaron negativamente, y sólo el 23% expresó que “las 379 cosas van hacia la buena dirección”. A su vez, el 38% de los trabajadores manuales compartió la sensación de ir “hacia la mala dirección”. 4.3. Los españoles opinan sobre los Tratados de la Unión Europea 4.3.1. Apoyo de los españoles a la Constitución Europea Según los resultados del Eurobarómetro 57, correspondiente a primavera de 2002, un 58% del grupo español opina que la Unión Europea debería tener una Constitución, frente a un 9% que afirma lo contrario. Los porcentajes aquí son muy similares a los obtenidos en el conjunto de países miembros, ya que tan sólo Italia cuenta con un porcentaje del 81% de respuestas que apoya la idea de una Constitución europea, seguida de Holanda, Suecia y Luxemburgo con el 70% de respuestas. En el resto de países de la Unión los porcentajes rondan el 60% a favor de esta Constitución, siendo la media total del 63%. Según el Eurobarómetro 58 (otoño 2002), en cuanto la existencia o no de una Constitución para la Unión Europea el grupo español esta generalmente positivo afirmando que ‘la UE debería tener una Constitución’. Según el Eurobarómetro 59 (primavera 2003), en cuanto la existencia o no de una Constitución para la Unión Europea, el 64% del 380 grupo español esta a favor, afirmando que la UE debería tener una Constitución. Respecto de los conocimientos de los españoles sobre la Convención Europea, según el Eurobarómetro 59, correspondiente a primavera de 2003, entre el grupo español existen pocos conocimientos acerca de los trabajos de la Convención así como de su estructura y articulación En la mayoría de afirmaciones dadas a evaluar por el público, la mayor parte del grupo, más del 50%, desconoce la veracidad de dichas afirmaciones sobre la Convención Por ejemplo, cuando se preguntó si el Gobierno español está representado en al Convención, un 53% dice no saber si dicha afirmación es verdadera o falsa. Mucho menos conocimiento tienen los españoles, al igual que el resto de los europeos, acerca de la representación de los futuros miembros de la UE en la Convención Más del 60% afirma no saber si estos ya están representados en la Convención 381 Sólo el 14% de los españoles pensaba que la Convención finalizaría sus trabajos en 2003, porcentaje que se repite para el resto de los países de la UE Entre el grupo español existe la opinión de recibir muy poca información acerca de la Convención Más en detalle, un 65% dice estar en desacuerdo con tener mucha información, mientras que otro 72% piensa que los medios deberían decir más acerca de lo que la Convención está haciendo, y 382 otro 74%, que son los políticos los que deberían decir más Entre las tres tendencias políticas obtenidas, son las personas que se definen como de izquierdas las que en mayor porcentaje están de acuerdo con que sean los políticos los que den más información sobre la Convención, con un 78% pensando así, frente a un 73% de los que se definen como de derechas Más hombres que mujeres dicen haber oído de la Convención (un 23% frente a un 15% de las mujeres encuestadas) Entre las mujeres, la mayoría (65%) dicen no haber oído hablar de la Convención Son sobre todo los habitantes de la región del Centro los que dicen haber oído hablar de la Convención Un 21% de los habitantes de esta región están de acuerdo Madrid es la segunda región que recibe mayor respuesta de acuerdo, con un 19%. Unos meses después el Eurobarómetro 60 (otoño de 2003), señalaría que en España existe un alto convencimiento sobre la necesidad de una Constitución Europea. Según el 65% del grupo, la UE debería tener una constitución, un porcentaje levemente más alto que el de la media de la UE-15 que se sitúa en esta edición en un 62% (Tabla 3). La región que más apoya la existencia de dicha Constitución es Canarias con un 79% de las respuestas en este sentido (+17 puntos que la media de la UE-15). 383 Mayor diferencia de opinión existe entre los hombres y mujeres del grupo: mientras un 70% de los hombres cree que debería haber una Constitución, sólo el 59% de las mujeres piensa así. Trabajadores por cuenta propia y altos cargos son los grupos que más valoran la existencia de una Constitución según el 72% y 78% de ellos. Un año después el Eurobarómetro 62, correspondiente a otoño de 2004, señalaría que en España existe un alto convencimiento sobre la necesidad de una Constitución Europea. Según el 72% del grupo, la UE debería tener una Constitución, un porcentaje levemente más alto que el de la media de la UE25 que se sitúa en esta edición en un 68% (62% en la edición del EB61): 384 La región que más apoya la existencia de dicha Constitución es Madrid con un 81% de las respuestas en este sentido (+14 puntos que la media de la UE-25). Alguna diferencia de opinión existe entre los hombres y mujeres del grupo y entre los distintos grupos de edad (Tabla 6): mientras un 77% de los hombres cree que debería haber una Constitución, un 67% de las mujeres piensa así. Trabajadores por cuenta propia y altos cargos son los grupos que más valoran la existencia de una Constitución según el 84% y 95% de ellos. Desempleados y personas que se dedican al hogar son los que mas “en contra” están con un 14% y un 15%. El Eurobarómetro 63 (primavera 2005) pondría de manifiesto que un 63% de los encuestados dijo que está “a favor” de la existencia de dicha Constitución, frente al 61% de la media europea de los 25. En cuanto al conocimiento de sus contenidos los ciudadanos españoles dicen conocer parte de ellos aunque no en profundidad. Como se ve en el Gráfico siguiente, un 72% dijo que ‘sí conocía su existencia pero que sabe poco sobre sus contenidos’. 385 Además se ha querido saber en qué tipo de fuente confiarían para recibir información sobre el contenido de la Constitución Europea y un 27% del grupo dijo que confiaría en ‘los periodistas’ par ser informados sobre ella. Sobre todo los ciudadanos piensan que están “a favor” de que exista una enseñanza en los colegios acerca del modo en que funcionan las instituciones de la UE, con 86% (85% en la UE-25) estando “a favor” de esta iniciativa. Según el Eurobarómetro 64, correspondiente a otoño de 2005, entre los españoles existe la opinión de que una Constitución para Europa haría que el funcionamiento de la UE fuera más democrático y más transparente. Un 34% del grupo encuestado dijo que está “más bien de acuerdo” con que una Constitución para Europa haría que su funcionamiento fuera más transparente. Otro 43% pensó lo mismo sobre un funcionamiento “más democrático”. La mayoría del grupo español dice que está “más bien de acuerdo” con que una Constitución para Europa haría el 386 funcionamiento de la UE más democrático, más eficiente y más transparente. La media de la UE-25 que piensa igualmente es de un 45%, 43%, y 40% respectivamente para cada característica del funcionamiento de la UE. Entre los que dijeron estar “más bien de acuerdo” con que una Constitución para Europa hará su funcionamiento más “eficaz”, está el 38% de los hombres, el 38% de las mujeres además del 51% de los altos cargos, el 38% de los trabajadores por cuenta propia y el 41% de los trabajadores manuales. Además, entre las distintas regiones españolas vemos que el apoyo a la Constitución Europea es mayor entre los ciudadanos de las regiones del Noroeste y Centro, donde un 33% y un 23% respectivamente dijo estar “totalmente de acuerdo” con que esta haría a la UE que fuera más democratita. “En cuanto a desarrollo económico y social de la Unión Europea una vez que exista una Constitución, los españoles dieron igualmente una opinión muy positiva” Así, una gran mayoría piensa que la existencia de una Constitución haría que la UE fuera más “fuerte en el mundo”, según el 43% que dijo estar “más bien de acuerdo” y el 28% que dijo estar “totalmente de acuerdo”. 387 Otro 41% dijo estar “más bien de acuerdo” en que la UE seria “más competitiva económicamente”, mientras que un 36% está de acuerdo con que la UE seria “más social”. Un 45% de los hombres encuestados dijo “estar más bien de acuerdo” con que “la UE seria mas fuerte en el mundo” si hubiera una Constitución para Europa, mientras que un 26% de las mujeres dijo estar totalmente de acuerdo. Un 37% de los altos cargos, un 31% de los trabajadores manuales y un 33% de los trabajadores por cuenta propia, dijo estar 388 totalmente de acuerdo que la UE sería “más competitiva económicamente” si existiera la Constitución. Entre los que esta totalmente de acuerdo con que la UE sería además “más social”, está el 30% de los habitantes de Noroeste, el 22% de los de Noreste, el 17% de los de Madrid el 26% de Centro, el 21% del Sur, y el 8% de Canarias. Según el Eurobarómetro 65 (primavera 2006), un 63% del grupo encuestado dijo que está “a favor” de la Constitución Europea, mientras que otro 13% dijo estar “en contra” La media de la UE-25 que piensa igualmente es de un 61% y 22% respectivamente. Entre los que dijeron estar “a favor” con que exista una Constitución para Europa, está el 71% de los hombres pero sólo el 56% de las mujeres, además del 80% de los altos cargos, el 80% de los trabajadores por cuenta propia y el 64% de los trabajadores manuales Entre los jóvenes existe igualmente un opinión favorable, con un 60% de los que se encuentran entre los 15 y 24 años estando "a favor" de la Constitución. El siguiente Eurobarómetro (66, otoño de 2006), pondría de relieve que España está al mismo nivel de la media de la UE en cuanto su aceptación apoyo a una Constitución Europea. Un 62% del grupo encuestado dijo que está “a favor” de la Constitución Europea. La media de la UE-25 que piensa favorablemente es de un 63%. Chipre, Italia, Grecia, Alemania o Hungría son de los países que más a favor están de dicha Constitución. Por el contrario, Reino 389 Unido, Austria o Suecia de los que menos a favor se muestran. Además, entre el grupo español existe la opinión de que con una Constitución el funcionamiento de la UE seria más democrático, según el 41% que tiende a estar de acuerdo con dicha afirmación. Otro 12% tiende a estar en desacuerdo. Igualmente el 40% ha dicho estar de acuerdo con que también el funcionamiento de la UE seria más “eficaz” y el 37% “más transparente”. Otro 40% dice estar de acuerdo con que la UE seria más fuerte en el mundo con la existencia de una Constitución, y otro 39% que sería más competitiva económicamente. Finalmente, un 57% del grupo español dijo estar de acuerdo con que una Constitución es necesaria para asegurar que las instituciones Europeas funcionen bien. A diferencia de la anterior edición, el Eurobarómetro 67, correspondiente a primavera de 2007, señalaría que España está a +9 puntos porcentuales de la media de la UE en cuanto su aceptación y apoyo a una Constitución Europea. Un 75% (62% en la edición anterior) del grupo encuestado sigue diciendo que estaría “a favor” de una Constitución Europea. La media de la UE-27 que piensa igualmente a favor es de un 66%. Otro 20% a nivel europeo se ha declarado “en contra” de una Constitución Europea. Chipre, Bélgica, Grecia o Alemania son de los países que más “a favor” están de una Constitución. Por el contrario, Francia, Austria, Finlandia y Holanda de los que se muestran “en contra”. El 74% y 76% de las mujeres y hombres encuestados en España se han declarado “a favor” de una Constitución para Europa. Un 12% de los habitantes encuestados en Canarias y un 12% de los de la región de Noreste se han declarado “en contra” de una 390 Constitución europea, siendo estas las regiones donde la opinión pública ha sido más negativa. Por el contrario, Madrid ha sido la región donde la opinión pública se ha mostrado más “a favor” de una Constitución, con un 89% de los habitantes encuestados pensando así 4.4. La opinión de los españoles sobre aspectos concretos del desarrollo de la Unión Europea Respecto del apoyo a las políticas de la Unión, el Eurobarómetro 60 (otoño de 2003) indica que un tema como “una política de defensa común para los europeos” es de gran importancia, con un 74% del grupo estando “a favor” de esta política. Una “política de extranjería común para los europeos” otro de los temas más apoyado por el 66% del grupo, después de “la unión monetaria europea”, citada por un 70 % del grupo. Profesionales y altos cargos, estudiantes y trabajadores manuales son los grupos que más apoyan “la política de extranjería común para la UE 15”, según el 76%, 67% y 70% de ellos estando “a favor”. Trabajadores por cuenta propia, desempleados y pensionistas son los que más tienden a oponerse a “la política común de extranjería”, con un 18%, 19% y 18% respectivamente estando “en contra” de esta política. Igualmente importante es para los españoles “La enseñanza en los colegios acerca del modo en que funcionan las instituciones de la Unión Europea”: 391 Un 75% del grupo dice estar “a favor” de esta política (+1 punto que en la edición de EB59.1), un poco menos que el resto de europeos (UE-15; 81%). Entre las regiones españolas son los habitantes de Norte los que más se oponen a esta política con un 30% de ellos en contra, estando la media española y europea al 10%. En cuanto a “La Unión Europea como responsable de asuntos que no pueden ser solucionados de forma efectiva por los Gobiernos Nacionales, Autonómicos y Municipales” la mayoría de los españoles apoya esta política: Un 66% dice estar “a favor”, frente al 60% de la UE-15 Mayor oposición se ha notado en las regiones de Norte y Madrid donde un 26% y 20% respectivamente dice estar “en contra” de esta política. 4.4.1. Actitudes, conocimientos y apoyo de los españoles a la Ampliación Sentimiento de información sobre la ampliación. Según el Eurobarómetro 57 (primavera de 2002), cuando se pregunta al grupo español en qué medida se siente informado sobre el proceso de ampliación de la Unión Europea, casi la mitad de la población afirma no sentirse muy bien informada. Asimismo, frente a un 20% que se considera bien informado en mayor o menor medida, casi el 30% de los encuestados no se siente nada informado sobre este tema. No existen grandes diferencias entre los resultados obtenidos en España y la media de la Unión Europea, ya que el 49% de los ciudadanos europeos no se considera muy bien informado sobre la ampliación y un 28% afirma no estar nada informado. 392 Entre los que dicen estar “no muy bien informados” sobre el proceso de ampliación se observa que el grupo de entre 40 y 54 años es algo mayor, común 58%, que el grupo de entre 25 y 39, con un 51%, y que aquellos con más de 55 años, cuyo porcentaje es del 44%. Los hombres se sienten mejor informados que las mujeres, con un 22% que dice estar bien informado frente un 16% de mujeres para la misma respuesta. Asimismo, se encuentran diferencias por grupos laborales, siendo los profesionales y altos ejecutivos los grupos que se sienten mejor informados sobre el proceso de ampliación, con porcentajes entorno al 27%, mientras que entre los trabajadores por cuenta propia y los jubilados los porcentajes disminuyen al 19% y 16% respectivamente. Existen diferencias notables en cuanto al sentimiento de información sobre el proceso de ampliación desde un punto de vista regional, siendo las zonas Noreste, Este y Norte las que cuentan con porcentajes más altos en el sentimiento de no estar muy bien informadas, mientras que Canarias y Madrid son las regiones en las que la población se considera mejor informada. 393 La ampliación como prioridad de la Unión Europea Según el Eurobarómetro 57 (primavera 2002), aunque el 64% del grupo español está a favor de la ampliación de la Unión Europea a nuevos países, cuando se presenta al grupo español una lista de acciones que la Unión Europea podría adoptar, la acogida de nuevos estados miembros no es considerada por los españoles como una de las mayores prioridades a las que la Unión debería hacer frente.3 Casi un tercio del grupo español considera como prioritaria para la Unión Europea su ampliación a otros países, mientras cerca de la mitad del grupo opina lo contrario. La media española se acerca aquí a la recogida para el conjunto de la Unión. En el siguiente gráfico se observan las diversas actitudes ante esta pregunta en cada uno de los países miembros. 394 Actitudes y opinión respecto del proceso de ampliación Según el Eurobarómetro 57 (primavera 2002), un 64% del grupo español dice estar a favor de la ampliación de la Unión Europea con nuevos países, mientras que el 14% de los encuestados se manifiesta en contra de este proceso. La siguiente tabla muestra las diferencias socio demográficas para esta pregunta En cuanto a las alternativas existentes para el futuro inmediato de la Unión Europea, un 34% del grupo español opina que la Unión debería ampliarse e incluir a todos aquellos países que deseen entrar en ella, porcentaje similar al de aquellos que piensan que sólo deberían incluirse algunos del país es-candidatos. Un 7% opina que la Unión Europea no debería ampliarse con ningún otro país adicional. Entre los países que demuestran tener más aceptación como 395 posibles futuros miembros de la Unión Europea están: Suiza, con un 73% de respuestas a favor de su inclusión en la Unión, Noruega, con un 71%, Islandia, con un 58%, Polonia y Hungría, ambas con un 54%. Los países que cuentan con un mayor número de respuestas en contra de su aceptación como miembros de la Unión Europea son: Turquía, con un 28%, Bosnia-Herzegovina y la antigua República Yugoslava de Macedonia, ambas con un 27%, y la República Federal de Yugoslavia, con un 26%. Por lo general, los porcentajes a favor de la inclusión de los países-candidatos a ser miembros de la Unión Europea se oscilan en torno al 45-55%, siendo los porcentajes en contra cercanos al 20%. Las diferencias entre la media europea y la española son significativas para algunos de estos países, tal y como muestra el siguiente gráfico. Cuando se trata de saber cuáles son las expectativas del grupo español ante los posibles efectos derivados de la ampliación de la Unión Europea, los encuestados tienden a estar más de acuerdo con las afirmaciones que presenta el siguiente gráfico. Las respuestas del grupo español son, en general, similares a las respuestas dadas por el 396 conjunto de ciudadanos europeos Entre las afirmaciones con las que el grupo español tiende a no estar de acuerdo, un 53% de los encuestados dice no compartir la idea de que, tras la ampliación de la Unión Europea, España será menos importante en Europa. Asimismo, el 40% del grupo no esta de acuerdo con la afirmación de que cuantos más países miembros haya, más desempleo habrá en España. Sólo en algunas cuestiones la actitud de los españoles se distancia algo más de la media de la Unión; así, mientras el 51% de los ciudadanos europeos tiende a estar en desacuerdo con la afirmación de que la ampliación de la Unión no va a costar más a los países ya miembros, sólo el 37% del grupo español dice no estar de acuerdo con esto. Lo mismo ocurre con la afirmación de que la Unión Europea debería ayudar económicamente a los futuros estados miembros: el 51% de los ciudadanos europeos tiende a estar en desacuerdo con esta idea, mientras que un 35% del grupo español no esta de acuerdo con la afirmación. En este caso, la media española sí 397 se distancia notablemente de la media obtenida en países como Alemania, Francia o Italia, que cuentan con porcentajes cercanos al 60% de respuestas en desacuerdo con la idea de una ayuda económica pre-adhesión. Desde un punto de vista sociodemográfico, y para algunos de los temas en cuestión, se observan diferentes opiniones según el sexo, la edad, la ocupación laboral o la región. Se observa que, para afirmaciones como que la paz y la seguridad estarán mejor garantizadas en Europa tras la ampliación, o que Europa será culturalmente más rica y más importante en el mundo cuantos más países integren la Unión Europea, las respuestas son bastante homogéneas entre los distintos grupos, con variaciones que salvo excepciones puntuales no rebasan los cinco puntos porcentuales. Sin embargo, tal y como se observa en las siguientes tablas, cuando las preguntas tienen que ver con el coste económico que supone para España la entrada en la Unión de nuevos países miembros, así como con su influencia o no en el aumento del desempleo en España, encontramos distintas actitudes según la 398 categoría profesional de los encuestados. Si observamos los datos desde el punto de vista regional, encontramos que en las regiones de Cataluña, Madrid y Este, menos del 20% de los encuestados están de acuerdo en que España será menos importante en Europa tras la entrada de nuevos países miembros, mientras que más del 35% de la población de las zonas Centro, Noreste y Aragón-Rioja corroboran esta afirmación. Por otro lado, las regiones Norte y Galicia, con un 62 y un 49% de respuestas afirmativas respectivamente, opinan que España recibirá menos ayudas económicas de la Unión tras la ampliación, mientras que en las regiones Sur, Este y Madrid, los porcentajes del grupo que dice estar de acuerdo con esta idea rondan el 30% No existen, como muestra la tabla, diferencias significativas entre los sexos cuando se trata de opinar sobre los efectos positivos o negativos de la ampliación. Las variaciones entre las respuestas de hombres y mujeres no suelen ser mayores que 2 ó 3 puntos 399 porcentuales (a excepción de la pregunta sobre si se está o no de acuerdo en que España recibirá menos ayudas por parte de la Unión Europea tras la ampliación). Por grupos de edad sí encontramos algunas variaciones de actitud. En el siguiente Eurobarómetro (58), correspondiente a otoño de 2002, sólo un 12 % de los ciudadanos dice participar ‘bastante’ en el debate sobre la ampliación. La mitad del grupo 51% (508) piensa que no esta participando ‘nada’ en el debate. Un 13% de los que dicen que participan ‘bastante’ en el debate son hombres (66), y un 10% son mujeres (50). Desde el análisis de las CC AA vemos que por ejemplo, entre los encuestados de Galicia (71) un 21%(15) dice participar ‘bastante’ en el debate. De la misma manera de las respuestas de Madrid (128) un 10% (12) dice sentirse haber participado ‘bastante’ en el debate, y de Cataluña (157) un 13% (21) eligió esta opción. De los que han contestado que la pertenencia a la UE es ‘algo bueno’ (682), un 45% (309) dice sentirse no participar ‘nada’ en el debate. Sólo la mitad del grupo español esta a favor del ingreso a la Unión Europea de la mayoría de los países candidatos propuestos: alrededor del 50% contesta estar ‘a favor’ de la adhesión de países como Malta, Chipre, Lituania, Estonia o Latvia. Muy dividida esta la opinión del grupo acerca de Turquía, país para el que un 39% contesta estar ‘a favor’ pero otro 34% dice estar ‘en contra’ de su adhesión. En cuanto a la entrada de países nuevos los españoles parece 400 que tienen una actitud positiva. Opinión de los españoles ‘tiende a estar de acuerdo’ o ‘tiende a estar en desacuerdo’ según distintas afirmaciones sobre la ampliación: ‘La ampliación de la Unión no va a costar más a los países ya miembros como España’: Una tercera parte del grupo (331 respuestas) dice estar ‘de acuerdo’, mientras que un 42% (417) del grupo dice estar en ‘desacuerdo’ con esta afirmación. Mucho más alto es el porcentaje de la media europea que tiende a estar en desacuerdo, donde un 57% afirma esto. Los ciudadanos españoles que más temen esta afirmación son de las comunidades de Castilla-León, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde casi la mitad del grupo Centro, un 49% (66/135), dice estar ‘de acuerdo’. Los ciudadanos que menos temen que esta afirmación ocurra han sido del País Vasco y Navarra, donde un 52% (35/69) han dicho estar en ‘desacuerdo’ con la afirmación. Después de la entrada de nuevos países, España será menos importante en Europa. Casi la mitad de los encuestados, un 45%, esta en ‘desacuerdo’ con esta afirmación. Otro 35% ha dicho que tiende a estar ‘de acuerdo’. La misma actitud que los españoles parece tener el grupo de la UE15, donde un 39% ha estado ‘de acuerdo’ y un 46% en ‘desacuerdo’ 401 Cuantos más países miembros haya, más desempleo habrá en España La mayoría del grupo, un 40%, esta en ‘desacuerdo’ con esta afirmación. Según los datos para España, un poco más de la tercera parte estaría ‘de acuerdo’ con esta afirmación. Entre hombres y mujeres son los hombres los que tienden a estar mayoritariamente ‘en desacuerdo’ con esta afirmación. Las mujeres parecen estar más divididas en su opinión de que la entrada de países nuevos se relacione con mayor desempleo en España: un 37% esta ‘de acuerdo’ y un 36% en ‘desacuerdo’. La mitad de los asalariados (altos cargos, directivos) (49), un 51%, esta ‘en desacuerdo’ con esta afirmación. Igualmente en ‘desacuerdo’ están los desempleados (65), donde un 48% piensa así y los estudiantes (128), con un 40% pensando así. Por lo contrario, las personas dedicadas al cuidado del hogar (168) dicen estar ‘de acuerdo’ con la afirmación en un 47%. Entre las CCAAs vemos que de los ciudadanos de Madrid (128), un 50% ha estado ‘de acuerdo’ con esta afirmación mientras que sólo un 22% de los ciudadanos encuestados de Cataluña (157) ha pensado lo mismo. Una vez que los nuevos países se hayan unido a la Unión Europea, España recibirá menos ayuda económica de la Unión. La mitad del grupo español ‘tiende a estar de acuerdo’ con esta afirmación. Entre las CCAAs que más ‘tienden a estar de acuerdo’ con esta afirmación esta Galicia, donde un 63% (45/71) dice pensar así. Entre 402 las CCAAs que más ‘en desacuerdo’ están se encuentran el País Vasco y Navarra donde más de una tercera parte ha pensado así. Entre todo el grupo español existe efectivamente un cierto grado de alarma sobre esta afirmación: de los que afirman estar informados acerca del proceso de la ampliación (211), un 61% (127) dice ‘estar de acuerdo’ con que ‘España recibirá menos ayuda económica de la UE’ después de la ampliación. Cuantos más países integren la Unión Europea, más importante será ésta en el mundo, Y, Con más países miembros, Europa será culturalmente más rica. En general el grupo español cree que la ampliación es algo positivo e interesante para la UE. Un 70% ‘tiende a estar de acuerdo’ con que ‘cuantos más países integre la UE, más importante será esta para el mundo’. Igualmente creen que ‘Europa será culturalmente más rica’ en un 72%. Información obtenida acerca del proceso de la Ampliación: La mitad del grupo dice sentirse ‘no muy informado’ acerca de la ampliación. Como se ve en el Gráfico II la evolución de las respuestas en este sentido esta siendo de un 50% del grupo asegurando ‘no sentirse muy bien informado’ en el ultimo año. Mientras que un 26% de los hombres (485) dice sentirse ‘bien informado’, sólo el 15% de las mujeres afirma lo mismo Mejor informados están los profesionales (altos cargos, directivos) (49) y otros profesionales (98), con un 41% y 31% 403 respectivamente diciendo que se sienten ‘bien informados’. De los que han contestado estar ‘a favor’ de la ampliación de Europa (630), un 53% dice ‘no estar muy bien informados’. De los que dicen haber buscado y/o recibida información acerca de la Ampliación un 21% lo ha hecho a través de la prensa diaria, un 61% a través de la TV, un 21% a través de la radio y un 3% de Internet. Otro 26% dijo ‘no buscar tal información’. Menos del 1% de los encuestados que dicen haber recibido recientemente información sobre la ampliación lo han hecho a través de folletos informativos, euro-bibliotecas u otras oficinas de información. La Ampliación y sus consecuencias en la economía Española: pensamientos y actitudes Los españoles están de acuerdo en que la ampliación tendrá consecuencias diferentes para los sectores de la economía en España. Según los datos en las siguientes afirmaciones el grupo ha evaluado de 404 esta forma el resultado de la ampliación en: La pequeña empresa: Un 40% dice que la ampliación será ‘perjudicial’ para la ‘pequeña empresa’ y sólo un 22% del total del grupo cree que la ampliación será ‘beneficiosa’ a la pequeña empresa. En este sentido es interesante saber que piensan los distintos grupos según su ocupación: los empleados por cuenta propia siguen el baremo nacional de manera que un 43% de ellos dice que la ampliación será ‘algo perjudicial’, y un 22% que será ‘beneficioso’. Entre los profesionales (ejecutivos, altos cargos, directivos) la opinión está muy dividida: un 33% afirma que la ampliación será ‘algo beneficioso’ para la pequeña empresa, mientras que un 38% dice que ‘será perjudicial’. Los agricultores: En general el grupo cree que la ampliación será ‘perjudicial’ para los agricultores ya que la mitad piensa así y sólo un 21% piensa que será beneficioso. Entre las CCAAs existen algunas diferencias importantes: por ejemplo, mientras que gallegos y los ciudadanos de la zona de Centro (Cast.-León, Cast.-Mancha y Extremadura) son los encuestados que más creen que la ampliación ‘será perjudicial’ en un 50% y 64% respectivamente, mientras que otros de la zona del Norte (Asturias y Cantabria) creen que la ampliación será beneficiosa con un 39% pensando así. Los pescadores: 405 También para este sector de la economía española el grupo parece estar negativo en cuanto a las consecuencias de la ampliación: un 48% cree que esta será ‘perjudicial’ para el sector de los pescadores. Igualmente existen diferencias entre las regiones más interesadas en este sector. Así, mientras que la mayor parte de los Gallegos cree que la ampliación será ‘perjudicial’, con un 56% pensando así, en la zona Norte la mayoría de este grupo piensa que la ampliación será ‘beneficiosa’, con un 37% pensando así. Los desempleados: La opinión del grupo español acerca de las consecuencias de la ampliación en los desempleados esta dividida. -Aunque la mayoría numérica del grupo piensa con un 33% que esta será ‘perjudicial’, un porcentaje parecido aunque un poco menor (29%) cree que la ampliación ‘no será ni buena ni mala’. Muy poco/as son los que piensan que la ampliación ‘será de beneficio’ para el sector de los desempleados en España: un 22% de los hombres y un 18% de las mujeres piensan así. Dividida está la opinión de los propios desempleados del grupo español, que piensan en un 36% que la ampliación será ‘perjudicial’ pero también en un 31% que será ‘ni beneficioso, ni perjudicial’. Los jóvenes: Menos de la mitad del grupo piensa que los jóvenes se beneficiaran de la ampliación de Europa, un 45% del total del grupo español ha pensado así. 406 Entre los diferentes grupos de edad vemos que los jóvenes de 15-24 años (86:191) creen en un 45% que será ‘beneficioso’ pero mayor porcentaje, casi la mitad, de los de entre 44-54 años (11:224) piensa así. Según el Eurobarómetro 59, correspondiente a primavera de 2003, por lo general los españoles creen que la UE debería ampliarse solamente para incluir algunos de los países que desean entrar y creen que la ampliación tendrá algunas implicaciones para España. Respecto del nivel de información sobre el proceso de ampliación el 48% del grupo español dice sentirse no muy bien informado/a acerca de la ampliación Otro 31% dice sentirse nada informado sobre el proceso En el grupo de la UE-15, un 47% dice igualmente sentirse poco informado, aunque un 22% dice sentirse bien informado, frente al 18% de los españoles que opinan de este modo Entre los grupos profesionales que dicen sentirse bien informados se encuentran los profesionales y altos ejecutivos en un 36%, los trabajadores por cuenta propia (27%) y los estudiantes (21%), frente al 7% de las amos/as de casa y el 3% de los desempleados Sentimientos españoles hacia la Europa ampliada Según el Eurobarómetro 59, correspondiente a primavera de 2003, ha habido un incremento significante de los que dicen preferir que la UE debiera ampliarse para incluir sólo a algunos de los países que deseen entrar en ella Existe una tendencia a pensar que la ampliación es una cosa beneficiosa, ya que el 73% del grupo cree que después de ésta, Europa será más importante en el mundo Otro 48% cree que España será 407 menos importante en Europa El Eurobarómetro 60 (otoño de 2003) se ocuparía en señalar que entre los españoles ha habido un incremento significante de los que dicen preferir que “la UE debería ampliarse para incluir todos aquellos países que deseen entrar en ella”, aunque sigue habiendo diversidad de opiniones entre el grupo. A la hora de evaluar su actitud general frente a la ampliación y en comparación con el resto de los países estados miembros, España parece ser uno de los países más “a favor” de la política de “incluir a todos los países que deseen entrar”. Un 62% dice estar a favor frente al 47% de la media de la UE15, mientras que las respuestas en contra están en un 15% en contraste con el 36% de la media europea que esta en contra de la política de “incluir a todos los países que deseen entrar”. Más detalladamente un 38% del grupo dice preferir que Europa 408 se “amplíe para incluir a todos los países que deseen entrar”, frente a un 31% del último EB59.1. La media de la UE-15 ha sido de 28% (-10 puntos) en esta edición. Tiende a bajar el porcentaje de los que piensan que “la UE debería ampliarse sólo para incluir algunos países” aunque sigue siendo mayor que la media europea, un 34% frente al 28% de la UE15. Entre el grupo de los españoles existe igualmente una división en las opiniones, mientras un 39% de los hombres piensa que la UE debería ampliarse a todos los países que quieran entrar, otro 35% piensa que sólo debería incluir algunos países. Entre las mujeres existe igual división de opinión con un 37% y otro 32% respectivamente pensando así. Aragón-Rioja, Centro y Este son de las regiones que dicen preferir que la UE se amplíe sólo para incluir algunos de los países que deseen entrar con un 46%, 42% y 68% respectivamente. Madrid, Cataluña y Canarias son de las regiones que prefieren en su mayoría que “la UE se amplíe para incluir a todos los países que deseen entrar”. Aragón-Rioja, Centro y Este son de las regiones que más se oponen a la ampliación con un 46%, 42% y 68% de los habitantes que dicen preferir que “la UE se amplíe sólo para incluir algunos de los países que deseen entrar”. Un año más tarde el Eurobarómetro 62, correspondiente a otoño de 2004, pondría de manifiesto que entre los españoles ha habido un incremento significante de los que dicen preferir que “la UE debería ampliarse para incluir todos aquellos países que 409 deseen entrar en ella”, aunque sigue habiendo diversidad de opiniones entre el grupo. A la hora de evaluar su actitud general frente a la ampliación y en comparación con el resto de los países estados miembros, España parece ser uno de los países más “a favor” de la política de “incluir a todos los países que deseen entrar”, aunque la diferencia con la media de la UE25 disminuye. Un 67% dice estar a favor frente al 53% de la media de la UE-15, mientras que las respuestas en contra están en un 16% en contraste con el 35% de la media europea que esta en contra de la política de “incluir a todos los países que deseen entrar”. Entre el grupo de los españoles existe igualmente una división en las opiniones, un 71% de los hombres piensa que la UE debería ampliarse a todos los países que quieran entrar, otro 19% piensa que sólo debería incluir algunos países. Entre las mujeres existe igual división de opinión con un 63% y otro 15% respectivamente pensando así. Entre los diferentes grupos ocupacionales existen algunas diferencias en cuanto al apoyo a la ampliación europea. Mientras un 89% de los altos cargos dicen estar “a favor” de la ampliación de 410 más países en Europa, un 55% de las personas dedicadas a labores del hogar y un 77% de los estudiantes piensas así. El 68% de los habitantes de Madrid, dicen estar “a favor” de que “la UE se amplíe para incluir a todos los países que deseen entrar”. En el Eurobarómetro 63 (primavera de 2005), se señalaría que “Muy dividida parece estar la opinión de los españoles acerca de una futura ampliación a nuevos estados miembros” aunque por lo general los sentimientos de los españoles hacia la ampliación europea a otros estados miembros han sido de mostrar un fuerte apoyo a este proceso. Existe cierta división de opinión hacia la ampliación siendo los temas de seguridad y estabilidad social los que más parecen preocupar a los españoles. Un 34% piensa que Europa debería ampliarse a todos los países que deseen entrar (la media europea de los 25-UE ha sido de un 42%) Un 33% piensa que Europa debería ampliarse sólo con algunos de los países que desean entrar (la media europea de los 25-UE ha sido de un 25%) Al igual que en otras ediciones el grupo español tiende a estar de acuerdo a que la Unión Europea se amplíe, aunque en esta edición los porcentajes se han suavizado con un fuerte descenso -incluso a nivel europeo- sobre la inclusión de Turquía a la que se le dedica en esta edición una pregunta especial. Igualmente otros países reciben diferente apoyo por parte de la población: 411 En cuanto a la entrada de Suiza, unos 71% del hombre 412 encuestados parecen estar a favor de la entrada de este país frente al 62% de las mujeres del grupo español, y otro 85% de los empleados por cuenta propia y el 66% de los trabajadores manuales parecen apoyar esta candidatura. Menos apoyo tiene la candidatura de Rumania, entre el grupo un 50% de los hombres y un 45% de las mujeres dicen estar a favor de su entrada mientras que sólo el 46% de los trabajadores manuales la apoyan con otro 43% de los altos cargos y profesionales estando ‘en contra’ de esta candidatura. Menos de la mitad de los hombres y mujeres (un 49%) dicen estar a favor de la candidatura a de países como Bosnia-Herzegovina o Serbia y Montenegro, mientras que un poco mayor (un 52%) es el apoyo de los hombres hacia la candidatura de Croacia. Turquía es el país candidato con el menor apoyo entre los encuestados españoles. 31 Sólo el 41% del grupo de los hombres y un 43% del de las mujeres dicen estar ‘a favor’ de la entrada de Turquía a la UE. Igualmente desconfiados están los profesionales y altos cargos con un 45% diciendo que están ‘en contra’ de esta candidatura. Otro 41% de los trabajadores por cuenta propia y un 36% de los trabajadores manuales dicen estar ‘en contra’. 413 Según el Eurobarómetro 64, correspondiente a otoño de 2005, los “españoles están a favor de una futura ampliación de la Unión Europea, aunque con distintas preferencias según los países” 414 De los datos obtenidos en la presente edición vemos que los españoles encuestados están “a favor” de una futura ampliación de la Unión Europea, un 55% opina así lo que supone una diferencia con la media europea de unos +6 puntos porcentuales, (UE-25: 49%). Otro 19% dice estar “en contra” de que la UE se amplíe en un futuro para incluir a más países estados miembros. La media de la UE25 de los que esta “en contra” de las futuras ampliaciones es de un 39%, una gran diferencia con España. 415 Un 59% de los hombres y un 52% de las mujeres dijeron estar “a favor” de una futura ampliación de la UE, mientras que un 21% de ellos y un 18% de ellas dijeron estar “en contra”. Un 51% de los habitantes de zonas rurales y un 63% de los habitantes de las grandes ciudades dijeron estar “a favor” de una futura ampliación. Los profesionales por cuenta propia y los trabajadores manuales dijeron estar “en contra” en un 18% y 14% respectivamente. En cuanto se les preguntó sobre los diferentes países que podían formar parte de una futura ampliación de la UE, los españoles encuestados mostraron claras preferencias por algunos países como Suiza, Islandia, Bulgaria o Croacia. Por lo contrario, Turquía es el país por el cual se percibe, también en esta edición, mayor oposición a que entre en la UE. “A favor” de la posible entrada de Bulgaria están el 56% de los trabajadores manuales, el 79% de los altos cargos y el 65% de los trabajadores por cuenta propia encuestados. Un mayoría de los habitantes de zonas rurales esta “en contra” de la entrada de Turquía en al UE, un 31%, frente al 32% de los habitantes de las ciudades medianas que dicen estar “en contra”. Un año después el Eurobarómetro 66 (otoño 2006) destacaría que los españoles encuestados están “a favor” de una futura 416 ampliación de la Unión Europea, un 51% opina así lo que supone una gran diferencia con la media europea de unos +5 puntos porcentuales, (UE-25: 46%). Además, entre los países que están más a favor de la futura ampliación de la Unión Europea, se encuentran países como Polonia, Grecia, Chipre o Turquía. En cambio entre los países que están más en contra de dicha ampliación se encuentran Luxemburgo, Austria, Alemania o Francia. Otro 21% dice estar “en contra” de que la UE se amplíe en un futuro para incluir a más países estados miembros. La media de la UE25 de los que está “en contra” de las futuras ampliaciones es de un 42%, una gran diferencia con España también en cuanto a la oposición de los demás Europeos a la Ampliación de la UE. Un 55% de los hombres y un 47% de las mujeres dijeron estar “a favor” de una futura ampliación de la UE, mientras que un % de ellos y un % de ellas dijeron estar “en contra” Los profesionales por cuenta propia y los trabajadores manuales dijeron estar “en contra” en un 24% y 19% respectivamente. En cuanto se les preguntó sobre los diferentes países que podían formar parte de una futura ampliación de la UE, los españoles encuestados mostraron claras preferencias por algunos países como Suiza, Islandia, Bulgaria o Croacia. Por lo contrario, Turquía es el país por el cual se percibe, también en esta edición, mayor oposición y duda a que entre en la UE. 417 “A favor” de la posible entrada de Bulgaria están el 56% de los trabajadores manuales, el 69% de los directivos y el 44% de los trabajadores independientes encuestados En cuanto a las dudas y oposición que existe para la entrada de Turquía se ha querido saber en concreto las diferentes razones que puedan tener los ciudadanos españoles. Así vemos que un 33% del grupo piensa que Turquía “es parte geográfica de la UE”, (un 37% es la media Europea), mientras otro 14% piensa que no lo es. El 24% del grupo tiende a estar de acuerdo con que Turquía pertenece a la historia de la UE, mientras otro 21% tiende a estar en desacuerdo con dicha afirmación. Más europeos han estado de acuerdo con dicha afirmación (un 30%) pero también más de ellos en desacuerdo (un 28%) 418 Igualmente, mientras un 20% del grupo tiende estar de acuerdo con que la entrada de Turquía va a fortalecer la seguridad europea, otro 21% está en desacuerdo con dicha afirmación. La media europea ha sido de un 25% y un 30% respectivamente 419 Además se cree que Turquía tiene importantes diferencias culturales con el resto de europeos, según el 25% del grupo que está de acuerdo con dicha afirmación, mientras otro 20% está en desacuerdo. Un 30% del grupo piensa que la entrada de Turquía traerá riesgos de mayor inmigración hacia los estados más prósperos, según el 30% del grupo español (35% la media europea) La mayoría del grupo español cree que Turquía debería respetar los derechos humanos antes de formar parte de la UE, según un 44% del grupo, la media de la UE de los 25 en esta ocasión ha sido de un 62%. El Eurobarómetro 67 –primavera de 2007- señala un cambio en la tendencia de la opinión española respecto de la Ampliación. Así señala que la opinión pública española se muestra bastante dividida en la dicha edición. Mientas en ediciones anteriores los españoles estaban claramente a favor de las ampliaciones de la UE, en la actualidad existe una mayor división de opiniones. Mientras un 21% del grupo dijo que la ampliación del 2004 a nuevos estados miembros “ha sido tan positiva como pensé”, otro 24% piensa que “no ha sido ni positiva ni negativa”. En mayo de 2004 diez nuevos Estados miembros se integraron en la Unión Europea. Con respecto al impacto de esta ampliación en la Unión Europea, ¿cuál de las siguientes posturas está más cercana a la suya? 420 Una tercera parte de los ciudadanos europeos encuestados ha pensado que la ampliación de la UE del 2004, “no ha sido ni positiva ni negativa. En el análisis por grupos profesionales vemos que entre los altos cargos la mayoría se han mostrado bastante neutrales, con un 34% pensando que la Ampliación del 2004 no fue “ni positiva ni negativa”. Por el contrario entre el grupo de otros profesionales y trabajadores cualificados, un 31% ha dicho que la ampliación del 2004 “ha sido positiva y que no esperaba que lo fuera”, al igual que el 22% del grupo de los trabajadores manuales. Un 11% del grupo de los trabajadores por cuenta propia y otro 11% del grupo de los que están retirados ha dicho que la ampliación ha sido tan negativa como se lo esperaban. Dos terceras partes de los españoles encuestados están a favor de una futura ampliación de la Unión Europea De los datos obtenidos en la presente edición vemos que los españoles encuestados están en su mayoría “a favor” de una futura ampliación de la Unión Europea, con un 65% que opina así, lo que supone una gran diferencia con la media europea de unos +16 puntos porcentuales, (UE-27: 49%). 421 Por el contrario, la opinión pública europea ha sido bastante más negativa en cuanto a futuras ampliaciones de la UE, con un 39% mostrándose “en contra”. Además, los países donde los ciudadanos están más “a favor” de la futura ampliación de la Unión Europea (con más del 60% de los ciudadanos pensando así), son Polonia, Chipre, Malta o Hungría. En cambio los países con la opinión pública más en contra de dicha ampliación se encuentran Luxemburgo, Austria, o Francia (con más del 60% de los ciudadanos pensando así). Otro 13% (21% en la edición anterior) dice estar “en contra” de que la UE se amplíe en un futuro para incluir a más países estados miembros. La media de la UE-27 de los que está “en contra” de las futuras ampliaciones es de un 39% (un 42% en la edición anterior), una gran diferencia con España también en cuanto a la oposición de los demás Europeos a la ampliación de la UE. Un 66% de los hombres y un 63% de las mujeres dijeron estar “a favor” de una futura ampliación de la UE, mientras que un 15% de ellos y un 12% de ellas dijeron estar “en contra”. Entre los profesionales y latos cargos y los retirados un 25% y 15% respectivamente dijeron estar “en contra”, siento estos los grupos donde mayor resistencia se encuentra a las posibles futuras ampliaciones de la UE. 4.4.2. Opinión de los españoles sobre el Euro Según el Eurobarómetro 57, correspondiente a primavera de 2002, en general, el grupo español parece satisfecho con la 422 introducción del euro; un 14% de los encuestados lo consideran “algo muy bueno” y el 42% lo considera “algo bastante bueno”. Un 32% considera la introducción del euro como algo “ni bueno ni malo”, el 7% lo ve como algo “bastante malo” y un 3% como algo “muy malo”. Muy parecidos son los porcentajes obtenidos en el conjunto de la Unión Europea. Asimismo, tal y como se observa en este gráfico, más de la mitad de los españoles se sienten “bastante cómodos” utilizando el euro, siendo los grupos de edad más jóvenes (de 15 a 24 años) los que cuentan con el porcentaje más alto de respuestas en este sentido (64%). Por grupos profesionales, son los trabajadores autónomos, profesionales y trabajadores manuales los que más cómodos parecen sentirse utilizando el euro, con porcentajes que rondan el 60%. El 20% de los jubilados afirma no sentirse “nada cómodo” a la hora de usar el euro, seguido en esta respuesta por el 10% de los desempleados. El siguiente Eurobarómetro (58, otoño de 2002) señalaría que casi la mitad del grupo encuestado, un 42% cree que la introducción 423 del euro es ‘algo bueno’, frente a un 10% que cree que es ‘algo bastante malo’. Otro 31% cree que la introducción de la moneda europea es ‘algo ni bueno, ni malo’. En cuanto a la valoración personal de en qué medida se encuentra cómodo/a usando el euro, la mitad del grupo, un 50% dice sentirse ‘bastante cómodo/a’ con el uso de la moneda, un 25% ‘no muy cómodo/a’, y un 11 % ‘nada cómodo/a’. - Como se ve en la Tabla 1, existen algunas diferencias entre los grupos sociodemográficos analizados. En general entre las mujeres existe un mayor índice de desagrado al igual que entre los desempleados y las personas dedicadas al hogar. 424 Entre las comunidades españolas vemos que hay algunas diferencias, siendo la respuesta mayoritaria la de estar ‘bastante cómodo/a’ usando el euro. Los precios después del euro: La mayoría del grupo, un 89 % cree que ‘Los precios se han redondeado generalmente al alta en todos los sectores’ Otro 7% cree que ‘los precios se han redondeado generalmente al alta en ciertos sectores’. Las respuestas del grupo están en línea con el resto de los países de la UE-15, donde la inmensa mayoría de los ciudadanos europeos cree que ha sucedido lo mismo con los precios en sus respectivos países. Entre las regiones españolas existe la misma sensación acerca del cambio que han sufrido los precios, aunque con pequeñas diferencias porcentuales: por ejemplo, un 98% de los ciudadanos de Galicia, un 93% de los de la región del Norte, un 76% del Noreste, un 83% de Madrid y un 87% de los ciudadanos de Cataluña cree que ‘los precios se han redondeado generalmente al alta en todos sectores’. Entre los distintos grupos según su nivel económico/adquisitivo, vemos por ejemplo que los que pertenecen en el grupo más fuerte (++) piensan lo mismo en un 80%, mientras que en el mismo grupo se cree en un 12% que ‘Los precios se han redondeado generalmente a la baja en todos los sectores’. Lo contrario cree la mayor parte del resto de los grupos según su poder económico, un 90% de los que pertenecen en los grupos (+) y (--) piensa que los precios se han redondeado generalmente al alta’. Sentimientos de cercanía a la moneda común: Según el Eurobarómetro 57 de primavera de 2002, la mayor 425 parte de los ciudadanos españoles se siente bastante atado/a al euro, con un 43% pensando así. Esta es la respuesta mayoritaria en todos los grupos. Entre hombres y mujeres existen pequeñas diferencias: aunque tanto mujeres como hombres se sienten ‘bastante atados/as’ al euro en un 42-44% respectivamente, un 11% de los hombres dice sentirse ‘nada atado/a’, mientras que las mujeres piensan lo mismo en un 17%. El Eurobarómetro 58, correspondiente a otoño de 2002, señalaría que la gran mayoría de los españoles cree que la introducción del euro es algo bueno y casi una tercera parte dice que el euro es ‘ni bueno, ni malo’. En su mayoría los españoles se sienten ‘bastante cómodos/as’ a la hora de usar la nueva moneda si bien mujeres y jubilados son los que menos cómodas/os se sienten a la hora de usar el euro y también menos atadas/ os a el. Por otra parte la mayor parte de los grupos encuestados considera que los precios se han redondeado al alta en todos los sectores de la economía. 426 Según el Eurobarómetro 60, de otoño de 2003, Entre los que están “a favor” del Euro como moneda única de la UE, se encuentran el 69% de los hombres y el 51% de las mujeres, además del 74% de los trabajadores por cuenta propia, el 90% de los altos cargos, el 62% de los trabajadores manuales y el 67% de los estudiantes. Entre los grupos más jóvenes de la muestra se percibe igualmente un gran apoyo hacia la moneda única de la UE, casi dos de cada tres españoles entre las de edades de 15 y 24 dice estar “a favor” del Euro. 427 4.4.3. La opinión y el apoyo de los españoles a la Política Exterior de Seguridad y Defensa europea Según el Eurobarómetro 59, de primavera de 2003, en general, el grupo español cree que las decisiones referentes a políticas de defensa deberían ser tomadas por la Unión Europea (47%) Le siguen los gobiernos nacionales con el 18% de las respuestas y la OTAN con el 16% Por lo general, el grupo muestra un gran descontento con el papel de EEUU en el mundo en cuanto a varios temas de actualidad Así, vemos que la mayoría del grupo español, un 68%, cree que EEUU tiende a jugar un papel negativo en cuanto a la paz en el mundo Igualmente se tiene una opinión bastante negativa en cuanto a la lucha contra el terrorismo, ya que el 49% cree que EEUU juega un papel negativo Mucho mayor es el descontento con la actuación de EEUU en cuanto a temas como la protección del medio ambiéntela lucha contra la pobreza en el mundo, puesto que el 59% del grupo cree que EEUU tiende a jugar un papel negativo De acuerdo con dicho Eurobarómetro los españoles están de acuerdo con que cuando se crea una crisis internacional, los países. Igualmente importante es el apoyo que los españoles dan a la posibilidad de que exista una política común de inmigración dirigida a las personas de fuera de la Unión Europea, pues el 68% del grupo dice que está de acuerdo con esta política exterior, incluso en contra de los deseos de algunos países, con un 76% del grupo pensando así. 428 De igual modo, los españoles están mayoritariamente de acuerdo con que la política exterior de la UE sea distinta a la que siguen los EEUU, una opción elegida por un 75% del grupo. Sorprendentemente, los españoles están menos de acuerdo con que los países candidatos a la ampliación tengan ya una voz en temas de política exterior de la UE, con casi una tercera parte (29%) del grupo estando en desacuerdo con esta política. Igualmente importante es el apoyo que los españoles dan a la posibilidad de que exista una política común de inmigración dirigida a las personas de fuera de la Unión Europea, pues el 68% del grupo dice que está de acuerdo con esta política exterior. 429 De acuerdo con el Eurobarómetro 60 (otoño 2003), los españoles están de acuerdo en que “La Unión Europea debería tener una fuerza militar de reacción rápida que pudiese ser enviada rápidamente a puntos conflictivos en el momento en el que se crease una crisis internacional”, según el 67% del grupo. El Eurobarómetro 60, correspondiente a otoño de 2003, pondría de manifiesto que los españoles están “de acuerdo” en un 75%, con que “cuando se crea una crisis internacional los países estados miembros deberían tener una posición común”, seguido por la política de que “Europa garantice los derechos humanos en el mundo incluso en contra de los deseos de algunos países”, con un 75% del grupo pensando así. 430 Igualmente, los españoles están mayoritariamente “de acuerdo” con que “la política exterior de la UE sea distinta a la que siguen los EEUU”, una opción elegida por un 74% del grupo (UE-15:73%) Igualmente importante es el apoyo que los españoles dan a la posibilidad de que exista una “política común de inmigración dirigida a las personas de fuera de la Unión Europea”, según un 68% del grupo que esta “de acuerdo” con esta política (-3;71% puntos que la media de la UE-15). El grupo español cree que las decisiones referentes a políticas de defensa deberían ser tomadas en principio por los ‘gobiernos nacionales’ con 46%, seguido por la Unión Europea con un 23% del grupo pensando así. Le sigue la ‘OTAN’ con 13 %. Entre los españoles de la muestra se percibe también un gran apoyo hacia, por ejemplo, una Política Exterior Común, con 64% estando “a favor” y solo un 12% “en contra”. Igualmente se apoya la Política de Seguridad Común, con un 67% del grupo estando "a favor”. De los españoles encuestados están “a favor” de una futura ampliación de la Unión Europea, un 55% opina así lo que supone una gran diferencia con la media europea de unos +10 puntos porcentuales, (UE-25: 45%). El Eurobarómetro 63 (primavera 2005) señala que la preocupación de los ciudadanos españoles al igual que del resto de ciudadanos europeos es mayor hacia temas de seguridad, la regularización de la inmigración y el miedo por el terrorismo. En la mayor parte de los estados miembros los temas de la “lucha contra el terrorismo” y la “lucha contra el crimen” o el “mantenimiento de la paz y seguridad” han obtenido porcentajes muy altos en cuanto a las políticas prioritarias que debería adoptar la UE. 431 Un 68% dijo estar “a favor” frente al 13% del grupo que dijo estar “en contra” de una ‘política exterior común entre los estados miembros de la UE’. Además un 70% dijo que estaría “a favor” de una ‘política de seguridad y defensa común’ entre los estados miembros, frente al 13% que estaría “en contra” también de esta política (Gráfico 6). Los porcentajes obtenidos a nivel Europeo han llegado incluso a algunos puntos más, con un 77% de los europeos estando “a favor” de la política de defensa y seguridad común. 432 Un 64% del grupo piensa que la UE debería tener un Ministro de Exteriores para representar la posición común de la UE. Un 12% (21% en la media europea) está en desacuerdo con la creación de esta figura. En otra pregunta similar vemos el grupo español piensa que la UE debería tener una rápida fuerza militar para responder inmediatamente en crisis internacionales. Un 68% (62% la media de la UE-25) dijo que “tiende estar de acuerdo” con dicha política, mientras que un 22% del grupo “tiende a estar en desacuerdo” (18% la media de la UE-25). Además un 74% dijo estar “de acuerdo” con que la UE debería tener una posición común frente a las crisis internacionales, mientras que sólo el 9% dije estar en “desacuerdo” Según el Informe 20 Años de España en la Unión Europea (1986-2006), presentado por el Real Instituto Elcano, el apoyo a la política exterior y de seguridad común (PESC) es muy amplio, con valores situados entorno al 66% para la UE15 y 75% para los diez nuevos miembros. Este apoyo es aún más amplio en lo referente a la política de seguridad y defensa, con valores del orden del 75% para la UE-15 y de 85% en los diez nuevos miembros (Eurobarómetro 63, primavera 2005). 433 Por lo que respecta a España, prueba y, a la vez, consecuencia de los altos niveles de satisfacción e identificación con Europa que muestran los españoles, éstos muestran una preferencia cada vez más clara por otorgar a la Unión Europea competencias sustantivas en materia de política exterior, seguridad y defensa. Si en 1989 sólo el 58% de los españoles creían que la política exterior debía decidirse conjuntamente con la CE, en otoño de 2001 este porcentaje había ascendido hasta el 77%, 6 puntos por encima de la media europea (Eurobarómetros 32 y Del mismo modo, el porcentaje de españoles que apostaban porque la política de defensa se decidiera conjuntamente con la CE ascendió del 38 al 51% en el período que va 434 desde 1994 a 2001 (Eurobarómetros 41 Y 56). En los gráficos se observa como el apoyo tanto a la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) como a la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) no sólo ha crecido sostenidamente en los últimos años en España, sino a ritmos más acelerados que los observados en otros Estados miembros, lo que ha llevado el apoyo a la PESC y a la PESD a cotas de apoyo del 69 y 70%, respectivamente. 4.4.4. Opinión de los españoles sobre el plan de ajuste económico Según la edición 34 del Barómetro del Real Instituto Elcano, correspondiente a junio de 2010, el plan de ajuste aprobado recientemente cuenta con el respaldo de la mayoría de los entrevistados: un 63% lo valora “bien” o “muy bien”. Sólo un 18% se muestra crítico. Recientemente, la UE ha impuesto un plan de ajuste a la economía española por los problemas que atraviesa. ¿Qué le parece la decisión? 435 La valoración es aún más positiva entre quienes tienen entre 30 y 44 años, con un 67%, 8 puntos más que entre los mayores de 45. El porcentaje llega al 70% entre los entrevistados de clase alta y media-alta, y cae hasta el 62% entre los de clase media y al 60% entre los de clase baja y media-baja. También encuentras mayor respaldo las medidas entre los 436 poseedores de titulaciones superiores, un 71% de los cuales hace una valoración positiva. La ideología no afecta de forma tan contundente, y las diferencias entre la izquierda y la derecha se reducen a 5 puntos más en la primera. 437 Si se aprecia un efecto relevante, sin embargo, del recuerdo de voto: frente al apoyo del 67% de los votantes del PSOE, entre los votantes del PP éste baja al 59%, siendo aún mayoritario. Aunque la valoración es de entrada suficientemente buena, hasta un 45% reconoce que es aún mejor si tiene en cuenta que otras potencias de la Unión Europea han aprobado planes de ajuste similares. Hay que tener en cuenta, no obstante, que la no respuesta llega al 27%. Varios países como Alemania o Reino Unido han anunciado planes de ajuste para reducir el déficit público. ¿Mejora su valoración del plan de ajuste español? 438 Este hecho mejora especialmente la percepción de los varones, entre quienes el “sí” llega al 53% (13 puntos más que entre las mujeres). 439 También resulta más convincente para los jóvenes y los entrevistados de entre 45 y 64 años, con un 50 y un 48% de respuesta afirmativa, respectivamente. La clase social muestra un efecto más lineal: a medida que aumenta ésta, lo hace el impacto de saber que otros países también están aplicando medidas similares, pasando del 42% al 56%. También entre los universitarios son más quienes admiten que su valoración del plan mejora, con un 54% (9 puntos por encima de la 440 media). Por último, también aumenta el porcentaje de respuesta afirmativa entre los votantes del PSOE, con otro 54%, aunque el porcentaje entre los votantes del PP, un 48%, también es importante. 441 CONCLUSIONES 443 1. Es opinión generalizada que los españoles han aceptado de una manera verdaderamente positiva la integración de España en la Unión Europea como uno de los factores que posibilitan su propio beneficio futuro y la superación un tiempo reciente de la historia protagonizado por la Guerra Civil y por la instauración de un largo régimen político dictatorial que separaba a España de los Estados de la Europa Occidental. Por ello ofrece un singular interés el estudio de la opinión publica española con respecto a la integración europea en concreto las aptitudes de la población española durante el periodo ya largo que transcurre desde el año 1986 hasta la actualidad, estudio de la opinión publica que interesa a la propia Unión Europea que para esta finalidad ha articulado una información privilegiada, los Eurobarómetros dedicados a cada uno de los países de la Unión. 2. Esta serie de encuestas que ofrecen los Eurobaromentros permiten considerar los condicionantes cognitivos de las aptitudes de los españoles ante la Unión Europea y el impacto de la Unión Europea sobre la ciudadanía en niveles y valores diversos atendiendo cuestiones como el grado de información, el índice de conocimiento, la identificación de los procesos, la variación según los intermedios en que se va produciendo, el avance de la propia construcción europea y en su caso las dificultades para su realización. Ciertamente el ámbito de actuación de la Unión europea es inmenso y el mapa cognitivo de los españoles sobre sus realizaciones es relativo si bien hay cuestiones concretas de importancia sobre las que sin duda puede existir un interés generalizado como por ejemplo el futuro de la política agraria o el mantenimiento de la social que 445 son escasamente precedidos por cuanto hay un limitado grado de información y además porque en estas materias como otras puede darse el sentimiento de insatisfacción. 3. En todo caso, pudiera estar clara la idea de que los fondos estructurales y los fondos de cohesión son en gran medida artífices del florecimiento de las España integrada en las Comunidades y en la Unión, sobretodo en el tiempo en el que estos fondos han durado. En suma puede considerarse que los españoles en general tienen una imagen muy favorable de Europa, aunque saben poco de la Unión Europea, salvo las elites y los medios intelectuales y universitarios, pero a pesar de ellos hay predominio de un sentimiento muy favorable a la integración europea entendiendo que la modernización de España y el aumento de su prestigio internacional ha venido fundamentalmente ofrecido por dicha integración. 4. Aunque la vinculación de España a la Unión Europea data de 1985 como a fecha de la firma del Tratado de adhesión, no puede dejar de reconocerse que la opinión de los españoles sobre la Unión europea no puede desligarse del propio proceso histórico sufrido por España a lo largo del siglo XX. A este respecto, podemos recordar que aun cuando a lo largo de la Época Moderna son múltiples los vínculos históricos que unen a los reinos y territorios hispánicos con los reinos y territorios del espacio europeo, el europeismo contemporáneo se recibe a trabes del legado jurídico y cultural concretamente por medio de la instauración del sistema constitucional y del sistema de la codificación y como consecuencia de la recepción de las ideas y articulaciones políticas desarrolladas en el espacio europeo. 446 5. Sin embargo, ha de considerarse que en el propio siglo XIX queda clara una tendencia centrifuga a la idea del Estado unificado históricos, propuesto quizás por el sistema de un constitucional, proceso de manifestándose a trabes del renacimiento de los nacionalismos como resultado construcción de la España contemporánea que obvio la vía revolucionaria. En este sentido debe afirmarse que España no sufrió una revolucion filosófica, jurídica y política que construyen un Estado unitario con plena conciencia y aceptación de si mismo. En este contexto de florecimiento de los nacionalismos periféricos, será la crisis del 98 la que ya ponga en evidencia la necesidad de superar el atraso, la corrupción, la incultura, el caciquismo a trabes de los planteamientos propuestos por el regeneracionismo español que conectaría con la cultura europea y con las manifestaciones sociales y reformistas. Este europeismo propuesto por Costa, y sobre todo planteado por Ortega y Gasset se fundamenta en el siguiente mensaje “la regeneración es el deseo, la europeización es el medio de satisfacerlo” España es el problema y Europea es la solución. 6. La propia Europa afectada por la crisis económica y por el rechazo que los países perdedores de la I Guerra Mundial habían generado al Tratado de Versalles conocería un proceso según el cual los regimenes democráticos serian sustituidos por regimenes dictatoriales o totalitarios, cuestión que concretamente afectaría a España golpeada por una Guerra Civil cuya finalización iba a coincidir con el inicio de las II Guerra Mundial. La dictadura del General Franco que despreciaba los partidos políticos y se declaraba ante el liberal 447 estableciendo la censura y la represión le acercaba a los regimenes totalitarios con y las le alejaba absolutamente occidentales. del La entendimiento democracias colaboración del régimen de Franco con las potencias del Eje abriría un abismo para el régimen político español que sufriría una condena política que le llevaría a no estar presente en la recién creada ONU y una condena económica que le alejaría de la Organización Europea de Cooperación Económica Plan Marshall, y desde luego de la posibilidad de integrarse en la primera Comunidad Europea, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. 7. Sin embargo, el Gobierno del General Franco advertiría que la creación de la Comunidad Económica Europea planteaba seriamente un proceso de integración económica, ante lo cual, articulo un Gobierno tecnocrático capaz de imponer una serie de medidas estabilizadoras, e incorporar la economía española a los mercados internacionales, proceso que facilitó el Acuerdo Preferencial de 1970, que suponía el establecimiento de una zona de libre cambio y sobre todo el comienzo de un proceso irreversible de integración de la economía española en Europa. Pero este Acuerdo Preferencial no tenia contenido político, mas al contrario, las Comunidades europeas habían dejado claro su rechazo a las dictaduras y consecuentemente al régimen político del General Franco rechazando la posibilidad de adherirse a las Comunidades si no se constaba con instituciones democráticas y la efectiva garantía de los Derechos Humanos. 8. Seria la instauración de una Monarquía democrática con su consecuente Constitución, la Constitución española de 1978 las 448 que abrían paso a unas largas negociaciones entre España y las Comunidades Europeas tras la presentación formal de la solicitud de adhesión realizada el 28 de julio de 1977 y finalmente materializada tras la histórica victoria del PSOE del 28 de octubre de 1982, hecho que culminó el periódico histórico conocido como la Transición española. Las dificultades propias de las Comunidades Europeas que detuvieron aquel proceso fueron superadas lo que permitiría desbloquear los temas pendientes y finalmente realizarse la firma del Tratado por el que España se incorporaba a las Comunidades Europeas el 12 de junio de 1985. 9. A partir de entonces, convertida España en un miembro de las Comunidades Europeas de pleno derecho asumió el correspondiente protagonismo institucional lo que posibilitó su participación en sus elecciones al Parlamento Europeo y en la integración de los representantes españoles en el Consejo y en la Comisión, en el Tribunal de Justicia y en los Comités Económico y Social y de las Regiones, axial como la presencia del Presidente del Gobierno español en los Consejos Europeos. Mas relevante sería en orden a la toma de las grandes decisiones de la construcción europea la presencia del Presidente del Gobierno español en los Consejos Europeos y la participación de España en los Tratados Europeos, lo que permitió sobre todo introducir en el Tratado de la Unión o Tratado de Maastrich de 1992 la política de cohesión que se convertiría en el instrumento fundamental de la transformación económica española y en el Tratado de Ámsterdam de 1997 la política de Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, en la que se integra la cooperación judicial y policial y la política de 449 inmigración y asilo. 10. Consecuentemente España presidiría el Consejo de la Unión y participaría entre las grandes iniciativas de la Unión Europea entre ellas la puesta en marcha de la moneda única, el Euro, tras realizar grandes trasformaciones en su economía, fundamentalmente efectuadas en las Legislaturas del Gobierno Aznar, transformaciones relativas a la estabilidad de los precios dentro de unos parámetros marcados, al déficit publico, a la deuda publica y al tipo de cambio, viviéndose en esta época un crecimiento superior a la media de la Unión Europea. España firmaría asimismo el Protocolo de Kyoto pero a pesar de sus compromisos continuaría aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero. 11. Todos estos resultados verdaderamente positivos de la integración de España en la Unión Europea habrían tenido la virtualidad de reforzar el compromiso europeíza de los españoles, tal como se puso de manifiesto en el primer semestre de 2002 en el que España volvería a ocupar la Presidencia del Consejo. Este europeismo se plasmo en la colaboración que los españoles prestaron para la elaboración del Tratado Constitucional de la Unión Europea que sometido a referéndum en el Estado español y a unos resultados verdaderamente importantes en tanto en que el 76,73% de los votos fueron positivos lo que suponía la cifra de 10.804.464 de votos positivos frente a los menos de 2.500.000 de votos negativos. 12. La realización de un balance en los 20 años transcurridos desde la integración de España en las Comunidades Europeas 450 permitió afrontar las grandes transformaciones sucedidas en España que ha completado con éxito un proceso de modernización política, económica y social sin parangón en la historia posibilitando los mayores niveles de bienestar de la sociedad. Estas transformaciones han llevado a un considerable aumento del PIB que desde un nivel inferior a los 8000 euros en 1985 pasaría a más de 23000 en 2005 acumulando 17 puntos porcentuales por encima del crecimiento medio europeo. España crecería con un 64.6% acumulado mientras la UE-15 lo haría con un 47.9% consolidándose la economía española como la octava economía del mundo y una de las mas dinámicas de Europa. 13. Otro de los grandes logros obtenidos por España en el periodo de 1986-2006 ha sido el de obtener una importantísima convergencia real en renta por habitante respecto a la media de la UE, pasando del 71% de la renta media de la UE-15 en 1985 a mas del 90% en 2005 acortando en 20 puntos la distancia con Europa en términos de renta. Asimismo España recibiría un total de 78.132 millones de euros a precios corrientes de la UE en términos netos lo que representa aproximadamente el 0,8% del PIB español cada año, transferencias que serian decisivas para la transformación de la economía española y la financiación de infraestructuras. Por su parte, la tasa de desempleo en España que en 1985 se aproximaba al 18% y casi doblaba la media europea 20 años después había caído hasta el 10,3 dejándolo hasta un nivel muy cercano al de la UE-15. 14. Utilizando los Eurobarómetros en la presentación del balance realizado con motivo de los 20 años de pertenencia de 451 España a las Comunidades europeas podía presentarse el proyecto europeo y el proyecto nacional como dos caras de la misma moneda, y por ello el apoyo de los españoles al proceso de integración europeo se ha encontrado siempre entre los más altos de la Unión. Con la salvedad de los años 1993-1994, caracterizados por una difícil situación económica en toda Europa, el europeísmo ha sido en España siempre superior a la media europea, destacando especialmente los años inmediatamente posteriores a la adhesión, pero también, y de forma muy significativa, el periodo que arranca en 1998, coincidiendo con el acceso de España a la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria. La solidez del apoyo al proceso de integración es tal que, durante los años inmediatamente posteriores a la adhesión, los españoles apoyaban el proceso de integración aún cuando una muy exigua minoría (apenas el 9%) considerara que el proceso estaba siendo beneficioso económicamente para España. En paralelo, el apoyo al proceso de integración era en 2006 dieciséis puntos superior a la media europea, un dato que no sólo representa el máximo histórico en estos últimos veinte años, sino que sitúa a España muy por encima de socios clave como Alemania, Francia, Italia o el Reino Unido. 15. Con las mismas encuestas se considera en el balance de los 20 años que la identificación de los españoles con Europa es muy elevada. Mientras que en otros Estados miembros de la Unión la identidad europea es débil o precaria, en España casi el 65% de la población muestra sentimientos de identificación con Europa, lo que la sitúa diez puntos por encima de la media europea (UE-15). Sin duda alguna, la buena integración de 452 España en la Unión ha contribuido a reforzar este sentimiento, y los años de bonanza económica amplían especialmente las filas de los europeístas. La participación de España en el euro, en concreto, ha tenido un efecto ciertamente espectacular, ya que es precisamente en los años 1999-2000 cuando se alcanza el máximo histórico de identificación con Europa (76%). Se precisa en los dos últimos años, sin embargo, coincidiendo con la crisis generada en torno al proceso de negociación y ratificación del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, los sentimientos de identificación con Europa han retrocedido ligeramente en España, de tal manera que, en la Unión a Veinticinco, la identidad europea de los españoles se sitúa prácticamente en el 60%, levemente por encima de la media. 16. Por último y utilizando los mismos Eurobarómetros la Confianza de los españoles en las instituciones europeas se encuentra entre las más elevadas de la Unión. Partiendo de un nivel equiparable al existente en el resto de Estados miembros, creciendo de forma sostenida desde los años noventa hasta la fecha. Este incremento es especialmente significativo en lo referente al Parlamento Europeo, que ha ganado prácticamente el doble de confianza que el Consejo o la Comisión Europea. El refuerzo de la confianza de los españoles en las instituciones europeas destaca, además, por cuanto ha tenido lugar a la par que retrocedía la del resto de ciudadanos europeos en las tres instituciones más visibles de la Unión. Igualmente, según datos del Eurobarómetro 63 (primavera 2005), el 76 % de los españoles considera que el Parlamento Europeo juega un papel importante en la Unión, seguido, en orden de importancia, por 453 la Comisión Europea (69%), el Banco Central Europeo (68%), el Tribunal de Justicia (67%) y, finalmente, el Consejo de la Unión (66%). 17. Este balance se complicaría enormemente en los años siguientes fundamentalmente causa de la crisis económica y financiera que ha llevado a una crisis del sector de la construcción fundamental en el fuerte crecimiento del desempleo en el 31 de diciembre de 2010 se alcanzaba la cifra de 4.696.600 parados, a un incremento del déficit en la balanza de pagos una reestructuración del sector financiero y aun incremento de la deuda soberana. Ello obliga a España a afrontar una serie de medidas que ponen en riesgo sus políticas sociales y que en alguna medida repercuten en la opinión publica sobre la Unión Europea. Sin embargo el Eurobarómetro 74 opinión publica referente a otoño de 2010 presenta una mayo confianza de los españoles en Europa, en su situación financiera de las soluciones que Europa tome para salir de la crisis y por tanto si bien la crisis ha ahondado la distancia que existe entre la ciudadanía española y su gobierno, puede decirse que la sensibilidad española ante la Unión Europea sigue ganando un importante terreno. 18. El estudio concreto de la opinión española sobre la Unión Europea nos permite desde una batería de preguntas hacer importantes valoraciones, los españoles están informados escasamente sobre la Unión Europea, los hombres están más informados que las mujeres y los de edad entre 25 y 34 años más informados que el resto de la población. Entre las instituciones los españoles conocen sobretodo el Parlamento 454 Europeo, conocen los símbolos y el himno, así como el día de Europa. Es pequeño el porcentaje de los que están interesados, la mayor parte de la información la reciben por televisión y solo la mitad por prensa y radio y sobretodo la opinión que los españoles tiene de la partencia de España a la Unión Europea es buena superior a un 66%, siendo 63% el que reconoce que España se ha beneficiado estar en la Unión Europea. en otro orden de materia el 60% de los españoles se ven europeos una cifra similar dice sentirse primero español y después europeo. Sobre la cuestión que significa para un español la Unión Europea, se manifiesta que es mas importante la libertad para viajar, estudiar y trabajar en cualquier lugar de la UE, opinión que alcanza el 54%, mientras que el euro como significación de la Unión Europea alcanza 43% y prosperidad económica un 32%, por todo ello se presenta la imagen de la Unión Europea a los españoles como muy positiva, si bien la mitad de los encuestados afirman que se sentirían diferente ante la disolución de la Unión sobre todo en la cifra de menor edad. 19. La opinión de los españoles sobre las instituciones europeas coloca la Parlamento como se ha dicho como la institución que merece mayor confianza llegando a alcanzar la cifra del 71% de los españoles, siendo esta cuestión importante porque en alguna medida condiciona la participación española en las elecciones al Parlamento Europeo, si bien según las encuestas tan solo aparecen 46% de los encuestados que creen que las elecciones europeas son realmente importantes. Otro dato que ofrecen los Eurobarómetros es el referido a la confianza de los españoles en la Comisión Europea, que oscila razonablemente entre el 50 % y 60%. Las encuestas determinan que se confía más en el 455 Parlamento que en la Comisión. Otra gama de cuestiones recogidas en la consideración sobre la opinión española sobre el desarrollo, la ampliación y el progreso de la Unión Europea permiten concluir la importancia del apoyo de los españoles al desarrollo de la Unión Europea, siendo un 69% los que están a favor de que la Unión Europea se siga desarrollando en un futuro y siendo los que están 25 y 39 años los que están mas a favor, un 41% de españoles cree que la Unión Europea jugara un papel importante en su vida y un 60% se manifiesta optimista sobre el futuro de la Unión Europea. En este sentido tan positivo los españoles se manifiestan partidarios de que la Unión Europea tenga una Constitución con una media aproximada al 65% frente aun 12% de No es, si bien una mayoría manifiesta apenas conocer su contenido. Una mayoría de españoles están a favor de que Europa tenga una política de defensa común, una eolítica de extranjería común y una política educativa común. Solo en materia de ampliación los españoles han entendido que esta acción seria perjudicial para España, si bien una mayoría reconoce que con la ampliación Europa será más importante en el mundo. Por ultimo la valoración sobre el euro alcanza opiniones muy positivas manifestándose de este modo el del 74% de los trabajadores por cuenta propia, el 90% de los altos cargos, el 62% de los trabajadores manuales y el 67% de los estudiantes. Entre los grupos más jóvenes de la muestra se percibe igualmente un gran apoyo hacia la moneda única de la UE, casi dos de cada tres españoles entre las de edades de 15 y 24 dice estar “a favor” del Euro. 456 BIBLIOGRAFÍA AGUILERA, C. R. (2006), «De la Europa de las Regiones a la Europa con las Regiones», Revista d'Estudis Autonomies i Federals, no 2, pp. 47-75. ALBERTI, E. (2005), «Las Comunidades Autónomas en la Unión Europea: las nuevas perspectivas del Tratado Constitucional y la Participaci6n Interna», en E. 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